Summary: Por un accidente ocasionado con la Bazuca de Lambo, los integrantes de la Décima Generación Vongola sufre un cambio que repercutirá en las personas a su alrededor; al enterarse, Reborn, decide tomar cartas en el asunto.

Aclaración: Este es la nueva versión de la anterior ficción del mismo nombre, los motivos estarán más detallados al final del prólogo.

Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! es propiedad de Akira Amano. Solo la trama me pertenece.

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Vongola Arco del Destino.

Prólogo.

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Hace unos días en el Monte Everest estaban peleando sin descanso contra una familia que apareció exigiendo venganza, ya ha perdido la cuenta de las familias que les odian pero ¿por qué aparecer ahora que ya todo se había solucionado? ¿Por qué hacerles la vida tan miserable? Aún recordaba las personas que se sacrificaron para que llegaran a este momento: Lussuria, Tsunayoshi, Yuni, Byakuran, Hayato, Colonello, Hibari, Enma, Squalo; son algunos ejemplos de todas las personas que perecieron en esa lucha sin embargo lo que más le dolía eran las muertes de Chrome, I-Pin y Fuuta. ¡Ellos no lo merecían! ¡Sólo eran niños! Bueno no en el caso de la del parche negruzco con estampado de calavera nívea, no obstante... merecían una vida larga y plena, no morir por estar en el lugar equivocado en el momento inoportuno... ¡si hubiera sido más rápido! ¡Si hubiera desconfiado al notar su raro comportamiento! ¡Si no hubiera sido tan ciego nada hubiera pasado! Pero claro el destino tenía que restregárselo en la cara, todo los errores que cometió antes de ingresar a Vongola ahora aparecían a quitarle todo lo que ha logrado.

¿Cuánto daría por evitarlo? Ni él mismo lo sabe, sólo que ahora está recuperando fuerza de una batalla en la ha fallecido una persona más... ¡una más! Ya no lo soporta mas lo recuerda con claridad.

"En medio de la batalla se encontraban, la mayoría quedo agotado por poca cantidad de Llamas sin embargo sus oponentes estaban más frescos que una lechuga, quizás tenía que ver con "aquello" que nunca les pudo decir al descubrirlo, ¿por qué? ¡Porque no tuvo tiempo ni de gritar pidiendo auxilio! Dejemos-lo de lado y concentrémonos en lo que acontece en este preciso momento: estaba dando todo por salir con vida de su propia lucha, los demás dieron lo mejor que pudieron mas no fue suficiente. Por lo que, ahora, huían por su vida, no querían morir... debían cumplir con su misión cueste lo que cueste.

=Sin importar lo que se nos ponga adelante, saldremos vencedores. Y yo estaré con ustedes.=

Esa frase le había dicho y aún la conservaba fresca en su memoria, ¿por qué recordarlo en este momento, en este lugar? No lo sabe, sólo lo hizo; si esa fuera una promesa claramente sería rota en un futuro no muy lejano. ¡Se reiría por la ironía! Sino fuera la situación para eso, primero debía salir con vida, es lo menos que podría darle en nombre de su memoria.

Rememoró otra cosa.

=No, no... déjale... tómame a mí, no a él=

Con eso se enfureció, ¡dio su vida por él! ¿Y cómo se lo pago? Muriendo más adelante. Él no cometería la misma equivocación, él sí viviría como se lo prometió.

=Sé que debes estar decepcionado, eché a la basura lo que hizo por mí... por favor, vive por los dos. Eso querría...=

Fue lo único que alcanzó a decir antes de que su corazón se detuviera.

No volvería a retroceder en el tiempo, no podía borrar los errores del pasado, sólo esforzarse por no cometerlos en un futuro... o presente. Dependiendo en qué circunstancia se encuentre.

—Pensando en las muertes de tus patéticos amigos —afirmó esa voz que odiaba con todo su corazón.

—¡No es de tú incumbencia! —le vociferó enrabiado.

En ese instante una explosión se oyó, vio hacía arriba y... era una avalancha la que se aproximaba a gran velocidad. ¡Una avalancha! ¿Cuándo ocurrió? No sabía pero lo descubriría más adelante. Volvió su vista al frente y allá estaba con una sonrisa de prepotencia.

