Prólogo
«Londres, Mayo 1979
Querido Elliott:
Supongo que sería un reto que decidieras abrir esta carta, sabiendo que soy yo quién la escribe. Sé que debes odiarme, a mí, y al resto de chicas que sean unas tontas adolescentes como yo.
Siento de verdad todo lo que ha pasado desde que nos conocemos. Lamento que las cosas hayan tenido que salir así, porque te juro, que mi intención jamás fue hacerte daño, ni mucho menos tanto.
Sepas también que nada de lo que hice fue fácil, que todo lo que a ti te pareció tan duro, para mí lo fue mucho peor, pero tampoco pretendo justificarme, porque no tengo perdón.
Ni siquiera sé porque te escribo, porque sé que jamás abrirás esta carta, tampoco podrías hacerlo. Pero yo prefiero mantenerte en mis recuerdos, de la otra manera, mi Elliott del verano pasado.
Si pudiera hacer las cosas diferentes las haría, dalo por seguro, pero ¿cambiaría eso algo? Lo cierto es que no lo sé, me he parado a pensarlo a menudo últimamente. Ojalá esta guerra que se extiende por todo el mundo, con tanto odio, no existiera, así seguro que hubieran salido las cosas diferentes.
Con ello no quiero decir que todo lo que nos pasó jamás hubiera pasado, pero quizás, si todos hubiéramos sido libres, si todos no hubiéramos estado consumiéndonos por ese miedo, quizás, no nos hubiéramos hecho daño.
Tampoco estoy negando que, a pesar de que las cosas hubieran sido diferentes, no me hubiera terminado enamorando de James Potter. No pretendo regocijarme en tu dolor, ni mucho menos.
Quería decirte, supongo, que fuiste muy importante para mí. Sin ti, probablemente, no sería lo que soy ahora. Y aunque no te lo creas, pienso en ti todos los días, en todo lo que hiciste por mí y por todos.
Me culpo cada día de ello, aunque sé que no fue culpa mía, pero no puedo evitar hacerlo. Tu hermana me apoyó muchísimo, pero siento decirte que tiempo atrás se rompió nuestra amistad, y que ella tampoco es la misma desde que salimos de Hogwarts. No la culpes, por favor.
Ahora mismo veo el sol salir por la ventana, y sé que he vuelto a pasarme la noche sin dormir, pero tampoco lo hago mucho últimamente, y sé que si estuvieras aquí conmigo me obligarías a hacerlo.
Estoy diciendo cosas sin sentido, para evitar que pienses en mí y me odies. Porque quiero que lo hagas. Ódiame Elliott, por favor.
Pero perdóname, yo intento hacerlo todos los días, y hasta que no lo oiga de tus labios sé que no podré hacerlo. Te quise mucho, de la manera que fuera, pero te quise.
Tuya,
Lily Evans.»
N/A: Sí, lo sé increíble que sea yo. Quiero dejar una nota corta así que, nos vemos de nuevo más tarde en el siguiente capítulo que ya voy a subir, y os explico de qué va la cosa. Saludos, Clara
