Los personajes no pertenecen, sino a JK y afiliados, no obstante, la historia es absolutamente mía.

Hi! Aquí llegue con una historia, que no se cuanto capítulos tendrá, pero ya tengo planeado las cosas que pasaran. Espero que les guste. Para los fans del HHr sobre todo.

Es rating M por el contenido sexual que hay. No sé si será demasiado, pero la advertencia va desde el principio.

Para introducir, en este capitulo se enteran de muchas cosas, sin embargos hay otras que quedan suelta y que tienen remesones mas adelante. Sin más que decir los dejo con la lectura

Devoción

Tomó con rapidez un jarro de agua a su lado, lo vertió en un vaso y se lo sirvió con urgencia. Cerró los ojos con impaciencia, evitando girarse y deslumbrarse nuevamente con la mujer que estaba tras suyo.

Harry Potter no podía creer como su mejor amiga había despertado aquel deseo en él en tan sólo unos minutos. Aun con los ojos cerrados, la imagen de aquel cuerpo perfecto lo tentaba de una manera que era difícil de explicar. Se maldijo por su imprudencia y desfachatez al aceptar aquellas reacciones hacia ella. Debía controlarse, antes de que Hermione se de cuenta y preguntase donde esta el amigo que ella conocía.

Maldijo el verano, el estúpido calor y las prendas cortas. Y la maldijo a ella por presentarse tan exquisitamente sin aviso, después de tanto tiempo. Nunca antes se había encontrado tan desprevenido, e intentando ocultar la evidencia de su deseo, se vio forzado a sentarse.

Cuando fijó su mirada en ella nuevamente, pudo darse cuanta con claridad, como es que una mujer como ella despierta el deseo de cualquier hombre. Sus rasgos ya no era de niña, sino que mostraban sus perfectos semblantes con determinación, aunque sus ojos demostraban una dulzura característica, lo que la hacia ver tan apasionante como Harry no sabía.

Sin duda Hermione no sabía nada de lo que le pasaba a él. Por que si lo supiera, no estaría recorriendo el lugar con gentil sutileza, acariciando cada figura que pasaba por su vista, diciendo cosas que Harry no escuchaba, mientras su sonrisa lo llamaba, hasta tentarlo al borde de ceder y tomarla ahí mismo.

- Es hermosa tu casa, Harry

Harry se obligó a detener sus pensamientos y a apaciguar el fervor que sentía. Observó el vaso de agua que tenia en su mano, y comenzó a pensar en la composición química del agua y sobre sus beneficios, hasta que el ardor interno comenzó a disminuir.

- Entonces… - abordó Harry una vez que pudo - ¿Cuánto tiempo te quedaras?

- ¿Cuánto tiempo? - Hermione frunció el ceño levemente - Pues…aun no lo se. No tengo planeado volver por el momento - Hermione se acercó a él, y Harry intento hacer todo lo posible para que no notara su incomodidad. Finalmente, ella se sentó a su lado - ¿Sucede algo? Te noto extraño…

- No sucede nada. Sólo estoy algo… conmocionado - lo cierto era que los pensamientos de Harry estaban vagando por todas partes, tratando de hallar respuesta. Hasta que sólo se dijo que era su amiga Hermione Granger y que debía sentirse con ella como siempre ha sido. Además, no era del todo mentira el sentirse conmocionado, no había visto a Hermione por largos tres años, quizás eso explicaba las cosas.

Hermione sonrió calidamente. A pesar de todo lo que le había provocado, era reconfortante tenerla a su lado nuevamente. Pero esa sonrisa, sólo lo hacia sentirse mas bastardo.

- Supongo que los rumores que e escuchado no son ciertos - expresó Harry lacónicamente - ¿Verdad? - agregó al observar como su amiga se movía inquieta.

- Depende de que escuchaste - respondió ruborizada

- Hermione… - pronunció suavemente - ¿Es que acaso corre más de un rumor respecto a ti? - Harry observo a su amiga, recordó su fortaleza y determinación, y no pudo imaginarla en la situación que había escuchado que estaba - Yo sólo se de una cosa…

- No es nada tan grave - indicó intentando expresar su versión - yo…sólo…, él no era para mi - concluyó con poca convicción.

