Buenas noches tengan todos ustedes, damas y caballeros del fandom de Naruto. Me llamo VicPin (Vicka) y, uhmmm... Bueno, confieso que no sé mucho sobre esta serie (la cual desde hace un mes re-empecé a leer el manga y ver el anime aunque sí me he leído algunos fanfics y agregado a favoritos) ni ando muy conectada al fandom (soy multishipper hetero y yaoi), pero no me podía quitar de la cabeza este relato, una semi-adaptación de una película alemana de 1998 llamada "Lola Rennt" (Corre, Lola, Corre); si bien ya había hecho una cosa similar en el fandom de South Park cuando se trató de adaptar justamente esa película, decidí intentarlo por aquí usando como protagonistas a varios miembros de la nueva generación de shinobis.
Por lo tanto, advierto que la presente historia está ubicada en un Universo Alterno (época actual, yakuzas), que las edades de los personajes jóvenes oscilan entre los 19 y los 23 años y las de sus padres entre los 40 y los 43 años, (60 años en el caso de Orochimaru), y que va a ser muy OoC.
Incluso hago de una vez el disclaimer de que los personajes pertenecen al señor Masashi Kishimoto, y que este relato fue creado sin fines de lucro.
Sin más que decirle, les mando un saludo y espero disfruten de esta historia ^_^.
Vicka.
Contra el tiempo.
Prólogo.
Tokyo, Japón. 10:30 de la mañana.
Inojin Yamanaka, de 22 años, estaba de pie detrás del mostrador recibiendo las llaves de uno de tantos huéspedes en el Hotel Suna Tokyo, sucursal de la cadena de hoteles más grande y famosa de Japón.
De largo cabello rubio amarrado con una cola de caballo, ojos verdes, piel pálida, y ataviado con su uniforme de trabajo de color oscuro, el muchacho se sentía muy intranquilo desde que entró a trabajar a eso de las 7:00 de la mañana. Y cuando se sentía así, era porque algo demasiado grave estaría sucediendo.
Tengo un mal presentimiento, pensó mientras colgaba el teléfono después de recibir instrucciones de reservación. Desde hace media hora que Shikadai debió haberme llamado. ¿Habrá sufrido algún retraso? De ser así, Orochimaru lo matará. Ese hombre no es de los que podría decirse que son muy pacientes.
Así es. Inojin Yamanaka, el hijo único del agente de las fuerzas especiales ANBU Sai Yamanaka y de la doctora Ino Yamanaka estaba preocupado por la seguridad de Shikadai Nara, su amigo de la infancia y empleado de poca monta del yakuza más peligroso de Japón, Orochimaru Ankou. Resulta que el muchacho tenía que ir al distrito de Shinagawa a recoger un paquete de cien grandes por parte de Suigetsu Houzuki, traficante de diamantes y empleado de Orochimaru. De ahí, el chico debía de llamarle para que lo trasladara en su motocicleta al distrito de Shinjuku, en donde se encontraría con Juugo Tenpin, uno de los hombres de confianza del yakuza.
Si no fuera su amigo, lo habría mandado a freír espárragos con todas las de la ley y sermonearle sobre el peligro que pondría a los que le rodeaban, pero no: Se ofreció a ayudarle de manera incondicional… Bueno, casi.
Las únicas condiciones que le impuso fueron que 1) No volviera a recurrir a él nunca más para esa clase de situaciones, y 2) Que bajo ninguna circunstancia involucrara en el asunto a Himawari, su novia en secreto, el amor de su vida e hija menor de Naruto Uzumaki, el líder del escuadrón en donde trabajaba su padre, y hermana menor de Boruto "Bolt" Uzumaki, quien estaba también en ese mismo escuadrón.
Repentinamente, su celular empezó a sonar.
¡Vaya, hasta que al fin me llama!, pensó mientras tomaba su teléfono y, tras pedirle a Chouchou Akimichi, su compañera de trabajo, que le cubriera unos minutos, se fue a la sala de empleados.
- ¿Shikadai?
- Inojin Yamanaka… Tiempo sin oír de ti.
Los ojos de Inojin se abrieron de par en par.
- Oh, por Dios, se decía a sí mismo, muy aterrorizado al reconocer en aquella voz al mismísimo Orochimaru. ¡Sabía que algo andaba mal! ¡¿Cómo pudo ese hombre obtener mi número?!
- Orochimaru-sama… B-Buen día… ¿Q-qué puedo hacer por usted?
- Yamanaka, ¿has visto a tu amigo Nara de casualidad?
- ¿A-a Shikadai? Bueno, él debió haberme llamado hace media hora para que lo fuera a recoger a donde un tal Suiget-
- ¿O sea que no sabes en dónde está? – le cortó el yakuza - Es una lástima…
El sonido de una puerta abriéndose violentamente se escuchó desde el otro lado de la línea.
- ¡Déjenme!, ¡suéltenme! – gritaba una voz femenina - ¡¿Qué es lo que quieren de mí?! ¡Auxilio!
Inojin se tensó enseguida.
Esa voz…
- ¡Suéltenme!
Una bofetada pareció silenciarla.
- ¡HIMAWARI! – gritó el joven Yamanaka.
- Oh, vaya… Entonces es cierto lo que me han dicho: Tienes un tórrido y secreto romance con la hija menor del líder del Escuadrón ANBU. ¡Qué interesante!
- ¡Maldito infeliz, suéltala! ¡Ella no tiene nada que ver con el asunto de Shikadai!
- La soltaré si tú me haces un pequeño y último favor, muchacho.
- ¿Y si no lo hago?
- Bueno… Tú sabes lo que le sucedería a tu noviecita si no.
Los labios de Inojin temblaron.
