Capítulo 1: ¿Cómo he llegado aquí?

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BELLA POV

Mi nombre es Bella Swan, tengo 17 años y estoy en el aeropuerto de Seattle ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Extraño Phoenix y todavía no he salido del aeropuerto. He mirado por las ventanas esperando ver nubes y más nubes, y no me han defraudado, ¡las nubes siguen ahí esperándome desde la última vez que estuve aquí hace no-se-cuantos años! Creo que este tiempo hará que mi ya de por si pálido rostro parezca más blanco que antes.

He decidido darles un tiempo a mi madre y a Phill para que disfruten de su recién estrenado matrimonio y creo que venir a vivir con Charlie hará que cambie drásticamente mi vida. Todavía no sé lo que me deparará mi nueva vida en Forks pero haré que el cambio sea para bien.

He recogido mi pequeñísima maleta con ropa de invierno y ahora estoy esperando a Charlie. ¡Cómo tarda! ¿Le habrá pasado algo por el camino? ¡Es verdad! No os he dicho que Cha… bueno, de ahora en adelante le llamaré papá, debo acostumbrarme… Pues mi padre es el jefe de policía de Forks. Espero que no haya tenido ningún problema.

- Voy a llamarle… - Espero seis tonos pero no lo coge. Cuelgo.

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CHARLIE POV

- ¡Llego tarde, llego tarde…! – Daba golpecitos con los dedos en el volante mientras maldecía en voz alta al tercer semáforo que se me ponía en rojo.

Ring Ring!

Oigo mi teléfono pero no puedo alcanzarlo, lo tengo en el asiento de atrás.

- Hola Jefe Swan – Cuando escuché esa voz de ángel como de campanas sonando me llevé un susto tal que pegué un bote.

- Oh, Srta. Cullen, ¿Cómo está? – Había aparecido en mi ventana la hija de Carlisle Cullen, el médico del hospital de Forks. Llevaba consigo unas bolsas repletas de ropa y cajas de zapatos ¿Cómo puede una chica así de pequeña con tanto peso? Ahora mismo no recuerdo cómo se llama.

- Muy bien Jefe Swan, creo que hoy venía su hija, ¿verdad? – sonreía – estará usted encantado.

- La verdad es que ya la echaba de menos. Hace tiempo que no la veo y ahora que sé que se queda conmigo un tiempo… estoy feliz – yo sonreía mirando a ninguna parte, y me di cuenta de que debería de ofrecerle llevarla a alguna parte, llevaba demasiado peso - Por cierto, ¿te llevo a algún sitio?

- No, de verdad no se preocupe, mi hermano Edward está conmigo y vamos hasta su coche – Miré hacia donde señalaba y había un chico con el pelo de color bronce y unos ojos casi negros distintos a los de su hermana que los tenía dorados. Creía que ella iba cargada de bolsas pero lo que vi me dejó impactado, ni yo podría con tanto peso. Iba por lo menos con cinco bolsas en cada mano. Edward me saludó con un movimiento de cabeza.

- Bueno chicos, me voy a recoger a Bella que ya llego tarde – Creo que Bella me va a matar.

- Adiós Jefe Swan – Me despidió moviendo la mano.

Arranqué en el momento en el que el semáforo se puso en verde y ya no encontré ningún obstáculo más hasta el aeropuerto.

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ALICE POV

- Pobre Bella, está preocupándose por si le ha pasado algo a Charlie.

- ¿La has visto? – me preguntó Edward con su rostro inalterable. Edward tenía los ojos casi negros, creo que no debería estar tanto tiempo sin cazar, no puede ser bueno para él estar entre los humanos teniendo tanta sed – Te he oído, y sí, iré a cazar esta noche, no te preocupes.

- Oops, a veces me olvido de que puedes oír mis pensamientos. Sí, la he visto. Lleva esperando desde hace 10 minutos.

Edward asintió mirando hacia su coche y sin decir nada más.

BELLA POV

- Por fin has llegado, ¿te ha pasado algo? – pregunté a Charlie harta y preocupada al haber estado esperando.

- Vaya, ¿no me dices hola después de tanto tiempo?– me dijo Charlie sonriendo.

Sonreí. No podía enfadarme con él. Llevábamos tanto tiempo sin vernos que deseaba mucho verme.

- Hola papá, me alegro de verte – sonrió anchamente.

- Yo también Bella. ¿Vamos al coche?

Asentí sin decir nada. Nos dirigíamos al parking donde seguramente había dejado el coche y comprobé que en efecto, era el coche de policía de Forks.

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No hablamos en todo el camino. Todo está verde, es bonito pero eso significa que mi amado sol casi no está presente. Extraño el sol, el calor, ¡El color marrón!

Charlie me miraba de vez en cuando. Imagino que preguntándose qué pensaba.

