-Capitulo 1-
La tierra del caos
-Al parecer no vamos a poder cruzar –comentó Rei mientras observaba la calle y el puente lleno de personas que iban y venían por las banquetas.
El embotellamiento en ese lugar era terrible y es que el caos reinaba en la ciudad desde la mañana.
Esa mañana, todo parecía normal, Rei Miyamoto se alistó y desayunó, se despidió de su mamá y salió rumbo a la escuela, donde su novio Hisashi la esperaba.
La clase de historia sin duda era aburrida, la chica no ponía atención al profesor, estaba más ausente que de costumbre… lo peor era que al finalizar la clase, le tocaría inglés con el profesor Shidou, a quien ella odiaba por lo ocurrido el año pasado, siempre rogaba a los cielos que ocurriera algo que suspendiera la clase… lo que fuera… cualquier cosa era mejor que llevar clase con ese bastardo malnacido de Shidou.
Esa mañana, sus rezos serian escuchados… pero si Rei hubiera sabido los sucesos que estaban por desencadenarse, preferiría pasar todo el día en el salón de clases…
La pesadilla comenzó alrededor de las 9 de la mañana, cuando Takashi Komuro llegó al salón repentinamente y la jaló diciéndole que debían irse y que era demasiado peligroso quedarse ahí. Ella no comprendía lo que pasaba pero después de una fuerte discusión, en la cual Takashi incluso se atrevió a abofetearla, ella y Hisashi se fueron con él. Todo era un pandemónium, ya que los muertos deambulaban por toda la escuela –no solo ahí, si no que por toda la ciudad- mordiendo a la gente contagiándola de algún misterioso mal que les provocaba la muerte y después de un rato, el cadáver se levantaba en busca de gente qué atacar, propagando el extraño virus por toda la ciudad.
En menos de un día su vida había girado por completo, Hizashi fue mordido por uno de "ellos" mientras la protegía, muriendo al poco rato sólo para convertirse en uno más… eventualmente se reunió con Shizuka Marikawa, la enfermera del plantel. Otros tres estudiantes se les unieron formando un grupo de seis personas.
Habían logrado salir de la escuela en un autobús gracias a la habilidad de Shizuka Marikawa en el volante, desafortunadamente en ese momento se les unieron otros estudiantes más y un profesor… Shidou.
El bastardo de Shidou…
El era la causa de que ella se saliera de la seguridad del autobús seguida por Takashi.
Y ahí estaban ellos, subidos en una moto en medio del caos vial.
Rei bajo la mirada y suspiró; posó su vista en Takashi y sonrió levemente.
Takashi Komuro había sido amigo suyo desde que eran niños; era un chico delgado, un poco marcado de músculos, alto de facciones finas, mirada sagáz, cabello castaño y ojos del mismo color.
En ese momento algo atrajo su atención.
Cuatro siluetas conocidas corrían por la acera.
-¡Hey, mira! –exclamó Rei al ver al grupo.
Rei Miyamoto bajó de la moto a reunirse con sus compañeros.
Una mujer rubia de ojos castaños y enormes senos volteó hacia ella y la miro felizmente sorprendida.
-Esa es…
No le dio tiempo de terminar la frase cuando Rei se arrojó a abrazarla.
-¡Sensei! –exclamó la chica emocionada
-¡Miyamoto-san! -dijo la rubia- ¡Gracias a Dios! Y Komuro-kun también
-Me da gusto que estés bien, Komuro-kun –dijo una bella joven de largo cabello púrpura y enigmáticos ojos azules mirando al joven.
-Lo mismo digo, Busujima sempai –dijo Takashi
Una muchachita de cabello rosado en dos coletas y ojos color naranja con gafas lo tomó por los hombros.
-¿Y qué hay de mí? –Dijo mirándolo evidentemente molesta.
-Tambien me alegra que estés bien, Takagi –dijo Takashi- Y tú también, Hirano.
Kouta Hirano era un joven regordete, de ojos cafés, cabello negro, un poco arriba de los hombros y anteojos.
-No encontramos ninguna manera de cruzar el puente –comentó Saeko Busujima mirando hacia el lugar.
-Nosotros tampoco –respondió Takashi.
-Y río arriba –dijo la chica de las coletas- están trabajando en la construcción de una represa y no se puede cruzar, además, dudo que ahí haya zonas poco profundas.
