Todos los personajes de Ranma ½ pertenecen a Rumiko Takahashi.

Mou ichido

por

Freya

Hola a todos, aquí estoy otra vez con más de mis retos. No recuerdo si les conté pero también estoy participando en Retos a la carta, con las tablas lemon. Pues bien decidí comenzar a escribirlos de una vez. He decidido que todos los oneshot estén conectados, así para todos los que gustan de leer lemon, tendrán cerca de 30 oportunidades para leer situaciones de este tipo entre la pareja Ranma y Akane.

No crean que todos me van a salir así de largos en todo caso xp

Espero que les guste

Primera vez

El compromiso pactado antes que nacieran se había cumplido. Por fin las dos Escuelas de Combate Libre se habían unido en una sola gracias al matrimonio de Ranma y Akane.

Nada había logrado acabar con la atracción que sentían el uno por el otro desde el primer momento y el amor que había nacido y crecido día a día entre peleas, intromisión familiar y la oposición de distintos rivales.

Esta vez la ceremonia no fue tan catastrófica, solo tuvieron que soportar al inicio de la boda la presencia de Kodachi quien insistía en que su amado Ranma-sama había sido embrujado por la arpía Akane Tendo. Por suerte no logró molestar mucho ya que Ryoga y Ukyo habían logrado deshacerse de ella sin que los novios tuviesen que intervenir.

Sonriente observó a quien ahora era su esposo, en cierta forma tenían que agradecerle a Ryoga que por fin Ranma se hubiese atrevido a declararle sus sentimientos. Nunca olvidaría ese momento, por accidente acabó enterándose de la maldición de Ryoga, se había descargado golpeando al muchacho pero seguía dolida, realmente ni siquiera le había importado tanto que él se hiciera pasar por su mascota, lo que más le había dolido fue que Ranma le ocultara algo así durante tanto tiempo.

No quiso escuchar sus explicaciones, se sentía engañada y traicionada por una de las personas más importantes en su vida aunque en ese minuto se negase a reconocerlo.

Su ojos se fijaron en la tímida mirada de su esposo por algunos segundos. El brillo de la mirada azul le hizo recordar aquel momento...

Flash Back

—¡Kuso¡¿Cómo demonios quieres que te lo diga!? —exclamó Ranma con la mirada encendida por la frustración—. Le prometí no contarle a nadie sobre su maldición y no me correspondía a mi contarte...¡Baka! Tuviste muchas oportunidades para descubrirlo por ti misma —agregó avanzando hasta el centro del Dojo para alcanzar a la jovencita.

—¡Ranma no baka¡Me mentiste todo este tiempo! —respondió Akane haciendo un gran esfuerzo por controlar sus emociones—. Tu estúpida promesa con Ryoga era más importante ¿no? —preguntó bajando la mirada y presionando con fuerza la tela de su falda.

—¡Baka¡Sabes que eso no es verdad! —espetó Ranma tomándola por los hombros para luego acercarla a él. Haciendo uso de todo su valor agregó: —¡Eres lo más importante para mi porque yo... po... porque yo...yo... yo te... te am... —Sus balbuceos se vieron interrumpidos cuando Akane posó suavemente sus labios sobre los suyos por breves segundos.

—Yo también te amo, baka —susurró Akane fijando su mirada en el sonrojado muchacho que la miró tímidamente antes de unir sus labios nuevamente en un suave y largo beso.

Fin Flash back

Los mismos labios que estaba recordando la hicieron volver de sus pensamientos regalándole un lento y seductor beso que envió placenteras sensaciones a cada rincón de su cuerpo.

—Oe... es nuestra noche de bodas, deberías prestarle atención a tu esposo —protestó ciñendo la cintura de Akane para luego atraerla en una rápido movimiento hacia su cuerpo.

Lentamente deslizó sus manos por la suave tela de la corta camisola que lucía su esposa mientras fijaba una seductora mirada en sus ojos.

Una media sonrisa se formó en sus labios, Akane siempre se sonrojaba cuando él la miraba de esa forma y eso no hacía más que aumentar lo hermosa que se veía.

—Tal vez deberías darme algunas buenas razones para hacerlo —murmuró Akane acariciando lentamente los desnudos hombros de Ranma.

—Ya conoces muy bien todas esas razones, koishii —susurró con un enronquecido tono de voz. Bajando el rostro comenzó a depositar pequeños besos sobre el cuello de su esposa.

Un agradable escalofrío le recorrió la espina, los húmedos labios de Ranma dibujando un pequeño sendero por todo su cuello, erizaban su piel haciendo que deseara intensamente que continuara recorriendo todo su cuerpo de la misma forma.

Cuando los labios de Ranma comenzaron a chupar levemente su piel, no pudo resistir la tentación de volver a saborear su boca, giró el rostro hacia él buscando adueñarse de aquellos ardientes labios que estaba segura jamás se cansaría de recorrer una y otra vez.

