CAPITULO I: Reencuentro.
Han pasado 10 años desde ese día, recuerdo que era muy ingenua en ese entonces. Estaba tan ilusionada por casarme con Ranma, era como un sueño, uno que rápidamente se convirtió en pesadilla, pasaron muchas cosas, el maestro Happosai bebió el agua de jusenkyo que Ranma tanto añoraba y tras otros muchos desastres más la boda fue cancelada.
Recuerdo muy bien la vergüenza que sentí en ese entonces, fue tan humillante, tanto que solo pude irme a llorar a mi habitación.
Los días pasaron y Ranma continuo sin demostrar ni una pizca de amor por mí, incluso podría jurar que era aún más tosco que de costumbre, aunque siguió demostrando esa arrogancia y amabilidad tan característica de él que por alguna razón todas queríamos tener, debo admitir que con solo eso me conforme por mucho tiempo, pero eso no era suficiente para, quería tener algo real así que decidí hacer un gran pequeño cambio en mi vida.
Ese mismo año busque con fervor algo que me apasionara y lo logre, recordé el tiempo en el que el doctor Tofu cuido de mí y lo mucho que me gustaba pasar tiempo en su consultorio. Asi que comencé a estudiar día y noche con mucha dedicación hasta lograr conseguir una beca y poder estudiar medicina.
La beca era para una universidad en Seul, la capital de corea del sur.
Mi padre siendo un hombre fuerte y sentimental lloro al saber que debía partir lejos por unos cuantos años, lo entiendo yo también iba a extrañarlos, pero esto era algo que necesitaba hacer por mí.
Prometí que siempre llamaría por teléfono para que supieran que estoy bien y así lo hice cada día, hablaba un poco con Kasumi y Nabiki quienes me mantenían al tanto de todo lo que pasaba, al principio incluían cosas sobre Ranma pero con el tiempo notaron mi desinterés por saber lo que ocurría con él, también me gustaba saludar a p-chan, quisiera haber podido llevarlo conmigo.
Me gustaba platicar un poco con mi padre y el tio genma, todo eso me hizo sentir como en casa por todo ese tiempo lejos.
Los años comenzaron a pasar y todos hicieron grandes y pequeños cambios en sus vidas. Mi papa dejo a Ranma parcialmente a cargo del dojo, Nabiki ahora era socia en una agencia de prestamos, la agencia "tómalo o déjalo", un nombre bastante llamativo diría yo.
El tío Genma se reunía más a menudo con su esposa, Kasumi y Nabiki siempre me contaban historias divertidas en torno a ellos dos.
Por otra parte mi hermana Kasumi se había comprometido, ella y mousse habían hecho una amistad bastante peculiar y tierna, esa amistad pronto se convertiría en amor, pues mousse se cansó de los maltratos de Shampoo y se enamoró de mi hermana Kasumi, por su parte Kasumi se fue sintiendo atraída hacia la gentileza y fortaleza de Mousse hasta que ambos estuvieron enamorados.
Me pregunto si el Doctor Tofu estará bien con todo lo ocurrido.
- Mi casa – Dijo akane ilusionada al ver su casa a unos pocos metros de ella.
- ¿Disculpe? – Pregunto el taxista al no escuchar bien lo que esta decía.
- No, no, nada. Muchas gracias – Dijo akane con una encantadora sonrisa que dejo completamente enamorado al hombre que conducía el taxi.
- Al fin estoy en casa – Dijo akane para sí misma mientras se dirigía con ilusión a abrir la puerta de la entrada.
Antes de que akane pudiese siquiera tocar la puerta alguien la abrió rápidamente, era una mujer.
- Ah! Shampoo, cuanto tiempo sin verte – Dijo akane algo impresionada por verla tan pronto.
- ¿ A…Akane? – Pregunto Shampoo completamente impactada por el regreso de la más joven de las Tendo. – ¡YA NO ERES UNA MARIMACHO! – grito la joven china por el impacto de ver a Akane convertida en una belleza excepcional.
- Jajaja, no, ya no lo soy – dijo Akane soltando una carcajada antes el comentario mal intencionado de la china haciéndola sentir como una tonta.
- Ranma ahora es de Shampoo – Dijo Shampoo llena de aires de grandeza tratando de hacer enojar a Akane como en los viejos tiempos.
- ¿De verdad? – Pregunto Akane bastante impresionada – Estoy muy feliz por ti shampoo, felicidades – Dijo la más joven de las Tendo mientras sujetaba las manos de su vieja "amiga".
Shampoo al ver que Akane ya no era la misma de antes se sintió irritada por ser la única que al parecer seguía siendo igual que siempre.