-Pues cuando yo estaba en la primaria solía jugar por ahí y habían drenado el agua –mencionó Takashi.
-Oh… yo no sé nada –respondió Takagi- Pero ha llovido mucho últimamente, puede ser que el agua haya subido de nivel.
Shizuka Marikawa, la rubia, levanto su mano tímidamente.
-Creo que sería buena idea calmarnos un poco y buscar un buen lugar para descansar –dijo- Sólo falta una hora para que anochezca y si oscurece no podemos ver hacia donde vamos y sería muy difícil para Busujima-san…
-Eso es cierto –dijo Takagi- ¿Pero en dónde nos podemos quedar seguros hasta que amanezca?
-¡Tengo una idea! –Dijo Takashi y miró a Rei Miyamoto- ¿Recuerdas el teatro por dónde pasamos?
-Sí… pero ¿crees que sea seguro?
-¿Un teatro?, tendrá puertas pesadas y fuertes, la construcción debe ser maciza…me parese estaríamos bien protegidos –explicó el Takagi.
-Además dudo que haya zombies y si los hay, serian pocos –menciono Hirano-. Podríamos acabar con facilidad con ellos.
-Entonces ¿vamos?
-Vamos -dijeron los demás.
El grupo se encontraba ante el teatro "Hiyama", una enorme y sólida edificación con pesadas puertas de madera de roble… era uno de los teatros más lujosos y equipados de Japón.
-¿Un teatro? –inquirió Shizuka.
-Sí –dijo Takagi-es un edificio grande, sólido…
-Sería una buena fortaleza –intervino Saeko.
En ese momento, un grito de Hirano el saco de la conversación… no sonaba asustado, más bien sonaba emocionado. Todos voltearon a verlo, el chico miraba excitado el poster donde se anunciaba la próxima puesta en escena.
-¿Qué te pasa, culo gordo? –dijo Takagi irritada mientras se acercaba a ver qué era lo que tanto emocionaba al regordete muchacho.
Se trataba de un poster del musical de "The Lord of the Rings" con una foto de una hermosa joven de rostro dulce y expresión inocente en el rostro. Era evidente que se trataba de una extranjera; su piel era pálida, su cabello oscuro y sus ojos de un color muy gris muy claro con un ligero tinte verde, posiblemente por el efecto del elaborado vestido de terciopelo verde que llevaba en la fotografía.
-Es Genevieve O'Sullivan –dijo Hirano sin ocultar su emoción-, actriz de origen Irlandés, por lo general se dedica al teatro, pero ha hecho algunos papeles en cine y pequeñas participaciones en televisión. Yo la ví por primera vez en la película: "Sonidos de la guerra" interpretaba a una niña guerrillera de tan solo once años de edad… dejó una profunda impresión en mí.
-Oh, Hirano-Kun –dijo alegremente Shizuka- ¿Entonces eres fan de ella?
El joven asintió y miro de nuevo el poster.
-Si, siempre me ha parecido muy hermosa, y me encanta verla actuar –explicó el muchacho-, ella siempre pone su corazón en cada actuación… Y por otro lado, cuando leí el libro de "The Lord of the Rings" siempre me imaginé a Genevieve O'Sullivan como Arwen… siempre pensé que sería perfecta para ese papel… ¡Y ahora la está interpretando en teatro!... De hecho hoy iba a haber función a las cuatro… ¡Podria estar allá adentro!
-Hasta crees que una chica como ella se va a fijar en ti, gordo friki –dijo Takagi fríamente-. Además, lo más probable es que ella ya esté muerta… o se haya transformado en uno de ellos… así que prepárate para dispararle si es necesario. Lo mejor será que entremos de una vez.
Hirano bajó la mirada dándose cuenta de que Saya tenía razón; eran muy pocas las posibilidades de que la actriz a la que tanto admiraba siguiera viva, era mucho más probable que se hubiera convertido en uno de ellos, pero en su interior, rogaba porque no fuera así. Salió de sus pensamientos y siguió a sus compañeros al interior del teatro.
Entraron al atrio, el cual estaba todo silencioso, había algunos dos cuerpos decapitados que habían sido de civiles.
