Capitulo 1
Amor condenado
Una noche fría en Londrés admiraba los locales y hogares de la alta y baja sociedad en donde se aconstumbraban no solo a abusar de los privilegios con osadía los ricos hacia los más desválidos sino que se celebraba la festividad que transformaba la crueldad de aquellos corazones y los hacia formar parte de la època más emotiva del año, la llamada: Navidad; no obtantante para algunos era donde la impotencia de estar solitario y melancolico se hacia denotar en cada villancico, en cada día, en cada centenar de años que acumulados formaban lo que llamamos siglos.
Aquella fría y solitaria festividad que alojaba tales sentimientos recibía una nueva invitada, una blonda y bella joven de edad de 17 años que se debatía entre la frustación y la desperación, entre la soledad y la tristeza, pero, como se llamaba aquella chica que cargaba esos pesares agonizantes en su cabeza, en su mente, en plena festividad de adviento, como un banquete para sus lágrimas transparentes que se deslizaban en sus cálidas mejillas en medio de aquella fría y marginada habitación rodeada de oscuridad, la cual hace mucho tiempo había sido testigo de las alegrías y risas comunes de la juventud inocente, al mismo tiempo que la entrada de los rayos ardientes del sol. ¿Quién podría ser ese espécimen? ¿quién podría ser dueña de aquella triste alma que era bautizada en lágrimas cristalinas? ¿qué nombre poseía aquella chica depresiva?,y sobre todo,¿cuál era su agonía?
Lady Elizabeth Essel Cordelia Midford,era el nombre designado a aquella la lamentable chica que emanaba tales sentimientos, sin remordimiento alguno.
El puente de Londrés se va caer, se va caer, se va caer, así me ire con él, me ire con él,me ire con él, y así estaré siempre con Ciel- Cantaba la blonda y hermosa marqueza con la clásica tonalidad de la canción My fair sentada en una silla de su cuarto, veía como la nieve eacarchada en su ventana, al mismo tiempo que veía la entrada de los invitados para la fatiríca fiesta dada cada año en su hogar.
¡Vamos ama!-decia su leal sirvienta Paula, quien la había acompañado en toda su infancia y en momentos alegres como díficiles- Es la fiesta del siglo debajo de su alcoba y tiene que alistarse para recibir a los invitados, a las doncellas y a los galanes que puedan reemplazar a esa persona y...- dijo ella tratando de persoadirla y por un lado tratando de consolarla, no obtantante fue interrumpida por una voz infantil pero con un tono hóstil nato de opresores.
No- dijo su joven ama al oír tales ideas.
Pero, ama la fiesta..- dijo la sirvienta interrumpifa una vez más, pero viendo como su ama lloraba al refutar sus ideas.
No-dijo Elizabeth llorando-no quiero salir, no quiero ir y fingir que todo esta bien y dar una sonrisa a personas que no les importo y mucho menos que me importen, solo, dejame Elizabeth y se condujo hacia su cama.
Ama,porfavor, su familia realmente se preucupó mucho por este problema y de encontrar a esa persona, buscarón sin secesar hasta que...-dijo Paula.
Hasta que murieron desaparecidos por socavar mi capricho de reunirme con esa persona, en serio esta es la forma de animarme,¡ eh!.Gritó con hastio la joven dama.
Ama, pero los demás si se preucu..-Intentando calmar a la histerica chica decía su sirvienta.
Enserio crees que se precupan por mí,dando fiestas a sus posibles asesinos,¿qué quieres que piense?-Decía con voz amenazadora-Que todos cooperan para encontrarlo , pues señorita buscate otro novio con fortuna y actúa como una zorra ignorante, te digo que mientes,cuando su mayordomo me dió esa carta de su muerte, agonicé de dolor y lo peor de todo,ese día fue cuando finalmente lo veía sonreír agarrarando mí mano, cosa que en él no era muy común, pero aún así lo amaba y trataba de hacerlo felíz- dijo llorando mientras veía la fotos de su albúm, lo cual reclamó personalmente en el funeral de esa persona.
Pero,ama,debe dejar de llorar y dejar lo que pasó y celebrar por..-Dijo sin concluir al ver que su ama parecía levantarse se cama y pararse en frente a ella dandole una mirada tétrica y digna de un asesino.
Paula,sabes algo, si bajó a ese salón empezaré a recordar las veces que bailé, jugué,reí y celebré con él, si bajó no seré màs que otra hipócrita que engaña a los demás y que se engaña a ella misma...-Dijo cabizbaja la señorita.
Pero ama, es una orden de mis superiores y de su mad..-Dijo la sirvienta.
Esta es una orden mía-Dijo con un tono arrogante, Elizabeth.
Ama ya hemos hablado de usar ese tono -Dijo Paula.