—Déjame prestarte atención, anata... —pronunció Akane en un sensual susurro antes de capturar la boca de su esposo en un apasionado beso que logró alterar por completo su respiración y aumentó el ritmo de los latidos de su corazón.

Su labios acariciaron los de Ranma ávidamente buscando excitarlo, seducir y hacerlo arder dentro de la misma hoguera que el muchacho con su apasionada respuesta se había encargado de avivar en ella.

Al compás de los besos, la manos de Ranma se encargaron de explorar una y otra vez el cuerpo de Akane moviéndose con rapidez celestial, surcando alrededor de su cintura, subiendo por su abdomen, bordeando sus pechos. Las deslizaba acariciando, frotando, haciéndola sentir que si él se alejaba de ella por un segundo no podría mantenerse en pie.

Cuando finalmente se separaron, un leve suspiró escapó de la garganta de Akane, suavemente levantó la mirada encontrándose con los profundos ojos azules de Ranma que parecían implorar por más besos y caricias.

Le mantuvo la mirada por algunos segundos hasta que finalmente se apartó de él. Llevó sus manos hasta los tirantes de la camisola que llevaba puesta, suavemente los desató logrando que la prenda cayera a sus pies.

Una fuerte sensación de ardor y apremiante necesidad invadió el cuerpo de Ranma. Con la mirada llena de deseo observó el cuerpo de su mujer. Era la primera vez que la veía prácticamente desnuda con su consentimiento. Muchas veces durante su noviazgo se habían dejado llevar por la pasión, pero nunca habían traspasado la barrera de la ropa.

La luz de luna que se colaba por los ventanales del hotel bañaba su piel de una claridad mágica.

—Kawaii... —susurró mirándola embelesado, acercándose para luego estrecharla entre sus brazos y fundir sus labios en un apasionado beso. Con su beso intentó demostrarle todo el amor, la pasión y el deseo que solo ella podía despertar en él.

Akane se dejó arrastrar por la magia del beso, fuertes estremecimientos la recorrieron por completó cuando las manos de Ranma se posaron sobre sus nalgas para acercarla aún más contra su cuerpo.

El beso se hizo cada vez más ardiente, Akane separó levemente sus labios dejando que sus lenguas se entrelazaran con desesperación aumentando el deseo que dominaba por completo sus cuerpos.

Ranma se perdió en la dulzura de la boca de su mujer; sus manos se deslizaron nuevamente en un ascendente movimiento por la espalda de Akane. Deseaba atraparla por completo entre sus brazos, poseer hasta el último rincón de su cuerpo y entregarse a ella del mismo modo.

La necesidad de aire les hizo separar sus bocas. Sonriente, Ranma cargó a su mujer en sus brazos llevándola hacia la cama.

—Creo que aquí estaremos más cómodos —afirmó una vez que dejó delicadamente el cuerpo de su esposa sobre la cama. Lentamente se posicionó sobre ella.

Akane rodeó con sus brazos la espalda de Ranma —Mucho más cómodos... —suspiró atrayéndolo hacia ella dejándole sentir la suave presión de sus redondeados senos sobre su duro torso—. Pero me gusta más así —sonrió pícaramente antes de rodar sobre la cama y dejar a Ranma bajo su cuerpo obteniendo de esta forma la posición dominante.

Antes que pudiera responderle sus labios se encargaron de recorrer lentamente su cuello mientras sus manos se deleitaban llenado de caricias su pecho. Sus dedos lo recorrieron trazaron pequeños círculos sobre su torso, totalmente seducidos por el calor de su piel y la dureza de sus músculos.

—Ak... Akane... —balbuceó Ranma sintiendo como su cuerpo se tensaba por completo al verla abandonar su cuello para besar lentamente su torso.

La mujer subió levemente la mirada. —Pensé que querías que te prestara atención —sonrió seductoramente antes de bajar su rostro para comenzar a besar suavemente los pezones masculinos.

—Ha...Hai... demo... ¡Akane! —soltó en un enronquecido susurro antes de rodar nuevamente sobre la cama dejando a la muchacha debajo suyo—. Je... me gusta más así...esta noche quiero tener el control —susurró seductoramente cerca del oído de Akane.

Todo el cuerpo de la mujer se tensó en respuesta. Su calor y el peso de su cuerpo aumentaba la excitación que la dominaba por completo.

Sus manos recorrieron en una ardiente caricia la espalda de su esposo, era fuerte y su piel en ese minuto estaba cálida. Ese calor la seducía, la hacía desear recorrer lentamente su cuerpo toda la noche hasta llenarse por completo de él.

El húmedo camino de besos que su esposo dejó sobre sus senos acabó con su cordura. Él besaba con desbordante pasión cada uno de sus pechos, todo su cuerpo se arqueaba en respuesta a los húmedos besos de Ranma, buscando más, exigiéndole que la ayudara a traspasar en sus brazos los límites del placer.

