N/A: Dije que intentaría estar más activa, me es difícil, pero lo haré, así que me tome el tiempo de corregir este oneshot que escribí hace casi tres años, voy a ver si puedo ir sacando todo lo que tengo por allí archivado.

Este relato es algo polémico, peeero cuando lo escribí lo hice desde un punto de vista muy realista, quizás Naruto no es el mejor personaje para imaginarlo en esta situación, pero vamos a imaginar que es un ooc de Naruto o quizás es simplemente un hombre como muchos, nadie es perfecto.

Ya están advertidos. Como siempre los personajes son de Kishimoto, sólo es mío el relato aquí presentado. Evitemos los plagios.


-Otra mujer-

By ASUKA02

Capitulo único

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—¡La viste con ojos lujuriosos!

—Claro que no Sakura-chan, sólo estaba asombrado de su vestido tan brillante. —respondió Naruto mientras seguía los pasos de su esposa.

Sakura estaba celosa y furiosa, nunca se había sentido insegura respecto a Naruto, él nunca había mirado con tanto interés a una mujer que no fuese ella, Sakura tenía miedo de perderlo, de que la dejara por una mujer más joven.

—¡Yo te vi, conozco tus gestos, esa mujer te gusto!

Sakura entró a la casa azotando la puerta, cerrándola justo en la cara del Séptimo, pero él logró echarse para atrás antes de recibir el golpe en la cara.

El ninja abrió la puerta con cautela y se sorprendió de que ella no le hubiera puesto los seguros. Vio que la pelirosa ya iba subiendo las escaleras hacía la segunda planta y la siguió mientras trataba de hacerla razonar.

—No me gusto esa mujer. —insistió mientras la seguía.

Sakura se detuvo a medio camino y Naruto tragó con dificultad.

—¡Te pasaste toda la ceremonia hablando con ella! —le gritó señalándolo con un dedo. —¡y no fui la única en darse cuenta!

Naruto se pasó una mano por sus rubios cabellos, estaba muy estresado y no sabía qué hacer para contentarla, ella tenía razón, el tiempo se le fue atendiendo a esa hermosa mujer.

—¡Ella pertenece a la realeza Sakura-chan y soy el Hokage, tenía que mostrarle mi atención! —le explicó alzando la voz.

—¡No me grites! —gritó Sakura.

—¿Qué pasó?, ¿por qué pelean? —preguntó una niña rubia abriendo una de las puertas.

Tenía su pijama de dormir, Sakura se mordió los labios al darse cuenta de que habían despertado a su hija, ella y Naruto estaban discutiendo en un pasillo de la gran casa.

Naruto vio a su hija y rápidamente intento calmarla —Nada Kasumi, sigue durmiendo, papá y mamá también van a dormir.

—Escuché que mamá dijo que te gusto otra mujer. —comentó Kasumi viendo directamente a su padre.

Otra niña salió del mismo dormitorio.

—¿Otra mujer? —preguntó su hija menor, era Hanami, la hermana melliza de Kasumi.

—No es nada, tu madre malinterpreto algo. —respondió rápidamente el Kage.

Las dos hermanas miraron a su madre esperando una confirmación, Sakura que hasta los momentos no había intervenido tuvo que hacerlo.

—No es nada hijas, no se preocupen, sigan durmiendo.

Sakura besó la frente de sus hijas y procedió a caminar unos cuantos pasos hasta llegar a la habitación matrimonial donde entró aun furiosa. Afuera en el pasillo las dos hermanas se quedaron con su padre.

—Ella no me resulto creíble —comentó Kasumi.

—A mi tampoco —concordó Hanami.

Naruto se tenso cuando sus dos hijas clavaron su mirada en él, —ha sido un malentendido, vayan a dormir, iré a conversar con su madre.

El Séptimo se dirigió a la habitación sintiendo la mirada de sus hijas en su espalda, gracias a Kami-sama Sakura no uso el seguro y él pudo entrar, de lo contrario sus hijas confirmarían sus sospechas de que algo andaba mal.

El Séptimo entró en el dormitorio y se asustó cuando vio a su esposa haciendo una maleta —¿qué haces Sakura-chan? —le preguntó con miedo.

