Nuevos vecinos

Prologo

En un día cualquiera en la pequeña ciudad de Echo Creek, mientras que el sol salía como todas las mañanas, un viejo y gastado camión de mudanzas, se estacionaba a unas casas del conocido hogar de la familia Díaz. Del asiento del acompañante, bajo un joven de estatura promedio, ojos color miel, vestía una camiseta y una chaqueta de color negro, unos jeans azul oscuro y su cabello era de un color castaño claro algo desordenado.

-Está claro que tienes suficiente coraje para despertarme a las 4 de la madrugada para hacer un viaje de 3 horas sabiendo que me duermo a las 2. Pero tengo que felicitarte este lugar es más grande que el anterior.- dijo después de dar un largo bostezo.

-Bueno yo iré a dormir en alguna pared de la casa. Suerte desempacando.- se le oyó decir mientras caminaba en dirección a la puerta de su nuevo hogar.

Del asiento del conductor, bajo una joven de cabello color escarlata intenso que le llegaba hasta la cintura, unos ojos color café, la chica estaba usando un vestido color blanco con rayas negras.

-Lo siento Dean pero si quieres comer los próximos días tendrás que ayudarme a desempacar y no hay que olvidar las tareas del hogar.- dijo la muchacha con una expresión demasiado tranquila que llego a asustar el joven Dean.

-¿Esta claro?-

-Esto no quedara así Carrie, lo recordare y lo pagaras- dijo y luego de eso se dispuso a comenzar a llevar unas cajas adentro de la casa junto a Carrie.

Al cabo de unas horas solo quedaba la mitad de las cosas, eso significaba que era lo más pesado. Dean se encontraba sentado en el suelo apoyando su espalda en un árbol, que estaba a un costado de la casa, mientras que Carrie dijo que iría a comprar el desayuno.

-Sí que se está tardando- Dean empezaba a creer que Carrie se había escapado para que él se encargue de guardar las ultimas pertenencias de ellos, pero claro él estaba seguro de que podría acomodar el sofá, la nevera, las camas y muchas otras cosas solo y sin ayuda. Luego de unos minutos se resignó a su destino, el cual era guardar y acomodar todo dentro de la casa.

-Carrie de verdad recordare esto.-

Ya era mediodía, todo estaba en su lugar, la nevera en la cocina, el televisor en la sala de estar y el sofá... bueno eso todavía estaba en frente de la casa y Dean dormía en él. Para su mala suerte, Carrie ya había llegado y estaba sentada a su lado esperando que despertara, luego de unos minutos la joven término por perder la paciencia.

-¡Dean despierta, ya es mediodía!-dijo mientras estiraba a mejilla de joven.

-Solo unos minutos más… Lo necesito…- él se acomodó, tras decir eso pensaba que podría descansar un poco más… Grave error, Carrie lo golpeo en la cabeza y le arrojo unos cuantos libros a los píe.

-Ve darte una ducha en 30 minutos, vendrá el autobús a buscarte- dijo la joven con una sonrisa al ver la expresión llena de confusión del medio dormido Dean.

-¿Autobús? ¿De qué demonios estás hablando? ¿No me digas que me mandaras a vivir solo a otro lugar? Porque si es así te lo agradecería mucho.-

-Solo fui a inscribirnos en una escuela no muy lejos de aquí.-

-¿no muy lejos? Pero si te tomo mucho tiempo.-

-Ah eso fue porque fui a desayunar con una agradable familia, está a unas casas de aquí. Si quieres podemos pasar a saludar más tarde. Allí viven dos chicos de tu edad bastantes peculiares, una princesa mágica de otra dimensión y un chico karateka.-

-OK, creo que nos estamos desviando del tema principal-dijo el joven rodeando los ojos, ese asunto de alguna forma lograba sacarlo de sus casillas.

-Tienes razón, nos estamos apartando del tema principal… Ve a darte esa merecida ducha ahora apestas y no quiero que tu feo olor se quede pegado al sofá.-luego de decir eso Carrie tomo a Dean de la oreja y lo arrastro hasta la puerta de la casa.

-Espero que estés listo para cuando el autobús llegue, eso quiere decir que tienes que estar peinado, perfumado y si es posible trata de no ser un idiota cuando estemos en la escuela. ¿Está bien?-

Carrie conocía demasiado bien a Dean, él se caracterizaba por ser un chico bastante sarcástico y muy impulsivo, siempre se metía en problemas. Su cara de chico bonito lo ayudaba mucho a buscar peleas y a la hora de enfrentar sus problemas no dudaba en repartir golpes a quien se lo merecía.

Eso era algo que Carrie trataba de cambiar en la actitud del joven.

