Ishimashite al siguiente fic que subo de FMA! Gracias por los reviews del anterior, me dieron muchísimos animos. Coloqué este fic en la categoría K por que no creo que sea para más pero si advierto, que tiene alguna palabra mal sonante. Respecto, aunque salen la ''pareja'' Roy x Riza, si son muy fanaticos a Roy mas vale que no lean, si saben aceptar un fic, leanlo con tranquilidad. Yo también adoro a Roy, pero se me ocurrió esto y aquí está. Disfruten!

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Tengo 25 años. Fui militar para el estado hace un par de años. Abandoné la carrera que tanto me había costado al casarme con Roy Mustang, mi superior, y el que se encargaría de que mi vida fuese una pesadilla.

Hace 2 años que pude escapar de su arrogancia y superioridad, tanto en el trabajo como en otros temas. Todavía puedo sentir por mi piel, todo el daño que me causaste, no solo psicológicamente, si no también físicamente.

Reconozco que casi no consigo sobrevivir por haberme hecho sentir como si no valiese para nada, en resumen, por hacerme sentir como una mierda. Bajo tu aspecto de hombre trabajador y serio se esconde una falsedad incontable. Todo lo que has hecho... y lo que has dejado a tu paso...

-¡Mamá, Mamá! Están llamando a la puerta

Eso es lo que has dejado a tu paso. Un niño que tendrá que vivir con la miseria de que fue fruto de una de tus violaciones hacía mí. De que su padre es un borracho, que no conoce sus propios limites, y que no quiere hacerse cargo de sus responsabilidades.

-Riza...

-¿Qué haces tu aquí?

-He vuelto... – dijo el rostro patético y magullado que presentaba aquel hombre casi arrodillado

-¿Has vuelto? Éste nunca ha sido hogar para que vuelvas – contesté tajante, tratando de no desbordar mi paciencia - ¿Por qué vienes a saber de mí después de tantos años?

-He venido a pedir disculpas, Riza... – dijo con una estúpida sonrisa – He venido a que seamos una familia...Estoy pidiendo tu perdón.

-Cuenta las veces que has abofeteado mi rostro y usado mi cuerpo como artilugio para satisfacer tus placeres, y lo obtendrás – dije mirando por encima de su hombro. Esta vez no iba a joderme. La vida como hace unos años. No. Mi mente había crecido. No conseguí ser militar por ser una chica.

-Ri-Riza, sabes que eso no es posible... – dijo amable. Su rostro era enfermizo.

-Hasta tú mismo lo reconoces. No voy a darte el privilegio de estar a mi lado.

-¿Y mi hijo?

-¿Tu hijo? – hice una mueca – Tú aquí no tienes nada. Lo dejaste muy claro.

-Riza... – intentó convencerme de nuevo con sus falsos ideales. Pero no. Es el hombre al que admiraba y amaba, pero no voy a caer.

-Que mi nombre salga de tus labios, me pone enferma. Lo único que mereces es que te pegue un tiro entre ceja y ceja. Pero tengo más decencia que tú, y ni me molestaré.

-Riza dame lo que es mío

Me miras con esos ojos, con los mismo con los que venías a pegarme, a humillarme, a recordarme que mi existencia aquí solo era un estorbo. Antes me estremecían, ahora todo lo relacionado con él, me produce arcadas. Patético. Deshonesto. Estúpido. Acumulé saliva y le escupí a la cara.

-Eso es lo único que tienes y mereces. Lárgate.

-Nunca había estado mejor. Lo mejor de todo esto es vivir para esperar este día.

He recobrado mi vida, mi felicidad. Mi única ocupación ahora es proteger a quién amo. Una preciosa criatura de 6 años de edad, a la que cuidar y estrechar entre mi brazos.

El único recuerdo de la persona que amaba.

Tú sobrevivirás su recuerdo y serás el antídoto de mis heridas.

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Y Fin! Sé que son cortos, tengo largos de veras, es que estos solo son minifics! Que hago cuando me aburro U. Igual me alegro de que les gusten, gracias de nuevo!

Nana Osaki