Two-shot:
Mi abusador.
Disclaimer - Copyright: Todos los derechos reservados, los personajes le pertenecen a Masashi Kishomoto.
*cursiva*= recuerdo
Odia a las mujeres, no le eran más que unas dramáticas, unas arpías, fingen ser tus amigas y luego te atacan por la espalda burlándose de ti por cosas absurdas, por tu ropa, tu modo, tu apariencia, tu estatus. Todas eran unas interesadas.
El pensamiento de Sasuke redundaba en esto pero salió de sí al ver como aquella chica de ojos perla y cabellos oscuros, agarrando un pedazo de su camisa, lloraba, o eso pudo ver ya que ella cubría sus ojos con su antebrazo aun así los gemidos la delataban.
—Lo siento, es mi culpa. —Era lo único audible que salia de su boca.
Sí que lo es, quiso decirlo pero decidió dejarse gozar al verla tan lamentable, ¿Esperaba que le dijera que no lo fue? ¿Que nadie fue el culpable de lo que le pasó a su amigo?
En efecto ella era la única responsable.
Porque aquella hermosa primavera en donde un valiente decidió aventurarse no terminó bien.
—Oh, se la llevaron... —Comentó Ino ya acostumbrada a este tipo de cosas sucedieran.
Hinata por su parte seguía en su asombro, ni siquiera vio quien se la llevaba pero un rubor inevitable salía de sus mejillas.
—¡Sakura-san es tan popular! —dijo admirada cubriendo su boca.
En la época donde el amor revoloteaban y los sentimientos eran revelados, para Sakura esto se le había vuelto una costumbre, ¡Era la tercera vez esta semana! Por otro lado para los chicos que se le confesaban era una aventura, una lucha por sobrevivir pues su momento no les duraba tanto porque al poco tiempo era ella quien cortaba contacto con ellos y eso es debido a una sola persona.
Hinata.
Dentro de ella un arrepentimiento la albergaba, ella sentía que era la razón por la que su amiga no le daba una oportunidad al amor.
Estaba esperándola en la salida de la preparatoria apenas acabaron las clases, no se apareció luego de que se la llevaran, se empezaba a preocupar si algo le habría pasado.
Negó con su cabeza ahuyentando los malos pensamientos.
—¡Hinata! —Ese llamado le hizo girar para ver a la persona que más quería y compartía momentos.
—Sakura-san —Se acercó a ella pero notó que estaba acompañada de un chico— Uh, ¿qué?
Un chico de uniforme desordenado, cabellos rubios y ojos tan azules como el cielo estaba a la par de la pelirosada.
—Él es mi novio. —Le dice Sakura al sentir la mirada que tenía sobre él.
"Su novio", eso retumbó en sus oídos.
—¡Hola, soy Naruto Uzumaki! A partir de ahora espero que me cuides. —Alzó su mano esperando ser estrechada.
Hinata seguía en silencio pero al poco tiempo se recompuso y la extendió.
—Asi que, ¡nos vamos! —Saltó Sakura con emoción hacia Hinata abrazando su brazo— Te veo después, ¿sí? —dijo a Naruto y él se fue de inmediato dejando a la azabache confundida.
Aun así no preguntó, ni menciono nada.
—¿Qué quieres comer? Yo quiero algo dulce, ¿qué te parece una malteada? —La sacó de sus pensamientos.
—Sakura-san ¿por qué no fuiste con tu novio? —Bajó la mirada, sabiendo que esto no quería decir pero era inevitable.
—Él puede esperar, además quedamos en salir —Apretó su brazo.
—Es tu novio.
—Tú eres mucho más importante que un novio.
—¿Y por que aceptaste salir con él?
—Mmm... —Soltó mi brazo para colocar un dedo en su mentón en pose pensativa— Pues esta al lado de nuestro salón y se llama Naruto, mmm... Sólo eso.
—¿¡Sólo eso!?
—Aún esta prueba todavía. Pero vamos, las malteadas nos esperan —Haló de su mano.
—A-ah yo e-esta vez quisiera un helado. —Comentó insegura pues consciente estaba que solo quería llevarle la contraria.
—¿Jaaa? ¡Las malteadas son mucho mejores!
Apretó su falda, molesta consigo misma.
—¡Es cierto! Me gusto mucho la del otro día. —Sonrió honesta, ¿en que pensaba?
—¿Verdad?
Ciertamente Hinata ya conocía a Naruto, un chico problemático pero de buenos sentimientos, dedicado y gracioso, le gustaba. Desde aquel día que lo vio, jamás la vio de manera despectiva como lo hacen los otros chicos con ella.
Ese día un lugar brincó en su corazón.
Pero ahora que sale con su mejor amiga, ¿qué debería hacer?, ¿renunciar?
Sí, eso hará porque le hacía feliz ver a su amiga alegre y Naruto era la persona perfecta para ese trabajo, aunque le doliera, era lo mejor.
—¡Oigan, salgamos a la feria! ¡Es hoy! —Pidió entusiasmada, amaba esos lugares, ¡sobre todo por los dulces!