—¿Qué harás? ¿Salvarás tu vida o morirás intentado vencerme? —cuestionaba acercándose— Pocos segundo para que tomes tú decisión —sentenció contento.

Carraspeó enojado, tenía razón aunque le doliera admitirlo.

—Tic-tac, el tiempo se acaba, tic-tac, tú final se acerca, tic-tac~ —canturreaba meneando la cabeza al compás, de derecha a izquierda.

Agradecía el encontrarse en la parte baja de la montaña, oh, de verdad que lo hacía.

Parte baja, pensó medio deprimido. ¡Odiaba ser tan detallista!

=Yo me quedaré en la parte baja, tú irás por el Noroeste, ¿entendido? Todo saldrá bien, estarán orgullosos de nosotros=

¡Infeliz ser! Le quitó la vida con una navaja, ¿Lo peor? Es que él fue el culpable.

=Sé que te culparás por esto, no lo hagas, ya he tomado mi elección. Ahora, vete... no dejes que fuera en... vano=

Gruñía enrabiado por eso.

—¡Cuidado! —chilló su acompañante empujándolo para recibir su ataque: una flecha directo al corazón.

—¡No! —fue lo último que gritó antes de caer al vacío."

Se negó a rememorar más, no lo soportaba ¡ya no! Era fuerte, sí. Peleo sin importarle el riesgo, sí. En incontables ocasiones observo morir a la gente, sí. Mató, sí. Entonces, ¿por qué le afecta tanto? Simple, es su límite. Hasta él tenía uno, aunque se esforzará por no llegar a el pero ya era demasiado.

Demasiado sufrimiento para su frágil corazón, que no era así en el pasado. Se aseguraba, día tras día, semana por semana.

—Hay que marcharnos —escuchó decir a alguien.

—¿Para qué? ¿Para qué seguir con esto? —consultó sin levantar su visión.

—Eso habría deseado, recuerda por qué empezó todo esto —decía tratando animarlo.

Odiaba cuando tenía razón.

—Esta bien, lo haré —accedió de mala gana.

—Aún tenemos que volver a la normalidad, no te rindas —seguía hablando.

Era cierto, era su deber, su misión y aunque no lo soportará tenía que continuar; era lo menos que podía ejercer.

=Lo menos que puedes hacer es darte por vencido, no hay salvación=

Gruño, de nuevo.

—Hay que regresar-los a como eran antes —prosiguió ignorando lo que acaba de realizar.

—Bien —manifestó por lo bajo, no se comportaba normalmente así.

Y de ese modo fue como iniciaron otra misión en donde, ojalá que no, alguien más morirá.

=Recuerden, no hay marcha atrás=

Con eso se encaminaron a través del espeso bosque en el que cayeron.

"Después de caer se despertó encima de una copa de un árbol a penas y se movía, le costaba respirar sin embargo ¿quién lo culparía? Sino fuera por la escasa cantidad de Llamas que agotó hubiera muerto, era un milagro aunque debía quedarle un poco, quizás.

—Me alegra que reaccionarás, llevas una semana en coma —le informó.

—Una semana —murmuró sorprendido—. Es mucho tiempo.

—Lo sé, chico —dijo dándose media vuelta y buscando un tazón con un trapo celeste.

—¿Para qué? —cuestionó.

—Has presentado fiebre tan alta que has delirado diciendo incoherencias."

Sus recuerdos no llegaron más lejos ya que acababan de ingresar en su base temporal.

—Llegaron tarde —pronunció.

—Lo que sucedió fue... —y comenzó a explicar su acompañante, como de costumbre.

Definitivamente odiaba su vida.

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Fin.

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Comentarios: Hola, mis queridos lectores. Lamento informarles que decidí re-editar este fic y por eso lo subiré de nuevo, cambió uno es que tiene un prólogo y la razón es que no sabía cómo continuar el otro ya que lo descuide por mucho tiempo además de que será detallado con mayor claridad (creo que eso les gustará, más fácil la comprensión) Supongo que eso es todo y ahora agradeceré a las personas que comentaron a lo largo del viejo VAD (siglas de esta ficción) anachand7, Aguila Altair, mcr77, Yousei Kato, AgathaxD que lo siguieron y les pido que me perdonen por ser tan molesta. Je, je; adiós y nos leemos pronto.