Dislaimer: Ni los Juegos del Hambre ni la canción "Safe and Sound" me pertenecen.
Para quienes no se sepan la letra recomiendo que lean el siguiente escrito junto a la letra de la canción Safe and Sound de Taylor Swift (de la BSO original de Los Juegos del Hamre) o mientras escuchan la canción, ya que la historia es una traducción literaria de la misma.
SAFE AND SOUND / SANOS Y SALVOS
-Nunca te dejaré marchar. Nunca.
Recuerdo las lágrimas resbalando por tu rostro cuando pronuncié aquellas palabras. Aún conservo su humedad en mis mejillas, su sabor salado en los labios.
No olvido cómo eras entonces, antes de todo, antes de que nuestra historia estuviera condenada a ser el trágico final de un amor de leyenda. Antes de que se alzaran las sombras, el dolor y fuego, y que con su humo ahogaran tu luz.
-Nunca te abandonaré.- Contestaste. La voz, antes musical y melódica, ahora estaba rota en mil pedazos, igual que tú. Muerto por dentro y a la vez condenado a seguir con vida, alimentado por un corazón que late al ritmo de los bombardeos y bombea sangre gélida que se hiela en las venas.
Un nuevo estallido nos devolvió a la cruda realidad. Era la guerra llamando a nuestra puerta.
-Cierra los ojos.- Dije.- ¿Lo sientes? El sol se está poniendo.
Tragaste saliva costosamente.
-No.
-Sí. Los últimos rayos están acariciando las colinas. Se dan las buenas noches. Significa que falta un día menos para que esto acabe. Que estaremos a salvo.
-¿Y eso por qué?- Preguntaste con los últimos vestigios de inocencia que te quedaban. Pretendías sonar duro y descreído, pero sé que bebías mis palabras y con ellas nutrías tus esperanzas. Deseabas creerme a toda costa.
-Porque no puede haber oscuridad sin luz. Su maldad es negra como la noche y se camufla en ella. Necesita la luz del día para que la veas y así poder asustarte. Espera a la puesta de sol y cierra los ojos, nada ni nadie podrá hacerte daño.
-Te lo estás inventando.- Me recriminaste.- Eso son cuentos de niños. La oscuridad no nos protege.
- La oscuridad sólo nos esconde. La protección nos la brindamos el uno al otro.
Miraste por la ventana y seguí el camino de tus ojos. A pesar de que el sol no brillaba en el firmamento las calles eran iluminadas por los incendios provocados por las bombas. Las lenguas de fuego se alzaban muy por encima de lo que nuestras maltrechas ventanas nos permitían vislumbrar, brindándonos no sólo destrucción, sino también calor en una noche fría.
-No lo hagas.- Te recordé, acariciándote la mejilla, atrayendo tu rostro al mío.- Mírame a mí. Escúchame. Vamos a cantar nuestra canción.
-No podré escucharte para siempre.- Dijiste.- No puedo refugiarme en una nana eternamente. En algún momento tendrás que parar de cantar.
-Aférrate a ella. Aunque no esté sonando. Recuérdala. Podrán habernos arrebatado nuestro hogar y seres queridos, pero nunca podrán quitarnos nuestros pensamientos e ideas. Agárrate a esta nana, incluso cuando la música esté apagada y el sonido se haya ido.
No volviste a rechistar y pudimos entonarla sin interrupciones, abrazados. Ni siquiera los disparos, las bombas y los gritos pudieron sacarnos de nuestro refugio hecho de amor, recuerdos felices y esperanza.
-Estaremos a salvo.- Dijiste finalmente.
-Sanos y salvos.
Espero que os haya gustado. Se agradecen las críticas de todo tipo. Abrazos
