Desenterrando este two-shot por Humpty Dumpty Dhu
Es para ti
Por responder mi pregunta (y tus comentarios)
Todo mi amor, mañana seguramente pondre la segunda parte para terminar con este Kakasaku
Espero te guste
Nanami Hara, lo hace para ti.
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— ¿Eres estúpida o qué?— gritaba exasperada
— ¡Óyeme cerda! Yo salí con honores en mi carrera, a diferencia de otras que apenas y pasaron—
— Deja ese tema de lado. —Obviamente quería evitar el tema, si por eso termino trabajando en la florería de sus padres—Te das cuenta que te has tirado a los mejores chicos de nuestra generación, incluso a Itachi-san, ¿Y me dices que a ninguno le has agarrado el culo?—volvía a gritar
—Eres una vulgar— la gente que pasaba en la calle giraba asustada a ver el interior de la florería— No tengo esa fijación por los traseros como tú—se separó del mostrador dispuesta a irse
—Pues deberías, así es como se encuentran los mejores partidos. Los culos de oro (como yo les digo) — se veía bastante orgullosa por ello— Son los buenos. Ya sabes que estuve con varios y hasta que no le metí mano a Sai no supe tremendo hombre que tenía frente a las narices. Me puse sería con él y ahora vamos a casarnos. Te digo que son los mejores— se miro las uñas orgullosa, como si le diera la receta de la felicidad
—Eso no es necesariamente cierto. Yo jamás me fije en... Esa parte de ninguno y me salieron bastante buenos—opino la peli rosa
—Creo que lo que quieres refutar es que, a pesar de que todos estaban buenos, estaban podridos por dentro—Sakura iba a replicar pero, boqueo varias veces indignada sin salir palabra alguna de su boca—Sakura, Sasuke te engaño, como despecho te acostaste con su hermano que te dijo que no quería nada serio. Naruto se fue al extranjero y no has sabido nada de él en tres años. Kankuro te dejó porque prefirió su carrera que tomarse diez minutos para estar contigo.- explicó aburrida de recordárselo siempre
Sakura se puso roja de coraje, y se puso aún más roja por no poder refutárselo— y a pesar de que tenían unos buenos glúteos, no eran las nalgas que tú merecías— Satura se sonrojo por la mención de "Las nalgas"— ¡Ay! Sakura estudias medicina, ya supera el nombre: Nalgas, culo, glúteos, trasero, pompis. Lo que se te ocurra, es lo mismo— Sakura soltó un gritillo y luego se carcajeo por su propia reacción— mira ya han dos años desde que no tienes una relación y es casi el mismo tiempo que no has sabido nada de "tus buenos partidos"— Se quedaron unos segundos es silencio, Ino suspiro cansada y molesta— ¡Mirarte!, en tú día libre estas visitando a tú amiga en su trabajo, en lugar de salir con algún chico guapo— Sakura estaba a punto darle un discurso de baja autoestima— y no me vengas con esas idioteces que estas más guapa que nunca y tienes un trabajo excelente— le dijo seriamente con una sonrisa. Bastante sincera la rubia cuando se lo propina—Ya cógete a alguien— la despacho haciendo un ademán, como diciendo "Ya lárgate, ya te regañe suficiente". Claro que también podía ser una cerda cuando se lo proponía.
Con desgana salió del lugar con el ánimo por los suelos. Sabía que Ino tenía razón y que habían pasados años (dos para ser más exacta) desde que tuvo relaciones. Todo ese tiempo su único compañero había sido Bily, el que le daba "consuelo". Era un consuelo maravilloso, en los días lluviosos y solitarios.
Llegó a casa arrastrando los pies y saludado a su gato, Shakespeare. Miro su correo del día, preparando una taza de té, calentando comida instantánea en el microondas y escuchando la lluvia empezar a repiquetear.
Cuentas, cuentas, cuentas, invitación a reunión de intelectuales médicos, cuentas, cupones, cuentas. Su abuela, y... oh, algo interesante.
"Para Sakura Haruno de Hinata Hyuga
(Oh Hinata, solían tomar café una vez a la semana los sábados por la tarde)
Tengo el honor de haberte acreedora de la invitación al primer reencuentro de estudiantes de la generación XX...