- ¿Y por qué diablos aceptaste casarte con él? - inquirió mientras comenzaba a sospechar que la situación no era tan irrelevante como pensaba - ¿aceptaste por voluntad propia, cierto? - musitó cuando una idea nada agradable pasaba por su cabeza.

- ¡Claro que si, Harry! - respondió asombrada - no soy mujer que atemoricen fácilmente, ni mucho menos que me obliguen a casarme con alguien que no quiero - Harry sonrió pícaramente.

- Entonces es cierto que te fugaste - río - como me gustaría haber estado ahí.

- No es gracioso - enfatizó Hermione, y tuvo la desagradable sensación después de pronunciar las palabras, de que Harry cambiaba su semblante divertido por uno de pena - ¡Además, tu deberías haber estado ahí¿Cómo es eso que no fuiste?

- Ya estoy lo suficientemente ocupado como para perder mi tiempo en una boda fracasada ¿no? - ironizó - imagínate si hubiera ido ¡Obliga de habría llevado al altar con tal de ver una boda!

- Ni tú podrías haberme convencido de casarme con ese fanfarrón

- ¿Lo querías? - preguntó después de plantearse una y otra vez, cual era el problema. Hermione bajo la mirada apenada, y suspiró antes de hablar.

- Mucho. Me enamoré de él rápidamente - declaró y meditó mientras el silencio reinaba. Tiro un bufido nasal, y sonrió al agregar - y también así de rápido se fue esa magia. Lo único que lamento de esto es la pérdida de tiempo. De todo lo demás ya me recuperé.

- Me alegro - sonrió Harry. Por un momento había tenido el impulso de ir a abrazarla y protegerla de lo que le atormentaba. Era un alivio saber que no había sufriendo tanto. - ¿Por qué no me cuentas que sucedió, mientras preparamos algo para comer?

Cuando empezaron a preparar todo para la comida, Harry no sabía si sentirse enojado o aliviado en el momento que Hermione se puso delantal para protegerse. Pero pronto descubrió que lo que sentía no estaba cerca del alivio. Hermione tenia un aspecto de cocinera exótica, mientras se movía por todas partes, y como en antaño, siempre con su muletilla de tratar de hacer lo mejor posible. Su corto vestido dejaba al la vista sus bronceadas piernas, largas y exquisitas. Su pequeña cintura lo invitaba a rodearla mientras contemplaba la perfección de sus senos.

- ¡Harry! - gritó - ¿en que estas pensando? - Harry bajo la mirada hasta sus pantalones tan rápidamente que no se dio cuanta que Hermione no lo miraba a él. Aturdido, levantó la mirada esperando encontrar su reproche que llego de otro modo al que él esperaba - ¡se están quemando los spaghetti y tú no haces nada! - maldijo por lo bajo cuando se dio cuanta de su estupidez. No pasaría eso si no tuviera pensamientos lujuriosos con su mejor amiga.

Después de eso, se dispusieron a comer normalmente, mientras Hermione le contaba lo que había sucedido en Estados Unidos con ella en esos años. Harry percibió el reproche en los ojos de ella cuando hablaba sobre su ex. Él le había prometido el mundo en una bandeja de plata, y ella había creído cada una de sus habladurías. Damián Crow había sido el primer hombre que había conquistado el corazón de Hermione después de muchos intentos, y para lamento de ella, con su don de la palabra.

Hermione nunca había sido chica que se enamoraba del primero que le sonreía, y tampoco fue así con Damián. Pero al fin y al cabo entro a su corazón y no lo lamentaba. Hasta que se enteró con que clase de hombre trataba.

- Ya te lo dije - había repetido Jessica, su única amiga - yo lo vi - continuó y agregó en un susurro - él te engaña ¡Por favor, créeme!

El hombre del cual se había enamorado no existía. Y eso era un alivio para Hermione, por que no se lamentaba de lo que había perdido. Había hecho un ardid para descubrir como en realidad era Damián y que cayera en las redes, para que la misma Hermione lo viese. Afortunadamente resulto.

Luna, Ginny y Ron habían viajado al matrimonio que se celebraría poco después del descubrimiento. Hermione pensaba dejarlo en vergüenza delante de todos los invitados.

