"¿En qué lugar nos conocimos?" Mimi leyó de la lista en su computadora portátil. Mientras ambos jóvenes se sentaban en el suelo alfombrado de la habitación de la chica.

"Sigo sin entender, ¿por qué le importarían a un montón de extraños en el internet detalles de nuestra relación?" Suspiró pesadamente Yamato, mientras evitaba intencionalmente mirar en la dirección de la lente de la cámara.

"Oh vamos, Yamato. Esta es la tercera vez que tratamos de grabar. Necesito poder publicar este video el día de mañana." La chica rogó acercándose a Ishida y rodeándolo con sus brazos. El rubio se mantuvo firme, sin embargo, su compostura se quebró cuando una de las manos de Tachikawa se posó en su barbilla y plantó un beso en la comisura de su boca. Mimi no se detuvo ahí, con un poco de fuerza giró la cabeza de su novio a un ángulo más cómodo y continuó besándolo en la boca. "¿Por favor? ¿Por mí?" Sus labios estaban lo suficientemente cerca para que Yamato pudiera sentir como la boca de la chica formulaba las palabras.

El rubio asistió con un leve movimiento de cabeza, derrotado. La chica soltó una pequeña y contagiosa risa, a la cual, Yamato no pudo evitar corresponder su sonrisa. Y decidió corresponder con otro beso a la chica.

"Campamento de Verano" dijo Yamato sin desviar sus ojos de Mimi. Quién por un mínimo segundo pareció confundida por las palabras que abandonaron los labios del chico, antes de volver a centrarse a lo que estaban intentando hacer.

"Sí, nos conocimos en el campamento de verano de Odaiba. Tenía alrededor de diez años."

"Y fuiste la chica más malcriada que conocí en mi vida." Completó Yamato, para la mayoría sonaría como una queja debido al tono crudo del chico, pero Mimi, lo conocía, no había ningún deje de malicia en sus palabras, tal solo estaba intentando molestarle. La hija única de los Tachikawa pasó sus manos por la cabellera del rubio desordenándola. Matt se limitó a formar una media sonrisa.

"Como si tu no hubieras sido la pedantería presentada en un niño de once años."

La chica sonrió mientras recordaba exactamente su primer encuentro, habían avanzado un gran camino desde ese momento hasta el ahora. "¿En qué momento exactamente cambió tu opinión sobre mí?"

Yamato tragó saliva y revolvió su cabello, inquieto. "¿Es esa alguna de las preguntas de tu lista?"

La chica río de nuevo. "No, solo tengo curiosidad."

"T.K. nunca paraba de hablar de ti. Agradecía que alguien se preocupara de él, cuando yo no estaba pendiente. Además, nuestra relación en ese tiempo no era buena, era la primera vez que nos veíamos en meses."

La chica rodeó a su novio en sus brazos nuevamente. "Takeru y yo odiábamos las confrontaciones, Tai y tu solían tenerlas a menudo." Yamato rio secamente.

"Hubo una ocasión en donde Taichi y yo llegamos a los golpes, no tuve tiempo para percatarme si Takeru estaba presente." Yamato se detuvo, miró a su novia directamente a sus ojos y suspiró. "Creo que nunca te lo he dicho, pero nunca en mi vida me sentí tan agradecido, como en ese día, alrededor de dos horas después de la pelea, te veo a ti y a mi hermano menor con coronas de flores en su cabeza, mientras tu cantabas una canción infantil y él te seguía alegremente. Takeru se sintió tan feliz contándome como le habías enseñado a tejer las ramas y plantas, sus ojos brillaban con alegría Algo que no recordaba haber visto después de la separación de nuestros padres." El rubio se acercó y besó la frente de la castaña. "Gracias, Mimi."