—No puedo saldré con Sai, lo siento. —Se disculpó Ino.
—Yo tampoco puedo. —dijo Temari.
—Ah, si, ella saldrá con Shikamaru y se darán besos —Molestó Ino haciendo una representación de cómo Shikamaru la besaría— Oh, Temari...
—¡Deja eso! —Gritó Temari confundiéndolas al no saber si el rubor en su cara era por la vergüenza o por el enojo.
—Es así...
—Lo siento Hinata, todas tenemos un compromiso, bueno ya me voy, ¡Sai me espera! —Cantó esto último al salir del salón.
—Yo también me iré antes, ¡adiós!
Hinata las siguió con la mirada expectante que cambiaran de opinión pero no lo hicieron, volteó a Sakura y ella parecía pensante.
—¿Qué te parece si hacemos algo? —Preguntó al aire.
Anonadada, así estaba y es que Sakura le dijo que la acompañaría pero no le dijo que iría también Naruto.
—A-ah s-si molesto me i-iré en cuanto quieran —Hizo una reverencia en disculpa.
—¿Qué dices?, es mejor en compañía.
Se sonrojó al escucharlo, Naruto le parecía genial, nunca se enojaba ni hacia sentir de menos a la gente, era el chico perfecto y estaba alegre que Sakura saliese con espectacular chico, ya había asimilado con ligero pesar que Naruto nunca fue para ella.
A pesar de haber interrumpido la cita de Naruto con su amiga, Hinata estaba alegre que no la hicieran de un lado, platicaban y compraban recuerdos, recuerdos que les daría a sus amigas no sin antes aladear lo genial que estuvo el viaje en la feria.
¿Que podría salir mal?
—Oye, puedes hacerme un favor, ¿sí? —Preguntó Naruto cuando Sakura se había adelantado y por fin ambos estaban solos— Sé que es tu mejor amiga pero podrías dejarnos solos cuando subamos en la rueda de la fortuna.
Abrió los ojos inhibida, tragó saliva para no desviar su tono.
—E-esta b-bien, no te preocupes me encargaré que ambos estén solos para entonces... —Le dio su apoyo diciendo esto con los ojos cerrados al no querer verlo.
Porque su corazón oprimía y no era como la primera vez que conoció al rubio, en este momento oprimía tanto que era sofocante.
No era más que un estorbo. Ella pensaba que se estaban divirtiendo y sólo eran condescendientes.
—¡Hinata! ¿Dónde estabas? —Sakura la abrazó por detrás asustándola.
—¡A-ah Sakura-san!
—¿Qué pasa? ¿A dónde quieres ir ahora?
La azabache miró hacia el cielo notando que el día estaba apunto de acabar y el llamado para que los estudiantes salieran del local casi llegaba.
—¿Qué te parece si vamos a la rueda de la fortuna?
Ambas rieron y se encaminaron al lugar mientras que Naruto la observaba, no tenía idea en que estaba pensando, no lucia como que lo iba a ayudar.
Hicieron la fila y al llegar al frente, Hinata esperó que Sakura entrara primero para luego empujar a Naruto, dejándolos solos. Entonces salió corriendo hacia un lugar lejos de la atracción.
Se puso de cuclillas rodeando sus piernas con sus brazos, llorando, estaba segura que ella fue la culpable, Naruto lo único que hacia era hacerla sentir bien mientras que ella sólo pensaba en sí misma. Claro, él era novio de su amiga, era lógico que quería pasar un momento con ella. Y no sólo hizo sentir mal a Naruto sino también a su amiga quitándole momentos con el chico.
No le extrañaría que dejaran de ser amigas.
—¿Hinata? ¿Te hicieron algo? ¿Dime, a quien mato? —Giró hacia todos lados confirmando que no hayan pervertidos.
La chica de ojos perlas levantó la mirada poco a poco estupefacta que Sakura estaba a su lado consolándola, pero volvió en sí al notar que Naruto no estaba.
—¿¡Y Naruto-kun!? —Alzó la voz.
—Ah, ese idiota, no te preocupes por él. —Sentenció no dejando que Hinata intentara indagar en ello.
Pero se alegró que al menos ella no la haya dejado abandonada ese día, Sakura era su luz.
Ambas se fueron a su casa al escuchar el llamado para que salieran.
—¿Pero qué pasó? —Salió Naruto de sus pensamientos a la orden de Sasuke.
—Yo lo arruiné —Suspiró pesadamente.
Tener en mente a aquella chica que siempre le gustaba desde primaria y se había confesado hasta ahora en la preparatoria, le era punzante, pues salieron por poco tiempo, él se había ilusionado cuando aceptó ser su novia ¿y terminar de esta manera?
En la rueda de la fortuna ambos estaban confundidos por la acción de la Hyuga, Naruto entendió después su acción y le agradeció mentalmente.
—Bueno, ya que estamos solos... —Se acercó a ella para besarla pero antes de llevar a cabo este acto sintió un ardor en su mejilla, la pelirosa le había abofeteado.