- Hasta mañana, amor - se había despedido Damián el ultimo día que lo vio - espero verte en el altar - bromeó.

Pero él no sabía con que razón debía dudar. Ese mismo día había preparado sus maletas, había reservado el pasaje en avión y se disponía a volver a Inglaterra. Le gustaría aparecerse o usar un traslador, pero en algún lugar debía llevar todas sus maletas. En su interior había bendecido a Harry por haberse quedado. De esa forma no tenia preocuparse a donde llegar o del hospedaje.

- Y eso fue lo que sucedió… - terminó con un suspiro resignado - de manera que me tienes aquí, cuando seguramente en estos momentos debería ser Señora Crow y estar en el lecho con mi Señor - bufó - ¿desagradable no?

- Sin dudas - respondió molesto - y pensar que estuviste a punto de amarrarte a ese sujeto - dio un suave golpe a la mesa - y yo sin hacer nada. No se como Ron pudo encontrarle el lado gracioso, decírmelo de ese modo y mas encima estar festejando al otro lado del océano por eso. Tienes razón, no es gracioso.

- Ron no tiene como saber esto, al igual que Luna y Ginny - informó Hermione - ellos no saben nada. Hasta el momento no saben por que yo deje a Damián votado en el altar. Ellos creían que todo iba bien.

- ¿Y Crow?¿Crees que sospeche algo?

- Seguramente. Los últimos días yo no era la misma con él, e incluso me lo hizo saber.

- ¿Crees que intente venir en tu busca?

- No lo se - Hermione meditó la pregunta al darse cuenta que no lo había hecho antes - espero que no… - lo último que quería en esos momentos era verlo, y no creía, y no quería, cambiar de parecer - ¿Qué mas te dijo Ron?

- Vuelven dentro de dos días. Quieren conocer algunos lugares. Ya sabes como son.

Estuvieron gran parte de la tarde conversando y poniéndose al día en las curiosidades que habían pasado en los últimos años. A Hermione le había ido bien con su propósito. Después de haber terminado su carrera en Inglaterra, había ido a perfeccionarse a Estados Unidos. Ser auror le abría las puertas a muchas cosas, pero ella quería especializarse. Después de recibirse como abogada en el país de las oportunidades, tenía planeado volver inmediatamente a Inglaterra, pero Damián casi había impedido eso. Ahora que estaba ahí pensaba sacarle el mayor provecho a su capacidad y hacer lo que le gustaba. Harry le había contado que él la mayor parte del tiempo estaba trabajando. Era algo que le gustaba y que lo hacia sentirse gratificante cuando cumplía una misión, por muy pequeña que sea. Siempre estaba a la caza de alguna corrupción o "plan malvado", para evitar cualquier futuro problema.

Harry la condujo hasta el dormitorio que iba a hospedarla mientras tanto. Era una habitación acogedora, con las paredes color amarillo pálido, la cama, el armario y un velador. Pero lo que mas le gusto a Hermione fue la vista que le ofrecía la ventana, que enmarcaba un hermoso jardín dándole a la pieza un toque natural.

- No es la gran cosa - dijo Harry - pero es lo único que puedo ofrecerte - Hermione se extrañó al observar como Harry se mantenía a una cierta distancia de ella e evitaba mirarla.

- Oh no - sonrió - me encanta, Harry

- Bien - llevo las maletas hacia su cuarto y dijo - déjalas aquí. Te mostrare el resto de la casa.

La casa no era inmensa, pero Hermione la considero lo suficiente grande como para una sola persona. ¿Y si no era sólo para una persona? Tal vez Harry conviva con alguien, tal vez su novia o su prometida. El pensamiento le produjo un extraño malestar ¿de ser así, le hubiera dicho, cierto? No es que él le contara mucho sobre su privacidad en las horas que han pasado juntos, pero sólo bastaba con echarle un vistazo al hombre en el que se había convertido para saberlo. Era casi obvio que un hombre tan atractivo como él tuviera a alguien, y ella no quería ser ningún estorbo.

- ¿Qué sucedió con tu departamento?

