PARA SARA.

fELIZ CUMPLEAÑOS, ESTE ES MI REGALO, ESPERO QUE TE GUSTE.

ENTRE EL AMOR Y EL ODIO.

CAPITULO 1: LA ENVIDIA

Draco Malfoy se encontraba en la biblioteca, haciendo sus deberes de historia de la magia.

El curso había comenzado hacia poco tiempo, era el sexto año del muchacho en Hogwarts.

Muchas cosas habían cambiado con respecto a otros años, aunque él claro estaba

era un Malfoy y se negaba a aceptarlas.

Su personalidad también había cambiado un poco, a diferencia de años anteriores

ya no le divertía tanto reírse del resto de la gente, ahora se interesaba por

otras cosas, pues como el mismo solía decir ahora era mas maduro.

También cosas habían cambiado en su familia, el señor tenebroso había vuelto a caer

el año pasado, como no gracias a el gran Harry Potter.

Era por esto que muchos magos habían acusado a su padre de mortifago y pretendían

llevarlo a Azkaban donde se encontraba Lord Voldemort actualmente.

Pero el no creía que su padre fuera un mortifago, claro que no, siempre que le

había preguntado a su padre acerca de esto el no le había contestado ni que si, ni

que no. Simplemente le había dicho "¿y tu que crees?" pero el nunca había encontrado

el valor suficiente como para decirle "si, creo que lo eres" así que se conformaba

con decirle "no padre, no creo que lo seas, que disparate"

Pero aun así su vida seguía siendo mas o menos la misma.

Los deberes eran tremendamente aburridos, se hubiera dormido si no fuera por que eran

35 centímetros de pergamino que tenia que entregar para el día siguiente.

De repente la puerta se abrió haciendo un sonoro ruido, como lo que estaba haciendo

era soberanamente aburrido no pudo resistirse a levantar la vista del papel.

Entonces la vio aparecer por detrás de las estanterías con su paso rápido y su fugaz

mirada, estaba claro estaba buscando a sus odiosos amigos H.Potter y R.Weasley.

Que asco les tenia, los odiaba, le parecía que esa chica era muy guapa y el claro

estaba, era el chico mas guapo de toda la escuela, al menos en su opinión, pero nunca

se acercaría a la sabelotodo de Gryffindor habiendo mas chicas por ahí.

Pero sin embargo no dudo en seguir deleitándose con el cuerpo de la chica, la siguió

con la vista hasta que se sentó en una mesa donde estaban los dos chicos, desde su

silla pudo escuchar parte de la conversación de estos:

- Hola Hermione- dijo el pelirrojo mirándola con cara de "ya era hora"

- Hola chicos ¿qué estáis haciendo?.

- Deberes de pociones, no sabes como odio a ese Snape y a toda su casa de

asquerosos niñatos- Malfoy se sintió un poco ofendido pero no dijo nada porque no

quería que se dieran cuenta de que les estaba espiando.

- Ya y yo- dijo Ron- sobretodo a ese Malfoy, llevo seis años soportando sus

estúpidos comentarios, si es que no se da cuenta de que se va a quedar mas solo que

la una, de que nadie soporta su estúpida arrogancia, además no hace mas que utilizar

a las personas sobretodo a las chicas, si yo fuera tu Hermione me andaría con cuidado.

- Si, Ron lo se, pero Malfoy jamás se me acercaría, además si se me acercase...- la chica

iba a hablar mas de la cuenta así que cayo rápidamente antes de terminar su frase y

dejar que sus compañeros se dieran cuenta de lo que iba a revelarles.

- ¿Si se te acercase que?- dijo Ron.

- Nada -replico la chica mirando hacia la mesa contigua donde estaban Seamus y Neville .

Justo en lo mas interesante de su escucha Draco fue interrumpido por la voz de Crabe:

- Hola ¿quieres?- dijo alargándole la mano con la que sujetaba un pastel de nata y mermelada

de frambuesa- los acabamos de robar de las cocinas- dijo meneando el pastelito ante Malfoy

con un leve giro de muñeca.

- Por favor Crabe acaso crees que voy a aceptar ese bollo repugnante, os vais a poner

como cerdos- dijo Malfoy, luego se corrigió- ya estáis como cerdos.

- Bueno veníamos a buscarte...para- empezó a decir Goyle- por si te querías venir a tirarle

petardos a los de primero.

- Por favor -volvió a exclamar Malfoy- mañana tenemos un examen ¿por qué no estudiáis un

poco y os dejáis de tonterías?-dijo este en un tono despectivo, pensando que sus amigos

eran unos inútiles, en ese momento miro rápidamente a la mesa de los amigos Gryffindor,

vio como reían y hacían los deberes al mismo tiempo y como Hermione le ayudaba a Ron a

comprender mejor un problema planteado en encantamientos, volvió a mirar a los dos

muchachos y les dijo- marcharos no quiero veros mas id a tirarle petardos a los de primero.