Bla bla bla "
El punto es que la invitaban a una reunión de estudiantes y profesores dentro de un mes, reunión a la cual no planeaba asistir. ¿Por qué? Bueno, en el instituto no había sido muy popular y era ignorada por la mayoría de sus compañeros. Naruto, Sasuke e Ino eran los únicos que sabían siquiera de su existencia. ¿Para qué ir? Lo menos que quería era que todos la miraran como a una extraña, burlándose de ella. Como la vez que se cayó de culo (y reboto), cuando corría de espaldas burlándose de Ino. Aun después de tantos años enrojecía de vergüenza al recordar aquello. ¡Arggg! ¡Malditos estudiantes, eran horribles!
"Puede que algún compañero (uno de los muchos que se burlaron de mi caída) ya no sea tan idiota y valga la pena, como dijo la cerda"
Aunque tampoco escucho mucho que saliera de su boquita vulgar, más que: "trasero, trasero, trasero"
Con el predicamento de sí asistir o no, se recostó. Analizando hasta lo más profundo, los beneficios y desventajas de ir a la maldita reunión de ex alumnos.
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—Sakura te ves fabulosa deja de tocarte— le dio un manotazo en el brazo.
Estaba en el auto con Ino y Sai, se dirigían al salón privado de un hotel para la reunión de generación.
Iba a bailar sobre la tumba de Ino, iba a hacerlo. Después de muchos turnos dobles consiguió dos días libres (solo una emergencia la sacaba del sofá), iba a ser un descanso de su rutina junto con Shakespeare (su gato).
Sí bien había decidido NO ir, Ino se infiltró en su casa (Dios sabrá como lo hizo); faltaba media hora para que empezara la recepción del evento y ella llevaba dos días sin bañarse (gracias a los turnos dobles), estaba en ropa interior, comiendo ramen instantáneo (un habito que no se pudo quitar después de vivir un tiempo con Naruto), viendo "Shakespeare enamorado", con Shakespeare roncando en su regazo. Había un aguacero de muerte en las calles de la ciudad y el día estaba súper oscuro.
Era el plan perfecto: morir como una plasta amorfa en el sillón. Pero como bien sabrán, Ino entro furtivamente al pequeño departamento de Sakura, la levanto a rastras y gritos amenazantes, la baño (Si, Ino la baño). Sai sentado en el sofá acariciando a su gato, solo se reía de su desgracia, con el abrigo de Ino acurrucándose dispuesto a dormirse. ¡Por supuesto que si! En un día como este es lo que toda la gente normal haría.
— ¡Ino, nadie va a ir con este clima!—forcejeaba con la rubia para quitarse la ropa interior, con el cabello húmedo erizándole la piel. Las duchas que le daba Ino solían ser bastante salvajes, y lo peor es que no en el sentido sucio y sensual que esperaría cualquier hombre, ¡No!, la rubia la bañaba como si su hubiera caído en un balde de desechos tóxicos, podría jurar que sangro varias veces cuando le lavo el cuerpo y el cabello.
—No me importa, nosotros si vamos a ir. Además te traje ropa y zapatos, no me hagas cargar eso en balde— por fin Sakura se dejo abrochar el sostén.
Un Sai trajeado ronroneaba del buen sueño que tenia junto a su gato, alias "el traidor". Ino muy ocupada le levantaba los brazos (porque Sakura no cooperaba en nada) poniéndole desodorante y perfume por todos lados. El sostén le picaba y las bragas le apretaban, hacia frio y no quería ir. No entendía por qué tanta insistencia en que fuera a la estupidez esa. Ino a diferencia de Sakura fue bastante popular en la escuela. Y hoy con ese vestido azul satinado, se veía gloriosa, pechos firmes bajo la tela, y una abertura en el vestido mostraba una de sus piernas hasta su cadera. Estaba segura que ella y Sai iban a tener sexo rápido en el baño del evento, ese vestido era adecuado para eso, y lo peor, le quedaba de muerte a Ino y lo último que quería hacer Sakura, era llegar al lado de ella para que empezaran las comparaciones de belleza (que eran obvias e hirientes para la peli rosa). Medio reacciono cuando sintió lo picante de la pasta de dientes (y la manera agresiva con la que le lavaban los dientes) pero siguió con sus elucubraciones. Sin cuenta darse ya tenía vestido, zapatos, peinado, maquillaje y abrigo. A regañadientes y sin saber muy bien como se veía con el conjunto. Bueno al menos el abrigo le servía y no se le colaba el aire helado por ningún lado. Parecía que iba a una excursión al Everest, toda abrigada, y por el aire tan fuerte que los golpeaba (sin piedad, el muy maldito) agradeció a la rubia que le hiciera una coleta alta, si estuviera suelto, ya se vería muy bien (sarcasmo) con paja rosa revuelta en la cabeza.
