Autor/a de la Obra:
Derechos: Solamente la historia es mía, no importa cuántas veces haya soñado con robar este manga de Amemiya Yuki.
ADVERTENCIAS: Esta historia contiene shounen-ai, y posiblemente yaoi y por lo tanto está marcado como "M" por seguridad. Así que si no te gusta el amor entre chicos, por favor, no leas, no me culpes. ¡No digas que no te advertí!
Parejas: Principal Frau x Teito, no correspondido de Hakuren x Teito, Castor x Labrador, Ayanami x Teito solo ligeramente y quizás algunas otras parejas menores.
Esta historia tiene capítulos múltiples (todavía planeándolo), y no tengo un beta para esto, así que si te gusta, no olvides dejar un review. Y depende de si le gusta a la gente, decidiré si continuar o no. De cualquier modo, si alguien quiere ser mi beta es siempre bienvenido de enviarme un MP.
No he revisado la historia así que puede que haya errores en la historia, gramática u ortografía. Si encuentras algún error, por favor sé indulgente, y dímelo. Gracias.
Noche 1: Encuentro
El pasillo estaba oscuro y desierto. Estaba tan oscuro a excepción de la luz de la luna que ilumina nuestro camino. El lugar estaba extrañamente silencioso, excepto por nuestros pasos y pesadas respiraciones. Estaba corriendo, tirado por la mano de mi mejor amigo, Mikage. Detrás de nosotros, podía escuchar el lento pero firme sonido de las pisadas tras nosotros. Era Ayanami, nuestro perseguidor. Podía escuchar los rápidos latidos de mi corazón. El sudor humedecía mis palmas y mi frente. Hemos corrido tan lejos y tan rápido como nuestros pies han podido, pero el sonido de las pisadas de ese hombre nunca dejan de escucharse. El miedo empieza a inundar mi corazón.
-Mikage… está detrás de nosotros. ¡No lo conseguiremos!-dije con bastante desesperación. Mikage dijo que debíamos huir de esta academia, ese es el porque nos dirigimos al hangar para robar un Hawkzile.
-No te preocupes. ¡Ya casi hemos llegado!-contestó, casi con esperanza. Lo cierto es que, un momento después, vimos una puerta de gran tamaño ligeramente abierta con el "H-1" grabado en la puerta de metal. Sin pensarlo dos veces, entramos y saltamos en la máquina más cercana. Mikage se sentó delante y yo cuidadosamente tomé asiento tras de él. Miré a mi alrededor con desconfianza. Estaba más oscuro aquí así que no vi más que las siluetas oscuras de los Hawkziles.
-Agárrate fuerte. ¡Vamos a despegar!-oí decir a Mikage y entonces la máquina se puso en marcha y volamos.
Estaba bien durante los primeros quince minutos de vuelo, y entonces empecé a escuchar el sonido de otra máquina. Mira hacia atrás y vi un gran barco militar perteneciente a Ayanami acercándose a nosotros. Ese mismo hombre, se paró en el puente con una mano doblada en frente de su pecho y miró arrogantemente hacia a mí. En ese momento, sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. Este hombre era peligroso, mi instinto me lo gritaba. Sus ojos eran tremendamente fríos y estaban llenos de instinto asesino. Lo sabía, no podríamos sobrevivir juntos, así que tomé una decisión. Por lo menos, debía salvar a Mikage.
-Mikage, tengo que dejarte ahora. Les distraeré. Aprovecha y huye.-le susurré al oído.
Me puse en pie, preparando mi Zaiphon para atacar, pero de repente, sentí un golpecito en mi espalda. Volví el rostro, y me encontré con Mikage, sonriendo con cariño. La luna se había alzado por encima de nosotros, dándome la luz necesaria para ver su sonrisa que tanto amaba. El viento meció nuestro pelo, como si jugase, ignorando nuestra crisis.