—Tu maleta, ahora que sé que tienes una amante no voy a tolerar esto —le respondió agresiva metiendo toda la ropa de Naruto en la maleta.

Naruto se enfado —ya te explique todo, —hizo un esfuerzo por bajar la voz y calmarse —estas inventando cosas que no son.

Ella le miró indignada. —quizás no sea tu amante, pero debes tener una y también quieres que ella sea una de tus amantes.

Él resopló, —no tengo ninguna amante.

—¿Crees que soy idiota?, desde hace unos meses siempre tienes reuniones hasta tarde y no tenemos sexo desde hace mucho tiempo.

Naruto dio un paso atrás muy ofendido, no era la primera vez que discutían por su horario de trabajo, pero si la primera en que ella lo quería echar de la casa por supuestamente no atenderla.

—¡Eso no quiere decir nada, mis reuniones son reales! —Exclamó y luego bajó la voz al recordar a sus hijas —y no hemos tenido sexo porque tú siempre, siempre tienes algún inconveniente, que si tu período, que si tu cabeza, que si tienes sueño.

Sakura se sintió muy ofendida ante aquella acusación.

—Oh, gracias, —dijo con ironía, —ahora es mi culpa todo, —rió con sarcasmo, —lo dice el señor me duele la espalda, —bajó la voz para no alarmar a sus hijas, —estoy muy cansado Sakura-chan quiero dormir —dijo imitando la voz del rubio.

Sakura tomó un libro de su biblioteca personal y lo dejó caer dentro de la maleta de Naruto, el titulo decía, ¿cómo saber si tu pareja te es infiel?

—Llévatelo, te darás cuenta que tu comportamiento da para pensar.

Naruto se frotó la cara muy preocupado, esta era la primera vez en todos los años de casados que tenía una discusión tan seria.

—No me hagas esto Sakura-chan, yo te quiero, no puedo salir de aquí con esa maleta, piensa un poco, las niñas se preocuparan, pensaran que nos vamos a divorciar. —le rogó apelando a su preocupación como madre.

Enseguida esas palabras tuvieron efecto en ella, tampoco era la intención de Sakura hacer que sus hijas se asuntaran, trato de calmarse, quizás estaba exagerando.

—En eso tienes razón —comentó pensativa. Sakura quitó de la cama la maleta que estaba organizando —está bien, te lo dejaré pasar, pero...

La pelirosa no pudo continuar de hablar porque el celular del Hokage comenzó a repicar y él atendió la llamada.

—Buenas noches princesa, ¿qué ocurre?.

Sakura bufó y salió de la habitación, amaba a Naruto, pero con el paso del tiempo las cosas habían cambiado mucho entre ellos.

Momentos después la encontró en la sala de estar viendo la televisión, tomando una copa de vino blanco, estaba sentada en un sofá con las piernas estiradas y cruzadas, Naruto se acercó con cautela.

—Sakura-chan, disculpa la interrupción, es que la princesa tuvo un inconveniente en el hotel y quiere saber si puede pasar la noche aquí, le dije que te preguntaría.

Si las miradas mataran, él hubiese muerto en el acto.

Haruno medito un momento, por supuesto que no quería que esa mujer entrara en su casa, pero Naruto era el Hokage y era parte de su trabajo atender a las personas importantes que llegaban a la aldea.

—Dile que sí, de lo contrario yo sería la maldita bruja que no comprende los deberes de su marido, ¿no? —le respondió con frialdad.

—¿Estás segura?, puedo buscarle otro lugar donde quedarse —le dijo siendo serio. Sakura apagó el televisor, se levantó y pasó a su lado sin siquiera verlo, —¿a dónde vas? —le preguntó preocupado.

—A ver a las niñas.

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Naruto fue al hotel para buscar a su invitada, a la princesa no le gustaba el servicio del lugar, se quejaba de todo, el rubio pensó que era muy caprichosa, pero era una de las mujeres más hermosas que había visto en su vida, quería atenderla él mismo.

—¿Todo esto es tu equipaje? —le preguntó asombrado viendo las cajas, eran muchas.

