CAPÍTULO 1
Tenia la cabeza hecha un lío, mis problemas aumentaban en segundos, yo siempre dije que ellos eran lo primero y si, daría mi vida por Lissa pero... tampoco creí que la perdería tan pronto.
Me quedaba toda una vida por delante, sabia que las vidas dhampirs eran cortas pero esto era injusto una muerte por nada, yo no había matado a la reina y su nota lo demostraba, pero tenia que enseñarse la a poca gente, gente de confianza, tenia que ver a Lissa rápido, era ahora mismo en la persona que mas confiaba, bueno, y Dimitri claro, ya volvía a pensar en el.
Aunque me rechazara mil veces yo lo seguiría amando mas que nada y me dolía haberlo perdido, perder tanto tiempo, meses buscándolo para matarlo y luego salvarlo, cuando supe que había manera de salvar strigois; no me importo ya que sabia que era mi deber y que cuando lo salvara íbamos a estar juntos PARA SIEMPRE, pero no, el decía que me había hecho mucho daño y no podíamos estar juntos, que ya no me amaba; era imposible tenia que seguir amándome, sino porque protegerme en la cafetería...
Alejé mis pensamientos de el, no por mucho tiempo. No quería estar en ese lugar y pensar que es donde pasaría mis últimos días, sin ver nunca mas a mis amigos , ni a mi madre, ahora ya nos podíamos considerar madre e hija; ni a Lissa ni a Dimitri... eran las dos personas que mas amaba:
Lissa era mi mejor amiga del mundo como una hermana para mi, y Dimitri... el era el hombre que yo amaba, no habían mas explicaciones, yo podía querer mucho a Adrian pero Dimitri era quien me hacia feliz, me hacia sentir bien, por una vez yo primero,bueno, nosotros; Adrian solo me pasaba la tristeza que tenia por no tener a Dimitri.
Me senté en la cama, puse mis rodillas pegadas a mi pecho y apoyé la cabeza en ellas, cerré los ojos, pensé en todo, mi infancia cuando conocí a Lissa ,cuando solo eramos unas niñas inocentes que le tirábamos libros a la cabeza del profesor, bueno solo yo; nuestra adolescencia, donde pasó el accidente y desde ese momento me convertí en la "guardiana" de Lissa, nuestro vinculo se formó y me centré sólo en protegerla, bueno me despistaba pero nunca le pasó nada; huimos de la escuela y vivimos en Portland, pero nos cogieron y volvimos al infierno.
En la escuela conocimos a Christian que aunque no eramos íntimos, cada día eramos mas amigos, aunque Lissa izo mejor relación con el.
Mia, desde el principio nos cayó mal, pero después resultó ser una moroi muy agradable.
Eddie, un dhampir guardián como pocos hay, y Mason, al recordarlo me cayó una lágrima de culpabilidad que rápido quité de mi mejilla.
Adrian que me quería mucho, y aun me quiere, en teoría estamos juntos pero realmente solo es mi amigo.
Mi madre que poco a poco nos fuimos llevando mejor, al menos ahora tenemos relación, pensar en que ahora tengo una madre me iza soltar otra lágrima, la verdad es que si que la quería y mucho, y me gustaba tenerla, a veces se parece mucho a mi. Ella es una gran guardiana. Conocí a mi padre... no tengo mucho que recordar de el, pero saber que lo conozco me izo sonreír
Y por supuesto estaba mi sexy mentor, mi dios ruso, mi Dimitri. Las imágenes volaron por mi cabeza: buenas y malas, miradas, entrenamientos, castigos, risas, abrazos, lagrimas, besos y la cabaña... me recordé allí, entre sus brazos, sus enormes y musculosos brazos, besándome el pelo, el cuello, los labios; y acariciándome la piel, cosa que hacia que mi columna recibiera espasmos de electricidad.
Pero de golpe vino la imagen en la iglesia, donde me decía que ya no me quería, NO, sacudí la cabeza y volví a la cabaña, Dimitri besándome.. Vino la imagen de el strigoi y volví a sacudir la cabeza, y otra vez en la cabaña donde el me decía que cuidaría de mi, que no dejaría que nada me pasara, esa frase resonó en mi mente, el me amaba mas que nada en el mundo.