-Mi…-empecé, con la mano extendida para llegar a su cabello.
-Debes vivir, Teito.-su mano tocó la mía. Me apretó la mano brevemente y luego, con una ligera fuerza, me empujó fuera del vehículo volador. Vi su cara, todavía sonriendo. Hizo un corto gesto y se volvió hacia la aeronave militar que se encontraba aún más cerca. En ese momento, los sabía en el momento en que vi su rostro determinado. Nunca lo había visto poner una cara como esa, y lo entendí inmediatamente. Estaba preparado para morir, por mi seguridad. Estiré mi mano, tan lejos como me fue posible. Intenté alcanzarle, pero no podía desafiar a la gravedad, siendo forzado a separarme más y más lejos de él. Las lágrimas comenzaron a nublar mi visión y vi su Hawkzile golpear la aeronave y explotar.
-Mentiroso…-lloraba suavemente. Unos pocos segundos más tarde, sentí mi cuerpo golpear contra algo duro. Se escuchaba el sonido del crujir de las hojas. Debía de haber caído en un bosque, pero no me importa. Deseaba tanto morir que silenciosamente esperaba que una rama atravesase mi corazón accidentalmente.
Sentí varias picaduras en la piel, lo más probable es que fuesen arañazos de las ramas cuando caía, pero no morí. Golpee contra el suelo con un ruido sordo. Mis ojos estaban borrosos debido al impacto y a las lágrimas. La fuerza comenzaba a desaparecer y del mismo modo lo hacía mi conciencia, todavía negándose a caer en la confortante oscuridad. Obligué a mi inerte cuerpo a caminar. Tuve éxito al levantarme, pero solamente eso. Un paso fue dado, y eso fue todo lo que necesite para entregarme al abrazo del no deseado pero placentero sueño.
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-…-ta! ¡Despierta, mocoso!
Lentamente, abrí los párpados, a pesar de que la invitación a dormir era más fuerte. Parpadee un par de veces, intentando ajustar mis ojos a las intrusas luces. Ese recibimiento a mis ojos era tan desconocido. Mi cama estaba tan alejada de las ventanas. Mi habitación era pequeña, así que las ventanas no deberían estar así de lejos. Además, la ventana de mi habitación estaba enmarcada con madera sencilla, de madera barata, no en oro y con sofisticados entramados grabados en el marco de las ventanas.
-Hey, mocoso, ¿puedes oírme?
Volví ligeramente la cabeza y miré a quién dijo eso desde el rabillo del ojo. Azul, esa era la primera cosa que noté. Veía a un hombre extranjero con ojos azules y pelo rubio. Era hermoso, a pesar de tener que mirarlo desde abajo. Las orbes azules, tan azules como el cielo, y la cabellera rubia, tan brillante como el sol. Ese hombre era tan…hermoso y cautivador que no podía evitar quedarme hipnotizado.
Rubio, igual que Mikage… ¡Oh no, Mikage!
Salté de la cama, sin olvidarme de lanzar una patada voladora a quien quiera que sea el hombre ese y correr hacia la ventana. El hombre silbó de dolor cuando mi rodilla golpeó su estómago. Ignorando al rubio, corrí a hacia la ventana y justamente cuando mi mano casi ha alcanzado el mango de esta, una mano más grande golpeó la mía y capturó mis muñecas. Miré hacia arriba y me encontré con el mismo rubio de pie detrás de mí. Una sonrisa adornaba su atractivo rostro, unida con su mirada burlona.
-¡Déjame ir, bastardo!-me las arreglé para decir, después de darme cuenta que estaba atrapado en su mirada. El sonrió aún más.
-Deja ir al niño, Frau.
Me volví hacia las otras voces, fijando los ojos en otros dos hombres equivalentemente hermosos. Honestamente, me sentí como si estuviese en mitad de un harem, a excepción de que todos éramos chicos. El hombre con las gafas, miró amenazantemente al rubio, Frau o cual sea su nombre.
