Declaimer: Las Tortugas no me pertenecen (aunque eso ustedes ya lo saben) son propiedad de Kevin Eastman y Peter Laird.
Nota: Hola a todos! Este es el primer fanfiction que hago. La verdad no estaba muy segura de subirlo, pero no pude aguantar las ganas de compartirlo. Espero que sea de su agrado.
Resumen Completo
Raphael despierta junto a una chica, sin tener idea de lo que paso la noche anterior; del porque o el cómo termino en lo que parece un extraño sueño o pesadilla? Ahora Raphael deberá enfrentar una serie de obstáculos donde su cordura estará en juego, intentando separar la fantasía de la realidad, aspira descubrir lo que esta joven representa en su vida, evitando enloquecer en el proceso. ¿Sera esta mujer, parte de sus deseos más oscuros? O ¿Parte de una realidad desconocida?
Capitulo 1
Abrió los ojos perezosamente. Observo la claridad que se filtraba por la ventana de la habitación. Aun con la vista borrosa, cerro nuevamente los ojos.-"Espera!... ¿Ventana?... ¿Qué demonios?"- Pensó sobresaltado mientras intentaba incorporarse, pero algo sujetaba con fuerza su brazo, impidiendo lo que hubiera sido un salto espectacular.
-"Mmmh"- Giro la cabeza con brusquedad a la fuente del sonido, haciendo una mueca ante la tensión en su cuello.
Quedo pasmado ante la escena. A su lado una chica abrazaba su brazo, arropada con una delgada sábana.
Esperando que no fuera a despertar, acerco su temblorosa mano levantando un poco la delicada tela. -"Esta... desnuda?"- se estremeció ante el pensamiento, sin saber si debía sentirse bien o aterrado.
Su cerebro daba vueltas, froto el puente de su nariz intentando desviar el dolor que comenzaba a crecer en su cabeza. Respiro profundamente. Necesitaba calmarse. Además, no quería despertar a la bella durmiente que le estrangulaba brazo; este hecho pareció desconcertarlo aun poco. Nunca había estado en un contacto tan íntimo con nadie, solo cuando en muy pocas ocasión era obligado a un abrazo y el de mala gana aceptaba, o terminaba por golpear a quien sea que invadía su espacio. (Que por lo general era Mikey)
-"Esto es absurdo"- Cerro fuertemente los ojos esperando que todo fuera un mal sueño, o por lo menos una muy buena pesadilla, no todos los días puede una tortuga mutante despertar al lado de una hermosa dama que por alguna razón le era extrañamente familiar. En ese pensamiento la miro más detenidamente, tomando en sus detalles, contemplo su largo cabello de un curioso color violeta oscuro, era bastante pálida. No podía ver bien su rostro; estaba tapado casi por completo con su brazo, más allá de eso no podía ver nada, solo sentir sus prominentes senos que se aplastaban a él.
Ahora que había apreciado la belleza a su lado, necesitaba concentrarse, miro a su alrededor dando su primera impresión del lugar. La habitación era grande, no parecía estar en algún hotel, tal vez un apartamento? Entrecerró un poco los ojos, si este era de ella, lo mejor sería que despertara sola, y no al lado de un monstruo, que de seguro era lo que pensaría. Maldijo entre dientes su suerte. Desde siempre sus hermanos y él han tenido este karma que los metía en innumerable problemas. Y aquí estaba él en una situación desconocida, y sin recordar los eventos de la noche anterior.
El resplandor de las ventanas desvió su atención -"Esta amaneciendo"-pensó atónito. Ahora tendría que enfrentar la preocupación y molestia de sus hermanos (especialmente Leo) al llegar a casa. La peor parte de todo, es que no tendría como explicarles, solo podía darles un "No se" y esa repuesta no sería suficiente para calmar a los demás. Como si llegar a casa al amanecer sin recuerdos no era suficiente.
Suspiro con cansancio. Miro nuevamente la chica que dormía plácidamente a su lado; y decidido empezó muy lentamente a zafarse de ella, parecía estar preparada y apretó más su agarre, también sintió sus largas piernas envolver las suyas -"Mierda"-dijo entre dientes mientras apretaba los puños en frustración. Y si las cosas no podían ponerse peor, la chica levanto un poco la cabeza mientras frotabas sus ojos cerrados. Estaba despertando! Pensó en pánico.