Me llamaba por mi nombre en ruso.
Roza... las imágenes buenas vinieron a la mente, nuestro amor era puro y nos amábamos mucho, las lágrimas me caían por las mejillas de solo pensar que lo perdería todo.
Roza... las imágenes malas vinieron a la mente , él strigoi, el diciéndome que no me amaba mas, las lágrimas caían con mas frecuencia , el sí me amaba, no podía haber desaparecido nuestro amor para él.
Roza... imaginaciones mías de nosotros dos en la playa, juntos, con Lissa y Christian, nosotros tomando el sol diciéndonos que nos amábamos, las lágrimas ya eran pesadas y calientes, sollozaba de la tristeza, temblaba del miedo de perder lo que mas quería en el mundo...
-Roza.
La voz de Dimitri resonó en mi cabeza de una manera que parecía que el estuviera allí delante ,no me atreví a abrir los ojos para no desilusionarme de que el no me amaba, ni de que nunca vendría a verme.
Su olor de aftershave fue captado por mi olfato dhampir haciéndome temblar, no podía ser verdad...Mi imaginación estaba en los límites, cuanto lo extrañaba.
Abrí los ojos aun temblando y suspirando, los ojos llenos de lágrimas me emborronaban la vista, había alguien, abrí mas los ojos.
Y allí estaba el, mi amado, el único que podía hacerme pasar de este mal momento, allí, cogido a las barras de hierro, mirándome fijamente con preocupación, con esos ojos café que tanto me gustaban, me hicieron temblar de emoción. Había venido, su alta y musculosa figura estaba a 2 escasos metros de mi, pero habían rejas que nos separaban, una gran adversidad para mi. El estaba libre, yo no.
Dimitri suspiró haciendo que mis sentidos se agudizaron por su presencia.
-¿Qué haces aquí? ¿Como te han dejado entrar? - dije con un hilillo de voz, no podía hablar...
-Les dije que me había dejado algo aquí en las celdas- señaló mi celda, donde yo me encontraba, allí
había estado el, en el mismo lugar. Esto me reconforto de una manera extraña, miré a mi alrededor y apreté las sabanas de la cama donde estaba sentada.
-¿Que te dejaste? - pregunte haciéndome sentir ridícula.
Dimitri rió, esa hermosa risa que me hacia estremecer y querer abrazarle, esa bella sonrisa que le iluminaba el semblante.
-Solo vine a verte,-hizo una pausa- ¿cómo estas? -Pregunto ladeando la cabeza.
-Bien -dije inconscientemente de la pregunta, sólo le miraba y le admiraba, yo lo amaba mas que nada y entonces me di cuenta que el también me observaba, con cara de preocupación, entonces caí en que le había dicho que estaba bien pero tenia la cara llena de lágrimas, roja y creo que aun seguía tiritando, pero era por el poder de su presencia.
Entonces dibujo una sonrisa triste en la cara.
-Voy a sacarte de aquí.
Sus palabras resonaron en mi mente, mi mentor, mi amado dios ruso iba a sacarme de la cárcel,el iba a romper las mas grandes y estrictas reglas del mundo moroi por mi, aunque decía que no me amaba se le notaba en los ojos que no era verdad la desaparición de su amor, eso me llenó de alegría y salté de la cama.
Fui directa a las rejas donde las apreté fuerte para poder estar mas cerca de Dimitri, el no se retiró, nuestras manos casi se rozaban y nuestras caras estaban a escasos milímetros. Como lo echaba de menos, mis rodillas temblaban por la poca distancia que nos separaba, sus ojos estaba fijos en los míos, no nos separamos, aunque sabia que no podía besarle, me moría de ganas y hasta me planteé la oportunidad, pero entonces Dimitri abrió la boca para hablar.
-Lissa ha hecho un plan en el mismo juicio, un magnifico plan. Estaba tan enfadada que se puso a plantearse las oportunidades de sacarte y ha encontrado una fantástica oportunidad.- dijo con una sonrisa aun en la cara y esta a una escasa distancia de la mía
Asentí, la emoción de la situación en la que nos encontrábamos no me dejó decir nada.