-Lo haré, si deja de intentar suicidarse.-replicó el rubio con una leve mueca. Sentí como el agarre se apretaba y me estremecí como respuesta-Son treinta plantas de altura, maldito mocoso.
-He atado las ventanas.-dijo fríamente el hombre de las gafas-Puedes dejarle ir ahora.
-Che, lo sé-dijo el rubio aún con mala cara. Me pregunto que le hizo molestarse tanto. Mi pregunta nunca fue expresada ni respondida.
El rubio deshizo su agarre de hierro después de otra mirada por parte del hombre de las gafas. Tras él, otro hombre más bajito sólo se rió suavemente. Su voz era suave, como un gentil arrullo. Observé a los tres con cierta curiosidad mientras mi mano inconscientemente frotaba mis adoloridas muñecas.
-Siento su actitud. Por cierto, soy Castor.-el hombre de las gafas caminó hacia a mí y extendió su mano. Yo lo miraba con desconfianza y se detuvo. Al hombre, Castor, no parecía importarle mi hostilidad. Este sonrió y retiró su mano.
-Y yo soy Labrador.-siguió el de pelo plateado.-Y ese tipo con cara terrorífica es Frau. ¿Cuál es el tuyo?
De nuevo, no respondí, solamente les observé con los ojos llenos de sospecha pero con un obvio interés.
-Si fuésemos malos, no te habríamos ayudado en ese momento, lo sabes.-dijo Frau, ligeramente irritado. Poco, solo un poco, pero sentí una punzada de culpa.
-Te…Teito…Klein…-tartamudee, vacilante. No era del tipo que simplemente les da su nombre a los demás solo porque me enterase de que esas personas me habían ayudado, pero no podía evitarlo. Sentí que podía confiar en estos tipos. Mis ojos se movieron involuntariamente cuando los tres sonrieron comprensivamente. Era como si ellos pudiesen leer mi duda.
"¡Malditos sean estos tipos!". Sentí la sangre subir a mi cabeza. Decidí mirar a otro lado.
-Bueno, Teito-kun, tu eres…un vampiro, ¿cierto?-ante la pregunta, no pude evitar girar mi cabeza hacia ellos y mirarles inquisitivamente. Por lo que yo sabía y me concernía, yo siempre había vivido como un humano y comido comida humana.
-No bebo sangre, por lo que no, no lo soy- expresé mi pensamiento.
Los tres se miraron entre ellos de manera cómplice. Cuando Castor asintió con la cabeza, los tres me devolvieron la mirada de manera sincronizada. Por un momento, se produjo un incómodo silencio. Me moví inconscientemente bajo su escrutadora mirada. Se sentía como si estuviera siendo desnudado por ellos. No pude evitar sonrojarme de nuevo.
-¿Y tus padres?-preguntó Frau, reemplazando la sonrisa por el ceño fruncido.
-No lo sé. No lo recuerdo.-me encogí de hombros con indiferencia. Era verdad. No recuerdo nada de mi pasado. Solamente recuerdo cosas después de que el Presidente Miroku me adopto como su esclavo militar.
-Amnesia, ¿eh?-miré a Castor quién también frunció el ceño. Parecía como si estuviese reflexionando profundamente.-De todos modos, estaba seguro de que eres un vampiro.
Miré a los hombres con incredulidad. No parecía que estuviesen mintiendo, pero yo, ¿un vampiro? Ni en un millón de años. Pero espera, ahora que pienso nuevamente sobre eso, el hecho de que fuese un vampiro no era del todo extraño. Mi capacidad física fue mucho mayor que la de la mayoría de mis compañeros de clase. A veces, me sentía excitado al ver la sangre. Podía contener el impulso, negándome a permitir que el deseo se apoderara de mí, pero aún así, no era normal. Es más, he sobrevivido después de caer desde un Hawkzile que volaba a cientos de kilómetros por encima del suelo.
