Capítulo 1: Cacería
Harto de los murmullos y gemidos de Elena y Stefan, Damon se dirige al Grill. Está cansado de ser el hermano malo, de que Elena juegue con él -eres mi amigo, me preocupas, me atraes…pero Stefan es mi amor-
Elena tiene dentro de sí el fuego suficiente para aceptar la verdad, pero no lo hace, y él, que podría amarla hasta el infinito, que podría hacerla mucho más feliz que su hermano, se queda reprimiendo el único sentimiento fuerte que ha tenido en siglos.
Y encima se ponen a hacer el amor en la misma casa donde él está viviendo. Como si no supieran que sus sentidos de vampiro le permiten escuchar todo. Prácticamente lo expulsan de su casa con sus ronroneos amorosos.
Damon está fastidiado. Llega al Grill y comienza su habitual ronda de whiskies. Para peor, no hay nada que valga la pena cazar. Tendrá que dar un rodeo si quiere comer algo.
Entonces ella entra, tiritando de frío. Se sienta en la barra y pide un whisky.
-Vaya- piensa Damon-es de mi equipo.
Ella se voltea, lo mira directo a los ojos y le dice-Buenas noches-
Damon se ríe en su interior de la formalidad, se acomoda más cerca de ella y en dos segundos la cataloga como "comestible". Lleva chaqueta de cuero y jeans como él, sólo que la de ella es roja, como sus botas, parece un farol, se nota que no quiere pasar desapercibida. Es delgada, pero de caderas anchas, como para divertirse un rato antes de cenar. Podría cogerla por el largo pelo negro mientras le clava los colmillos en el hombro desde atrás.
-Hola linda, ¿qué haces?-le pregunta Damon. Su habitual elegancia hace que la pregunta suene con la medida justa de sensualidad y de amabilidad. Para que no se asuste, para atraerla.
-Un viaje largo. Creo que no seguiré por hoy-dice ella, mientra recibe su trago y le dedica una deslumbrante sonrisa al cantinero.
-Soy Damon-dice él, sonriendo encantador y tendiéndole la mano.
-Lilith-dice ella y junto con tomar su mano le estampa dos besos, uno en cada mejilla.
A Damon le ha gustado el saludo. Le ha recordado a su Italia natal.
-¿te puedo invitar un trago?
Damon compra la botella de whisky y la invita a dejar la barra. Se la lleva a una mesa más íntima y mientras conversan de todo, el alcohol baja y ella termina dejando de sentir frío, acercándose cada vez más al cuerpo de Damon.
Su nombre es extraño. Lilith es la primera mujer de Adán, expulsada al infierno, madre de los demonio íncubos y súcubos, culpada de varios pecados. Es una leyenda mojigata. Nadie suele nombrar a su hija así.
Pero su propio nombre suena a maldad, a "demonio", le replica ella. No es el indicado para hacer críticas de nombres.
Son del mismo continente. Le cuenta que es de Italia; ella es española. Le gusta el sol, viaja en motocicleta, en fin, hablan de sus vidas (las historias de Damon son en gran parte mentiras y alteraciones de su realidad). Tras varias horas mirando su escote, dos botellas de whisky y mucho coqueteo, Damon percibe que ella se ha humedecido. Está lista para disfrutarla y después, bebérsela.
Salen juntos del Grill, y en una movida experta, cuando ella baja el último escalón, Damon se queda rezagado, la coge de la muñeca y la tira hacia sí, girándola, y le estampa un beso en la boca. Separa sus labios al tiempo que pone una mano en su cintura y otra en su nuca, atrayéndola. Hace que lo siga hasta un rincón oscuro frente al Grill y continúa besándola.
Ella se deja hacer. Se cuelga de su cuello y le responde gustosa los besos. Se mordisquean los labios, se acarician mutuamente sus lenguas y comparten el aliento, suspirando mientras se besan apasionadamente.
De pronto Damon rompe el beso, entrelaza sus manos y la mira con sus fabulosos ojos azules, en una imitación perfecta de una mirada de amor.
-Eres preciosa, me fascinas-le dice con su voz más sensual, susurrándole al oído, haciéndole creer que esto es algo que no le ocurre a menudo.
-Fue maravilloso-suspira ella, y lo mira sonrojada.
Ha caído en su trampa. Creyendo que está viviendo una aventura especial y única, no es difícil llevarla a su auto cogida de la mano, como si estuviesen enamorados y allí dedicarle sus más encantadoras miradas y sonrisas.
Ella le facilita el trabajo. Está embobada y lo invita a su habitación de hotel. Se muere por él…
no sabe que de verdad se va a morir.
