Pairing: Wander/ Lord Hater, mi primer fanfic de Wander Over Yonder (Galaxia Wander), Simplemente amo Skeleton Dance, es el nombre de este Ship maravilloso.
Dejen sus comentarios y opiniones cuando quieran(?) el próximo capítulo estará aquí pronto.

Las alarmas de la nave habían comenzado a sonar hacía ya varios minutos, el Comandante Peepers sin perder un instante dio la orden a los watchdogs de perseguir a la Zbornak Sylvia, que como era habitual, cargaba a esa molesta bola de pelos anaranjados en su espalda, corriendo frenéticamente por los pasillos de la nave de Lord Hater.

Era extraño que Sylvia no se quedara a dar unos cuantos golpes a los soldados cíclopes que habían sido enviados a perseguirla. Peepers observaba todo desde la segura cabina de vigilancia, intentando encontrar un patrón, algo que le dijera hacia dónde se dirigía el molesto dúo. No iba a arriesgar su trasero a ser pateado por la Znorbak. Pero algo má llamóla atención edl Comandante Peepers; Wander, la pequeña y simpática obsesión de Lord Hater ignoraba por completo a los soldados, cosa que nunca había hecho antes, si hasta incluso le llegó a organizar fiestas de cumpleaños y darles regalos personalizados a cada uno.
En ese momento se dio cuenta hacia dónde se dirgía Sylvia.

-¡LA HABITACIÓN DE LORD HATER!-gritó Peepers, su ojo abierto completamente de la sorpresa, asustando a los soldados que supervisaban las cámaras. Salió disparado del sector de vigilancia, puesto que nadie había logrado detener a los intrusos no le quedaba opción más que hacerlo él mismo. Castigaría a esos inútiles watchdogs ni bien se deshiciera de Sylvia y Wander.

Llegó justo a tiempo para impedirle el paso a Sylvia, interponiéndose entre ella y la puerta de Lord Hater, con el arma ya en mano. La Znorbak retrocedió de forma instintiva, y luego su expresión de sorpresa cambió a una de total desesperación.

-¡Peepers! No tengo tiempo para esto. Sé que no debí irrumpir en tu nave de esta forma, pero creeme que lo menos que quisiera es estar aquí. –recibió un disparo por respuesta, que pudo evitar a tiempo, sacando a un Wander semi inconsciente en sus brazos, pegándolo a su cuerpo para protegerlo. - ¡Espera! Es Wander, yo sé que no ha sido más que una molestia para ti y tu imperio de idiotas malvados, pero ahora eso no importa. Necesita ver a Hater. He intentado todo, nada parece funcionar…

-¿Que no es importante? Eso es lo único que importa. Hiciste mal en venir aquí, Sylvia, ahora me desharé de ti de una vez y para siempre.

En ese momento Sylvia perdió la paciencia, dejando a Wander descansar en la pared, se apresuró a intentar golpear a Peepers. Ambos se vieron interrumpidos antes de empezar por Lord Hater, que oyendo todo el escándalo había decidido ponerle fin con sus propias y huesudas manos. Echando chispas por sus manos, notablemente molesto, Hater gruñó de forma aterradora.

-¡PEEPERS! ¿qué significa esto? ¡ESTOY INTENTANDO DORMIR! – solo en el momento que sujetó a su comandante por el cuello del uniforme, notó la presencia de los intrusos. Sus ojos brillaron con más rabia que nunca.

-Hater, por Grop, que suerte que te veo, es Wander, él….

-¡Silencio! Siempre es Wander, siempre será Wander, frustrando mis planes y no dejándome siquiera dormir en paz…

-¡TE NECESITA CABEZA HUECA! –la Znorbak gritó de pronto, su paciencia ya consumida por la situación, luego de días de cuidar de un Wander enfermo y la huida hacia la nave no había calmado sus nervios en lo más mínimo.

El odio y la ira de Lord Hater pareció consumirse de golpe, mirando a la compañera de Wander sorprendido, incrédulo.

-¿él qué? –preguntó notablemente más calmado, sus brazos elevados en una amenaza vacía sin los típicos rayos que salían de sus manos.

Sylvia tomó al nómade anaranjado nuevamente en sus brazos , el cual susurraba cosas incoherentes, pero la palabra más recurrente de sus labios era "Hater".

-Lo he llevado con todos los doctores que pude, pero no hace más que empeorar. – Hater observó atentamente, con seriedad pero sin rastro de ira al pequeño alien. El color de su pelaje estaba más oscuro, sus mejillas estaban rojas evidenciando algún tipo de fiebre, abría los ojos por momentos, desorientado.- No parece ni reconocerme a causa de la fiebre, lo único que dice es…. Tu nombre todo el tiempo. El último curandero al que visité dijo que sólo debía darle lo que quería. – Sylvia miró a Lord Hater fijamente, sin rastro del odio que sentía por el huesudo.

Parecía ser… No, no era posible. Un ser tan feliz, tan alegre y lleno de rayos de Sol como era Wander no podía contagiarse de una enfermedad tan negativa. Pero por el color oscuro de sus ojos, el extraño brillo naranja que despedían sus pupilas alrededor sólo le recordaban a Hater de la enfermedad que hacía mucho tiempo él mismo había sufrido…aquella que le otorgó sus poderes.
La Znorbak hizo bien en traerlo a su nave, sólo otro ser de oscuridad y energía negativa podía curar una patología como esa. Pero dependiendo del tiempo transcurrido no sabía cuánto del cerebro del nómade se habría consumido para ese entonces.

Los soldados habían aparecido en el pasillo para ese entonces, observando la escena igual de atónitos que Peepers.

-Señor…

-¡Peepers! Quiero que vayas a la biblioteca y traigas…ajem…Ese libro especial. –bajo la incrédula mirada del Comandante Peepers, Hater tomó a Wander en sus brazos, dirigiéndose a la habitación, con Sylvia siguiéndolo de cerca.- Y dile a los watchdogs que se retiren inmediatamente, esto no es un espectáculo, o quizás sí…-Hater sonrió con maldad- podemos estar en presencia del nacimiento de una estrella oscura.

-Si…Espera…¿Qué?! –gritaron Sylvia y Peepers a la vez.