Leanbow se encontraba en el bosque practicando, en eso escucho un ruido extraño, se asomó para ver que era, estaba a la defensiva pensando que era algún ser oscuro, atacándolo y dejándolo en el suelo.
"Muestra la cara cobarde". Dijo Leanbow "Eres una… chica".
"Mujer". Dijo ella, agarro una piedra y lo golpeo, dejándole ventaja para escapar, llevándose consigo una bolsa de joyas que Leanbow tenía consigo.
"No puedes ocultarte, donde sea que vallas, te encontrare". Dijo Leanbow.
Ella volteo y sonrió, y siguió corriendo.
Leanbow había puesto una trampa para capturar a la chica. Su plan dio resultado ya que ella cayó en la trampa que estaba en el árbol.
"Hahaha". Rio Leanbow. "Dije que te encontraría, lo que sea que hagas, siempre te encontrare".
"¿Es tu manera de conseguir mujeres? ¿Atrapándolas? ". Dijo la chica.
"Es mi manera de atrapar ladrones". Dijo Leanbow.
"Eres todo un príncipe encantador". Dijo ella.
"Tengo un nombre. Es…"
"No importa, encantador te queda bien". Dijo ella. "Ahora córtame las cuerdas encantador".
"Te dejare en libertad cuando me devuelvas las joyas". Dijo Leanbow.
"No me gustan las joyas". Dijo ella.
"Es cierto me di cuenta". Dijo Leanbow.
"¿Qué insinúas? ¿Me quieres ofender?". Dijo ella.
"Así es, disculpa, ¿Cómo se me ocurre poner en entredicho a quien me robo? ¿Y mis joyas?"
"Las vendí". Dijo ella.
"¿Qué?". Dijo Leanbow.
"¿Qué más da? creía que era mi bolsa al darme cuenta de que no era mía decidí vender las joyas". Dijo ella.
"Si ya me di cuenta de que no era tu bolsa, yo tengo la tuya, ¿quién diría que te gusta aprender hechizos?". Dijo Leanbow enseñándole la bolsa y el libro.
"Dame mi libro". Dijo ella.
"Te lo daré si me dices a quien le vendiste las joyas". Dijo Leanbow.
"¿Y que tienen de importantes no eran joyas de gran valor?". Dijo ella.
"Eran especiales, adentro se encontraba un anillo que era de mi madre, el cual le iba a dar a mi prometida". Dijo Leanbow.
"No importa de seguro solo es una niña presumida, conociendo al novio". Dijo ella.
"Eso no te importa". Dijo Leanbow. "Esto es lo que pasara, voy a cortarte la red, y me llevaras con quien tenga mis joyas, luego recuperaras mi anillo". Dijo Leanbow.
"¿Por qué iba hacerlo?". Dijo ella.
"Por qué se quién eres, Udonna la bruja blanca, la hermana del príncipe de nieve y Niella la guardiana ¿Me pregunto que dirán cuando se entere que su hermana pequeña robo una joyas y las vendió?". Dijo Leanbow. "Presiento que no te trataran tan encantadoramente, como yo".
"Está bien, no me interpondré en tu camino hacia el amor verdadero". Dijo ella.
Leanbow cortó la red.
Leanbow y Udonna fueron juntos a buscar a Graham, un viejo cazador solitario a quien Udonna vendió las joyas. Estos se empezaron a llevar muy bien.
Cuando llegaron con Graham, este muy amablemente le devolvió el anillo a Leanbow.
"Entonces, ya tienes tu anillo, ya podrás casarte". Dijo Udonna.
"Si, y aquí tienes tu libro, no podrás ser una gran hechicera sin él". Dijo Leanbow.
Leanbow miro el anillo. "Ya sé, no es lo tuyo". Dijo Leanbow.
"Solo hay un modo de averiguarlo". Dijo Udonna quitándole el anillo y poniéndoselo en su mano. Entonces ella miro el anillo puesto en su mano mientras Leanbow la miraba tan dulcemente. "Si no es lo mío". Dijo Udonna devolviéndole el anillo a Leanbow. "Seguro a tu prometida le encantara". Dijo Udonna.
"Donde sea que vayas, ten cuidado, si necesitas algo…". Dijo Leanbow.
"Me encontraras". Dijo Udonna.
"Siempre". Dijo Leanbow.
"Adiós Udonna". Dijo Leanbow.
"Adiós encantador". Dijo Udonna.
"Te dije tengo un nombre… soy Leanbow".
"No, me gusta más encantador". Dijo Udonna.
Udonna se dio la vuelta y se retiró, mientras Leanbow se quedó observándola mientras se iba pensando en que tal vez la volvería a encontrar.