Sirvienta, sal de mí habitación-Dijo gritandole Elizabeth.
Ama,pero,-respondió su sirvienta antes de que su ama la rasguñara y la empujara afuera de su cuarto.
Esta es una orden -dijo Elizabeth -Me dejaras sola en mí cuarto, lejos de tus estupideces y de los demás, entendido- terminó diciendo cerrándole la puerta en la cara.
Pero, ama, solo, ¡solo quiero,hacerla felíz!-gritó afuera de la habitación.
Elizabeth la escuchó, y recapacitó de su cruel acción y le recordó a los tiempos que ella se esforzaba con su prometido, se sentía igual que ella, impotente de hacer algo del agrado de otra abrir la puerta con una voz suave de acercó frente a ella y le dijo:
Lo sé, y lo siento por tratarte tan mal, pero, hacer que olvide al amor de mi vida no es una opción.- terminó diciéndole y se fue hacia su habitación.
¡Lo siento ama, no volverá a suceder!-Dijo la sirvienta recapacitando de su acción.
No importa, la debería disculparse soy yo- dijo la marqueza la típica frase de su prometido, abrazó a su sirvienta, lo cual hizó que brotaran las lágrimas en ambas caras.
¡La perdono ama!, sniff- dijo Paula saliendole casi los mocos.
Lo sé-respondió Elizabeth.
Paula- dijo Elizabeth llamando a Paula.
Sí ama-respondió ella.
¿Me traerías dulces, porfavor?- preguntó timidamente la marqueza.
¡Claro!, enseguida- dijo entusiasmada la sirvienta por servir a su ama.
Al ver que su sirvienta iba a la cocina, Elizabeth, fue a la armería de su mansión, que estaba a 2 pasillos de su cuarto, debido a su rápidez, ágilidad y cautela, logró llegar a tal cuarto. Al hacerlo tomó un pequeño puñal de plata y mango de serpiente, pero ¿ porqué?, muy fácil, para poder llevar a cabo su último deseo, poder suicidarse y así poder salir del mundo que le había quitado a su prometido de su lado, el cual era su rayo de sol, el Conde, el perro de la Reina de Inglaterra, el pirata de su alma, llamado noble Ciel Phantomhive.
Ama, sus chocolates estan aquí-dijo esta felízmente- Uhm ¿ dónde está?- se preguntó la sirvienta, debido a esto decidió buscarla, asomandose a su baño, debido a que no puede acercarse por ser servidumbre, al entrar rompiendo las reglas, no la encuentra pero al darse la vuelta la ve en su cuarto comiendo los chocolates.
¡Ama!, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿ dónde estaba?- preguntó alterada y con miedo su nodriza.
¿De qué hablas?,no me he movido de aquí-respondió la joven ama-Solo me escondí debajo de la cama por el sonido de la puerta.
Ama, yo soy la única que debe entrar y salir de su cuarto, de mí no hay que temer, especialmente usted que la he cuidado desde que era una bebé.- Dijo orgullosa la eficiente sirvienta, dandole una sonrisa de confianza a su ama.
Ah,- Bostezó Elizabeth-Tengo mucho sueño- Añadió- ¿Puedes dejarme dormir?-Dijo inocentemente cuando se incorporaba a su cama, ya con la pijama puesta.
Si ama - Asintió Paula- Qué descanse- Dijo retirandose y cerrando la puerta.
Si y lo haré siempre con Ciel-Dijo mirando el puñal y saliendo de su cama dirigiendose hacia la ventana bajando las cortinas- Por siempre, y hasta el fin.- Dijo de forma decidida.
Eran aproximadamente las 12:00 PM de la noche PM, Elizabeth contemplaba el puñal reflejado en el vidrio junto con la luna y procedería despues de haberlo pensado, lo haría,quitarse la vida en honor de aquel que se desapareció de ella.
¡Dios, perdoname! -Dijo Elizabeth apuntando con fuerza hacia su corazón, lo cual fue interrumpido por una mano con guantes, -¿Quién esta ahí? - Preguntó con miedo-¡Paula es inaceptable que irrumpas en mi habitación sin mi permiso a estas horas de la noche! -Dijo histérica.
Así como de inaceptable dejar que una bella rosa se marchite quitandose la vida y sobretodo que digas que...- Respondió una voz misteriosa.
¡Qué diga que!-Gritó Elizabeth alterada.
¡Qué digas que no soy una dama!-Le respondió enfrente de su cara un hombre de cabello rojo como la sangre y de ojos verdes luminosos con una motosierra afilada.
¡Pues no lo eres!- Le dijo ella mofándose de él.
¡¿Porqué no?! -Respondió aquella persona.-¿Porqué me parezco ó soy un hombre?-Añadió.
No- Respondió ella.
