De nuevo me despertó el nocturno aullido de una ventisca golpeando la pared del refugio... creí que ya me había acostumbrado.
La diferencia es que ahora no te encuentras a mi lado.
INUSUAL
¿Cuánto tiempo había pasado?
Solo un par de años, y sentía en mi corazón como si te hubiera perdido para siempre.
Pero estoy exagerando. ¿Perdido yo a Milo?
Él ya estaba perdido, yo solo fui un momento más de su vida.
Y estúpidamente caí en sus brazos.
El único consuelo que tuve el día que partí, fueron las lágrimas de dolor que derramaste, pero aún ahora, sigo preguntándome si esas lágrimas era genuinas.
Desde que me fui, solo he tenido dudas que me atormentan noche a noche.
¿Realmente esto era lo que quería¿Tomé la desición correcta¿Realmente me amaste?
Me levanté de la cama y no estabas. A pesar de llevar dos años ya viviendo aquí, lejos de tí, no he podido olvidarte ni un segundo.
Salí del refugio en silencio, justo a media ventisca, pero no me importó el frío. Como caballero de Acuario, el frío supone un estilo de vida, y mi entrenamiento fue lo suficientemente estricto para adaptarme.
Lloré en silencio, sintiendo mis cálidas lágrimas congelarse al instante, peo tampoco me importó.
Por más que lo intentara, por más que lo quisiera olvidar, me era imposible.
No solo lo extrañaba, sino que amaba a Milo más que a todo en mi vida.
Y eso era totalmente inusual.
-Maldito¿por qué me tuve que enamorar de tí?
Pero no existe una respuesta. Sencillamente, fue el sentimiento que despertó al estar a tu lado, y si no logro congelarlo, moriré de amor en soledad, y es a lo único que le temo.
Por inusual que parezca.
F I N.