-¿Qué te hace estar tan seguro de eso?-decidí preguntar, ya que no estaba seguro.
-¿Te diste cuenta….-un gran y musculoso brazo de repente me agarró por la cintura. Tan fácil como parecía, fui levantado por Frau.-…de lo que es esta iglesia?
Con una actitud no dura pero si grosera, fue tirado en la cama. Miré con enojo al rubio, pero el hombre me respondiendo con una de esas molestas sonrisas suyas. Mientras más le miraba, más nervioso me sentía. "¡Debes controlar tus emociones, Teito Klein!" Miroku-sama siempre me decía eso. Sé que el viejo hombre decía eso porque yo era su esclavo de combate. Entrenado como un asesino, no debía albergar en mi mismo ninguna emoción o sentimiento. Pero también entiendo que su lección era errónea. Nunca, ni una vez, maté mis sentimientos pero solo esta vez, pensé que estaba en lo cierto. Frau a menudo agitaba mis emociones, demasiado, para mi gusto.
-Dijo que podría ser un vampiro, y aún así, ¿me trajo a una iglesia? ¿No es prueba suficiente de que no soy un vampiro?-cambié mi mirada de Frau a Castor. Interactuar demasiado con ese rubio nunca le hizo nada bueno a mi corazón.
-Teito-kun.-empezó el del pelo peliplateado. Su tono era, de alguna manera, como el de una madre intentando hacer entender a su hijo. Me habría sentido ofendido, de ser tratado como un niño, pero por alguna extraña razón, no pude. Labrador actualmente me recordaba a Ayanami. Ellos se parecían, especialmente en el color de pelo y ojos, pero Labrador no emanaba esa aura malvada que Ayanami tenía. Me sentía…cómodo en torno a estos tres.
-¿Estás escuchando, Teito-kun?-Labrador hizo un gesto con la mano. Reaccioné y sacudí la cabeza de inmediato.-Yo dije que los vampiros no están asustados de las iglesias. Fueron los habitantes los que temían.
-¿Las personas? ¿Porqué?-esto ciertamente despertó mi interés. Me enseñaron que los vampiros no podían soportar las iglesias ni los sacerdotes, corrección, en especial los sacerdotes. -Oh, ¿los sacerdotes?
-Sí, bueno, eso es uno-respondió Labrador con una sonrisa que nunca dejó de adornar su hermoso rostro.-De todos modos, te dejaremos dormir. Es medianoche y necesitas descansar.
-Espera, no has respondido a mi pregunta. ¿Cómo puedes estar seguro de que soy un vampiro?
Labrador se levantó, pero mantuvo sus ojos amatistas fijos en los míos esmeralda. No estaba seguro de que tipo de pensamientos le rondaban cuando tenía esa mirada. Era como si estuviese intentado averiguar lo que pasaba por mi cabeza o quizás el estaba simplemente pensando. Sea lo que fuese, me sentí incómodo al ser observado durante tanto tiempo.
-Eso puede esperar, Teito-kun. Por ahora, necesitas descansar.-con una simple toque de Castor en mi cabeza, mi cuerpo se volvió mantequilla. Mis párpados se hicieron muy pesados. De repente, me sentí muy cansado.
-Yo…no…tengo que salvar…Mikage…-como si me hubiese inyectado tres veces la cantidad de un medicamente para dormir, sentí mi conciencia empezar a flotar. Las voces se escuchaban como un lejano murmullo. Ni siquiera la cegadora luz me molestó más.
Desde lejos, muy lejos, escuche las voces de los tres mientras me alejaba hacia el mundo de los sueños.
-No pierdas el control de ti mismo. Morirá si bebes su sangre mientras él está débil.
-Ya sé eso. Pero…él…
-Entiendo. Huele bien, ¿no?