Excitada bajó sus manos por la espalda de su esposo hasta llegar a su cintura, lentamente comenzó a bajar sus boxers. Se dio el placer de acariciar suavemente su piel mientras se avocaba a su tarea de desnudarlo, disfrutando hasta el más pequeño de los estremecimiento que provocaba en el cuerpo de su esposo.

Él siguió con sus caricias haciéndola retorcerse de placer entre sus brazos. Sin abandonar sus pechos llevó una de sus manos hacia sus pantaletas, tomándola por los bordes comenzado a bajarla lleno de deseo.

Todo su cuerpo vibraba producto de la enloquecedora necesidad que sentía de tocarla por completo. Deseaba hacerla temblar de placer entre sus brazos, devorar su boca, fundirse en su cuerpo una y otra vez; hacerle el amor hasta que los dos terminaran completamente saciados y exhaustos.

Cuando terminó su tarea, se acomodó lentamente entre las piernas de su mujer. Subió el rostro y su mirada se encontró con la de Akane. Ella rodeó con uno de sus brazos su cuello para luego acortar la distancia entre sus rostros.

—Ranma... —jadeó con la voz temblorosa por la necesidad que la embargaba. Ahora estaban completamente desnudos y sentía perfectamente el ardiente miembro de su esposo rozando y quemando la cara interior de sus muslos.

Cada vez sentía con mayor fuerza como una creciente calidez nacía entre sus piernas avivando el clamor de todo su cuerpo por sentirse totalmente suya.

Impaciente movió sus caderas rozando la erección de Ranma contra su húmeda intimidad antes de unir sus labios en un beso lleno de pasión. Con frenesí poseyó su boca, saboreándola una y otra vez con apasionado frenesí.

Ranma correspondió con las mismas ansias al beso de Akane, su cuerpo se movió por instinto siguiendo cada uno de los movimientos de la chica en un preludio de la ardiente danza que ambos deseaban y esperaban.

Akane se aferró a él con desesperación y sin aliento, su mirada se encontró con la de su esposo, no necesitaron pronunciar palabras. Ella simplemente rodeó con sus piernas las caderas de Ranma acercándolo más hacia su cuerpo en una silenciosa invitación a la entrega mutua.

Él comenzó a penetrarla lentamente, sus cuerpos encajaron en una unión perfecta, como si hubiesen estado toda la vida preparados el uno para el otro, esperándose, anhelándose hasta finalmente encontrarse.

Ella clavó con fuerza sus uñas en su espalda en el momento en que él la poseyó por completo. Se sentía completamente colmada, invadida por fuertes espasmos de placer que parecían recorrerla con rapidez una y otra vez sin darle espacio a nada más que no fueran Ranma y las placenteras sensaciones que ambos estaban conociendo por primera vez en ese momento.

Nuevamente buscó sus labios, regalándoles suaves caricias, las cuales ella correspondió suavemente mientras sus manos se deslizaban lentamente por la húmeda espalda de su esposo. Despacio separaron sus bocas, él fijó su mirada azul en sus ojos café antes de iniciar un suave vaivén de caderas.

—Ran.. Ranma... —jadeó con voz trémula comenzando a seguir cada uno de sus movimientos, estremeciéndose de deseo cada vez que el parecía alejarse de ella.

Todo el cuerpo de Ranma temblaba de placer, una desesperante sensación de presión invadía todo su cuerpo cada vez que sentía como su miembro era presionado por los delicados estremecimientos interiores de Akane.

Lleno de deseo aumentó la fuerza de sus embestidas, penetrándola una y otra vez, encendiendo aún más el fuego que ardía en sus entrañas y que acabaría por volverlo loco.

—¡Akane! —gimió con fuerza, ella seguía sus movimientos apasionadamente, arqueando sus caderas, instándolo a penetrarla con mayor profundidad.

Tomándola por las caderas aceleró el ritmo de sus embestidas a medida que aumentaba el deseo y la necesidad de alcanzar la liberación. La pasión finalmente tomó control de sus cuerpos, los movimientos y sus respiraciones se hicieron cada vez más descontrolados hasta que finalmente el clímax los alcanzó.

—Ai shiteru... Ranma... —susurró Akane jadeante tomando entre sus manos el rostro de su esposo.

—Ai shiteru mo —respondió él reafirmando luego sus palabras con un dulce beso.

Los dos estaban seguros que aquella sería la primera de muchas noches de pasión juntos...

Notas de autora:

Mou Ichido significa "Una vez más" , y tiene relación con mi participación en otra tabla de retos y con que en cada capítulo Ranma y Akane estén... you know xp

Palabras en japonés.

Kuso: Mierda

Baka: Idiota

Oe: Oye

Koishii: Mi amor

Kawaii: Linda, bonita

Hai: Sip

Demo:Pero

Ai shiteru: te amo

Ai shiteru mo: también te amo