I- DESTINO
Recuerdos de la saga anterior…
Ya pasaban tres años desde aquél trágico día en que se dieron a conocer los nefastos hechos, el dolor de esos recuerdos era ineludible, mientras Yuki miraba con nostalgia aquella sortija en su dedo, que ahora se marchitaba al ver con tristeza y apego las fotos
De su pequeño koi, las lágrimas se resbalaban sin cesar por sus dorados ojos… yo te amo, y nunca lo dejare de hacer –
¿Por qué sigues tan melancólico, eso sucedió hace mucho tiempo, piensa en el futuro que te depara….Además ya existirá una época en que nada te afectará, y lo verás todo gracioso…
¿Gracioso, pero que irónico resultas…
Vamos, tu sabes que las cosas son diferentes ahora, no te alegras, acaso de verme?
Por supuesto, que lo hago – mientras colocaba sus manos junto a las suyas…
Olvida ese pasado, que ahora estas conmigo y todo es distinto, la vida es una ruleta…
Rusa… lo sé, lo sé, pero a veces cuesta aceptarlo…
Créeme no te costará mucho – sonriendo
Sí…
fin del recuerdo
--pero a veces no puede evitar preguntarme el por qué tuve que esperar a que todas las cosas tuvieran que pasar de esta forma… si tan sólo hubiera sido de otra forma, tú no habrías pasado y hecho lo que hiciste…--
--ya no existe el si hubiera… las cosas pasan por algo… el destino quiso que sucedieran de esa forma…--
Yuki no pudo resistir más y se lanzo a los brazos de su amado y beso sus labios con pasión, amor…
--Te amo tanto mi Shuichi…-- coló una de sus manos dentro de la polera que llevaba Shuichi y acaricio su pecho, justo en el ligar donde se hallaba una pequeña cicatriz, vestigio de ese fatídico día, prueba de sus errores pasados
Aun podía recordar como sucedió todo, desde el disparo, la caída… el cuerpo de su Shuichi inerte entre sus brazos, la llegada de los paramédicos que tuvieron que luchar contra para arrancarlo de sus brazos, su desesperación al pensar que había perdido la luz de su vida, su guía, su vida, fueron los momentos más doloroso y agonizantes, era un dolor inigualable, una opresión en el pecho… como llamas ardientes…
Se abrazaba a sí mismo al no sentir el cuerpo frío de su Shuichi, observaba como sacaban los implementos de resucitación, vio como el cuerpo de Shuichi saltaba por las descargas eléctricas, era tan doloroso… deseaba ser él el que estuviera en esa camilla y recibiendo esas descargas
Cuando dijeron que habían regresado a Shuichi se puso a llorar, era tanta la emoción y el dolor, ni se había percatado en que momento habían llegado al hospital y menos en que instante lo estaban revisando, él sólo hecho de escuchar que su ángel había regresado con él era merito suficiente para traerlo a la vida, pero después de ahí pasaron las horas más largas de su vida, la bala había perforado el pulmón izquierdo, muy cerca de su corazón, sería un milagro que sobreviviera por más tiempo, todos hicieron vigilia esa noche, todos acongojados, preocupados, pero nadie podía igualar la desesperación que había en su corazón, las primeras 24 horas eran las más criticas, si lograba pasarlas, había una pequeña posibilidad de que sobreviviera, las horas pasaron lentas y burlonas, desafiando al padre tiempo, gozando con su pesar… Shuichi había logrado lo inimaginable, aun seguía con vida… pero como advirtió el doctor, traería consecuencias… ya no podría volver a cantar, ni bailar, nada que implicare un esfuerzo extra a sus pulmones y corazón, habían quedado tan delicado, que era un milagro que siguiera vivo
Ese era su pequeño, desafiando todo pronostico, todas las reglas y razonamientos, burlándose de la mismísima muerte, como el Sabía hacerlo…
Se sentía vivo otra vez… el estar junto a su amado ángel era lo más placentero y reconfortante que existe en este mundo
TRES AÑOS DESPUÉS…
La lluvia no paraba su incesante torrente sobre las ya alicaídas almas. El encuentro final era demasiado extenuante, excesivamente doloroso y lo que era peor, extremadamente cruel.
Como todas aquellas despedidas, en que es difícil el solo perder la vista del querido que emprende tan largo viaje, pero al menos tenemos la certeza de su regreso, un tiempo que se nos hace eterno en tales aires de espera, pero, ¿que sucedería, si este no volviera, o si fuera peor ya que este ni si quiera nos ha abandonado por voluntad, sino muy por el contrario, él ha dejado esta vida, con una huella palpable e inolvidable, calcando un rastro bañado de sangre en nuestro corazón, uno teñido bajo el nombre de SU MUERTE.