- jum – fue lo último salido de la boca de Shampoo mientras se iba sin decir nada más, solo haciendo un gesto de "adiós" con su mano.
- Ya quiero ver a todos los demás, juju – Dijo Akane con una sonrisa mientras entraba a su casa al fin.
Akane camino lentamente por el pasillo con su maleta, mirando a cada lugar que alcanzaba su mirada, esperando ansiosa encontrarse al fin con su familia después de tanto tiempo.
Mientras tanto los Tendo se preparaban para comer junto a los Saotome, sin siquiera sospechar que ese dia era la llegada de Akane, pues esta lo habia dejado como una pequeña sorpresa.
- Estoy preocupada por Akane, no he sabido nada de ella desde ayer – Dijo Kasumi bastante preocupada a su familia.
- Relajate Kasumi, tal vez consiguió un novio guapo, después de todo esta estudiando en el extranjero. – Dijo Nabiki lanzando puntas para Ranma con todo el animo de hacerlo sentir mal.
- Desearía que mi niña no se hubiese ido tan lejos – Dijo Soun Tendo dejando ver lagrimas salir a chorros de sus ojos mientras era consolado por su amigo Genma.
- Si, como desearía que alguien, no la hubiese herido de esa manera tan cruel. – Dijo Kasumi para terminar de crucificar al único presunto culpable de la partida de Akane.
- … Yo no le hice nada. – Dijo Ranma resignado al odio dirigido a él en esos 10 años.
- las chicas tienen razón Ranma, Akane se fue de esta casa por tu culpa, así que no podrás quejarte si decide casarse con otro hombre.
- Que me importa con quien se case esa niña fea – Dijo Ranma tratando de parecer desinteresado sobre el tema.
- Ya no soy una niña. – Dijo Akane sin ninguna expresión dejando a todos en shock.
- ¡AKANE! – Gritaron todos al unísono.
- ya estoy de regreso – Dijo Akane con una sonrisa, mientras toda su familia se abalanzaba sobre ella.
- Los extrañe a todos, no han cambiado nada – Dijo Akane brindándole a todos y cada uno de ellos una sonrisa gentil.
Mientras todos estaban alrededor de Akane haciéndole avalanchas de preguntas y contando cortas anécdotas Genma se percato de que Ranma ni siquiera se habia levantado de su asiento.
- Oye hijo ¿No piensas saludar a tu prometida? – Pregunto Genma es voz baja para no ser escuchado por los demás.
- No creo que le haga falta mi saludo papá. – Dijo Ranma rechazando de golpe la oferta.
- Vamos hijo no seas tonto claro que quiere tu saludo, hace 10 años que no hablas con ella, vamos hazlo – insistió el hombre panda tratando de transmitir entusiasmo a su único hijo dándole molestos empujones.
- ¡YA TE DIJE QUE NO QUIERO SALUDAR A LA FEA! ADEMAS SIEMPRE HA SIDO UNA MARIMACHO. – Grito Ranma lleno de rabia, aunque si bien no era en contra de Akane, los insultos igualmente estaban dirigidos hacia ella.
Akane al escuchar todos los insultos de Ranma volteo a mirarlo inmediatamente haciendo que este se pusiese en una posición defensiva como era costumbre luego de decir algo que pudiera hacer enojar a la más fuerte de las hermanas Tendo.
- Ranma, veo que no has cambiado nada. – Dijo Akane con un tono bastante frio. – Sigues siendo el niño grosero que eras antes de que me fuese, si tu preocupación es tener que casarte conmigo estate aliviado porque eso no va a pasar ni hoy, ni mañana, ni nunca. – Concluyo Akane de manera cortante para luego volver a dirigir una sonrisa a los demás presentes, como si nada hubiese ocurrido.
- Pero… ¿Qué? – dijo Ranma frustrado.
Mientras Akane seguía hablando con su familia como si nada pasase, Ranma se quedó allí sentado como si fuese un niño haciendo un berrinche.
Ranma comenzó a observar detenidamente a Akane, comenzó a notar como esta había cambiado, ahora su cuerpo era completamente esbelto, debía admitir que ahora Akane poseía por mucho un mejor cuerpo que su versión mujer pelirroja. También su cabello ahora era más largo y parecía aún más sedoso, la hacía ver tan angelical, y su rostro que con el sutil maquillaje que utilizaba la había parecer una belleza completa.
- Uh… ¿Qué pensaría Kuno de esto?, seguro se estaría muriendo… - Pensó Ranma mientras no le quitaba los ojos de encima a la muchacha.
- ¿Qué pasa Ranma? ¿Te gusta lo que ves? – Pregunto Nabiki metiendo el dedo en la llaga con una sonrisa malévola.
FIN Capitulo 1.