Estos dos no captaron la ironía de las palabras de Malfoy y se marcharon sin rechistar.

El chico volvió a mira instintivamente a la mesa, y ya no pudo soportarlo mas cogió sus

libros y lo tiro todo dentro de su mochila se levanto haciendo mucho ruido se la hecho

al hombro y se marcho con paso raudo hacia su sala común.

Se paro delante de entrada y pronuncio la contraseña con voz clara-"cola de salamandra"- la

puerta se abrió y el chico paso a la sala decorada por todas partes con adornos de color verde.

Subió a su cuarto y dejo la mochila, cogió su escoba y se dirigió hacia el campo de

quidditch esa tarde no tenia entrenamiento pero volaría un rato mientras conseguía poner

sus ideas en orden.

Cuando llego al campo los de Revenclaw estaban entrenando allí.

- Debí suponerlo, como fue que no lo recordé.- dijo para si mismo en voz muy baja.

En vista de las condiciones decidió que volaría por encima del lago así no molestaría

a nadie pero eso no era lo que mas le preocupaba el no quería reconocérselo así mismo

pero se había ido de la biblioteca porque le molestaba las caras felices de sus compañeros,

y tampoco quería estar en su sala común por eso, ni tampoco quería ir a arrojarle petardos

a nadie porque eso no iba a hacer que se sintiera mejor.

Cogió la escoba y voló, voló tan alto que desde el suelo apenas podía distinguirse su

figura y se olvido de todo de lo que había pensado, y no quería poner los pies en la tierra

porque sabia que solo se había olvidado parcialmente y cuando volviera a ver esas caras

durante la cena esa rabia interior que lo devoraba volvería a salir.

Así que decidió que lo mejor que podía hacer era no ir al Gran Comedor, busco mentalmente

un sitio donde pudiera estar solo sin nadie que le molestara, inmediatamente se le

ocurrió, la sala de trofeos todo el mundo los tenia ya muy vistos y siempre solía

estar vacía además tenia una cálida chimenea donde poder calentarse.

Cuando el cielo se oscureció completamente el chico de cabellos rubios bajo de su

escoba y se dirigió a la sala común de lo Slytherin, antes dejo su escoba y cogió un

libro el del examen del día siguiente, historia de la magia, todo un rollo, estaba

seguro de que esto le ayudaría a mantenerse distraído y así fue, estudio durante tres

horas, sacaría la mejor nota.

Pero poco después su estudio se vio interrumpido por una risa, una carcajada sonó cerca

de la puerta de la sala de trofeos. Como no quería que nadie le descubriera allí solo

estudiando se oculto detrás de un sofá cercano a unas vitrinas, la sala estaba casi a

oscuras por lo que al que fuera le resultaría difícil verle.

Fue entonces cuando la puerta se abrió bruscamente, la traspasó una chica de pelo castaño

seguida por un muchacho que la esta agarrando por la cintura.

Malfoy no podía cree lo que veía eran Harry Potter y Hermione Granger.

No podía ser, ¿lo que veía era una imaginación o era real?. El moreno abrazo a Hermione

y la beso apasionadamente, como el lo hubiera hecho si hubiera tenido la oportunidad.

Esto era demasiado para Draco, no podía soportarlo mas y lo reconoció en silencio para

si mismo, tenia envidia:

Quería vivir sus vidas.

Tener un mejor amigo muy inteligente o uno muy simpático y gracioso.

Quería tener a la chica mas inteligente de la escuela para el solo.

Quería vivir intrépidas aventuras.

Ser el favorito de todos los profesores no solo del asqueroso de pociones.

Quería ser tan famoso que todo el mundo le conociera.

Quería ser encantador, que todo el mundo le quisiera y le valorara.

Pero el era Draco Malfoy no podía tener ninguna de estas cosas como mucho podía

convertirse en un mortifago de un mago viejo, débil y acabado.

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El Slytherin espero largo rato detrás del sofá, hasta que la pareja se marchó.

Cuando salió de su escondite era tan tarde que tendría que tener cuidado por los

pasillos si no quería toparse con el celador del colegio.

Iba imaginándose como seria su vida perfecta, pasaba ante sus ojos como una película, estaba

tan metido dentro de ella que equivoco el camino y llego justamente a la puerta de la biblioteca.

La empujo temeroso por si había alguien allí. Escudriño el interior de esta desde la puerta.

Estaba vacía decidió pasar. "tal vez halla un hechizo de la felicidad " se dijo a si mismo.

Paseo a lo largo de las estanterías aunque iba leyendo los títulos de los libros, no se

había tomado muy enserio su pensamiento anterior ya que lo había pensado como algo irónico.

Finalmente se quedo dormido en una de las mesas.