Dije que pararía con el fandom de Sherlock, pero no puedo xD
Este fic se llama Howl, en honor al poema de Ginsberg del mismo nombre, y con él inicia todo esto.
I
I saw the best minds of my generation destroyed by madness, starving hysterical naked,
dragging themselves through the negro streets at dawn looking for an angry fix,(...)
Jim se levantó temprano ese día, no le gustaba llegar tarde a clases, sin importar que aquel fuera el primer día de su último curso.
Iba a enviarle un regalo a su madre, no era que a ella realmente le importara tener noticias suyas, pero James estaba acostumbrado a escribirle cada semana y contarle los pormenores, aunque nunca recibiera respuesta.
Entró a la lecuhcería, cuidando de no ensuciarse la túnica, se envolvió bien la bufanda verde y buscó a su lechuza parda.
Dio al menos tres vueltas por todo el lugar, sin éxito, comenzaba a exasperarse, ¿dónde demonios se podía meter una lechuza?, no creía que esos animales tuvieran cosas muy interesantes que hacer, si seguía así llegaría tarde a clases.
Estaba a punto de largarse cuando encontró a su lechuza, posada en el antebrazo de un muchacho desconocido, quien le hacía cariños y le daba golosinas, Jim sintió ponerse rojo de furia, identificó la casa del tipo por los colores de su bufanda, " ¡Malditos gryffindor!", pensó James.
- ¡Hey, tú!- gritó Jim - ¡Sí, tú!, no veo a nadie más por aquí-
Ahora que estaban frente a frente, James se dio cuenta que el tipo era más alto que él, y por mucho, eso sólo lo hizo enojar más, aquel muchacho tenía los ojos profundos y grises, cabello rubio dorado muy liso, se quedó mirando a Jim sin decir nada.
- He estado buscando a mi lechuza toda la mañana- continuó Jim – todo para que resultara que un estúpido gryffindor la estuviera mimando-
- ¿De qué hablas?- dijo el chico –esta lechuza es mía-
- Aparte de gryffindor saliste mentiroso- gruñó Jim – no tengo tiempo que perder, dame a mi lechuza-
- No es tuya- explicó el rubio con serenidad - ¿cómo te llamas?-
- ¿Qué?-
- ¿Cómo te llamas?-
- James Moriarty, ¿puedes dejar a mi lechuza?, se me hará tarde-
- Falta media hora para la primera clase, Jim, y ya te expliqué que esta lechuza no es tuya-
- ¿Vas a seguir con eso?, ¿y por qué demonios me llamaste por mi nombre?- James estaba a nada de explotar – esa lechuza es mía, ¡Acis, conmigo!-
- No, esta es Montenegra, es un ella no un él, te confundiste-
James enrojeció de vergüenza, la cual sólo aumentó cuando Acis acudió a su llamado, en verdad eran lechuzas muy parecidas.
- Montenegra es más pequeña que tu lechuza- dijo el muchacho - ¿Ves esta mancha marrón que tiene en el ojo izquierdo?, Acis no la tiene, sus ojos son completamente amarillos-
- Sí, claro, lo que sea-
James se alejó lo más rápido que pudo, estaba concentrado en sellar la carta cuando sintió una mano tocarle el hombro, se giró de inmediato, varita en mano, para encontrarse de nuevo con el chico rubio.
- Tranquilo, sólo soy yo, no te haré daño- dijo el gryffindor, no parecía nada intimidado.
- Cállate, estúpido- gruñó James, no había manera que ese idiota le hiciera daño.
- No te enojes- continuó el rubio -¿no me preguntas mi nombre?-
- No-
- Es Moran- dijo el muchacho – Sebastian Moran, pero tú puedes decirme Seb, o Bastian, lo que prefieras-
- ¿Qué demonios?, no me interesa llamarte de ningún modo, piérdete-
- No lo creo- dijo Sebastian, sonriendo – nos veremos pronto, Jim, recuerda mi nombre-
Si notan algun errorcillo o errorsote, tell me, please.
Y eso es todo, por el momento.
