Disclaimer: Los personajes pertenecen a S.M. La historia es mía, espero que les guste :D
Capítulo 1
– Mira mamá, mira como vuela la mariposa – dice el niño de no más de cuatro años mientras persigue una cometa.
Él se ve completamente adorable. Míralo, piensa sobre sus pensamientos, sus ilusiones, lo que hace en su tiempo libre y lo que sueña en las noches. No parece complicado. Ahora, mira a la madre mientras lo persigue con preocupación en sus ojos, tratando de evitar que tropiece con las piedras del parque. Hay algo común entre los dos. Algo que la mayoría de personas ha olvidado porque no creen que sea importante en sus vidas. Algo que yo no he sentido en años.
Felicidad. Pura felicidad.
Ahora, piensa sobre una joven atenta a la escena a pocos metros. Ella trata de fingir que no está mirando, pero lo hace. Es como esos sueños que están siempre en tu cabeza, pululando como pequeñas mariposas, incluso puedes imaginar que son del mismo color púrpura de la mariposa de la cometa del niño. Siempre están ahí llamándote, atormentándote, pero al igual que una mariposa su tiempo de vida es muy corto y ves con dolor como mueren lentamente y se pudren en tu corazón.
Eso es lo que siente Bella Swan al mirar a la madre y al niño, ella ve como ese sueño de toda su vida muere agonizante. Más ahora que siente una decepción profunda por toda la población masculina después de haberse enterado que su novio de más de cuatro años la ha estado engañando durante algo menos que las tres cuartas partes del tiempo que duró su relación.
Lo sé, eso es bastante deprimente, pero es aún más deprimente que yo sea esa tal Bella Swan.
Recojo mi bolso y me levanto de la banca mientras escucho como el niño ríe fuertemente. Pienso que dentro de poco no será la risa de un niño desconocido la que escuche, sino de mi propio hijo.
A mis 28 años he creído estúpidamente que mi vida era perfecta. Imaginando y viviendo de una falsa felicidad que nunca fue tal. Como estar en una burbuja de perfección que un día en una extraña casualidad explotó.
Ahora a más de mil kilómetros de mi ciudad natal me siento libre de decir que nunca he sido completamente sincera conmigo misma. Que mi trabajo como auditora de una gran empresa no era realmente lo que deseaba. Que mi novio de toda la vida, el de los modales correctos, el de la moralidad intachable, el del trabajo perfecto y el siempre comprensible en realidad sólo era una mentira inventada y fielmente creída por mí misma, en mi afán de controlar mi propia vida para sentirme "realizada".
Hoy es como un juego, incluso un poco gracioso y extraño de mirar. Es cierto eso que dicen, el que vive de fantasías se rompe tan fácil y tan rápido como una pompa de jabón en su propio orgullo.
Camino de regreso a mi realidad presente, esa que he fabricado con un único objetivo. La librería está medianamente llena, miro a los hombres en mi camino imaginando si alguna de sus características físicas podrían ser parte de ese hijo que tanto necesito, pero la mayoría de especies masculinas que asisten a una librería por lo general no son aquellos de a los que les va el "sexo casual".
Me paro detrás del mostrador y sigo observando, tomando en cuenta todo lo que debo encontrar. Es más difícil de lo que alguna vez imaginé. No puedo arriesgarme a una enfermedad venérea y no estoy dispuesta a una inseminación artificial. No quiero que alguna vez el donador trate de buscarme, es por eso que necesito a un desconocido, pero no cualquier desconocido, sino un "perfecto desconocido".
Ya sabes, buenas características físicas y un intelecto aceptable, pero las fuentes de especímenes perfectos no existen, o por lo menos yo no las he encontrado. Ahora tal vez entiendas por qué todo esto es un juego para mí, algo así como una mantis religiosa en busca de su pareja para luego decapitarlo y quedarte con los bebés. Sonrío, es bastante absurdo, lo sé, pero no por eso menos divertido. Pero tranquilízate querido lector, porque definitivamente no soy una asesina de hombres. Sólo quiero un bebé y después no mirar atrás.
Es por eso que todos los viernes me pongo mi máscara, esa de aquella mujer que nunca he sido, y trato de encontrar al "ingenuo" que me de sus genes. Puede sonar bastante frío y desafectivo todo esto, pero cuando la soledad es asfixiante y cuando toda tu vida y tus aspiraciones desaparecieron tan rápido como te diste cuenta que nunca amaste al hombre con el que planeabas casarte, entonces no hay nobleza. Sólo queda el instinto de supervivencia y la fe de conseguir lo que realmente necesitas y yo no quiero estar sola.
Me miro al espejo y reconozco a esta mujer, ella me ha acompañado durante seis meses de infructiva búsqueda y al igual que yo ella tampoco se rinde. Ella usa con naturalidad ese siempre y útil vestido corto, a ella no le importó teñirse el cabello, no le molesta pintarse una sonrisa en su rostro y se siente la reina del mundo al ponerse sus tacones. Es una suerte que las dos poseamos la misma alma, la diferencia está en el enfoque. Ella está completamente segura de lo que quiere y hará todo por conseguirlo, así que la sigo y es en noches como esta cuando las dos somos una sola.
Le sonrío al conductor del taxi con coquetería mientras me subo. Al notar el interés del hombre me reconozco a mí misma en mi propio éxito. Trato que todos los hombres vean lo que quieren ver, es como un espejo, y ellos me reconocen por lo que pretendo ser. Una mujer de relaciones fáciles. Una mujer de sexo de una noche.