—Son sólo las cosas más indispensables. —respondió con voz suave acercándose a él.

Naruto tramitó saliva poniéndose nervioso —bueno tendré que buscar ayuda para llevarlas.

El séptimo ya iba a salir de la habitación cuando ella lo tomó de la mano, acarició suavemente la mano del rubio y Naruto se giró para verla, —Hokage, sé que te gusto, no tienes que huir, es algo mutuo. —le dijo con voz seductora.

Ella se acercó más con una sonrisa coqueta sin soltarle la mano, él no hizo nada.

Era joven y preciosa, ojos azules, cabello negro y un cuerpo espectacular, a Naruto le gusto desde la primera vez que la vio, nunca le había gustado otra mujer que no fuese su esposa, esta era la primera vez que deseaba a otra mujer.

—No quería pasar la noche sola, —se mordió el labio, —por eso te llame. —le dijo pegándose a él, pasando ambos brazos sobre los hombros del rubio —me gustas Hokage, si me deseas puedes tenerme.

Naruto se ruborizó levemente, —no puedo, soy un hombre casado.

—Seria un secreto.

Naruto se apartó de ella —no puedo.

Ella sonrió de manera sexy —puedes, claro que puedes, ¿entonces porque viniste?

Naruto se quedó en silencio, había venido porque ella era una mujer muy guapa, pero lo que sentía por ella era muy diferente a lo que sentía por su esposa. Estaba seguro de amar a su esposa, pero eso no evitaba que deseara a esta otra mujer.

Aprovechando la guardia baja de Hokage Yuma lo besó en la boca lentamente, se sintió victoriosa cuando él comenzó a responder al beso.

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Casi dos horas después Naruto llegó a la casa, Sakura lo había estado esperando, apenas entró por la puerta habló. —¿dónde está tu invitada? —dijo con ironía.

Naruto trato de ocultar su nerviosismo esquivando la mirada de su esposa. —logré que se quedara en el hotel, no quería traerla aquí y que te enojaras más.

No dijo más, Naruto pasó de largo y entró al dormitorio matrimonial, se quitó las ropas y se metió en la ducha. Cuando salió Sakura estaba sentada en la cama con una sexy bata, a sus cuarenta y dos años se conservaba muy bien.

Pero Naruto no estaba de ánimos para hacer el amor, se sentía muy mal emocionalmente. El Séptimo se metió en la cama ignorando a su esposa.

—¿Acaso soy invisible? —le preguntó ofendida.

—Estoy cansado Sakura-chan, te prometo que mañana si. —dijo él acomodando la almohada tras su cabeza.

Ella bufó —estoy tratando de que las cosas vayan bien entre nosotros, pero tú no ayudas.

La pelirosa salió de la cama y se vistió con un albornoz, —¿a dónde vas? —le preguntó al ver que se dirigía hacia la puerta.

—Iré a dar un paseo, no tengo sueño.

Naruto no quería perderla, salió de la cama y la atrapó antes de que saliera, adivinando las intenciones de su mujer de quedarse a dormir con sus hijas, Naruto no quería que sus hijas se preocuparan por nada, él no tenía ninguna intención de quedarse sin familia por culpa de un error.

—¿Ahora qué demonios te pasa? —le preguntó completamente irritada.

Naruto la besó en la boca mientras con sus manos la desvestía guiándola hasta la cama.

—¿Y ese arrebato? —le preguntó Sakura sorprendida, sonriendo levemente, así era Naruto hace un tiempo atrás, apasionado y divertido.

Naruto sonrió, —Te vi las piernas y me provoco, —le respondió acariciando una pierna hasta llegar a la sexy tanga. —ya no te daré más problemas por favor olvidemos todo.

Ella asintió y Naruto estiró la tanga hasta quitársela, besó la garganta de su esposa mientras con una mano estimulaba su intimidad. Sakura olvido toda sospecha, ese era su Naruto, el hombre del que se había enamorado hace ya muchos años.

A las dos de la madrugada Naruto por fin pudo descansar.

—Eso fue, eso fue intenso, estoy agotado —comentó respirando con dificultad.

Sakura rió suavemente acurrucándose en su pecho, —pero sigues siendo muy bueno.

