Hola otra vez~ ya que tengo listo el capítulo de éste otro fic lo subiré ahora aprovechando que tengo tiempo xD Será un fic más o menos largo, aun no tengo visualizado el nº de caps. Pero serán más de 5 ewe!... si, no es muy largo lo admito pero no se, tal vez se me vayan ocurriendo más cosas para agregarle~ Kaichou~ creo que seguiré siendo cruel con Sakuma Dx Me siento mal con el pobre pero para la idea que tenía quedaba perfecto como prota (?)… se lo dedico también, terminaré dedicando todos mis fics a usted xDDDD! Bueno, espero que el fic sea de su agrado, amen a Inazuma como yo y NAtsumi algún día arderá en la hoguera por bruja u.úUu xDD… Disfruten el cap~
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A ojos cerrados
Capítulo 1: "Pequeño genio solitario"
Una familia feliz, una vida tranquila, las mejores calificaciones ocupan mi libreta de notas, destacado entre mis compañeros de clase y también dentro de así todos mis años de escuela, al menos es lo que recuerdo y lo que mis padres orgullosos de mi y mi esfuerzo me dicen... el chico perfecto pero solo por fuera, una simple y vacía faceta carente de sentimientos, tan falso como la amabilidad y los halagos de la gente, por dentro no siento nada, me siento vacío y solo, ¿De qué sirve ser inteligente si no tengo con quien compartir mis momentos felices? Soy hijo único, ya estoy acostumbrado a estar solo, jugar solo y hacer todo por mi mismo... con mi esfuerzo basta, es lo único que necesito. Ya he cumplido los 15 años y mis padres se han mudado de casa, ahora vivimos en Tokyo debido al trabajo de mi padre. Llevo un mes en mi nuevo Instituto. Es tan diferente a mi anterior escuela, extraño mi vida de hace un año, desde que cumplí los 15 años mi vida se ha vuelto un caos sin siquiera yo haber hecho algo, que demonios... no lo entiendo, no lo puedo comprender, ya no quiero ir a clases, pero no puedo decírselo a mis padres, somos una familia de esfuerzo y si mis padres decidieron mudarse a Tokyo fue pensando en una mejor educación y un claro mejor futuro para mi, no puedo llegar y decirles que solo porque no me gusta mi nuevo Instituto quiero volver. Nunca he tenido verdaderos amigos, solo aprovechados que buscaban que les ayudara a subir sus calificaciones o simplemente buscaban convencerme que realizara sus tareas, no me gustan las peleas, pero últimamente mis puños son mis mejores compañeros, el camino saliendo del Instituto para llegar a mi casa es un campo de batalla, como un videojuego de acción, solo que está aplicado a la vida real.
La vida de un estudiante por lo general no es tan complicada, "solo bastaba estudiar y ser inteligente" es lo que se suele escuchar muy a menudo de los padres que buscan lo mejor para sus hijos; pero en mi caso eso no aplica, ser inteligente y destacar te vuelve el blanco de los bastardos sin vida que se divierten con el tormento de los que solo quieren una vida tranquila. Un día más estas en esa cárcel camuflada con el nombre de Instituto, la capital tiene gente muy diferente a la que solía estar acostumbrado, son más agresivos y más estúpidos. Si hay un momento del día el cual odio es el momento del almuerzo. Supongo que el día de hoy también almorzaré en la azotea. Sin prestar atención a los que pasan a mi lado trato de llegar cuanto antes pasando desapercibido, tan patético, odio esto.
-Miren a quien hemos encontrado chicos... que tal chico nuevo, ¿A dónde vas con tanta prisa?- maldición ya han llegado, me detengo pensando una forma de salir rápido de ahí, volteo y miro a quien me había hablado, el bastardo que me dio la bienvenida la primera vez que llegué, le miro con odio, no me gusta pelear pero si no me defiendo temo no poder llegar algún día de esto a mi casa.
-¿Qué quieres? No tengo tiempo para perder en este momento- dije lo más serio y creíble posible, poco me cuesta aparentar, soy experto en ello, se burlan y empuño mis manos con odio, ¿Por qué demonios me molestan si ni siquiera les miro, son tan molestos...