-Lo que tú digas ¿Por qué tengo el presentimiento de que este será un día demasiado largo, agotador y aburrido? ¡Oh espera! Todos los días son así contigo.-

-Ve a ducharte de una maldita vez.- dijo Carrie empujando a Dean hasta el baño.

-Oye no necesito escolta ni guarda espaldas ¿Oh es acaso que quieres verme desnudo?-decía mientras levantaba una ceja.

-Sigue así y no vivirás para contar tu primer día de escuela- El tan solo la mirada seria de Carrie hizo que Dean dejase los juegos de lado para prepararse.

Ambos chicos ya se encontraban listos para lo que sería su primer día de escuela. Dean traía puesto una camiseta blanca y arriba de ella una chaqueta color café que combinaba con unos jeans gris algo gastados. Por otro lado Carrie vestía una camisa violeta y unos pantalones cortos de color azul y su cabello amarrado en una cola de caballo. Dean llevaba sus libros en la mano y Carrie llevaba sos cosas en un pequeño bolso, al pasar unos minutos ambos chicos estaban esperando el autobús algo que por cierto nunca llegaría.

-El bus ya debería estar aquí.-

-Bueno pues está claro que algo además de mí no quiere que vayamos a la escuela- Dean estiro hacia atrás la manga de su chaqueta para ver en su reloj que hora era.

-Oye Carrie son las 12:30 ¿A qué hora tendríamos que estar en la escuela –Pregunto mientras se distraía mirando su reloj.

-¡Tuvimos que estar en la escuela hace 10 minutos! ¡El autobús ya paso hay que darnos prisa.-Dijo la chica tomando a Dean de la mano para luego echarse a correr, su primer día de escuela y llegaría tarde. Si había algo que Carrie odiaba era ser impuntual, siempre fue una chica muy responsable y madura, por otro lado Dean era todo lo contrario.

-¿Sabes que por más que corramos llegaremos tarde verdad? Tómalo con calma, ¿Qué tiene de malo llegar tarde a nuestro primer día? Después de todo no es como si se fuera a acabar el mundo o algo así.

-¡Cállate y corre maldito idiota, esto es tú culpa!-

-¿Mi culpa? Perdóname pero yo no fui el que se quedó hablando con una princesa mágica de anda a saber qué y un chico karateca, cuando tuviste que haber traído el desayuno y ayudarme a desempacar nuestras cosas.-

-Seguiremos esta discusión en otro momento, por ahora concéntrate en correr ¿Está bien?-

Ya habían pasado 20 minutos y los dos jóvenes se encontraban en la puerta de la escuela. Carrie estaba completamente agotada, apoyando ambas manos en sus rodillas por otro lado Dean estaba sentado en las escaleras.

-Cielos Carrie de verdad estas fuera de forma, se que sonara raro viniendo de mi pero tendrías que apresurarte, ya estamos muy atrasados.-

Tras decir eso fue tomado violentamente del cuello de su chaqueta obligándolo a encontrarse con los ojos color café de su acompañante.

-No hace falta que me lo digas Dean- Decía entre jadeos-Ahora entremos de una maldita vez.-

-Ya quiero que este día termine de una vez-Luego de esas palabras solo le se levantó y entro a su nueva escuela.

Los pasillos de la escuela eran largos espaciosos y solitarios, antes de irse a su respectiva clase, Carrie le dijo que tendría que ir a la oficina del director a presentarse, como ella ya lo había hecho no tenía la necesidad de ir otra vez.

-¡Maldición Carrie! Primero me obligas a mudarme a un lugar sin previo aviso, luego me dejas solo desempacando nuestras cosas y por ultimo me inscribes en una escuela para luego abandonarme en los pasillos hablando solo como un idiota. Sí que eres una gran amiga.-decía Dean con un gran tono de sarcasmo, después de dar unas 3 vueltas por los alrededores pudo encontrar la oficina del director, un lugar al que no le apetecía mucho entrar pero que por orden de Carrie debía cruzar esa puerta y entablar una conversación con alguien mayor.

-Y… Aquí vamos.-Pensó el joven soltando un ligero suspiro para luego dar 3 golpes a la puerta del director. Tras escuchar la palabra "adelante" decidió tomar la perilla de la oficina. Al abrir la puerta se encontró con un señor más bajo que el, algo corpulento, con un poco de cabello color castaño y un pequeño bigote. El señor traía puesto un traje gris oscuro y una camisa lila, lentes de marco rectangular y una corbata de moño azul.

-Hola… Soy el nuevo estudiante.- Dijo Dean con un tono algo apagado y levantando la mano en forma de saludo.

