Disclaimer: El anime y manga Hetalia Axis Power pertenecen a Estudio Deen y Hidekaz Himura
Advertencias: Incest, AU
Aclaraciones: ¡Muero! ¡MUERO! ¡Adiós mundo cruel! *se desmaya, pero revive* Jejejejejejeje ¡hola a todos otra vez! Aquí les habla la inútil de aishiteru_sama, que perdió una batalla contra los gérmenes y ahora tiene gripe xDDD ¡Nooo! ¡Me siento mal! Buaaa~ aunque no mucho, ¡no me rendiré! SOY INMORTAL MUAJAJAJAJAJAJA Aunque eso no quiere decir que inmune n_nU
Les traigo un fic que... en realidad no tengo idea de cómo surgió y me temo que me perdí de la idea principal conforme lo desarrollé... tampoco estoy segura de cómo llegué al final... ¡pero no importa! Muajajajajajajaja *ríe mientras algunas goteras le caen por la sien*
Gracias, ¡espero les agrade! n_n
Owari~
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"Cuando seas un hombre"
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Primer Capítulo
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Cuando eran niños, una vez en aquella pradera que se extendía un poco lejos de la mansión, Arthur lo había llevado para mostrarle un pequeño conejo del que estaba cuidando
Constantemente las sirvientas les advertían que no fueran ahí sin compañía, ya que el bosque que le seguía era muy grande y podrían perderse… ¡pero vamos! En ese entonces tenía trece años y era perfectamente capaz de cuidar a su hermanito, de ocho años, por si algo pasaba… además, no era la única ocasión que había ido "sin un adulto": Scott, Bryan y Ryan solían arrastrarlo con el más mínimo pretexto, y si había accedido con ellos, ¿por qué no con Arthur?
De ese modo habían llegado a la pradera, y en el primer árbol a la izquierda, se asomó un pequeño conejo blanco de ojos negros; su hermano se lo presentó como "El Sr. Esponjoso" y le sonrió pidiendo que lo acariciara. Así lo hizo
El resto de la tarde la pasaron sentados en la pequeña colina con vista al pueblo y jugando con el mamífero… bueno, Arthur lo hacía mientras él los miraba con tranquilidad, y justo cuando caía el atardecer se sintió detenidamente observado, siendo el menor quién lo hacía
-¿Ya quieres regresar? – preguntó mientras le ofrecía una ligerísima sonrisa
-G-Glen… yo… -desvió la mirada con la cara roja, cosa que le extrañó – Hay algo… que quiero decirte
-Te escucho
Los tonos naranjas del cielo acentuaban las mejillas rojas del otro, recordándole por un momento aquellos dulces que no paraban de comer los gemelos… pero combinado con sus ojos verde esmeralda y el rubio cabello, parecía alguna escena que había visto en las pinturas de la colección de su padre
-T-Tú… -notó que apretaba un poco sus manos en torno al animalillo - ¿Me… q-quieres?
-… sí – dijo relajado, aunque no entendió muy bien hacia dónde iba aquella charla
-Yo… también… - volteó a mirarlo de repente y con un algo en sus pupilas que no supo descifrar –T-Te quiero…
No respondió todavía. Se limitó a acariciarle con suavidad la cabeza, aunque en verdad se estaba preguntando por qué tanto misterio para una cuestión tan obvia
-Es natural porque que somos hermanos
-P-Pero… ¡no es eso!
Se sorprendió ante tal ímpetu a pesar de no demostrarlo en sus finas pero inexpresivas facciones
-¡E-Es que el tonto de Francis dijo que…!
-Entiendo – interrumpió en un suspiro –Arthur, si "odias" tanto a ese niño, ¿por qué sigues escuchando lo que dice?
Francis Bonnefoy era un chico tres años mayor que su hermanito y que vivía en el pueblo; era el hijo del panadero, así que lo habían conocido cuando acompañaban a las sirvientas por provisiones. Admitía que era un tipo agradable, gracioso, excelente cocinero e interesante, pero bastante… precoz para su edad, y como él y su hermano inmediatamente se odiaron al verse la primera vez, peleaban con la frecuencia que rayaba en la monotonía
Si Francis había sido mencionado en aquella conversación, ya podría intuir de qué iban las intenciones del ojiesmeralda
-¡N-No quise decir eso! –ya se estaba enojando, se notaba por la manera en que fruncía el ceño –Le pregunté algo… ¡Y claro que él no me ayudó! ¡LO HICE SOLO! P-Pero pude entender lo que estaba pasando conmigo
… ¿acaso se había atrevido a hablarle sobre las cosas que les pasaban a los chicos cuando crecían? Suspiró cansado, ya pensando cómo desharía lo que ahora vagaba por la cabeza del rubio
-… T-Te q-quiero
Otra vez esa frase…
-Lo sé
-… N-No de la manera que es… común entre… h-hermanos…
Abrió los ojos con sorpresa, viendo que el pequeño se había puesto más colorado y temblaba
¿What the hell...?
-L-Le conté a Francis como me sentía… y él dijo que… e-era amor…
…
…
-Miente
-¿E-Eh?
-Te mintió – lo miró con calma, con un tanto de frialdad y cierta ausencia – No estás enamorado de mí
-P-Pero…
-Eres muy pequeño para sentir algo así –sostuvo la mirada a pesar de observar cómo el menor pasaba desde la incredulidad hasta la decepción –No estás preparado y no va acorde a tu carácter todavía… además, somos hermanos
-¡G-Glen!
-Y Francis también es muy pequeño como para hablar de eso –aligeró su mirada, ya volviendo a sonreírle relajado –No le hagas caso –se levantó y le extendió la mano para ayudarlo a hacer lo mismo
El otro miró su extremidad por un segundo para enseguida observarlo a los ojos
Fue la primera vez que se sintió atravesado por esas pupilas
-Tú… ¿y-ya lo has sentido?
-No
-… ¡¿E-Entonces como puedes asegurarme que esto no lo es? –se levantó de un brinco mientras limpiaba algunas lágrimas de ira que insistían en correrle por las mejillas -¡Eres un idiota! ¡Un completo idiota!
Y a toda velocidad dio la vuelta y corrió lejos de él
…
…
Cuando regresó a la mansión preguntó si ya había llegado: las sirvientas le informaron que se había encerrado en su cuarto y que no quería ver a nadie
Decidió no interrumpirlo, dejando también instrucciones de que no lo molestaran hasta que saliera por cuenta propia: necesitaba quitarse él mismo de la cabeza la idea de que estaba enamorado, ¡y de él! ¡De su hermano mayor! No era posible… y por esa misma razón ignoró completamente el cosquilleo que sentía en el estómago al recordar esa "confesión"
… por muy terco que fuera Arthur, estaba seguro que sería la última vez que sacaría el tema
…
…
Se equivocó