-¿Qué pasa? ¿Acaso hoy un profesor no te recordó que eras el número uno? ¿Una décima menos? Que mal chico nuevo- te burlas de mi con el descaro que te caracteriza, el sarcasmo domina tu lengua, ni siquiera se tu nombre, solo el apodo que tus marionetas usan para dirigirse a ti.
-Burn... déjate de estupideces, no necesito que me recuerden lo bueno que soy, basta con que yo lo sepa, no necesito demostrar mi superioridad ni mucho menos usar marionetas sin cerebro que me sigan a todas partes para demostrar poder- te dije arriesgándome a que te aproveches de mi desventaja y me vuelvas a golpear. Al parecer no te ha gustado lo que te he dicho, al menos es mi deducción al ver como borras tu sonrisa de tus labios y afilas tu mirada que intimida pero que claramente no te daré a conocer nunca.
-El chico nuevo está mostrando las garras, interesante... cuida esa boca suelta que tienes que en cuanto menos te lo esperes te la voy a cerrar basura... vámonos- diste la orden para que tus marionetas se retiraran, al parecer querían algo más que un intercambio de palabras y amenazas al aire pero tus palabras son ley para ellos y se retiran sin objetar nada. Mi cuerpo aun se siente tenso por aquella mirada, da miedo... mi cuerpo aun no se recupera de la golpiza que me diste la última vez... o quizás me duela por la pelea con el otro chico que odio y que sinceramente ni siquiera quiero pensarlo, me revolverá el estómago y no podré comer. En silencio me quedo por unos instantes en el mismo lugar, asegurándome que no quedaba nadie a mi alrededor para continuar mi camino.
La azotea es un lugar tranquilo, agradezco que nadie venga a esta hora ya que la brisa suave se siente bien. Sentado en una esquina del sitio apoyado sobre la malla de protección que fácilmente se lograba pasar al otro lado... realmente era inútil su propósito, su existencia en ese lugar... miro hacia abajo sin expresión en el rostro, que gente tan hipócrita. Repletos de mentiras, envidia y codicia. Bestias hambrientas de corrupción y maldad cubiertos por un manto de ingenuidad y amabilidad falsa. "Mejor solo que mal acompañado" es de l oque me he convencido en este último mes, pero mi deseo de conseguir un amigo no me abandona, mendigo la amistad de alguien... que lamentable me he vuelto, tan deplorable, ¿A dónde se ha ido mi orgullo? Ser inteligente no siempre lo acompaña la popularidad, deseo de muchos pero solo es el logro de pocos.
Las clases continúan por la tarde y mi mente está ausente, vagando lo más lejos posible de este lugar de torturas físicas y psicológicas, la presión que se siente ahí agobiaría a cualquiera pero mi terquedad y mi masoquismo impiden dar mi brazo a torcer, no van a ganarme, tal vez exagero un poco y quizás nadie me presta atención y solo es mi mente sicótica que me hace malas pasadas, me gustaría pensar en ello como una gran posibilidad pero lamentablemente no es producto de mi imaginación. Las clases dan término e intento salir lo más rápido posible pero el profesor me lo impide.
-Sakuma, Me gustaría hablar contigo unos momentos... acompáñame a la sala de profesores- me dice un tanto serio aquel hombre de unos 35 años, quizás tenga más o quizás menos no es algo que me preocupe. No me agrada mucho la idea de quedarme más de lo necesario pero no me queda de otra.
-claro, no hay problema- dije con mi mejor cara, mientras más sonrío más vacío y estúpido me siento, no debería sonreír si no tengo ganas pero mi hipocresía me supera y maneja mi faceta con aquellos aduladores que solo alimentan mi ego, que al parecer es lo único que está alto junto a mis calificaciones. En silencio le seguía unos pasos más atrás observando de vez en cuando aquella amplia espalda de ese hombre, había que tener carácter para ser profesor de las bestias que asistían a éste Instituto... que sea costoso no aseguraba la selectividad de sus alumnos ni mucho menos la calidad de éstos, el dinero manejaba el mundo actual y dominaba en todos los estatus sociales, es una de las lecciones que la vida me ha enseñado.