Entonces el corazón se contrae irremediablemente ante un vacío inexplicable, acompañado de todas aquellas sensaciones de remordimiento, cuantas cosas que faltaron por decir, por qué no estuve junto a ti para evitar tal atrocidad o simplemente porque no fui mejor contigo de lo que fui con otros. Preguntas típicas ante circunstancias como está.
Los rostros compungidos por la razón del encuentro en ese Viernes 15 de Mayo de tal fatídico año, que desde hoy sería imborrable en la memoria de tantos, pero quién entendería mejor el dolor, que quién lo padece en carne propia, el hermano de quien había fallecido, Maiko…
Shuichi, parecía un alma en pena, su mirada se perdía en el horizonte sin siquiera prestar atención a quien era su marido. Yuki trataba de entregar a su manera todo el apoyo necesario para estás circunstancias. Pero ¿Qué era lo que realmente pensaba Shuichi?. Desde aquél cambió de personalidad tan extremo, procuraba que no guardase nada en su interior, y entregarle así a Shuichi la seguridad íntegra de que ambos eran confidentes y partícipes totales de su amor. Si algo había que reconocer es que toda aquella odisea, había servido para unirlos más.
Las lágrimas se confundían con las caídas de las últimas gotas de lluvia, mientras Shuichi era ajeno a las palabras del resto, era como si sólo él estuviera allí, sólo era él, responsable de todo, pero no tenía porque contarlo al resto.
Ahora existía una responsabilidad más grande que la tristeza de su partida, Deila, había quedado huérfana de apenas cinco años, sin tener adonde ir. Sólo existía un camino y Shuichi junto a Yuki, sabían precisamente lo que tenían que hacer. La decisión estaba tomada y el DESTINO, simplemente esculpió tal designio, sólo quedaba esperar…
Ocho años después…
Deila, camina a pasos rápidos y seguros a los estudios de NG RECORDS, mientras ignoraba como unas cuantas miradas poco benévolas, la miraban con lujuria y deseo. No vestía tan extraordinariamente llamativa, pero su cabello largo y negro azabache, junto con los ojos violetas de sello particular de los Shindo, bastaba para hacerla ver atrayente a los ojos de terceros, tal y como lo era su actual padre.
Vestía unos jeans ceñidos con una blusa descubierta en los hombros.
Pronto llego a la oficina de su tío Tohma Segushi, al acostumbrado y afectuoso saludo matutino, cuando antes se topo con un meloso Sakuma, que le salto con Kumagoro en los brazos, asfixiante.
Deila: Tío, por favor, ya soy grande para esas cosas, suélteme…
Shuichi interrumpe la escena graciosa que se había formado entre ambos…
Shuichi: Ryuichi, pero que afectuoso (mientras reía y dejaba su seriedad, para cambiar repentinamente) SUKE SUKE SUKE! Hija mía!
Deila: (Con una gota de sudor extrema) AHHHH, bueno papá, he yo venía por lo del encargo (guiñándole el ojo)
Shuichi: (llora como chiquillo) Pero sólo has venido por eso KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!MALA!
Deila: Tu sabes que no (Con gotas de sudor)
Mientras tanto Shuichi subía por el encargo de su nena, a su oficina, en donde estaba k, y el resto de los integrantes del grupo. Ante la espera, Deila saca su vició del bolsillo, su cigarrillo, en tanto lo consumía con mucha impaciencia. En un momento en que Ryuichi bastante molesto la observaba de soslayo, como le disgustaba el vició que amparaba Shuichi a escondidas de Yuki, quién hace tiempo había abandono tal acto.
Shuichi, entro como tornado a la oficina donde yacían sus compañeros de trabajo….
¿¡ADIVINEN QUIEN ESTÁ EN NG RECORDS?...
Hiro: ¿Tan entusiasta, haber déjame adivinar, Yuki
Shuichi: (Con corazones en los ojos) Noooo, cerca, cerca….
K: (lo apunta con el arma) si no me dices, las cosas se pondrán feas, no se de paciencia, lo quiero saber right now!
Shuichi: (Temblando ante la negativa de K) bueno, bueno…
Suguru: ahh ya se, es Deila…
Shuichi: Bingo!