-…Si…
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Los sonidos de la campana hicieron eco en este mundo de blanco. Estaba de pie, solo, sucio y sangriento. Mis ropas blancas estaban manchadas de rojo oscuro, de sangre casi seca, pero esa no era mi preocupación. Miré a través de la puerta, hacia un edificio familiar. Los gritos de dolor de las personas de dentro, los llantos agonizantes de los niños, hacían que me doliese el corazón. Uno por uno, vi a esas personas ser mordidas, succionada su sangre por unas personas con uniforme negro. Sus ojos eran raros, tan llenos de sed de carne y sangre. Me asustaban. Quería correr, pero mi conciencia me impidió hacerlo. Sentía la necesidad de ayudar a esas personas, pero no podía. Sabía que no tenía la fuerza.
Mi pequeña mano buscaba la puerta, intentando abrirla, pero nunca la alcanzaba. La puerta se desvaneción, y apareció una persona con una dulce mirada. Su gran mano sujeto la mía suavemente. Estábamos andando, pero no sabía a dónde o por dónde, pero estaba feliz. Sonreí y él me devolvió la sonrisa. Sin embargo, esa felicidad no duró mucho más. La mano del hombre ya no sostenía la mía. Todo lo que quedó fue su mirada vacía. Sus labios ya no tenía la sonrisa amable que acostumbraba ver. Todo lo que quedó fue un vacío de susurros. Grité. Lloré.
-…to…¡TEITO!
Desperté con eso, con los ojos anegados en lágrimas, el cuerpo mojado de sudor.
-Fra…u…-mi voz era ronca y seca. Vi la borrosa cara del rubio con el ceño fruncido en una mezcla de preocupación y molestia. Sus manos agarraban mis hombros con fuerza, evitando que me levantase de la cama.-¿Yo…dije algo?-este suspiró aliviado, contento de que la pesadilla hubiese pasado. Siempre me ha afectado en casi todos mis sueños.
-Estabas gritando.-me estremecí involuntariamente. No creí que a menudo hiciese eso. Por lo menos, hasta ahora, Mikage no se había quejado o preguntado sobre eso.-…y llorando.-la última declaración hizo que me sonrojase furiosamente. Llorar en sueños es una cosa, porque todavía era un niño en ese sueño, pero pensar que un chico de mi edad lloró, ¿por un sueño? La sangre se agolpó en mi cabeza y mis mejillas de sonrojaron.
-Déjame ir.-traté de que sonase norma, pero el temblor de mi voz de traicionó.
El rubio mostró su habitual sonrisa burlona y me empujó aún más hacia la cama. Mi sonrojo se intensificó cuando me di cuenta de que este estaba demasiado cerca de mi cara. Se detuvo cuando sus labios llegaron al lado de mi oreja. Podía oler el tenue olor de las flores de su cabello. Cuando su respiración rozó ligeramente mi oreja, me estremecí. Tenía mucho miedo de que escuchase los fuerte que latía mi corazón por él.
-¿Sabes?-su cabeza descendió hacia abajo, hacia la base de mi cuello y entonces sus labios rozaron contra mi piel suavemente.-Te ves tan tentador en tus sueños.
-¿Qué…Qué diablos estás diciendo? ¡Déjame ir, Frau!-con todas mis fuerzas, intento apartarle, pero viendo el tamaño de nuestros cuerpos, definitivamente yo estaba en desventaja. Ni siquiera se movió, incluso después de utilizar toda la fuerza que tenía.
Podía ser considerado como terco, como Mikage siempre decía, y también odio perder. Siendo incapaz de hacer nada, ni siquiera empujar al hombre a un lado, realmente me molestó. Luché más aún. Incluso usé mi pie para patearle, pero no tuvo éxito. El pensamiento de "gritar" para pedir ayuda cruzó mi mente durante un segundo, pero lo deseché inmediatamente. No sería capaz de soportar la vergüenza si alguien entraba y me encontraba en este tipo de situación.
