Boku no Hero Academia/My Hero Academia no me pertenece. Esto es mero entretenimiento.
...Perdón. No he podido resistir escribir más de Togata e Izuku. Amo a Togata, maldición. Debería hacer otras cosas pero en lugar de eso estoy aquí, satisfaciendo mis necesidades por ver a estos dos juntos.
MiriDeku. Relación no establecida.
Cicatrices
1
Necesita hacer cualquier cosa para distraerse, quiere reprimir el impulso por mirar. Puede que ya lleve algunos días haciendo su pasantía pero le parece un poco descortés el ver sus marcas sin pedir permiso.
Y como le avergüenza el pedirlo opta por suprimir sus deseos.
-Descansemos un poco, Midoriya-kun. -Escucha al más alto quien le hace un gesto para que le acompañe a la pequeña sala.
-Ah, de acuerdo. -Responde en automático.
Le sigue de cerca y aprovecha que va detrás de él para mirar sus brazos. Se siente tan incorrecto.
Y a todo esto ¿por qué decidió parar? Estaban organizando algunos papeles en la oficina de Nighteye, el cual había salido junto a Bubble Girl a patrullar. No era un trabajo particularmente agotador, así que no pudo evitar dirigirle una mirada consternada al mayor cuando se sentó en el sofá enfrente de él.
-¿Cómo te sientes aquí?
-¿Eh?
-¿Te has adaptado al trabajo? -Le pregunta mientras se inclina hacia enfrente, más cerca de la mesa de centro y de él.
-Ah, bueno... Sí, todo está bien, no es-
-¿Puedo ver tus manos? -Le interrumpe.
Pudo esperar cualquier otra pregunta menos esa. Sabe que su gesto está en blanco cuando la sonrisa del otro crece. No sabe qué decir y cuando el muchacho le extiende la mano izquierda es incapaz de negarse, con cautela le da su mano derecha y cuando le extiende la derecha le da su mano izquierda y el otro le sujeta con cuidado.
Togata Mirio podía llegar a ser muy peculiar.
Está nervioso, por el momento el mayor sólo le sostiene por las muñecas, y no sabe dónde poner la mirada. Empieza a sudar y percibe las gotas caer por la parte trasera de su cuello, esto es extraño. Inesperadamente siente los dedos del más alto acariciarle, masajeando el dorso de sus manos, hace movimientos circulares sobre sus tendones hasta llegar a sus nudillos y entonces se detiene.
-Tienes buenas manos, Midoriya-kun. -Le dice mientras le ve a los ojos. No es capaz de responderle y sólo mueve la cabeza. -¿Puedo? -Le pregunta mientras apunta las cicatrices en su mano.
-Ah, sí... Sí.
Las mejillas le arden, ¿pudiera ser que él también estuviera viendo sus marcas?
El toque de Togata es más premioso de lo que pensó. Perfila las cicatrices en su dorso con paciencia, con cuidado, como si pudiera lastimarlo, como si aún le dolieran. Quiere decirle que no hay problema, que ya no hay dolor sin embargo no puede hacerlo, está embelesado, fascinado por el joven y poco a poco siente que la sangre se acumula en sus mejillas. Espera que el otro no lo note.
No se da cuenta en qué momento el rubio ha dejado de mover sus manos, y en cambio es él quien mueve sus manos sobre las del otro. Sus cicatrices son más pequeñas que las suyas, cubren no sólo el dorso de sus manos sino que se extienden por sus antebrazos, dibuja las marcas y se pregunta cómo se hizo cada una de ellas. Mientras siente sus cicatrices percibe los músculos del muchacho y entonces se detiene, ¿qué estaba haciendo? y enrojece abruptamente cuando ve que los ojos oscuros ajenos le miraban con especial atención.
-L-lo si-siento, -tartamudea -yo no...
Sus disculpas hacen al mayor sonreír más y sin entender lo que pasa atina a encogerse en su sitio, qué vergonzoso.
-Tus manos son amables -le dice sin quitar esa sonrisa de su rostro, -es difícil creer que lastimen. -Repentinamente jala su mano derecha y la acerca a su rostro. -Son las manos de un héroe. -Le dice con una sonrisa cálida.
Distraído en el gesto del otro no se percata de lo que hace hasta que siente una presión singular en su mano derecha; ha entrelazado sus dedos y le sujeta con firmeza.
-Me gustas, Midoriya-kun.
¿Eh?
¡¿Ehhh?!
De verdad Togata Mirio era alguien muy peculiar.
