Disclaimer: Los personajes que ven aquí, y todo lo que reconozcan, es propiedad exclusiva de Su Alteza Real, Jotaká. El resto de locuras y sinsentidos, salieron de mi cerebro.


Summary: Victoire siente miedo, y no lo puede evitar. Sabe que no tiene oportunidad de quedar en Gryffindor, pero le aterra la posibilidad de terminar en las mazmorras. Si Molly no la puede consolar, el único que finalmente lo hará, será el dichoso sombrero. Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


Miedo.


El andén 9¾ de la estación de King's Cross se va vaciando de a poco. Un enorme tren rojo se divisa a lo lejos, y un montón de niños pequeños y no tan pequeños sonríen dentro de él ante su nuevo destino... Aunque ese no es el caso de nuestra protagonista.

—Tengo miedo, Molly —en uno de los últimos vagones, solloza una pequeña niña rubia, secándose las lágrimas que caían sobre sus pecas. Su acompañante, una pelirroja de su edad con la túnica negra de Hogwarts ya puesta, suspira—. ¿Crees que podríamos terminar en Gryffindor, al igual que Teddy?

—No lo creo, Victoire —repone su prima—, y tú también lo sabes a la perfección: no te engañes más —esa sinceridad y la incapacidad característica de la chica para decir todo lo que cruzaba por su mente, es algo que a la rubia le encanta.

—Sí, pero... ¿y si llegamos a ir a Slytherin, Molls? —insiste Victoire, y la otra resopla borrando su sonrisa. Saben que cuando una de las dos quede en una casa, la otra la seguirá sin importar a dónde... Y eso es una de las cosas que más les preocupa.

—El abuelo Arthur no nos querrá nunca más, claro... ¡Es una broma, Vic! —se apresura a contestar, al ver las lágrimas corriendo nuevamente por su rostro—. No tiene nada de malo...

—¡Yo no quiero ser una serpiente! —grita la hija de Bill con una voz más aguda que lo usual, interrumpiéndola, y su prima vuelve a sonreír, traviesa.

—Ser Slytherin no te convertirá en serpiente; seguirás siendo una mezcla de bruja, veela y mujer lobo...

—¡Basta! —vuelve a interrumpir la rubia, y Molly rueda los ojos. No hay nada más que hacer por cambiar el pensamiento de Victoire, y las chicas siguen así durante todo el trayecto hacia Hogwarts.

Cuando finalmente el sombrero se posa en la cabeza de la primera Weasley, Molly, a la otra pequeña no le quedan dudas. Si en la cabeza de su prima gritó un "Ravenclaw" alto y claro, en la suya hará lo mismo... y se siente feliz.