Todos repentinamente cambiaron sus expresiones, para bajar entusiastas al primer piso, en búsqueda de su niña querida. Aunque a saber de todos de un carácter bastante problemáticos a sus padres.
Nuevamente el dolor era fuerte, está vez le oprimía el corazón. Como había sido capaz de sacarle a flote esa vieja herida, que se repetía una y otra vez en su memoria. Quien decía amarla, la había lastimado. Esta vez su fortaleza usual se quebraba como el más fino cristal. Le habían roto el corazón por segunda vez, no quería darle la victoria a ese ser que la miraba en una forma interrogante y a la vez lleno de maldad, porque los ojos amatistas del otro le daban a entender que ese ya no era más el padre que llego a amar.
Yuki sólo guardaba silencio, mientras sus puños se contraían por la rabia e impotencia de no lograr desentrañar nada a su favor.
Por fin pudo dirigir la palabra a quien la seguía observando inquisitivamente, está vez las palabras duras y frías saldrían de los labios de Deila… - No tengo nada más que hacer aquí, no tengo porque escucharte, menos a alguien que dice estar decepcionado de mí, ya que la que realmente lo está, soy yo-…
Ahora el silencio reinaba tras la partida de la muchacha.
Nada más que el eco de sus últimas palabras hacían ahínco en la pequeña sala de NG Record.
El silencio fue interrumpido por la carcajada sutil de Shuichi, en tanto este se dirigía a quien era su marido, en una forma insinuante como lo había hecho tantas veces en el pasado, comenzando un juego que no terminaría tan bien como la vez primera.
Deila seguía fumando con total nerviosismo el último cigarrillo de la cajetilla, hasta que percato la mirada de enfado de su tío Ryiuchi.
Deila: vamos tío, no me mires así, me dirás que cuando joven nunca lo hiciste, por lo demás sabes por las tensiones que paso, sobre todo con mi padre (Yuki), sabes lo aprensivo que es, y lo problemático que resulta el que se llegará a enterar de que vengo a grabar con mi grupo para ensayar mi música, si solo supiera que es mi vía de escape…
Ryiuchi: (La miro examinante, y seriamente le dirigió la palabra) Es verdad, el problema Deila, es que aunque no fuera un ensayo, no tiene porque no dejar que sigas la línea de tu padre, porque crea que te vas a volver una rebelde, o cosa por el estilo… (Ahora más infantil) yo diría que se trata más bien de celos de padres!
Deila quedó meditativa por un momento, mientras sólo ella y su grupo sabían que no era simplemente un ensayo, sino lo que querían era conseguir un contrato para un disco. Aunque tenía claro que ninguno de los dos padres permitiría tal cosa. Era cierto que Shuichi podría comprenderla, pero no ha la corta edad de 15 años, éste le había exigido al menos los 19 años, o sea la misma de él en sus comienzos.
Impaciente espero la llegada de sus compañeros, mientras unos pasos en el pasillo le confirmaban su hipótesis, en tanto una sonrisa de satisfacción se dibujaba en el rostro de la muchacha…
Iusgen: Hola querida, Deila, como guitarrista estrella, he venido a corroborar nuestro estrellato a la fama! Y ahora…. AUHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Mientras Deila, le piso fuertemente el pie a su compañero, quien la miraba ahora con ojos asesinos desde una esquina, amenazante, mientras se vestía con un traje de demonio, y los demás integrantes caían de espaldas…
Deila: bueno entremos de una buena vez al estudio….(le dijo al oído) y procura ser mas discreto con lo del disco, baka (ahora sonriendo – marca Segushi)
Ryiuchi: chicos, nunca cambiaran…
Tatsuha: ¿Quiénes nunca cambiarán?
Ryiuchi: nanoda! Me diste un gran susto, a Kumagoro y a mí… es que los chicos son muy traviesos, recuerda el plan es esconder está información a Yuki – san… Me encantan los misterios…
Tatsuha: (Acercándolo repentinamente a su cuerpo) que tal, si investigamos un misterio, más sorprendente, el de tu y yo en un cuarto…
Ryiuchi: Tatsuha, que cosas dices, delante de Kumagoro…
Hiro: (Interrumpe) ¿Qué cosas dicen?
Mientras los otros se tiñen de rojo sus mejillas…
Shuichi: Guarden la compostura al menos, estamos en trabajo, o sino K- san nos dejará el cuerpo lleno de agujeros, mejor vámonos a hacer lo nuestro y dejemos a los chicos relajarse un poco.