Por lo menos le había soltado el brazo, pero sus piernas seguían atrapadas, solo era cuestión de tiempo antes de que se diera cuenta de su presencia. La verdad no quería hacer frente al espanto de la chica. Ya era bastante malo ser tratado como un bicho raro, cuando ellos se partían el caparazón para salvar sus vidas. -"Tontos humanos"- su más grande ironía.
Pero para su sorpresa (o su horror) la joven lo miraba con unos brillantes ojos verdes, acompañados de una gentil sonrisa.
-"Buen día Raphie"- escuchar su nombre en esa dulce voz lo dejo anonadado. Parpadeo un par de veces sin saber que hacer o decir. Solo podía abrir y cerrar la boca como un pez.
-"Ahm... Hola?"- se pateo mentalmente por la patética repuesta, ella sabia su nombre (Bueno por lo menos su tan odiado apodo) pero era algo. Él ni si quiera sabia que hacia ahí.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una angelical risa, bajo la mirada nuevamente a la muñeca a su lado. Esta solo se tapaba la boca con una mano mientras que con la otra acariciaba su plastrón, provocándole escalofríos.
-"Vamos Raphie, dime algo"- dijo mirándolo nuevamente.
-"Primero... No me vuelvas a llamar así muñeca"- dijo de mala gana. Podía estar muy encantado con ella, pero eso no era suficiente para permitirle decir tal aberración con la que tanto disfrutaban sus hermanos. Ella pareció enrojecer ante su propio apodo (que le quedaba muy bien tomando en cuenta sus rasgos) dándole un aire de inocencia.
-"Pero Raphie..."- el maldito apodo de nuevo, antes de que pudiera protestar-"Te encantaba que te dijera así anoche"-dijo con una tierna sonrisa, mientras se incorporaba en una posición sentada, probablemente olvidando su estado de desnudez. El no podía quejarse, ahora tenía una mejor vista; y a ella no parecía importarle, más bien se veía agradecida de que lo hiciera.
Recordó lo que le había dicho, y a regañadientes tuvo que desviar la vista para concentrarse en lo que era importante. Eso pareció decepcionarla, pero no comento nada posiblemente esperando a que dijera algo.
-"Mira nena, tengo que ser sincero contigo. Por más que intento recordar"-Dejo escapar un suspiro, esperando que no se tomara a mal lo que iba a decir-"No tengo ni la menor idea de que paso anoche"-Para su sorpresa eso no pareció perturbarla; lo que era extraño. Pensaba que haría algún berrinche, pero esta chica solo lo miraba con cariño, como intentando calmar sus angustias. Lo que realmente le molestaba, era que de verdad funciono, solo con esa sonrisa parecía haber limpiado todas sus penas, así que se relajo un poco. Necesitaba respuestas, y ella parecía ser la única persona que se los podía dar. Sin embargo en lo profundo de su mente algo no estaba bien con todo esto (Además de no saber que paso) No creía que solo había conocido una chica al azar después de sus bebidas con Casey...-"Oh Casey"- su buen amigo apareció en su mente como un punto brillante para aclarar la densa neblina de sus recuerdos.
Ahora recordaba ese día. Había pasado como cualquier otro; entrenamiento en la mañana con su sensei y hermanos. Después cada uno, se dedico a lo que mejor sabían hacer; Mikey jugaba un video juego nuevo que Abril le había traído. Donnie trabajaba en alguno de sus proyectos. Leo continuaba entrenando con sus katanas unas horas extras; mientras que él se dedicaba a golpear su saco de arena, como siempre. Un día normal para las tortugas ninjas mutantes ya no tan adolescentes.
En la tarde, como otros días acordaban en pasar un rato de unión en familia para complacer los deseos de su viejo padre que aun permanecía fuerte a pesar de su avanzada edad. Por eso, todos se reunían para ver una película e incluso en algunas ocasiones Abril y Casey se unían a ellos.
Esa noche su amigo le había invitado a salir y sin dudarlo acepto. Hablaron con Abril y Leo (Eso quería decir, que Casey le rogaba a su mujer para dejarlo ir) Y a ella le era difícil negarle algo al grandote, sobre todo si se comprometía a recompensárselo después. Leo por otro lado no tenía más opción que aceptar.