-¿Sakuma?- reacciono al escuchar aquella voz masculina que me llama, presto atención y me percato que ya habíamos llegado a la sala de profesores, todo indicaba que me habían estado hablando pero ni idea de que, no estaba escuchando, no logro concentrarme el día de hoy, me siento cansado quiero dormir un poco.
-Lo siento, estaba algo distraído... ¿Ha dicho algo?- pregunto un tanto apenado por la situación embarazosa en la que solito me metí, él se ríe un poco y yo solo rasco mi mejilla con mi dedo.
-Te decía que últimamente has estado un poco distraído y se te e algo desanimado, ¿Estás durmiendo bien? ¿O acaso hay algún problema que te está inquietado?- me pregunta como si me estuviese leyendo el rostro, me quedo completamente inmóvil por un par de segundos sin dar respuesta alguna a sus cuestionamientos a mi persona, no puedo evitar que me ha tomado por sorpresa, ¿Acaso sabe algo? No, ya lo sabría todo el mundo. Cierro mis ojos y me calmo, entrar en pánico sin necesidad no es propio en mi.
-No, claro que no... es solo que últimamente no he dormido lo suficiente, ya sabe... los exámenes parciales no se resuelven solos, necesito repasar para mantener mis calificaciones y mi beca en este lugar- digo para que me crea, aunque no es del todo mentira, solo la mitad y la forma en la que la he formulado dan credibilidad y firmeza a mis palabras, soy un jodido experto en mentir, pero no se hasta que punto le miento a la gente y cuando comienzo a mentirme a mi mismo.
-Ya veo, bueno si solo es eso entonces supongo que no hay problema, pero recuerda que el descanso es tan importante como estudiar, eres uno de mis mejores alumnos, tengo grandes expectativas puestas en ti Sakuma, bueno no te quito mas tiempo, nos vemos mañana- dijo mientras me señalaba la puerta, entrecierro levemente mis ojos y le sonrío como si le estuviera agradecido por sus palabras, no le pedí que las dijera... no necesito más mentiras en mi vida, sin más me despido de manera cortés y abandono el lugar, estaba casi seguro que me pediría hacer los deberes de los delegados de la clase que al parecer no la habían hecho. A la salida del Instituto encuentro mi verdugo, mi ceño se frunce casi por inercia, tan despreciable, ese sujeto debería desaparecer. Detuve mi andar sin quitarle la mirada e encima a aquel oji-verde grosero y malhumorado, de pésimos modales y de agresivo carácter que se encontraba de brazos cruzados, ¿Esperaba a alguien? No era asunto mío por lo que continué caminando firme y algo rápido pasando a su lado.
-Juguemos un rato, te daré ventaja mascota- me susurraste con ese detestable tono de voz que posees y que de solo oírte hablar haces que mis deseos de golpearte desborden de mí amenazando a mi auto-control con destronarlo por la ira. Tan solo te ignoro y sigo caminando mientras mordía mi labio inferior para calmarme un poco. Te dejo atrás en unos minutos, aun no entiendo que rayos hacías ahí, de ninguna manera aceptaré que me esperabas para molestarme porque te juro que si es así te golpearé en cuanto te vea nuevamente. En lo que me doy cuenta he llegado al río, miro el lugar, estoy solo.
-¿Ya te cansaste de esconderte? Que aburrido...- dices a mis espaldas, no hace falta que me voltee, con solo escucharte se quien eres y no es algo de lo que me sienta orgulloso. Me volteo solo para demostrarte lo mucho que te odio.
-No estoy de humor para tus juegos estúpidos y sin sentidos Fudou, ¿No tienes a quien molestar hoy?- te hablo con ironía impregnada en mis palabras, como no me interesa tu respuesta ni nada que provenga de ti mis pies buscan sacarme de ahí pero me detienes del hombro con fuerza lanzándome hacia atrás, pierdo el equilibrio y acabo en el suelo.
-No te pases de listo mascota, yo decido cuando te puedes ir o no- dijiste disfrutando de la situación, te miraba con odio, sin importar el resultado hoy me desquitaría contigo por todo lo que me tiene la vida complicada. Me pongo de pie y te tomo de la ropa haciéndote retroceder pero tú no haces ningún intento por alejarme, solo sonríes, te divertía ver mi frustración, rabia, ira y enojo en mi rostro y mirada, era lo que querías, lo has logrado, siempre acabas lográndolo pero hoy querías algo más.
