Historias similares a esta debe haber millones... pero no pude evitar escribirla... porque no pude evitar imaginarme algo como esto luego de ver el episodio de ayer... espero que igual les guste!

Dial B for Beckett

Kate Beckett salió de darse un extenso baño de inmersión. Se puso una bata de seda y unas pantuflas y se sentó en su sillón a tomar una copa de vino y a mirar televisión. Eso era relajarse para ella, especialmente después de un caso como el que había tenido esos días.

Si lo hubiera pensado antes, seguramente no habría tenido idea de cómo manejar las cosas con el alcalde y con Castle… pero al final de cuentas, el hombre no había resultado culpable y ellos habían podido probarlo. Y Gates tenía razón… había que ir paso a paso…

Mientras cambiaba de un canal a otro en busca de algo que la distrajera antes de irse a dormir, recibió una llamada en su celular…

Sin mirar el identificador de llamadas atendió.

-Beckett…- dijo y hubo una pequeña pausa- hola?

-Ah… creo que me equivoqué de número…- dijo una voz masculina suave, que ella inmediatamente reconoció.

-Castle?- dijo y sonrió, no podía evitarlo.

-Disculpe… me dieron este número… me dijeron que si en algún momento me sentía solo… era una excelente forma de sobrellevarlo…- siguió él en el mismo tono y Kate sofocó una risa.

-Es tarde, sabes?- no quiso seguirle el juego ella.

-Lo siento…- dijo él que no quería entregarse- le repito que me debo haber equivocado… pero antes de cortar… me gustaría decirle que tiene usted una voz increíblemente encantadora y sexy…

Kate sacudió la cabeza. Castle seguía queriendo jugar con ella. Y por alguna razón, Kate sintió que quería seguirle el juego, quería saber adonde llegaría él con eso.

-Disculpa el maltrato… - dijo ella con voz sensual- ha sido un día largo en el trabajo…- sonrió jugando con la cinta de su bata.

-Me imagino… - dijo él y suspiró. Kate cerró los ojos y ponderó si ese juego no sería demasiado peligroso.

-Bien… dime… cuál es tu nombre?- dijo ella.

-Alexander… - jadeó él y ella sintió que su cuerpo se erizaba.

-Cuéntame, Alexander… en qué puedo ayudarte?- le dijo ella y lo escuchó suspirar.

-Como te he adelantado… me siento un poco solo… y estoy necesitando algo de…

-Terapia?- lo interrumpió ella.

-Algo así…

-Bien… creo que puedo ayudarte…

-Eso me gustaría mucho… y dime… para hacerme a la idea… cómo eres?

-Importa eso?

-Para mis fantasías si…

-Y cómo soy en tus fantasías? Cómo me describirías?

-Para mi eres… una hermosa mujer… atractiva… alta y con largas piernas… no muy voluptuosa, sino con las curvas exactas para volver loco a cualquier hombre… cabello largo y ondulado… ojos expresivos… claros tal vez… y unos labios que te invitan a devorarlos… así te imagino yo…- le dijo y se produjo un silencio.

Kate sintió calor en sus mejillas, lo que estaba escuchando era demasiado fuerte… tomó otro trago de vino y trató de relajarse.

-Bien… me gusta…

-Me alegra…- dijo él y sonrió- y dime… qué llevas puesto?

-Solo una bata… acabo de salir del baño…- dijo sin pensar y luego abrió los ojos, sin saber como remediarlo. Realmente debería estar orgullosa, estaba haciendo un excelente trabajo… sacudió la cabeza y esperó su comentario.

-Mmmm… -dijo solo él- casi puedo oler tu shampoo con aroma a cerezas…

-Tienes mucha imaginación, Alexander…- dijo ella y sonrió.

-Es una de mis cualidades…

-Qué hay de las otras?

-Soy bueno escuchando… buen compañero… se puede decir que no tengo apremios económicos… y soy buen amante…

-Quien dice?

-Muchas mujeres, de las que no recuerdo sus nombres… aunque hay una sola a la que me gustaría demostrárselo…

-Ahhhh…- jadeó ella- y apuesto a que esa es la que te interesa…- dijo y alzó la ceja.

-Si… pero no por eso… es mucho más profundo que el sexo…- dijo él y ella sintió que todo su cuerpo vibraba al oír esas palabras.

-Bien… y por eso te sientes solo…- resumió, tratando de cambiar de tema.

-Por eso…- dijo él- dime… qué estás haciendo?

-Estoy sentada en mi sillón… hablando contigo… y tomando una copa de vino…

-Me gusta el vino… me gustaría acompañarte…

-Lo estás haciendo ahora mismo…

-Y me gustaría…- dijo y se interrumpió, no sabía hasta donde podía llegar con ella.

-Qué te gustaría?- quiso saber ella.

-Tantas cosas… me gustaría besarte…- dijo él

-Besarme?

-Si, en ese lugar específico, en la base del cuello… en donde seguramente colocas unas gotas de perfume… y luego seguir la línea del cuello y llegar a tus hombros… y detenerme ahí un momento… saborear tu piel…- le dijo y escuchó que ella se tensaba.

-Suena bien…- logró decir ella cuando pudo hablar.

-Lo se… dímelo a mi, que me lo estoy imaginando…- dijo y ella sonrió.

-Yo también…- dijo ella en voz baja y grave.

-Ah si?- se sorprendió él- entonces deberías quitarte esa bata para mi… porque yo, en mi fantasía, ya lo he hecho… y sigo testeando esa maravillosa piel que tienes debajo…

-C… Alexander… no se si puedo hacer eso…- dijo ella con sinceridad, las cosas se le estaban yendo de las manos.

-Por qué no?

Se produjo un silencio en la línea y él estuvo a punto de pensar que la comunicación se había cortado.

-Estás ahí?

-Si…- jadeó ella.

-Por qué no puedes hacer esto?

-Porque quizás me gustaría que vinieras a hacerlo en persona… - dijo y sintió que el corazón se le detenía unos segundos, esperando que él contestara.

-Si quieres podría estar ahí en unos minutos…- dijo tentativamente.

-Eso sería mucho tiempo…- dijo ella mordiéndose el labio.

-Entonces podrías abrirme la puerta… - le dijo él y ella abrió los ojos tratando de comprender.

Kate sintió un clic en la línea, él había cortado. Se levantó del sillón y caminó lentamente hacia la puerta. Su respiración y su corazón estaban desfasados… no estaba segura de haber escuchado bien…

Se acercó y observó por la mirilla. Lo vio ahí parado, serio, casi nervioso.

De pronto la asaltó el miedo… acaso le abriría la puerta a Castle para acostarse con él? Así de sencillo? Sin ninguna cena romántica, flores, admisión de sus sentimientos? Luego de más de tres años de idas y vueltas?

Kate recordó su desilusión en aquel hotel de Los Angeles, cuando finalmente había tomado la decisión de pasar la noche con él y cuando abrió la puerta, él se había ido…

Eso no pasaría esta vez… ambos querían y necesitaban estar juntos…

Kate juntó fuerzas y abrió la puerta. Sus ojos se encontraron con los de Rick que lucía más nervioso de lo que ella esperaba…


Qué tal? Se imaginarán lo que sucedió después... aunque quizás quieran leerlo... escucho opiniones! Gracias por leerlo!