-Adelante, toma asiento por favor.-Dicho eso Dean dejo sus libros sobre el escritorio del director para luego sentarse enfrente del.-Espera unos minutos llamare a alguien para que se encargue de mostrarte la escuela.-Tras decir esas palabras presiono el botón del micrófono.-Marco Díaz a la oficina del director, Marco Díaz a la oficina del director.- Después de unos minutos, un joven de misma estatura que Dean cruzo la puerta.- Marco déjame presentarte a Dean, el estará en tu clase de ahora en más, quería pedirte que le enseñaras la escuela y los alrededores de la ciudad, el y otra chica acaban de mudarse. Estoy seguro de que harás un gran trabajo, chico seguridad.-

-"Chico seguridad" que apodo tan ridículo.- pensaba Dean, estaba claro que el no necesitaba a alguien que le enseñara la escuela, gracias a que Carrie lo abandono por segunda vez. Ya conocía cada rincón del lugar.

-Disculpe director estoy seguro de que no necesito un guía, puedo manejarlo sin…- Pero antes de que terminar de hablar fue interrumpido por el director.

-No seas modesto, Marco estará fascinado por enseñarte el lugar.-

-Vamos. Te mostrare la escuela.- Mientras que Marco salía de la oficina, Dean tomo sus libros y se despidió del director. Una vez estando afuera ambos jóvenes caminaban a la par, Marco fue el primero en romper el silencio.

-Sé que es algo tarde para presentarnos pero mejor tarde que nunca, soy Marco Díaz- dijo mientras estiraba su mano para saludarlo.

-Dean Miles-luego de decir eso estrecho la mano de Marco.- Si es que estas pensando en hacerme un tour de toda la escuela, paso ya recorrí el lugar. Solo dime donde se encuentra nuestra clase y tu trabajo habrá finalizado.- Dijo Dean tras soltar un largo suspiro.- Ya quiero que esto acabe.-

-Está bien, sígueme.-

No fue mucho lo que ambos chicos caminaron para llegar al salón. Al abrir la puerta, Marco fue el primero en entrar y tomar su respectivo asiento. Cuando fue turno de Dean, con lo primero que se encontró fue con un Trol dando clases de matemáticas a los 12 alumnos que prestaban una vaga atención.

-Vale tengo que empezar a dormir más y jugar menos videojuegos.- Pensaba el joven mientras frotaba sus ojos con la manga de su chaqueta.

-Ok clase, hoy tenemos un nuevo estudiante: conozcan a Dean Miles.-

La mayoría de los alumnos miraban al joven con curiosidad esperando que hiciera su presentación.

-Como ya saben mi nombre, no lo diré porque sería tedioso tener que repetirlo. Estaré aquí un buen tiempo… Eso creo. en fin, espero que podamos llevarnos bien y si no, me da igual. No trate de pensar que quiero aparentar ser cool porque yo sé que lo soy.- Finalizo Dean apuntándose así mismo con el pulgar mientras que sus nuevos compañeros lo miraban con cierto interés.

-Ve y toma asiento si ya has terminado.-

-Ok soy el número 13. Que suerte la mía.- pensaba Dean mientras caminaba al último pupitre que estaba algo gastado a un lado de la ventana. Cualquiera pensaría que es el mejor asiento del lugar pero no lo era para alguien que había dormido tan solo 3 horas. El sol lo golpeaba en el rostro, estaba claro que dormiría… Pero muy incómodo.

Luego de que la clase terminara, algunos de los compañeros especial mente las chicas. Fueron a darle la bienvenida a Dean pero él se encontraba durmiendo hasta que una chica fue a despertarlo.

-Oye la clase término.- repetía mientras lo sacudía ligeramente del hombro, no fue mucho lo que tardo en despertarlo.

Luego estirar los brazos y soltar un largo bostezo, con lo primero que se encontró al abrir sus ojos fue con una muchacha de piel clara y una figura delgada. Su cabello era de un color rubio que le llegaba hasta las rodillas, ojos olor azules como el cielo. Lo que más resaltaba en ella eran unas extrañas marcas de corazón sobre cada mejilla.

-¡Al fin despiertas!- dijo mientras que de un pequeño bolso sacaba una brillante varita que desprendía un radiante arcoíris, cualquiera que no esté familiarizado con cosas extremadamente raras estaría sorprendido pero no Dean, el tan solo convivir con Carrie era raro. Además ya había vivido en un pueblo de Oregón en el cual sucedían demasiadas cosas paranormales y sobrenaturales.

-Gracias por la cálida bienvenida.- dijo Dean mientras apuntaba al arcoíris que se estaba consumiendo por un extraño fuego que salió de la nada. Sin dudas este iba a ser un largo y extraño día.

…...

Bueno primero que nada:

Gracias por dedicarle algo de tiempo en leer este proyecto, estaría muy agradecido si comentaran lo que les pareció y si pudieran darme algún que otro consejo para quizás mejorar la historia y que mejor que hacerlo con su ayuda. sin más que decir, nos leemos en el próximo capitulo.