—Tú le dijiste esto, ¿no? Cómo puedes pensar en ti mismo solamente, ella sólo quería compañía —Bramó para que después ocurriese un silencio muy incomodo.
Al llegar ya al punto de salida, Sakura se fue a pasos duros y grandes ignorando por completo la mano que se había posicionado en el hombro de la chica.
A Naruto le tocó una vez más ser el que observaba a esa figura tan deslumbrante.
—Tenía razón, su amiga sufría demasiado...
—Eres un idiota, ella sólo buscó una excusa para dejarte.
—¡Cállate bastardo! Sakura-chan no es ese tipo de persona.
—Para ti nadie es ese tipo de persona.
Fijando su mirada hacia el cielo una idea lo comenzaba a rodear, esa niña desvergonzada que sólo jugó con su amigo debía pagarlas.
Lo estaba logrando por ahora, ella a veces se separaba de aquella molesta pelirosa que la gente le encantaba emparejarlos a ambos. Por alguna razón a la chica le encantaba estar en la cancha de básquet, ahí se detenía para sentarse en las escaleras, siempre la acompañaban una libreta y un lápiz. Suponía Sasuke que en la libreta se hallaban sus planes para hacer sufrir a los demás.
Para lastima de él o dicha para su venganza, Sasuke era uno de los miembros del club de básquet así que siempre que tenía oportunidad se encargaba de molestarla, ya sea que se le "desviaba" la pelota, o que incluso un chicle se encontraba en donde ella se sentaba, el chico buscaba cualquier excusa para que siquiera se retractara de sus errores.
—¿Qué te pasa, idiota? —Fue la agresividad poco amenazante que Sasuke pudo recibir de las pseudoamigas de aquella azabache.
—No les incumbe.
—¿Qué dices? —Ino se le acercó enojada.
—Está bien... —La alejó Hinata del chico, calmando la situación— Lo siento —Se inclinó asombrando a ambos.
Sasuke abrió los ojos sorprendido del momento, la razón por la que odiaba a las mujeres eran porque a ellas les agradaba hacerse las victimas en este tipo de ocasiones, pero ella simplemente se disculpaba, esto sin dudas lo había enojado, ahora estaba deseoso de verla enojada para que así sacara su verdadero carácter.
Un golpe, dos golpes, la pelota se desviaba tanto que tenia que hacer maniobras para que no se mostrara su intento por molestarla y ser acusado llevando este tema a algo mayor. El día anterior logró tirarle todo el trabajo de la chica pero aún no se enojaba, ella tuvo que irse por detrás de la escalera para poder recoger sus cosas en silencio, le era tan frustrante.
Además de eso su amigo seguía enganchando con esa chica que todos alababan, aun recuerda haber visto a su amigo mirarla de manera tan perdida que no se percató que ella lo hacia de la misma manera, dándose cuenta que la razón por la que ellos dos no eran felices, aunque concentrándose mas en su rubio amigo, era por ella.
Es por eso que volvió a la cancha de basquet para seguir con su juego, no tan entusiasmado porque había la posibilidad que Hinata no estuviese por lo mismo que sus amigos no lo estarían, los exámenes, aun así el fue.
Como lo sospechó no estaba nadie, la cancha estaba vacía, jugó un momento y luego se dirigió a la salida no sin antes irse atrás de aquellas escaleras para ver si la Hyuga había olvidado algo, tenia una sensación que le pedía que parara. Para sorpresa de Sasuke ella estaba ahí, esperándolo. El retrocedió y cambio sus pasos esta vez hacia la salida sin embargo Hinata logró agarar un pedazo de su camisa para detenerlo.
—Sasuke-kun, lo siento, es mi culpa. —Sus lágrimas comenzaron a salir y la azabache por inercia tapó sus ojos perlas con su antebrazo.
—¿Qué dices? —Entendió a que se refería pero prefirió darle el beneficio de la duda, que dijera las cosas tal como son.
Aunque tenia un poco de miedo que le saliese con una navaja luego del show.
—Sé que te quieres vengar por lo de tu amigo, —Su sorpresa fue indudable ¿acaso lo espiaba?, bueno era inevitable ya que van a la misma escuela— Es mi culpa que Naruto-kun la haya pasado mal junto a todos los que quieren estar al lado de Sakura-san. Me lo merezco pero, lo siento... ya no aguanto, ya basta...
Sasuke tuvo la necesidad de tomar sus brazos al escucharla con voz partida, pero ella huyó antes que su cuerpo se moviera.
Siguió sus movimientos hasta perderla de vista, desde siempre había creído que las mujeres cuando rompían su hilo de paciencia, por más gruesa que sea, ellas estallarían y cometerían cualquier locura, su locura fue pedirle perdón.
No todas las mujeres son iguales, alguna solo piden paz, algunas soportan todo para estar bien. Hinata no era una mujer común, debía arreglar todo.
Quería conocer a la persona que le hizo cambiar completamente de idea.
*guiño* *guiño*
¿Les gustó? ¿qué les pareció?
[Voten si les gusto esta primera parte, esperen la siguiente que está que arde]