Por lo que si quería matarla eran los estúpidos zapatos de plataforma. Con el agua se resbalaba cada dos segundos, sujetándose del hombro de Sai, provocando risas en el pálido muchacho. ¡Maldito él también!
Y llegamos de nuevo a la estancia de Sakura en el auto de Sai.
—Vas a arruinar tu maquillaje si sigues rascándote—le miro amenazante. Era una obra de arte y Sakura estaba empezando a malograrlo.
—El rímel me pica— se quejo de nuevo
— ¡Sakura! Solo te puse rímel y delineador, deja de quejarte. Además el rímel lo tienes en las pestañas, no puedes tener comezón ahí— la regaño, una vez más.
— ¿¡Tú que sabrás!? ¡Aquí la doctora soy yo Cerda!— el carro freno repentinamente y la cara se le estrello contra el asiento delantero. ¡Auch!
— ¡Ya cállate Frente! Ya llegamos— salió del auto apresuradamente y Sai, antes de salir se rió suavemente. Sakura no puedo evitar pensar, que se veían maravillosos juntos, el uno para el otro. Al menos algo bueno había salido de su relación con Naruto, al ser el rubio quien le presento a la escandalosa, el esparrago que era Sai. Tan pálido, pobre muchacho.
— ¿Señorita no va a salir?—era el chico que estacionaba los autos. ¡Diablos, la habían dejado sola! Se sonrojo y salió apresurada del auto, al poner un pie en la acera húmeda por la lluvia, resbalo ( ¡MALDITOS ZAPATOS!) trastabillando se sostuvo de lo que estuvo a su alcance, siendo esto el traje de un hombre que se dirigía a la entrada. Con la ayuda de aquel hombre se paro derecha.
— ¡Oh! Lo lamento mucho— hizo una pequeña reverencia
—No te preocupes por eso Sakura— la aludida se sorprendió. ¿Lo conocía? Regreso la vista al rostro de desconocido-conocido —Soy Kakashi, tu profesor de literatura. —respondió ante la mala memoria de su ex estudiante. Ella se sorprendió y se llevo una mano a los labios tratando de ocultar su asombro.
— ¡Kakashi-sensei!—grito ella emocionada. Varias veces pensó en volverse escritora por ese impuntual profesor.
—Ya no soy más tu profesor, Sakura— él le sonrió y a Sakura se le cerraron los ojos por un escalofrió en la espalda. Estaba muy segura que no era por el frio
—Como siempre llegando tarde— Sakura lo riño falsamente. Pero qué guapo estaba su profesor y no lo había reconocido.
—Esta vez no soy el único—acusadoramente con una sonrisa de muerte, la expuso. Si bueno, llegaba tarde, pero no era su culpa. Ni siquiera iba a asistir. Se rió discretamente y le respondió
—Es que no quería dejar a mi bebé— empezaron a caminar a la entrada, donde una chica les pedía sus invitaciones.
— ¿Entonces estas casada y tienes hijos?—era una deducción un tanto apresurada. Aunque intento ser un tono alegre, fallo rotundamente al sonar a reclamo.
—Claro que no—ella se sonrojo y por fin entraron. El salón no era enorme, pero era amplio y el techo sí que era alto, cortinas gruesas y ambiente cálido, parecía una imitación pequeña del palacio de Versalles. Todos se veían muy elegantes y diferentes. Compensaría a Ino por escoger su indumentaria ese día. — Sigo soltera y sin hijos. Estoy casada con mi trabajo y Shakespeare (es mi bebé) es el único que me espera en casa, — le sonrió tímidamente.