Naruto sonrió, le besó la frente y la abrazó hasta que ambos se quedaron dormidos.

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El desayuno fue algo muy incómodo para Naruto, ya que la princesa Yuma se presentó como una visita inesperada, afortunadamente Sakura había tenido que salir más temprano de lo usual por una reunión en el hospital.

Así que Naruto desayuno con la princesa y sus dos hijas, estaba nervioso, esa mujer podía acabar con su matrimonio con sólo unas palabras.

—¿Es usted una princesa de verdad? —le preguntó Hanami.

Ella sonrió, —sí, lo soy, en mi país tengo muchos sirvientes.

—¿Cuando se regresa a su castillo? —le preguntó Kasumi mirándola fijamente.

Naruto torció la boca haciéndole una seña a Kasumi para que no fuera maleducada, pero la pequeña rubia lo ignoró.

—¿Donde está mamá?, ¿aún está dormida? —preguntó Hanami buscándola con la vista.

—Ella se fue muy temprano al hospital, tenía una reunión importante, regresará antes del mediodía.

—Tiene una mujer muy ocupada Séptimo, sus hijas son muy guapas, aunque con un padre tan apuesto, no hay error en ellas. —comentó la princesa mirándolo con picardía.

Kasumi y Hanami se miraron entre ellas, aquella mujer no les agradaba nada y notaban a su padre muy raro con la invitada.

El Kage se rascó la nuca tratando de mantener la calma, —gracias —respondió concentrándose en su plato con cereales.

Las dos niñas se miraron nuevamente las caras, ellas tenían una conexión tan fuerte que no necesitaban hablar para entenderse.

—Lo heredamos de mamá, es más bonita que usted. —respondió Kasumi.

—Kasumi no seas grosera —la regañó Naruto con seriedad.

Yuma sonrió falsamente, —No importa, es normal que defiendan a su madre, supongo que en caso de que se divorcien ellas querrán ir con su madre.

—Mis padres no se separaran nunca. —dijo Hanami haciendo una mala cara, apretando la cucharilla con mucha fuerza.

—¿No es hora de que vayan a la escuela? —les preguntó Naruto tratando de evitar un mal rato.

Sus hijas no pensaban irse y dejarlo allí con esa mujer.

—Iremos después de que te vayas. —respondió Kasumi a su padre con actitud altanera, de las dos hijas de Naruto ella era la más rebelde.

—Que niñas mas lindas —comentó Yuma con ironía sonriendo falsamente.

—Nos vamos a ir todos —respondió Naruto.

Minutos después cuando el desayuno terminó todos salieron de la casa, Naruto y la princesa que no dejaba al Hokage llevaron a las niñas al colegio, ellas no querían quedarse en la escuela, porque no querían dejar a su padre solo con esa mujer, pero el Kage fue firme en que debían ir a clases.

Yuma se despidió de las niñas y salió en compañía del Séptimo, por el camino Naruto le reclamó por haber ido inesperadamente a su casa.

—Quería verte. —respondió ella tranquilamente.

—¡¿Qué?!, —chilló espantado —soy un hombre casado, me meterás en problemas con mi esposa si sigues buscándome.

—Eso debiste pensarlo antes, te esperaré a mediodía en mi habitación, sino vas le contaré a tus hijas que le eres infiel a su madre. —le advirtió ella.

Naruto se quedó frío, no podía permitir que algo así pasara.

Ella le pellizcó una mejilla cariñosamente sonriendo con malicia —el poder atrae a las mujeres, tu esposa es ingenua si cree que nunca le has sido infiel, estas en mis manos Séptimo, no pongas esa cara, la pasaremos muy bien juntos.

Ese fue el principio de mi final, al poco tiempo fui descubierto por mi inteligente esposa, Yuma se fue, perdí a Sakura-chan y mis hijas se quedaron con su madre, yo quede solo, viviendo en una casa pequeña que tuve que comprar, aun estoy intentando que me escuche, su perdón sé que no lo tendré, perdí todo por una tontería con una mujer que no le importo nada destruirme.

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Fin

Por más grande que sea la tentación, siempre debes pensar en las consecuencias.