- Tengo una sorpresa para ti – Charlie rompió el silencio. Le miré preguntándome silenciosamente qué era.

- ¿El qué? – Doblamos una esquina y comprobé que la casa seguía igual que siempre. Probablemente un poquito más vieja que la última vez que la vi, pero igual. Pero había algo diferente. Una furgoneta roja Chevrolet estaba aparcada en la entrada y yo sabía que no era de Charlie - ¿Me has comprado un coche? – dije sonriendo asombrada.

- Si, no es nuevo pero es muy resistente. Además Jacob Black ha construido el motor desde cero – Creo recordar que Jacob era el hijo de Billy Black.

- Es genial papá, gracias – Me bajé del coche y avancé hasta el viejo Chevy. Acaricié la carrocería y entré en el coche. Se notaba que no era nuevo pero se habían esmerado en limpiarlo y yo estaba contenta por el regalo. Charlie sonreía.

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Cuando llegué a mi cuarto me pareció bastante bonito. No era muy grande pero sí acogedor. Mi cama estaba junto a la ventana y había un escritorio con un ordenador en frente de ésta. Los dibujos que yo hice de pequeña junto con mi madre seguían ahí y sonreí por ello.

Como ya era tarde decidí deshacer las maletas y preparar las cosas para ir al instituto mañana.

Suspiré. Mañana será un día agotador. Instituto nuevo, compañeros nuevos…

Me acosté en la cama y lloré. Todo cambiará lo sé. Tenía miedo de los cambios. En seguida me quedé dormida.

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Cuando desperté miré por la ventana y vi que seguía el cielo encapotado. No sé por qué me molesto en pensar que va a haber sol.

Escogí de entre mi ropa unos vaqueros negros y un jersey azul. Suspiré

- Tengo que comprarme ropa – me dije en voz alta.

Me peiné y me cepillé los dientes. Charlie ya se había ido a trabajar. No me apetecía desayunar, estaba demasiado nerviosa y lo acabaría echando todo después. Me reí de mi misma al imaginar el primer día en el instituto y ponerme a vomitar.

Entré en el coche y arranqué. Hizo un ruido enorme, tanto que me asusté pero me di cuenta de que un coche así debería de hacer ese ruido. Era normal.

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EDWARD POV

Un día de estos cojo a Alice y la llevo al instituto sin estar vestida ni nada. Pero qué lenta que es para decidir lo que ponerse. Eso de estar todo el día a la moda debe de ser agotador.

Estaba dentro de mi Volvo, esperando a que Emmet, Rosalie, Jasper y Alice decidieran estar listos para ir al Instituto. Y yo cada vez estaba más nervioso porque espiaba en la mente de Alice en busca de algún pensamiento de prisas pero solo encontraba visiones de la chica nueva, Isabella Swan y yo hablando. Lo cierto es que era guapa, en eso podríamos estar de acuerdo, pero yo no podría acercarme nunca a ella por mucho que las visiones de Alice dijeran lo contrario. No siendo un monstruo y nunca dejaría de serlo.

Los cuatro llegaron al coche y se subieron. Arranqué en dirección al Instituto.

Cuando llegamos al instituto me di cuenta que Isabella Swan ya había llegado. Todos los alumnos pensaban en ella. Algunos de manera poco pudorosa y otros con interés amistoso.

Parecía que habíamos dejado de ser el pensamiento de todos en el instituto pero todavía quedaban personas con pensamientos que podían abarcar a la chica nueva y a nosotros, los Cullen.

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BELLA POV

Llegué al instituto y aparqué donde estaban todos los coches. Había pocos alumnos fuera pero estos pocos me miraban. No me gustaba llamar la atención pero sabía que siendo la nueva sería el pensamiento de moda.

Entré a Secretaría para saber qué es lo que tenía que hacer y enseguida me dio mi horario con un mapa. Se lo agradecí y salí.

En la puerta choqué con un chico. Era rubio, se dio la vuelta y comprobé que tenía los ojos azules. Vaya, empezamos con mal pie, tropezando con la gente.

- Disculpa, es que soy un poco torpe – dije sonrojándome por la vergüenza.

- Oh, ¿Eres Isabella Swan, no? La hija del Jefe Swan.

- Si, pero por favor, llámame Bella, sólo Bella.

- Bien Bella, yo soy Michael Newton, pero puedes llamarme Mike – me dijo sonriendo.

- De acuerdo, Mike.

- Entonces… ¿quieres que te acompañe a tu clase? ¿Cuál tienes ahora?

- A ver que mire en mi horario… pues tengo Literatura. Según el mapa está en el aula 4, ¿no?

- Si, yo ahora tengo también esa asignatura. Puedo acompañarte entonces – me contestó entusiasmado.

- Pues vale.

Accedí a que Mike me acompañara, más que nada no podía decirle que no.