Hiro: (Tocando su frente) ¿Tienes fiebre, Shuichi, desde cuándo tan trabajador…
K aparece con una cara de mercenario furioso, pateando la puerta, mientras todos aparecen en versión chibi ante los disparos de K, rápidamente recibiendo el incentivo necesario para retomar la labor.
En tanto…
En el estudio.
Deila, cantaba a todo pulmón gracias a su privilegiada voz angelical, junto a la guitarra eléctrica de iusgen, al igual que el teclado de Kensehn y la batería de kugoh. Por lo que veía casi un grupo de puros hombres.
La sesión había sido abundante, y ya perfeccionaban completamente el primer tema de su proyecto a disco.
Iusgen un poco tímido miraba a Deila, antes de dirigirle la palabra, en tanto los otros ya se habían ido del estudio…
Deila: ¿Qué te sucede Iusgen, te noto algo nervioso o es idea mía?
Iusgen: la verdad…..es que sí, tengo una propuesta algo arriesgada para nuestra amistad… ¿aceptarías salir conmigo este fin de semana?
Deila: (Con un poco de sensualidad, recordando así un aire al Shuichi malo) Pues, bien, te diré que arriesgas una amistad, tú sabes que podríamos terminar en otra cosa, y eso es lo que me temo…
Iusgen: (Coqueteando en una forma más directa que Deila) Pues hace tiempo, que estamos con estos juegos, llevo más de un año siguiéndote el paso, a que tengamos un noviazgo, ¿hasta cuánto más tendrás a este pobre hombre en tales pasos, tu sabes que yo no quiero una amistad contigo
Acercándose a sus labios, con total riesgo, cada vez la cercanía a Deila era mayor, sin darse cuenta unos pasos se aproximaban al pequeño estudio. Pero sólo en ese instante existían ellos y nada más que los estorbará. Las perseverancia de Iusgen había dado efecto, pero sin embargo tuvo que esperar todo un largo año para conseguirlo, el beso iba a dar comienzo en una forma pasional, sin embargo, la puerta abrirse de improviso, logro interrumpir la oportunidad dorada del muchacho. Mientras una fingida tos de un Yuki, un poco molesto los observaba de reojo…
Yuki: ¡Tenemos que irnos, es tarde y tu padre aguarda…
Iusgen: (Reverencia) Buenas…
Yuki: (Interrumpe molesto) ¿Y dime qué tienen de buenas?
Deila, noto la tensión de su padre en sus ojos… ¡Bueno, nos veremos más tarde, Iusgen….!
Iusgen, estaba totalmente atemorizado frente a la presencia de quien sabía que no le tenía ningún aprecio, aquellos ojos dorados, le intimidaban de una forma indescriptible. Sin explicar su visita, ni mucho menos su actuar. Era como si repentinamente fuera su aliado.
El de ojos gatunos, quería saber algo que le diera más pistas de su hija, y sólo el podría ayudarlo como pensaba.
No existía manera de comprender los planes de Deila, pero se tramaba algo, que pudiera servirles para terminar con todo este embrollo que se traía entre manos Shuichi. Sin duda había sacado la astucia de Maiko. Pero a la vez le preocupaba esa independencia mal entendida, esa falta de comunicación que le guardo es su corazón. Y se estropeo aún más con el error imperdonable que cometió. Hizo pagar todos los errores de Shuichi, con la incriminación de creer que ella misma actuará igual, por sus genes, confiscándola en un hospital psiquiátrico donde el viejo doctor a que todos ya odiaban, la dopo, entorpeciendo sus reflejos, sin más que revivir un horror. Su escape era justificado, al igual que su alejamiento.
¡Escúchame, es importante, Iusgen, cualquier paradero que tengas al respecto, debes comunicarlo, debemos evitar una tragedia!... Sobre todo si Shuichi, está con ese sujeto, no sabemos lo que puede pasar, por Kamisama, no me perdonaría sí!…
Iusgen interrumpe… ¡Pues, le aseguro, Yuki – San, no dejaré que nada pase tampoco!
Ambos emprenden caminos juntos hacia el vehículo que los llevaría en un rumbo indescifrables quizás el final de está historia. Sólo habría que esperar el DESTINO.
Yuki: ¿Quién era el muchacho, y por qué trato de besarte? ¡Dímelo!