- Ah, si - dijo animoso - lo tuve que vender al poco tiempo. No me servia para mi profesión - al ver que el rostro de Hermione exigía explicaciones, continuo - Ya sabes, los departamentos no son muy privados. Y si algún mago descarriado o mortifago me seguía y pretendía librar una batalla…- hizo un gesto exagerado de preocupación - varias veces tuve que arriesgarme para que no descubrieran lo que pasaba. Además, a veces tenía que andar preocupándome de no aparecerme por temor a que alguien no entienda como es que a veces salgo dos veces de mi departamento, sin que haya llegado ninguna. Era muy arriesgado.

- A si que decidiste comprarte una casa, alejada de todo eso.

- Exacto - enfatizó - Es mucho más útil. Aparezco y desaparezco cuando quiero - sonrió con ironía - varias veces e tenido que arreglar el jardín por los destrozos que dejan las batallas. Pero es mas privado, cómodo. La mejor decisión que e tomado en mi vida.

- No pensé que estuvieras expuesto a tanto trabajo, y sobre todo tanto peligro.

- Si, todo el tiempo - levantó las manos a modo de advertencia - así que tienes que estar prepara para cualquier cosa eh. No considero que este sea el mejor lugar para ti, pero mientras tanto habrá que arreglárselas.

- No te preocupes, se defenderme.

-Espero que así sea. A veces no me quedo en casa por las noches, y no me gustaría que… - Harry se detuvo al darse cuenta que quizás sea mas peligroso dejar a Hermione en su casa de lo que en un principio pensó - …te sucediera algo - continuó casi en susurro - hay que hacer algo respecto a eso.

- Oh no te preocupes. Hemos pasado por cosas peores

Harry sonrió al ver la validez de esa frase. Era cierto…pero Hermione aun no sabía a los peligros que se exponía. Él muchas veces, que estaba familiarizado con el tema, no sabía si seguiría con vida cuando esta en plena batalla.

- En todo caso, tal vez seria mejor encontrar otro lugar para ti-

Hermione lo observó atentamente, insiste mucho, pensó ¿es que tanto le desagradaba la idea de quedarse con ella, que ya le estaba buscando otro lugar? No entendió en un principio el cambio de humor de Harry, pero ahora se daba cuenta cual era el problema. Para Harry era una molestia hospedarla. Seguramente ella le quitaba la privacidad que tanto le gustaba. En cierto modo puede que sea peligroso, si bien él lo decía. Pero ese no era motivo suficiente para echarla, Hermione había creído demostrar por años su coraje, y le extraña que Harry no la creyera capaz de defenderse con avidez. No, ese no era el motivo. Sólo puede ser los placeres que le otorga la intimidad, y que ella en esos momentos le quitaba ¿acaso él pensaba que se quedaría ahí por el resto de su vida? Por supuesto que no.

- Como quieras - se limitó a contestar, molesta.

Había llegado la noche, y mientras Hermione había estado ordenado sus cosas, Harry había salido por una llamada que había recibido. Después de ordenar todo, fue a recorrer los alrededores de la casa. No pudo contener una risita cuando vio que necesitaba un toque femenino. La mayoría de las habitaciones eran espaciosas, y sencillas. No podía negar el buen gusto por lo moderno de Harry. Tenía todo lo necesario para hacer más fácil la entretención y los quehaceres. Fue al patio, y descubrió una hermosa terraza. Había una mesa veraniega que estaba cubierta por un techado, sillas por tosas partes y el maravilloso césped extendido por todo el extenso lugar. Parecía una zona que estaba destinado a recibir mucha gente y a menudo. Hermione se preguntó si el éxito de Harry era tanto como el que irradiaba. Cuando él le había abierto las puertas de su casa, Hermione tuvo que hacer todo su esfuerzo posible para no caer de rodillas. Fue como ver a una estrella de cine, impactada y casi a punto de babear, no sabe como supero el shock.

Después de darse un baño, se tiro en su cama y comenzó a planificar el día siguiente. Había vuelto, y tenía y debía hacer muchas cosas, cayó dormida y no supo de la llegada de Harry, y así se sumergió en inquietantes sueños.


No es mucho, pero es solo el principio, y como no, hay que dejar cosas claras. Más adelante se vienen muchas cosas. Espero que les haya gustado y haber si me dejan su comentario para ver que les pareció.

De ellos depende mi inspiración!

Susi.