La isla desierta

Mayo, ese mes era un caos; todo el hospital se estaba preparando para la conferencia que darían: Cuddy estaba decidida a encontrar más capital para el PPTH y había logrado que le prestaran un yate para hacer allí la conferencia, estaba segura que con eso lograría ganar montones de dinero. Estarían dos días a bordo y disfrutarían de un día libre para divertirse y relajarse.

Ya estaban las invitaciones repartidas, los doctores más importantes ya habían confirmado su asistencia al evento al igual que los empresarios mas reconocidos.

Ella sabía que faltaba alguien y de se iba a tener que ocupar personalmente: eran más de las cinco, dedujo que House se había ido a su casa; no dudó ni un momento, salio del hall a buscar su auto para dirigirse a la casa de Greg.

Toco la puerta, una, dos, tres veces, ya estaba lista para irse cuando un Greg vestido apenas con unos boxers blancos le abrió la puerta.

Lisa no sabía a donde mirar, estaba enfrente de ese hombre que tanto deseaba semi desnudo y hasta parecía que medio borracho.

H: que queres Cuddy?- la voz sonaba ronca.

C: puedo pasar?-estaba roja de los nervios

H: según…vamos a tener sexo?- ya salía la parte lujuriosa de House.

House se sentía en confianza porque ni siquiera atinó a ponerse una remera, le invitó un trago y se sentaron en el sillón. Por un momento se le fueron los ojos a Greg, estaba hermosa… en esos día empezaba a hacer calor y su jefa llevaba un pollera un poco más corta de lo normal, y una musculosa roja, como le gustaba ese color. Cada día se sentía más atraído por ella pero era demasiado orgulloso como para aceptarlo.

C: vine para darte tu invitación, que en tu caso es obligatoria, para la conferencia que se dará el mes que viene en el yate del Sr. McLaghan.

H: no.

C: si

H: no

C: Housee!

H: aaaayy si Cuddy, golpéame mas!- se estaba burlando de ella en su cara, amaba hacer eso una y otra vez.

C: Gregory House, basta! Vas a venir o te despido, tenes que armarte una valija para 3 días. Los empresarios se quedan dos pero los del hospital nos quedamos un día más.

H: No pienso ir a ningún crucero ni siquiera a subirme al mismo barco que todos esos mentiros y cretinos.

C: -debía hacerlo ir si o si, y una idea vino a su cabeza. El nunca se había resistido a sus encantos así que lentamente se acercó hasta quedar sentada casi encima de él, colocó sus labios muy cerca de los del nefrólogo el cual ya estaba sumamente excitado y podía sentir su respiración muy cerca y le dijo susurrando…- Si vas, no te vas a arrepentir nunca, te lo puedo asegurar.

Se movió un poco para bajarse de las piernas de House y muy suave rozó la mano por la entrepierna de Greg haciendo como si no se hubiera dado cuenta. Su empleado estaba demasiado hot y no aguantaba más.

La tomó por la cintura atrayéndola así él y posó sus labios en el cuello de su jefa haciendo que un pequeño gemido de placer saliera de su boca.

Estaban los dos solos, lujuriosos y sedientos de placer el uno frente al otro, desesperados por amarse. Pero ese preámbulo, House lo hizo eterno. Las manos de este recorrían cada milímetro del cuerpo de Lisa lentamente, convirtiéndolo en una tortura eterna pero hermosa a la vez.

La excitación de Greg era demasiado evidente pues solo llevaba puestos sus boxers.

Lisa creyó ver el cielo cuando una de las manos de su hombre se perdió bajo su falda, obligándola a que lentamente se la quitara.

C: vamos a tu cama Greg…- las palabras apenas lograban unirse.

House la tomó por los hombros y la coloco en el suelo, el sobre ella, besándose mientras se arrastraban a la habitación, ni siquiera podían caminar.

Entre besos y caricias termino de escaparse la ropa que sobraba. Estaban desnudos uno frente al otro, como tantas veces habían querido. No tardó mucho para que Lisa rogara que greg se mezclara con ella convirtiendose en un solo cuerpo.

Ella sobre el, hombre y mujer, moviendose para sentir cada vez más placer. Llegaron al climax mientras las manos de Greg la atraían hacia el. Se besaban desesperadamente como si se fuera a acabar el mundo.

No basto mucho para que se tumbaran uno al lado del otro mirando al techo. Lisa se aferró a él..

C: vas a venir o no a la conferencia?- la cara mostraba la picardía que vivía en ella

H: voy con una condición.

C: a ver… decime cual es

H: quiero poder amarte así cada noche, hermosa.