Se movían entre las sombras. Después de haber detenido un robo a una joyería y golpear a los responsables como lo habían propuesto, se dirigieron al apartamento de Casey, que aún conservaba a pesar de vivir con Abril.
Tomaron unas cuantas cervezas. Y al ver la hora (que era un poco más de media noche) decidió ir a casa. No había tenido ningún enfrentamiento con su hermano mayor y prefería evitar cualquiera-"Por ahora"-había pensado con una sonrisa arrogante, no podía negar que no disfrutaba hacer que su hermano perfecto perdiera los estribos de vez en cuando. Y bajo la mirada sorprendida de su amigo, se fue.
En los tejados, había tenido que detenerse en varias oportunidades, sintiendo la presencia de alguien más, no podía localizar la fuente, pero nada parecía fuera de lugar; preocupado de que fuera efecto del alcohol continuo su camino a casa, pero no queriendo arriesgarse, comenzó a desviarse tomando algunos atajos en los edificios, pero la sensación persistía... Eso era lo último que recordaba de ese día. Correr por innumerables sitios hasta perderse en la oscuridad.
Esos recuerdos no lo ayudaron en nada, además de saber que había bebido con Casey, nada se asociaba a este momento, esta chica, este lugar; todo era demasiado confuso y le estaba dando un horrible dolor de cabeza.
-"Toma te hará sentir mejor"- como si leyera sus pensamientos, la chica estaba parada a su lado, solo con sus bragas sosteniendo una pastilla y un vaso con agua.
Miro la pastilla con desconfianza, toda la situación había hecho que bajara la guardia. No tenía nada en contra de la chica, pero nunca se había caracterizado por confiar fácilmente en extraños. Y a pesar de haber despertado a su lado, seguía siendo una total desconocida, por lo menos una muy sexy.
-"No gracias"- decidió no tomarlas.
Ella no parecía contenta con su repuesta. Lo intento de nuevo, pero esta vez él la ignoro y se levanto de la cama posándose a su lado. Era (por muy poco) mas alta que él, y tenía que levantar ligeramente la cabeza para mirarla a los ojos.
Ella solo suspiro ante su terquedad, y él sonrió un poco en eso. Parpadeo y por un momento creyó ver sus ojos oscurecer. Pero antes de que pudiera cuestionar nada ella tenía nuevamente esa sonrisa.
-"Entonces nena"- dijo con sequedad, toda la situación lo tenía harto. Se alejo un poco de su cuerpo semidesnudo.
-"¿Quién eres?"- pregunto mirándola directo a los ojos. Ella tenía el ceño fruncido y se había cruzado de brazos.
-"Mi nombre es Jade"- dijo en un tono sereno. Ya con su nombre, procedió con la siguiente pregunta.
-"¿Dónde estoy?"-
-"Mi habitación... en Nueva York"- respondió más relajada, parecía haber decidido cooperar. Soltó un suspiro aliviado-"Por lo menos sigo en mi ciudad"- Ahora un poco más nervioso pregunto con cuidado.
-"¿Que paso anoche?"-
Parecía avergonzada (sus expresiones parecían cambiar por segundos) bajando un poco la cabeza dijo en voz muy baja-"Hicimos el amor"- él se paralizo con su respuesta.
La verdad era obvio que algo así había pasado, pero el escucharlo lo hizo estremecerse. En su estupor no la vio acercarse, y se tenso ante su cercanía, trago el nudo que se le había formado en la garganta. Aun dudaba de lo que le decía fuera verdad. Pero porque mentiría?
-"¿El amor?"- dijo, mas para sí mismo, intentando convencerse de que podría ser verdad. Pero el Amor? Además apenas se conocen. Bueno... él no recordaba nada.
-"Claro, como todas las noches Raphie"- sin haberse dado cuenta, ella se había acercado lo suficiente y ahora sostenía su brazo trazando círculos con su delicado dedo. Él solo podía verla atónito. Las cosas no podrían ser peor...¿Podrían? Esto lo hizo pensar un poco para su siguiente pregunta.
-"¿Cuánto tiempo he estado aquí?"-
-"Unas dos semanas, Amor"-
- "¿QUUEE?" -
CONTINUARA...
