Disclaimer: Los personajes que aparecen en este fic son propiedad de JK Rowling, solo los reviews son mi recompensa.

Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de las Casas 2015-16" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


"Es más vergonzoso desconfiar de los amigos que ser engañado por ellos" - Jean de la Bruyere.

Lady Voldemarta

—Familia, tengo que anunciar... —la voz de James se alzó sobre las demás, pero fue rápidamente interrumpido por una veloz pelirroja.

—¡Lo sabía! —exclamó Rose.

James la miró con temor poco disimulado en los ojos.

—Rose, ¿tú...?

Pero la pelirroja volvió a interrumpir su diálogo.

—¡Si, lo sabía! Sabía que eras tu el que les dio a los muggles toda esa información de nosotros.

El primogénito Potter la miró sorprendido, aunque también algo aliviado.

—¿Pero, qué..? —Ronald Weasley miraba lívido tanto a su hija mayor como a su sobrino.

—¡TÚ! —un dedo se encontraba señalando a James. El gritó de Hermione se escuchó por toda la casa—. Tú fuiste quien le dijo a esas muggles de mi relación con Malfoy, Snape, Dumbledore, McGonagall, Voldemort... —Hermione comenzó a contar con los dedos según iba nombrando a supuestos enemigos, amigos, conocidos o muertos, mientras el rostro de su esposo pasaba del pálido a rojo en cuestión de segundos.

—¡SÍ! —la voz de Rose volvió a alzarse—. También de que Draco Malfoy era en realidad mi padre y que tengo una relación secreta con Scorpius.

—¡NO! —exclamó Ron—. Con ese no... —Weasley se estaba levantando cuando la mano de Hugo se aferró a su brazo.

—Pero papi —dijo con timidez—, cuando le vas a contar al tío Harry y a la tía Ginny que en realidad yo soy tu hijo con papá Draco —la sala se silenció como por arte de magia, aunque segundos después comenzaron nuevamente los gritos.

—¡Ya basta! —James se subió a la mesa mirando con cuidado a sus parientes sentados a la mesa—. Yo solo quería decirles que voy a casarme con Astoria Malfoy la semana que viene...

Desde su posición a la cabeza de la mesa, Harry se levantó golpeando con las manos la mesa.

—¡Eso si que no! —gritó fuera de si—. No te metas con la madre de mi hijo.

Su esposa lo miró alucinada, con la boca abierta como un pez. A su lado, Rose tenía una expresión a juego. Llevada por la culpa, la Ravenclaw se dirigió a James.

—Perdón, James. Yo no tenía la intención... —susurró con la mirada fija en el suelo, pero todos en la mesa lograron escucharla. La carcajada de James la hizo levantar la mirada.

—Oh, pero si realmente fui yo —dijo con una malvada sonrisa—. Lo hice porque yo soy... —un trueno resonó a la distancia—, Lady Voldemarta.