— ¿Shakespeare?—la vio algo preocupado, ¿pensara que está loca?
— ¡E-es mi gato!—aclaro apresuradamente—sus clases me gustaron tanto que en un momento de mi vida me plantee ser escritora, pero como el sueño no llego a ser más que eso: un sueño, termine por ponerle (en honor a usted) — sonrió divertida por su expresión compungida— Shakespeare a mi gato. Y es cumplido, no le estoy diciendo gata ni nada por el estilo—con simpleza le quito peso al asunto. Kakashi se rió tratando de contenerse. Había olvidado lo divertida que era la peli rosa.
Varias personas se acercaron a ellos al escuchar la risa de Hatake
— ¿Haruno-san, Kakashi-sensei?— Era Kiba, en el último año bañó en kétchup a Sakura ¿Haruno-san?¿ Ahora venia y la respetaba?
—¡Ey! Kiba ¿Cómo te va?— el chico perro (su apodo, obvio) mando miradas intercaladas entre los dos.
—Bien, entreno perros para ciegos en un refugio. ¿Cómo les va a ustedes? ¿Boda pronto?— no perdía su carisma pero a Sakura solo se le subieron los colores. Kakashi después de reírse un poco le explico
—No. La encontré en la entrada a punto de estrellarse contra el suelo—la veía de reojo pero ella seguía sumergida en la vergüenza.
— ¡Ah! Ya, lamento el error, es que se ven muy cercanos—Sakura reacciono y se giro a ver su costado. Estaba rozando su brazo con el de Kakashi— Sakura ¿no te quieres quitar tu abrigo? Aquí dentro hace mucho calor— Kiba parecía muy ocupado tratando de hacer familiaridad con Haruno como para notar el aura pesada que tenia Kakashi. Kiba estaba cavando su tumba al coquetearle tan descaradamente a Sakura.
—Oh claro— Desabotono su abrigo y se lo quito con lentitud captando varias miradas sin notarlo. Un vestido de un tenue verde menta, stapless de escote corazón al frente y escote a media espalda, con abertura a medio muslo y suelto de cintura a los tobillos. En cuanto sintió la frisa fresca, con el abrigo cayendo por sus brazos ( y vio el tremendo vestido que se cargaba) quiso ponerse el abrigo de nuevo, fue Kakashi quien lo tomo de las hombreras para que no cayera al suelo, y Sakura no vio escapatoria, tendría que deshacerse de la prenda.
Muchos hombres empezaron a tomarle mucha atención y Sakura huyendo de la situación le arranco su abrigo a Kakashi y sonrojada se apresuro al baño. Una camarera que la vio apresurada, al igual que hizo ella con Kakashi, la menudita chiquilla jaloneo el abrigo hasta que le aseguro que a la salida se lo entregarían a su nombre.
Se sentía desnuda y casi corriendo llego al sanitario. Se encerró ahí a maldecir a Ino y a regañarse ella solita por no haber puesto más oposición a su amiga. Estaba segura que llevaba como 20 minutos viéndose la cara roja de vergüenza en el espejo de los lavabos. Reparando como entraban y salían chicas de su generación, la saludaban, la halagaban, y se iban. La mayoría de ellas necesito ayuda de la misma Sakura para adivinar con quien hablaban.
—Sakura ¿estás bien?— era Kakashi desde el otro lado de la puerta, se sintió aun peor pero se obligo a contestar.
—Si Kakashi-sensei —sonó mucho menos convincente de lo que esperaba pero con un "está bien, te esperare en el salón" Kakashi se retiro.
Mojándose las mejillas con el agua, salió con una valentía renovada y captando la atención de muchos alcanzo a ver el cabello de su ex profesor entre los invitados. En su camino varios chicos le preguntaban si estaba sola, ella decía que si y le preguntaban su nombre "Soy Sakura Haruno" decía sin expresión alguna, cansada de la sorpresa de todos ¿Es que de verdad no se acordaban de una jodida mocosa de cabello rosa? Por fin llego a Kakashi, notó su mirada penetrante sobre ella y en cuanto estuvo a su lado la tomo de la cintura pegando su delgada figura a la de él. Ella se sonrojo pero no hizo nada por moverse, Neji, el chico con el que hablaba a la llegada previa de Sakura se sorprendió y con un poco de dificultad retomaron la conversación entre los tres, Kakashi sin aflojar siquiera un poco su agarre.