-Teito, déjame probarte…-ronroneó el rubio en mi oreja de nuevo.
-¿Qué quieres decir…?-pregunté débilmente. No podía luchar contra él, así que porqué luchar. Mi mano cayó inerte al lado de mi rendido cuerpo.
-Quiero tu sangre.-su susurro fue enfermizamente dulzón. No sé por qué, pero me gustó. Las palabras eran incomprensibles en mi cerebro, sin embargo, sabía lo que debía hacer. En lugar de responderle verbalmente, alcé mi mano y rodee su cuello. Tiré de él hacia abajo, acercándolo hacia mí.
Tomando eso como un "sí", Frau empezó a lamer mi cuello. Yo gemía suavemente en su oreja. Todavía estaba haciendo funcionar mi cerebro, buscando la respuesta de porqué hice eso, pero la respuesta se perdió para siempre cuando algo afilado atravesó mi cuello. El dolor me sacó de mis pensamientos y sisee de dolor. Realmente, no era exactamente incómodo. Estaba más sorprendido que adolorido. El rubio lamió la herida de nuevo y entonces chupó la carne tierna. Otro gemido escapó de mis labios. Mi mano inconscientemente agarró un puñado de su pelo. Estos eran suaves, inesperadamente suaves para un hombre como él.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, cuando volví a mis sentidos, mi cuerpo se sentía muy débil. Mis manos cayeron inertes a mi lado de nuevo. Mi conciencia empezó a tambalearse hacia delante y hacia atrás. Me preguntaba qué había sucedido. Era como si estuviese hipnotizado. Me gustó entregarle mi cuerpo a Frau y el chupó mi sangre. Espera, el chupó mi sangre… ¿eso significaba que era un vampiro?
-Para ahí, Frau. Lo matarás si bebes más de su sangre.
Volví la mirada en dirección a la puerta. Castor estaba de pie allí, apoyado en la pared con los brazos cruzados frente al pecho. Vestía una túnica blanca, a diferencia de ayer. ¿Y que es ese velo? Parecía una broma con eso.
-¡Frau!-si, incluso cuando se veía sombrío y serio como eso, todavía era divertido verlo con ese velo. Porqué se enojo tanto, me pregunto. Desde ayer, todos mantienen el ceño fruncido por mi culpa. ¿Cuáles eran sus problemas?
Dejando eso de lado, Castor daba miedo cuando estaba enojado. Frau parecía pensar lo mismo porque inmediatamente salió del trance en el que estaba y soltó mi hombro. Observé débilmente como ambos intercambiaban miradas. Frau parecía perturbado, mientras que Castor, indudablemente enojado. Quería pregunta. Quería saber muchas cosas, pero mi cuerpo no se movía. Me sentía tan débil.
-Así que…eres un vampiro…-eso fue todo lo que conseguí decir antes de que el sueño me envolviese de nuevo.
-¡Te dije que fueses cuidadoso!
-¡Lo sé! Lo sé pero…estaba bien sin sangre antes, ¡pero no sé porqué no puedo resistirme a él!
-…Lo entiendo…
-¿Lo haces?
-Sí. Si no hubiese tenido un contrato de sangre con Lab, debería haber hecho lo mismo. Me pregunto por qué ningún vampiro ha puesto sus manos en él hasta ahora.
-Creo que lo sé. Sentí el trazo de una barrera cuando bebí de él.
-De todos modos, hablaremos de esto más tarde. Lab necesita escuchar esto también.
-…
Comentarios Traductora: Aloha a todos~
Espero que os guste este primer capítulo de fanfic. Estoy realmente feliz de que me haya dado su autor/a original permiso de traducirla.
La historia original podéis encontrarla aquí: s/6140365/1/Bloods
Por si os interesa echarle un vistazo.
Espero que lo hayáis disfrutado y que esperéis con emoción el siguiente capítulo tanto como yo lo hice~