Deila: (Con una gota de sudor en su rostro) Es solamente un amigo, papá, vino a visitarme, nada más que eso…
Yuki: desde cuando un amigo, se despide tannnnnnn afectuosamente, no me mientas Deila, tengo muchos años de circo, como para que lastimes mi inteligencia, y no nos moveremos de aquí hasta que me lo cuentes todo…
Shuichi (Interrumpe) Pero dime, ¿por qué torturas tanto a nuestra hija? Es joven y en verdad no estaría mal que tuviera un noviazgo.
Yuki: pero no tan joven… o porque tienen que suceder, yo estaría feliz con que ella fuera soltera eternamente…
A lo que Deila suelta una estrepitosa carcajada, que sorprende a ambos… Pues ustedes creen, que yo, quedaría soltera, no sirvo para esos trotes padres, ni mucho menos para aguantar sus niñerías…
Yuki: Haber, haber, como es eso, ¿Con quién crees qué hablas muchacha, mide tus palabras, que nuevamente colmas mi paciencia…
Shuichi: (Entre medio de la guerra que se ha formado) por favor, calmen esos ánimos…
Deila: Pero papá, el quiere que sea una monja, yo quiero vivir, ser joven, tu sabes…
Mientras los demás miembros de Bad Luck escuchaban toda la conversación y veían todo lo que sucedía a unos cuantos metros, sin que lo contendores se percataran de su presencia…
Deila continuaba conversando, y usando su personalidad sensual le dijo, algo a Yuki que le trajo a la memoria irremediablemente al alterno de Shuichi, al igual que al resto que presenciaba la conversación… ¡que eres iluso, yo no te debo nada, yo merezco vivir mi juventud!...
La frase era casi exacta a una de las tantas de Shuichi en aquella época…
No se hizo esperar la reacción de Yuki, una fuerte bofetada que resonó en todo el pasillo..
Yuki: (Sorprendido pero decidido de lo que había hecho) No permitiré que suceda de nuevo, el problema debe ser atacado desde el comienzo!
Deila, miró a su padre con una rabia infinita, sentía como todo su cuerpo se consumía en una gran ira, para finalizar con la reacción menos esperada, una lágrima rodaba por su mejilla, que ahora estaba sutilmente hinchada… ¡Te odio, nunca me comprendes, tu no me quieres, para salir corriendo por los pasillos de NG Records.
Hiro: Yo creo, que tu reacción Yuki- San, fue la correcta, se oyó como…
Shuichi: lo sé, pero jamás habría llorado, eso demuestra que es diferente a mí, sólo es una muchacha que tiene las típicas crisis de adolescencia, no es como para que la golpearas Yuki (ahora molesto)
Yuki: Yo, ahora yo, soy el culpable, no.- No queremos que suceda de nuevo, parece que tu eres el único que no quiere entender, ¿no es así?
Shuichi: Claro que lo comprendo, pero no en ese extremo, quieres arreglar a la muchacha a punta de coscorrones, ¿Dime?
Yuki: bueno es cierto… pero… pero… ¿Qué más quieres qué haga, nadie me enseño a prever esto…
Shuichi muy molesto, está vez lo miro decidido… No recrimines a la muchacha por mi culpa, ella no tiene nada que ver con esto, si aún no eres capaz de perdonarme, entonces ya sabes la solución, hace tiempo que no soy el mismo Shuichi, débil de antes. Al menos eso me heredo está personalidad. No quiero más compasión sólo la verdad…
Yuki, lo miró sorprendido… ¿Qué insinúas entonces, acaso quieres separarte de mí, no seas ridículo….
Shuichi se dirigía rápidamente a buscar sus cosas, cuando Yuki lo detiene suavemente… Oye, lo siento, amor, he sido un tonto, de verdad perdóname… es que no se que es lo más correcto…
Shuichi está vez, lo miro con dulzura y le entrego un fugaz beso en que se reflejo toda su comprensión, mientras ambos iban en búsqueda de la muchacha, en tanto los otros comentaban lo sucedido. Algo había cambiado, y ese algo se gestaba de hace tiempo.
Simplemente todo tenía una explicación razonable o quizás…. Quizás Yuki tendría razón, los genes Shindo eran los causantes de tal personalidad, y está podría traspasarse a Deila.
NOTA:
Este ha sido el primer capítulo, espero que sea de su agrado, al comienzo resultara confuso, pero a medida que vaya avanzando se comprenderán todos los aspectos citados en cursiva.
Este fics, nuevamente es una colaboración de gaby con mery – sama.
Apóyennos, porque incentivará aquello nuestra vena poética…y novelística.
SAGA ÁNGEL NEGRO 2 EN PROGRESO…
