La verdad no estaba siendo el mejor día de Alfred F. Jones, para ser un actor muy bueno en lo suyo, aunque aun sin recibir todo el reconocimiento que merecía, tenia que pasar las duras y las maduras para conseguir buenos papeles, que lo fueran a hacer reconocido, tal como se merecía. Y por fin… La semana pasado le habían informado de su nueva película que lo lanzaría directamente al paseo de la fama, lo haría popular, trascendental, ¡marcaría época! Y aun así… Alfred no estaba feliz, por un simple motivo… tendría un co-protagonista, y eso no era todo, ese 'co-protagonista' era alguien a quien había odiado desde siempre, se conocían desde la academia de teatro… Iván Braginski.
Con solo recordar ese nombre la imagen distorsionada de aquel ruso aparecía en su mente, lo recordaba a la perfección, era imposible de olvidar, sobre todo su enorme nariz que eclipsaba hasta el sol (y según el servia para guardar bicicletas), ojos pequeños, diminutos, estaba seguro que uno era de vidrio rojo y el otro violeta, fríos como el hielo mismo. Siempre llevaba una sonrisa torcida, mostrando sus dientes puntiagudos y filosos, el cabello blanco, peinado hacia atrás, con mucho volumen, como Drácula, usaba una capa negra también, y también estaba seguro que tenia una pata de palo con la cuales torturaba a sus compañeros cruelmente, ¿Qué mas? Era blanco como un muerto y no salía a la luz del sol… ¿y dormía en un ataúd? No recordaba, tan bien no lo conocía, pero sabia que era malo… aunque recordándolo de esa forma no se explicaba como había tenido tan buenas notas en la academia, y siempre se conseguía buenos papeles dentro de las obras… quizas los amenazaba a todos para conseguir sus papeles, podía ser. Como fuera, no queria compartir una película con el, mucho menos su estrellato, hacia años que no lo veía, había vuelto a Rusia después de terminar las clases, y no había sabido nada mas de el, pero estaba seguro, completamente seguro que seguía igual de malvado que siempre con su capa y su pata de palo.
"Olvídate de detalles como ese, demuestra lo profesional que eres"-había dicho Arthur cuando le contó de forma mortificada lo que le estaba pasando-"vas a trabajar para Elizabeth Héderváry, y el guión lo escribió Kiku Honda, no tendrás otra oportunidad igual"
Y por esas palabras tan sabias de su hermano mayor era que estaba ahí, en el estudio… que sabe decir ¡era enorme! Nunca antes había estado en un lugar así, jamás… Y no podía evitar estar emocionado, ansioso, asustado y sobre todo… perdido. No tenia idea de a donde tenia que ir, ¿tendría camerino? Necesitaba a un guía, pero todos iban y venían de forma tan rápida que Alfred apenas si les podía preguntar algo, además parecía que su voz se había quedado guardada en lo mas profundo de su garganta, ¡que no era momento de ponerse tímido!
-este… disculpe, señor…-llamo con tanta seguridad como pudo a un hombre que iba cargado de cosas- ¿me podría decir donde…?
-toma, lleva esto-ordeno el hombre, entregándole las cajas que cargaba y empujándolo por la espalda hacia un mar de gente que iba y venia gritando cosas, dando ordenes, pasando escenografías de allá para acá, maquillando de forma rápida a un par de personas, mas gritos, ordenes, le señalaban y le indicaban que tenia que apresurarse con las cosas y la cabeza a Alfred le daba vueltas y apenas si sabia donde estaba parado, cargando las cajas, moviéndose de forma errática, angustiado, sin saber a donde ir, la verdad ya estaba a punto de gritar para ver si imponía un poco de orden en medio de todo ese caos, pero tropezó con uno de los cables de las cámaras, las cajas se fueron al suelo junto con el, cayendo de rodillas, en medio de cartones bolsas plásticas y lo que parecían muchas bolsas de sangre, algunas de las cuales se reventaron, logrando que diera un grito ahogado de sorpresa.
-son de utilería da~ -dijo una voz suave y mas bien infantil, haciendo que Alfred alzara la vista y se encontrara con un hombre de ojos violeta, cabello de un rubio ceniza, lacio, tenia una sonrisa amable en el rostro y parecía la clase de persona en las que confiarías tu vida por esa sonrisa casi cautivante-¿necesitas ayuda?
-erh… si, estoy… algo perdido, busco el estudio de… Mr. and Mr. Cold War…
-te puedo acompañar si gustas-le tendió una mano, la cual por no hacerle sentir ofendido Alfred acepto y dejo que le ayudara a levantarse, sacudiendo sus ropas, tratando de olvidar el mal rato que acababa de pasar, siguiendo a aquel hombre que parecía saber hacia donde iba y le guiaba en medio de la multitud.
-uh… gracias
-no hay problema, yo también estaba perdido cuando llegue da~
-ah… yo es primera vez que vengo, ¡voy a protagonizar una película que será un éxito de taquilla!
-felicidades
A Alfred le molesto el hecho de que su acompañante no pareciera sorprendido ni nada con aquella gran noticia, ¿no se daba cuenta que estaba hablando con la próxima gran estrella del cine? Como siguiera con esa actitud condescendiente no le daría un autógrafo.
-si, no cualquiera era apto para el papel, me escogieron de entre un montón de actores porque era el mejor, hasta Orlando Bloom y Johnny Depp estaban en la lista-no era verdad, pero una mentirita blanca no le hacia mal a nadie, ¿cierto? Además, mientras el otro no se enterara todo bien.
-vaya~ debe ser muy importante da~ aunque había escuchado que tenia un co-protagonista
El oji azul chasqueo la lengua como toda respuesta, frunciendo el ceño al recordar a Iván, el de la pata de palo, parche en el ojo y una joroba (ni cuenta se daba de cómo iba distorsionando sus recuerdos)
-no es así, yo soy el único protagonista, el otro es el villano, nada mas
-entonces yo estaba mal informado
-yep, muy mal informado, yo seré el héroe de esa película, ¡el que los salvara a todos!-le quedo mirando con una sonrisa radiante-¿y tu eres encargado de vestuario o algo?
El mas alto soltó una risita y cuando estaba por contestarle fue interrumpido por una mujer de vestido rosa y blanco, largo cabello negro y una flor en el cabello que parecía enojada.
-¡ustedes dos! ¡Los hemos estado buscando por todas partes!-los regaño, tomándolo a uno de cada brazo, arrastrándolos con rapidez hacia una oficina-¡Iván, se suponía que tenias que llegar hace una hora! La señorita Elizabeth esta furiosa
-lo siento da~ me entretuve con alguien-contesto de forma tranquila el hombre que había ayudado a Alfred.
-espera-Alfred abrió los ojos como platos-¡¿Iván? ¡tu!-¿Qué diablos había pasado con el ojo de vidrio, el parche, la pata de palo, la joroba y los colmillos de vampiro?
-¿yo que?
-¡¿tu eres…?
-¡Al fin!-la directora de la película, Elizabeth salio de la oficina, con las manos en las caderas, mirándolos furibunda un par de segundos antes de sonreír sonrojada-¡que linda pareja hacen! ¡serán perfectos par el romance!
-¡¿romance?-Alfred no tenia idea en lo que se acababa de meter.