—Por fin llegaron— se giro a ver la misma dirección que Kakashi. Sasuke llegaba con su pareja, con quien vilmente la engaño: Haku. Ese maldito que parecía maldita. — Sasuke por fin se atrevió. Lamento mucho lo que paso entre ustedes, Sakura— le miro tranquilizadoramente, lo cual sirvió bastante, no por mucho porque Sasuke se dirigía hacia ellos.
—Sasuke, cuánto tiempo—Saludo Sakura, mas por educación que ganas de estar con él, el aire estaba muy tenso. Era un saludo cordial que el aludido ignoro. Haku le sonrió, ella le devolvió el gesto.
—Naruto viene para acá—explico Sasuke a Kakashi. Sakura se tenso aun más. Kakashi afianzo su agarre, bajando un poco la mano hasta su cadera.
—Es una lástima, nosotros tenemos asuntos de que hablar ¿verdad, Sakura?—ella entendió rápidamente y asintió, agradeciéndole con la mirada al hombre que la salvo.
Casi corriendo se escabulleron entre la gente hasta ocultarse en un pasillo detrás de una enorme maceta.
—G-gracias—estaba recuperando el aliento, el se encogió de hombros
—Me gusta como se ve ese vestido en ti— paseo una mano con un toque suave desde su hombro desnudo hasta el antebrazo. Ella se sorprendió por el repentino toque pero no se aparto.
—Gracias, es de Ino— se recargo en la pared, descansando un poco
—Lo sé, se lo regale por su compromiso— explico tranquilamente y se encogió de hombros. Sakura abrió los ojos de par en par
— ¡OH! Yo-yo, lo lamento, no lo sabía—ella se escandalizo.
—No te preocupes te ves muy bien en el. Supongo que Ino pensó lo mismo. — se burlo un poco por la reacción exagerada de la chica, se planto frente a ella, cubriendo con su cuerpo el pequeño de Sakura, poniéndola nerviosa.
—Yo me lo quitare, lo lamento mucho— hizo el ademan de quitárselo. Ah, pero no podía. Ella se sonrojo y bajo las manos del vestido.
—Me encantaría que lo hicieras— Sakura no lo veía a la cara pero sabía que tenía una mirada especial, la sentía sobre la piel, sobre los senos, los hombros y la pierna al descubierto,
—N-no sabía que estabas en la fiesta de compromiso de Ino— trato de cambiar el tema, levantando la mirada del suelo para fijarla en Kakashi. Sonrojada y con los ojos brillantes, jadeante. Apetitosa.
—Si estaba, y tú también—descaradamente desvió la mirada de los ojos de Sakura al escote de sus pechos. Ella nerviosa, trato de localizar las salidas que tenia la situación. Kakashi fijándose en esto cambio de tema— Estoy escribiendo unos libros junto con Jiraya, el padrino de Naruto ¿lo recuerdas?—ella solo asintió, contenta del salto de la conversación— Quiere hacer una colección de libros eróticos y yo estoy más que dispuesto a ayudarle en mis ratos libres. Sigo dando clases y es bueno para mí, pero realmente quiero hacer algo como esto. Y más con un maestro de la literatura erótica que es Jiraya. — Sakura se sonrojo pero sintió algo en el pecho. Estaba emocionada. — ¿Quieres ver las primeras páginas?, están en mi piso— una mano se coloco junto a su cara, arrinconándola, pero dándole una salida del otro lado. Sabía lo que significaba, ¡Por dios, no era tonta!, pero… ¿debía hacerlo? Cuando estaba en el instituto tuvo un enamoramiento por ese estúpido profesor, que cuando ella le confesó sus sentimiento, no hizo más que explicarle que era algo pasajero, que no funcionaria y que no se sentía de esa manera por ella.
Sintió escozor por todo el cuerpo... ¿y ahora?
Pues hasta aqui por hoy.
Me parecio que un capitulo muy largo seria tedioso, asi lo partí a la mitad.
Bye-bye