¡Porqué llevo una sierra, verdad!- Exclamó- Es de damas defenderse- Añadió.
No-Respondió ella con aires de orgullo.
¿Por qué?- Preguntó sin dar suposiciones.
¿Por qué?, bueno, es un secreto de damas, si quieres saberlo, acercate- Le dijo ella.
Es porque...- Decía ella.
Es porque ...- Repetía él.
¡Tienes mal aliento!- Le respondió en voz alta.
¡Cómo!, que señorita tan insólente, debí dejar que te mutilaras.-Dijo exaltado él.
¡Sí!-Le gritó ella molesta- ¡¿Porqué no me dejaste," dama simplona"- Le respondió ella.
Muy fácil, porque mí estúpido y sensual jefe me dijo que...-Le trataba de responder a la insolente niña, pero no terminó debido a que una persona que salió de las sombras lo golpeó.
Hasta aquí.- Respondió astiado del comportamiento de su compañero de trabajo esa persona.
¿Y tú quién eres? ¿Y qué hacen aquí par de payasos?-Dijo ella contagiada del astio.
Bueno, yo soy William T. Spears- Dijo el que le había dado una golpiza a su compañero.
Bueno, tenemos al quién, pero falta el como llegaron a aquí y el porqué.- Dijo ella.
Muy fácil, por nuestra agilidad logramos entrar a la ventana e impedir que te suicidaras. Dijo William proporcionandole los detalles a la intrigada niña.
Tenemos el quién,y el como, pero falta el porqué-Respondió ella.
Para reclutarte.- Le respondió él.
¿Reclutarme para qué?- Respondió intrigada.
Se supone que no debo brindar más detalles, pero hare una obviación contigo- Dijo él- Es para que seas parte del cuerpo Shinigami.- Añadió.
¿Shinigami?- Respondió ella intrigada.
Sí, shinigami- Respondió él.
¿Por qué? ¿Y para qué?- Preguntó ella.
Simple, tus habilidades con las espadas son impresionantes y con tu astucia hacen juego y sobretodo, necesitamos personal- Le aclaró él.
Ya veo, ¿ y qué me gano con eso?- Respondió ella.
Lo que no pierdes - Le respondió él.
Vamonos Will, esta boba nos retrasa- Dijo su acompañante.
Lo que no pierdo, no pierdo, ní gano nada- Pensó ella.
Will- Le llamaba su compañero.
Señor- Dijo ella de forma decidida - Acepto- Añadió respondiendo a la propuesta.
Excelente- Dijo Will- Aquí le dejo mí targeta- Realizando un ademán.
Y yo te dejo la mía- Dijo su acompañante.
¿Y tú quién te crees, tonto?- Le dijo ella.
¡Oh!, qué pregunta, yo soy Greel Stuccif el auténtico y sobretodo sensual del departamento este revelando su identidad.
Y no dejas de ser un tonto - Le dijo ella.
Ah, conque soy un tonto, verdad, pues, señorita Elizabeth, no perdone, Lady Elizabeth Essel Cordelia Midford, marqueza y futura, no, viuda prometida del conde Ciel Phantomhive, ¿Entonces esa es la información que tendría un tonto como yo?- Le dijo Greel.
No, esa es la información que tendría cualquier periódico- Le contestó ella de manera asertiva.
Oh, entonces, ¿Cualquier periódico tendría el paradero "esa "persona, verdad?- Le respondió de forma desafiante.
¿Qué demonios?, ¿cómo lo sabes?- Preguntó intrigada.
La tarea de un Shinigami es mantener secretos, si quieres te cuento uno: somos los que revisamos las memorias de los muertos por siglos.- Dijo él con una sonrisa de dientes puntiagudos.
Dime, dime su paradero- Exclamó por respuesta.
Eso y mucho más se te dirá en tu entrenamiento- Dijo Will
Solo te dirè algo, ¿estas aquí mañana? - Preguntó Grell.
Supongo que es mí cuarto- Le respondió ella.
Bueno, tan solo te dire que si pasas el ardúo entrenamiento seré tú fiel mascota.- Le dijo él.
¿Y sino señor charlatan?- Le preguntó ella.
Disfrutare mucho matándote- Contestó con una sonrisa demente y sádica, saliendo de la habitación por la ventana.
Hasta la vista LIZZY- Se despidió é después que Will lo golpeara.
¡Espera!- Le dijo ella.
Sayonara- Le dijo el burlándose de ella.
Maldito, solo, solo- Decía llorando- Él puede llamarme así.
Lizzy se dirigió a su cama y vió que el puñal no estaba, debido a que Will sin su concentimiento la tomó.
Mañana empieza mí propia busqueda por Ciel- Decía ella y se durmió.
Fin del cap 1
