El despertador sonó, con ese molesto ruidito que muchos estudiantes terminaban odiando por el resto de sus días, a eso de las 6:30 de la mañana, lo que le daba tiempo suficiente al vocalista de los Warbles a bañarse, vestirse, embutir su cabello en gel prohibiéndole la libertad de esa manera a sus adorables rizos y bajar a tomar un desayuno decente antes de la primera clase del día a las 8:10 de la mañana. Sin embargo, cuando el aparató anunció la hora de levantarse Blaine Anderson ya tenía sus ojos bien abiertos. A diferencia de su compañero de habitación que había dormido sin dificultades toda la noche (lo confirmaban sus ronquidos), el moreno no había logrado descansar absolutamente nada. Y es que hoy era el día. Hoy le diría a Kurt Hummel, ese adorable niño de ojos color cielo, que movía su mundo.
Pasó todo el periodo escolar despistado y nervioso pero a la vez también ansioso, tenía la leve esperanza de que sus sentimientos aún fueran correspondidos. Esperaba, de todo corazón, que sus torpes acciones en San Valentín no arruinaran sus planes románticos.
Y fue así como esa misma tarde se lo dijo tal como lo tenía planeado. Tomó su mano suave, admiro su expresión de asombro y se atrevió a probar por primera vez el sabor de sus labios. Caramelo. Dulce y embriagante. Esa tarde decidieron obviar el ensayo de su dueto y dejarse en caer en uno de los sillones de la academia Dalton para besarse como si no hubiera mañana. Ambos pensaban, sin que el otro supiera, que acababan de descubrir la droga más dulce y adictiva del mundo.
-Es tarde-le dijo entre besos-ya anocheció.
-Mmh-fue toda la repuesta que recibió de su compañero quien no dejaba de jugar con su cabello liberándolo del gel y dándole de esta manera libertad a lo que él consideraba los rizos más adorables.
-Nos-nos perderemos la cena. – Y no es que le importara mucho, si fuera por él se pasaría toda la vida así. Con Kurt sentado a su lado, abrazando su cintura y besando esos labios tan cálidos y suaves-Dios Kurt…
-¿Qué pasa?- le pregunto separándose. ¿Había hecho algo mal? Él no tenía mucha experiencia en esto. A decir verdad ninguna porque el beso de Karofsky no lo consideraba como tal, jamás. -¿Hi-hice algo… algo mal?
-¿Qué? No claro que no, como crees…-tomo su rostro de niño entre sus manos y depositó un beso corto en la punta de su nariz- es solo que es la primera vez que me siento así.
-¿Así cómo?-pregunto en un susurro sin dejar de mirar esos ojos llenos de colores tan enigmáticos y que ese instante parecían brillar como nunca antes.
-Así… así tan enamorado. Siento mi corazón latir más fuerte que nunca y mi vientre lleno de mariposas. Dime, ¿Qué me has hecho Kurt Hummel?
El mayor soltó una risita- Lo mismo te pregunto Blaine Anderson.
Ambos se rieron y volvieron a besarse, lento y suave, conociendo sus sabores, su tacto, su aroma y sus tiempos. La cena había quedado en el olvido, al menos por hoy.
Realmente espero haya sido de su agrado! Prometo ir mejorando en mi escritura y actualizar lo antes posible, siempre y cuando la universidad me lo permita :D !
Como dije, serán una serie de drabbles aunque no tengo idea cuantos sean, pueden se 20! Es que esta pareja da para tanto (': ! También aviso que en los capitulos siguientes pueden haber escenas subidas de tono por si a alguien no le gusta.
Un beso para todas/os ! Forever klaine!