Al fondo del pasillo, por la puerta principal vi que aparecían 3 chicos y dos chicas. Madre mía, fue lo primero que pensé. Las cinco personas más guapas que había visto en mi vida. Uno de los chicos, con el cabello de color bronce, los ojos dorados y muy guapo me miraba, parecía que tenía una mirada de reconocimiento, no lo entiendo, yo no le conozco.

- Son los Cullen – me dijo Mike cuando vio que no seguía caminando hasta la clase. Salí de mi ensoñación.

- ¿quién?

- Los cinco que estabas mirando. Se llaman Edward, Emmet, Jasper, Rosalie y Alice. Nunca hablan con los demás. Forman como un círculo personal. No me molestaría en intentarlo.

- Oh – Me decepcioné un poco al saber eso, no sé porqué.

Entramos en clase nada más llegar. Comprobé que los Cullen no iban a esta clase. Imaginé que serían de distinta edad, si se supone que son hermanos… no pueden ser todos del mismo año.

El profesor nos comentó que para ese semestre íbamos a leer Romeo y Julieta, de Shakespeare. Yo ya me había leído el libro muchísimas veces. Era mi favorito junto con Orgullo y Prejuicio.

Pero lo que más me impactó es que no íbamos a hacer un trabajo como otro cualquiera sino que íbamos a examinarnos de la manera más extraña que había oído jamás. ¡Íbamos a hacer la obra Romeo y Julieta, y era obligatorio! De las dos aulas de literatura que había en el instituto iban a escoger a Romeo y Julieta, y por supuesto a los otros personajes.

Mike me miró en ese punto. Estoy segura de que pensó en ser Romeo y yo Julieta. Con su sonrisa de medio lado creo que pensaba en la escena del beso.

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EDWARD POV

¿Hacer la obra de teatro de Romeo y Julieta? Todavía no me lo podía creer. De todos los años que habíamos pasado de instituto en instituto y nunca había visto que hicieran eso como examen de la lectura de un libro. Debo reconocer que es original.

Jessica Stanley, una chica con el pelo rizado y castaño estaba pensando en ella como Julieta. Lo divertido era que pensaba en mí como Romeo y la escena del balcón se le aparecía en la mente ¡pero con trajes modernos! Esta chica no sabe de qué época eran Romeo y Julieta.

Jessica con su mirada embobada me miraba. Seguía pensando en esas cosas. El resto de los alumnos parecían emocionados.

Salimos de clase y me encontré con Alice.

-¿Qué te ha parecido la sorpresita de Literatura? – Me preguntó sonriendo.

- ¿Lo sabías y no me habías dicho nada? Ya decía yo que últimamente pensabas demasiado tiempo en el alfabeto griego.

Alice Rió.

- Quería ver tu reacción y he de decirte que me ha encantado – pegó tal carcajada que algunos de los compañeros se quedaron mirándola pensando si estaba loca.

- Y sabrás qué personaje me tocará, ¿no?

- Pues claro, ¿Cómo no ibas a ser tú el perfecto Romeo?

- ¿Romeo? No me gusta Romeo…

- Oh, me siento insultada, ¿cómo no te puede gustar Romeo, es tan romántica su historia como la mía con Jasper – suspiró sonriendo.

- No me gusta porque en primer lugar, está enamorado de esa Rosalinda ¿No te parece un poco voluble? Y luego, unos pocos minutos después de su boda, mata al primo de Julieta. No es precisamente un rasgo de brillantez. Acumula un error tras otro. ¿Habría alguna otra manera más completa de destruir su felicidad? – Concluí esperando que entendiera mi postura.

- Si, te comprendo pero no debes de pensar en ello. Piensa en todo el amor que profesaba Romeo por Julieta. Pienso que Romeo no estaba enamorado de Rosalinda, simplemente sería un simple capricho. Si no sería imposible que se hubiera enamorado de Julieta. El amor no se acaba de la noche a la mañana Edward. Piensa en eso. Se enamoró locamente de Julieta y dejó de pensar en Rosalinda. Lo que si que veo que tienes razón es en que acumula errores tras otros, pero los humanos hacen ese tipo de cosas. Mató al primo de Julieta porque éste mató a su mejor amigo.

- Vaya, pareces una fan de Romeo – le intenté picar pero no lo hice.

- A mucha honra – y se fue con la cabeza bien alta mientras yo me dirigía sonriendo hasta mi siguiente clase.

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BELLA POV

Cuando acabó Literatura me fui a mi siguiente clase. Educación Física, ¡no quiero! Parezco una niña pequeña pero de verdad que es algo superior a mí. Si no fuera tan torpe estoy segura de que me gustaría pero creo que tengo dos pies izquierdos.

Me cambié a la ropa de deporte.