- ¿I-I-Inojin? – una voz débil se hizo escuchar desde el otro lado.
- ¡Himawari!, ¡¿estás bien?!, ¡¿te hirieron?!
- E-estoy b-bien, mi amor… E-estoy bien…
- Himawari…
- ¡¿Qué es lo que quieren de mí, Inojin?! – sollozó la joven Uzumaki - ¡¿Por qué me tienen aquí?!, ¡¿por qué te llamaron?!
- Himawari, escúchame. Iré por ti. Te salvaré. Tú tranquila… Todo va a salir bien.
- ¡Inojin, llévame a casa! ¡INOJIN!
Escuchó cómo le arrebataban el teléfono; la chica empezó a gritar su nombre con desesperación a medida que la alejaban. Inojin, con el corazón rompiéndose en pedazos, se armó de valor y preguntó:
- ¿Qué es lo que quieres que haga, Orochimaru?
El aludido rió y le contestó:
- Realmente estás enamorado. Tu voz lo dijo todo.
- Vaya directo al grano y terminemos con esto, Orochimaru.
- Si Naruto supiera lo mucho que estás dispuesto a hacer por su hija, posiblemente te habría aceptado en su familia… En fin, vayamos al grano, como dices: Tu amigo Nara no aparece por ningún lado. Para mí que él se birló mi dinero.
- Lo que haya hecho Shikadai no es de mi jodida incumbencia. Si quiere que recupere su dinero, lo haré. Lo único que le pido es que no lastime a Himawari.
- Considéralo hecho, Romeo… Solo que…
- ¿Qué qué?
- Tienes hasta las doce en punto para traérmelo. Si a esa hora no te veo en el Hotel Konohagakure en Shinjuku para ese entonces, tu novia simplemente desaparecerá. ¿Me has entendido?
Inojin iba a protestar, pero pensó que lo mejor sería responderle con un "sí". Ya después pensaría en un plan para salvarle la vida y, dicho sea de paso, buscar cómo poner tras las rejas a ese mafioso antes de que los mataran, conociendo la fama que se carga el tipo con ojos de serpiente, piel pálida y cabello largo color negro.
Al colgar la llamada, se dirigió hacia su taquilla y se cambió de ropa. Tomando su celular y un arma que estaba escondida en uno de sus libros, salió del área de empleados. Chouchou, quien estaba en sentido contrario en la misma dirección, le preguntó al verlo vestido con un pantalón de mezclilla, camiseta blanca, chaqueta sin manga azul cielo y zapatos negros:
- ¿A dónde vas, Inojin?
El aludido se detuvo y le contestó:
- Tenemos un serio problema llamado Ojos de Serpiente.
Chouchou se tensó.
Conociendo a Inojin y sus lazos con los Yakuza, la sola frase solamente indicaba una cosa.
Problemas.
- ¿Qué sucedió?
Suspirando con pesadez, Yamanaka explicó:
- Himawari… Himawari fue secuestrada.
- ¡¿Qué?! ¡Oh, Dios!
- Orochimaru la tiene.
- ¡¿El jefe del clan Ankou?!
El muchacho asintió. Reanudando la caminata con Chouchou detrás, añadió:
- Al parecer Shikadai desapareció del mapa después de recoger el dinero con el tal Suigetsu. Tengo hasta el mediodía para encontrarle y recuperar ese dinero si quiero ver a Himawari viva.
- ¡Mierda!
Saliendo del complejo hotelero por la puerta de servicio, Inojin se volvió hacia su amiga y concluyó:
- Chouchou, necesito un favor.
- Claro, por supuesto. ¿Qué necesitas?
- Si para el mediodía no llamo al hotel, agarra el teléfono, llama a la policía para que a su vez te comuniquen con el Escuadrón ANBU y pide hablar con el señor Uzumaki y con mi padre. Explícales todo lo que te he dicho de principio a fin.
La joven Akimichi no tuvo más remedio que asentir con la cabeza, a lo que Inojin apenas sonrió.
&%&%&
Himawari Uzumaki, de 19 años, estaba de cuclillas en el rincón de una habitación oscura.
La adolescente, de largos cabellos azules oscuros, ojos azules claros, con dos pares de bigotes de zorro en las mejillas y ataviada con un pantalón de mezclilla, blusa blanca de tirantes y tenis del mismo color, estaba asustada y con muchas dudas en la cabeza.
No podía entender cómo rayos había acabado ahí, a manos de uno de los yakuzas más peligrosos de Japón, si ella no tenía vela en el entierro en un asunto que era de la incumbencia de Shikadai Nara, el mejor amigo de su novio Inojin Yamanaka, y del legendario yakuza Ojos de Serpiente [apodo con el que Orochimaru era conocido en los bajos mundos]. Por supuesto, conocía los detalles del asunto de pe a pa como si se tratara de un yakuza más, ¿pero qué se podía esperar si se tiene por novio a un ex empleado de la mafia japonesa e hijo de un policía que te cuenta todo?
Y cuando era todo, era TODO, desde fechas de entrega hasta la cantidad de dinero o materia prima a entregar y recibir.
No cualquier yakuza podía confiar esa clase de información a cualquier persona; es más, era extraño que un yakuza le confiara esa clase de información a un agente ajeno a las organizaciones criminales más peligrosas del país. Sin embargo, Inojin no era un yakuza, pero sí un antiguo empleo e incluso amigo de unos cuantos quienes le debían algunos favores; si Inojin le confiaba a ella, su novia desde hace dos años, esa clase de información sumamente valiosa, era por mero gusto y porque la amaba a costa de su propia vida.
La amaba, y eso nadie se lo quitaría.
Apresúrate, Inojin, rogó en silencio. Inojin… Apresúrate.