-Alguien debe enseñarte modales mascota... y lo primero que debes aprender es que no debes tocarme con tanta confianza bastardo arrogante...- afilaste tu mirada mientras me hacías ver mi error, estaba desprotegido por cogerte de la ropa y lo corroboras golpeándome en el estómago con fuerza, me dejas sin aire y mi fuerza quiere abandonarme, pero me rehúso a aceptar mi derrota, mi orgullo no me deja.
-Bastardo... no soy la mas-cota de nadie, mucho menos de alguien como tú...- mientras hablaba retrocedí unos pasos rodeando mi estómago con ambos brazos, me recupero rápido y me abalanzó hacia ti dispuesto a golpearte, pero como si fuese lo más sencillo del mundo me evades y me vuelves a golpear, esta vez directo a las costillas, un quejido de dolor escapa mis labios pero no me doy por vencido y te sigo logrando golpearte directo al rostro, siento que te he golpeado bastante fuerte porque mi mano aun me duele, no logro abrir mi puño, retrocedes un poco y tu mano limpia la comisura de tu labio, te lo rompí. Sonrío confiado y tomando más seguridad pero bien se que ese puñetazo en tu rostro te lo cobrarás con creces en mi.
-Jodido mocoso, me rompiste el labio... tienes agallas, pero esa confianza que tienes ahora te la haré desaparecer a golpes, espero que tu orgullo te haga llorar y me supliques piedad bastardo arrogante- me sentenciabas y yo simplemente me reía, ¿Tú hablando de arrogancia? Te provoco aun más y te llamó con la mano para que dejes de hablar mientras tiraba mi bolso al suelo, eso te ha molestado bastante, no debí hacerlo, sin lograr reaccionar a tiempo ya te encontrabas tan cerca como para tirarme al suelo de un golpe, no puedo moverme, mi cuerpo no está acostumbrado a recibir golpes y aun está resentido por las últimas dos peleas que tuve, me cuesta respirar pero eso a ti no te importa y comienzas a patearme mientras sigo en el suelo, mi cuerpo se retuerce del dolor que siento mientras que mis brazos solo se preocupan en proteger mi cabeza y rostro mientras que mi cuerpo se encoge para no recibir más golpes, creo que te has cansado de golpearme o ya te aburriste porque te detienes y te agachas tomándome del cabello para elevarme y obligarme a mirar tu rostro sonriente satisfecho. Te acercas a mi oído y susurras algo en mi oído pero no logro comprender que es lo que dices, casi estoy inconsciente, lo último que veo es tu tan detestable sonrisa ampliarse por ver aquellas lágrimas rodar por mis mejillas, me dejas tirado en el suelo y te vas como si nada, no había nadie alrededor, te maldigo con las pocas fuerzas que me quedan mientras que me siento en el suelo quejándome por el dolor que siento, tomo mi bolso y de alguna manera debo llegar a casa, no estoy lejos solo dos cuadras más y todo habrá acabado, estaré seguro y mi infierno personal dará tregua hasta el siguiente día.
Entro en casa, no hay nadie, cosa que agradezco bastante, no sería agradable tener que decir lo mucho que me aman en mi nuevo Instituto a mis padres, no quiero darles más preocupaciones de las necesarias. Subo a mi habitación y dejo mis cosas y antes de descansar lo primero será darme un baño y quitarme la tierra que traigo en la ropa y en el cuerpo o luego no seré capaz de hacerlo. El agua caliente recorre y acaricia mi cuerpo aliviándome un poco el dolor que sentía, tengo que vengarme de ti Fudou, ésta no te la perdono. Haré que te arrepientas de haber intentado jugar conmigo, conocerás al verdadero Sakuma Jirou.
-Usaré tus mismas estrategias de juego... y veremos quien es el que ríe último...
Continuará...
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Genial~ dos cap, subidos el mismo día, es mi récord en ésta página xD! Espero que les haya gustado el capítulo, a mi parecer usé éste cap como una introducción al fic ya que no pasó mucho, Sakuma prometo compensarte en algún momento de la historia (?) eweUu Me iré a escribir mis otros fisc~ Byee~!