Nos pusimos a calentar un poco corriendo alrededor de la pista y por extraño que parezca, no me caí ninguna vez. Finalmente, después de 10 minutos corriendo el profesor trajo algunos balones de baloncesto y dijo que íbamos a practicar algunos tiros a la canasta.

Bueno, eso no parece muy difícil. De 10 tiros que lancé, 8 entraron. Me sorprendí, yo creía que era mala en los deportes. Aunque otra cosa es utilizar mis pies. Cuando llegó la hora de tener que correr botando la pelota, ésta rebotaba contra mis pies y salía volando hacia la otra punta del gimnasio. Parecía que prometía para el baloncesto pero al final no fue así. Es una pena. Anotaré el baloncesto en la lista de deportes que no se me dan bien. Fútbol (me tropiezo con el balón), tenis (me pego con las raquetas a mi misma y la pelota me da en la nariz), voleibol (la pelota me da en los codos en vez de en las muñecas). Vamos que todo un show.

Por suerte, en seguida se pasó el calvario y se terminó la clase. ¡Qué contenta estoy por ello!

Me duché porque después de hacer deporte es muy necesario y me puse mi ropa otra vez.

Después de no haber desayunado nada y haber hecho deporte, estaba hambrienta. El estómago me pedía comida. Creo que incluso me hablaba: grrrrr (en su propio idioma claro).

Entonces como era la hora de descanso me dirigí a la cafetería. La cafetería era muy grande y muchos de los alumnos ya estaban comiendo, qué prisas que se han dado. En la otra punta estaban los Cullen. Tenían una bandeja con comida pero parecía que no comían nada. Hablaban entre ellos.

Busqué una mesa que estuviera vacía, no tenía ganas de juntarme con nadie, solo quería comer y descansar después de la hora de gimnasia.

Encontré un hueco en una mesa cerca de los Cullen. Estaban los Cullen, una mesa y al lado de esta, yo. Me dije que así podría verles de cerca para saber cómo eran.

Pasé por su lado para dirigirme a donde estaba la comida. Cogí un trozo de pizza y una manzana y volví a mi mesa. Cuando dirigí mi mirada hacia los Cullen disimuladamente observé que el chico que antes me había mirado tenía las manos agarradas con fuerza a la mesa y tenía los ojos negros. Antes me había parecido vérselos dorados, qué extraño. Una de las chicas, la que tenía el pelo negro y con puntas le cogía del brazo y le hablaba.

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EDWARD POV

Después de la clase de Química que resultó de lo más aburrida porque yo ya sabía todo esto, me encontré con mis hermanos para dirigirnos a la cafetería. No comeríamos por supuesto, pero para mantener la fachada de humanos debíamos coger bandejas y hacer como que comíamos. Por suerte, nadie se fijaba en nosotros nunca y no teníamos que tragarnos la comida, solo de pensarlo…

Nos sentamos y escuché los pensamientos de la cafetería al notar que pensaban en la chica nueva que se dirigía hacia nosotros.

Intenté escuchar sus pensamientos pero no oía nada. Lo vi extraño, ¿qué pasa? ¿Por qué no la oigo? Volví a escuchar los pensamientos de todos pero los de ella no estaban. Es como si no pensara, pero es imposible. Debo de preguntarle a Carlisle.

Todos estos pensamientos se me borraron de pronto cuando pasó por mi lado. Un olor delicioso llego hasta mí, consiguiendo que mi autocontrol de todos estos años flaqueara. Mi garganta quemaba como nunca lo había hecho y la ponzoña invadía mi boca. Era demasiado. La deseaba para mí. Intenté controlarme, me cogí fuertemente de la mesa y Alice me cogió del brazo.

- Todo está bien Edward, no vas a hacerle nada. Será mejor que salgas.

Me levanté rápidamente a velocidad casi inhumana pero salí andando normalmente sin respirar y mirando a Bella Swan con ganas de abalanzarme sobre ella.

Cuando estaba en la calle en el aire fresco pensaba en cómo había estado a punto de estropearlo todo por una simple humana que me había hecho lo que nadie. Había estado a punto de matarla y delante de toda la escuela. Esto no podía seguir así. Tenía que irme.

Me metí en mi Volvo y me dirigí a casa.

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BELLA POV

¿Por qué me había mirado así? ¿Le he hecho yo algo? Me sentí un poco estúpida por querer saber algo de ellos. Creo que no voy a intentarlo nunca más. Esa cara. Parecía que quería matarme. Toqué mi rostro y lo tenía mojado. ¿Estoy llorando? ¿Por qué lloro por algo así? No debería ni importarme. Cálmate Bella. Seguramente no ha sido por tu culpa.

Los Cullen me miraban. Ahora sí que estoy segura de que es mi culpa. Agaché la cabeza y dejé de comer. Se me había ido el hambre de pronto. Creía que mi vida iba a ir a mejor pero ¿Cómo he llegado aquí?