-Lisa me explicó que como yo ya vuelvo a ser dhampir- eso me izo recordar él de strigoi, pero aparté el pensamiento de la cabeza y me volví a adentrar en esas bahías de color marrón que tenia Dimitri como ojos.- tengo que ir a visitar a mi familia, en Rusia. En teoría salgo hoy, cojo un coche esta noche y me voy al aeropuerto, pero no es así,-dijo divertido- me esconderé toda la noche y todo el día de mañana y por la noche durante el cambio de guardia te vendré a buscar y te vendrás conmigo,-eso hizo que la emoción aumentara- nadie sospechará que estás conmigo porque en teoría, yo ya estaré en Rusia - yo, irme a Rusia con Dimitri, los dos solos... ACEPTOOO!-
Lissa solo tendrá que usar la coacción en alguna persona que vigile mientras el cambio de guardia.
Asentí y me acordé de la nota que me dio la reina. La saqué de mi bolsillo, Dimitri me miró intrigado, solo se la podía enseñar a personas en las que confiaba, y Dimitri era una. Se la entregué. La leyó un par de veces.
-¿Quién te dio esto?- preguntó extrañado.
-Ambrose.
-Si esto es cierto, que no dudo de tu palabra,-eso me levantó el animo- tenemos que enseñárselo a Lissa, la única manera de que dejes de ser acusada y buscada cuando descubran el plan será si Lissa llega a tener poder entre la realeza moroi.
-Por eso tenemos que encontrar al hermano de Lissa.
-Entonces nosotros lo buscaremos cuando salgamos de aquí pero ¿cómo?
-mmm...-pensé- cuando fui a Rusia conocí a una alquimista. -nombrar mi viaje a Rusia izo que Dimitri de estremeciera- ella nos ayudará, ya que los alquimistas saben sobre todo moroi.
-Bien entonces cuando hayamos hablado con la alquimista, iremos a buscar al hermano de Lissa.
-La llamaremos para que se venga, hablen y podamos volver sin yo ser perseguida.
-Si, entonces ella hará un viaje con Christian, Eddie, Mia y Adrian.
-Allí es donde nos encontraremos todos.- Dimitri asintió de nuevo.
-Bueno,¿Qué te parece el plan? -dijo en voz baja, como si fuéramos niños planeando robar galletas del tarro de la cocina.
-Perfecto!- sonreí de oreja a oreja poniendo mi mejor sonrisa, nos quedamos mirándonos unos instantes mas, esos ojos...oix, no podía ser que me hubiera olvidado si no, no haría eso por mi, y como si me hubiera leído los pensamientos.
-Los amigos siempre se ayudan y no quiero verte mas aquí cuando sé que eres inocente. - la palabra "amigos" me izo una punzada pequeña en el estomago, pero sabia que lo decía para disimular y lo demás era puro amor,o eso quería pensar.
En todo nuestro viaje a Rusia tendría la esperanza de sacar ese amor escondido que el tenia.
-Bueno...- dijo apartándose un poco, cosa que me molestó -me tengo que ir, es que tengo que hacer las maletas para mi viaje. -dijo resaltando MI VIAJE haciendo unas comillas con las dedos- Nos vemos mañana por la noche Roz... ee... Rose.- Dimitri iba a llamarme por mi nombre en ruso y lo corrigió porque ahora somos ''amigos'',eso me izo sonreír, Dimitri aunque fuera ruso nunca se equivocaba.
-Adiós camarada!- sonrió, cosa que era rara, cuando le llamaba camarada siempre se molestaba; y me guiñó un ojo. Se alejó por el pasillo sin girarse.
Y allí estaba yo, aun parada en los barrotes siguiéndole con la mirada. Feliz me estiré en la cama, mañana iba a salir, iba a ir a Rusia con la familia de Dimitri y en un viaje muy muy muy largo íbamos a estar solos, no creía que Dimitri se ablandara ni un poco, pero yo iba hacer que nuestro amor floreciera de nuevo, el había disimulado mucho y hasta me había hecho sufrir pero el me amaba, lo sabia y no me iba a rendir.