Me digo a mi misma que esta es mi noche, que hoy voy a encontrar al hombre adecuado. Hubo ocasiones en las que efectivamente encontré un buen prospecto, pero a veces el hombre no estaba interesado y en otras simplemente no pude lograr acostarme con él. Fueron pocos casos ¿cuatro, tal vez? El gran problema radicaba en que ese "él" usaba protección, así que… no había ninguna diferencia. Necesito encontrar esa delgada línea entre la consciencia y el olvido. Si puedo lograr que el hombre no esté en sus cinco sentidos puedo hacerlo caer, pero tampoco creo en el exceso de alcohol y las drogas. Como verás… no es una misión fácil, pero el que busca encuentra y yo sigo intentándolo.
Al entrar a la discoteca abarrotada busco a mi presa y confío en lo que dijo mi ginecóloga durante la primera cita que tuvimos cuando tenía quince años.
"Bella, la protección es muy importante y no sólo por las enfermedades venéreas. Una mujer puede quedarse embarazada incluso con una sola relación sexual"
Elimino gran parte del recuerdo de mi mente y sólo me quedo con lo importante.
"Una mujer puede quedarse embarazada incluso con una sola relación sexual"
Miro a los hombres que me sonríen y los evalúo. El de la esquina es alto y guapo a su manera, pero el rojo de los ojos y la mirada ligeramente perdida me indican que está drogado. Giro mi rostro y lo descarto, no quiero sus genes en mi hijo.
Camino por un pasillo escuchando las risas, y los gritos de entretenimiento mientras busco al hombre, aquel que sea el indicado. Al llegar a la barra observo a dos tipos sentados, los dos me miran y los descarto sin pensar al verlos fumar. Sigo buscando alrededor mirando, ojos azules, verdes, grises, marrones. Cabellos rubios, castaños, negros y pelirrojos. Pieles claras, oscuras. Altos bajos. Delgados, atléticos y sobre alimentados. A medida que pasa el tiempo me siento frustrada al no encontrar algo que llame mi atención, algo que quisiera ver en los ojos de mi hijo por el resto de mi vida.
La música es alta y la perdición ligera, le sonrío a todo aquel que me mira, me muevo contra aquellos que se acercan a bailar conmigo en medio de la pista, pero siempre encuentro trabas y termino por descartarlos.
Al final de otra noche no productiva me siento en la barra y llamo la atención del barman.
– Un whiskey seco – digo
– Lo mismo de siempre – me responde con una sonrisa. A veces he considerado acostarme con él, pero he conocido a su novia y no quiero hacerle a ella lo que me hicieron a mí.
Cuando la discoteca cierra esa noche regreso a mi solitario apartamento sin nada. De nuevo.
Llego al edificio donde vivo y me preparo mentalmente para la rutina del fracaso. Bajo del ascensor en mi piso y me saco mis tacones. Busco las llaves del apartamento y espero la voz de mi vecino. Es como una costumbre, al parecer los dos seguimos el mismo camino.
– Una noche agitada, Bella. Siempre es así los viernes – dice un hombre a mi espalda. Ah, él nunca decepciona.
– Bueno, siempre hace falta un poco de diversión en la vida ¿no crees? – me recargo contra mi puerta y lo miro con coquetería.
Él me sonríe. En esa extrañamente intrigante sonrisa suya.
Edward Cullen parece llegar exactamente de la misma situación de la que vengo. Su cabello está desordenado y su camisa tiene desabrochados los dos primeros botones, además que huele a zorra barata. La diferencia es que él parece haber obtenido lo que buscaba y yo no.
Justo ahora creo que somos iguales en el exterior. Dos personas jóvenes atrapadas por los vicios de la vida. Yo sé las razones por las que regreso cada noche de fin de semana en estas condiciones, me pregunto cuáles son las suyas.
Edward abre su puerta y extiende su mano en mi dirección.
– Te veo cada noche de viernes aquí ¿por qué no entras y nos conocemos un poco? – dice tambaleándose un poco.
Me río y me acerco a él, soy provocadora y lo más sexual que puedo. Es la forma en la que me he acostumbrado a ser, o por lo menos mientras ella todavía tiene el control y sólo se va hasta que me he quitado el maquillaje. Es esa máscara que algún día podré quitarme.
– Tal vez otra noche Edward. No pareces… al 100% de tus condiciones – paso un dedo tentativamente por su brazo y él me sonríe. Edward no es imbécil, sabe que estoy tratando de seducirlo.
– Una noche aceptarás.
– Lo haré.
Los dos entramos a nuestros apartamentos y doy por terminado mi típico encuentro del viernes por la noche con mi promiscuo vecino.
Limpio mi cara y siento como ella me abandona, preparándose para la próxima ocasión. Cepillo mis dientes y me acuesto en mi cama. Miro el calendario y suspiro.
– Un día más – susurro al tachar el 14 de agosto del papel – Muy pronto, muy pronto – me repito porque es todo lo que puedo hacer. Si darme esperanza a mí misma es la única forma de sobrevivir, no dudo en hacerlo.
Hola :D
Bueno, esta es una idea que vino de sopetón. No será un fic muy largo ¿tal vez unos diez capítulos? No planeo darle muchas vueltas.
Espero que les guste, este capítulo es muy cortito y tal vez los próximos sean un poco más largos. Si alguna me quiere matar por no actualizar hasta que te conocí se debe a una pequeña sorpresa que les tengo preparada.
Las quiere, fer92