Saeko se adelantó hasta abrir una de las pesadas puertas que resguardaban el área de los asientos del público, el grupo entró. El lugar estaba muy poco iluminado. Al entrar al lugar, recorrieron los asientos y al llegar al escenario uno de "ellos" apareció de entre las "piernas" del escenario. Hirano sacó su revólver y le voló la cabeza sin sospechar que acababa de cometer un grave error. De la nada, el lugar empezó a llenarse de zombies que aparecían por todos lados. Saeko, Takashi y Rei, fueron los primeros en ponerse en acción. Hirano estaba dispuesto a empezar a disparar cuando su revólver fue partido en dos por una katana. Con la poca luz, sólo distinguió el filo de la hoja que se acercaba a el, casi sintió cómo cortaba su piel, pero esta fue detenida por la espada de Saeko.
Ambos espadachines comenzaron a pelear, se podía distinguir una silueta femenina que luchaba al mismo nivel de su Sempai.
Era una pelea increíble, pero no tenía tiempo de mirar ya que el escenario estaba por llenarse de "ellos". El y Takagi estaban siendo acorralados, pensó que sería su fín, Hirano, en disposición de ayudar, sacó un arma que había encontrado tirada pero recordó las palabras de Takagi: "Si disparas solo atraerás más de ellos". Sintió impotencia por no poder hacer nada por ayudar a sus amigos, y justo en ese momento varios reflectores cayeron sobre "ellos" aplastándolos a todos y salvando sus vidas.
Todos voltearon a mirar lo que habían sucedido y las dos peleadoras detuvieron su batalla
-Fueron atraídos Por el grito de Hirano –mencionó Takashi algo impactado por todo lo sucedido
-Y luego se congregaron aquí por el disparo –comentó Rei con su respiración entrecortada.
-Muy bien –dijo la desconocida- ¿Quién fue el IDIOTA que tuvo la brillante idea de disparar aquí adentro? No sé si saben, pero esas cosas siguen el sonido… Y por si no lo habían notado, este lugar está hecho para tener una excelente acústica…
De pronto las luces de la cavea se encendieron dejando ver a la desconocida al detalle. Era una jovencita que no pasaba de los quince años, de largo cabello color verde oscuro que caía como una cascada de su cola de caballo, piel blanca y ojos celestes. La desconocida miró a todos uno a uno… su mirada se detuvo un momento en la joven de ojos azules que sostenía su espada de madera…
-¿Saeko-Sempai? –Murmuró la desconocida- ¿Eres Busujima Saeko?
Saeko la miró algo sorprendida de arriba abajo, la desconocida sonrió y la reconoció de inmediato.
-¿Taiga –chan? –Dijo con una sonrisa mientras guardaba su espada de madera- Ha pasado mucho tiempo…
-Mucho tiempo, en verdad –dijo la chica de cabello verde guardando su katana-. No esperaba volver a verte en este… tipo de condiciones.
-¡Un momento! –Dijo Rei Miyamoto interrumpiéndolas- ¿Ustedes dos se conocen?
-Ella entrenaba con mi abuelo cuando éramos niñas –explicó Saeko – vivió un tiempo con nosotros hasta que la adoptó una familia extranjera.
-Mi nombre es Toratsuki Taiga –dijo la chica presentándose.
En ese momento una voz femenina se oyó desde lo alto del escenario.
-¿Todo está bien allá abajo, Taiga?
La chica de cabello verde volteó de inmediato hacia el lugar de donde se escuchó la voz y vio a una joven de largo cabello oscuro que estaba agarrada de una de las cuerdas del telón.
-¡O'Sullivan-sama! –Gritó Taiga alarmada- ¿Qué hace ahí arriba? ¡Baje en este maldito instante!
-Ayudándote –dijo la joven mientras se deslizaba por la cuerda para bajar- ¿Qué otra cosa iba a hacer aquí arriba?
-Ah, O'Sullivan-sama –exclamo Taiga mientras corría hacia la otra chica- tenga cuidado puede…
En el último tramo, la chica se cayó sentada sobre el escenario.
-Caerse –terminó la joven de la katana mientras la ayudaba a levantarse.
Era la misma joven que momentos antes habían visto en la fotografía en el poster, pero a diferencia de la foto, ella llevaba un largo vestido blanco salpicado de cuentas que parecían ser de auténticos cristales swarovsky algunos transparentes otros color violeta y unos tornasolados, escotado con los hombros al descubierto y las mangas largas y sueltas… llevaba una tiara dorada con cristales, llevaba el pendiente "evenstar". Su caracterización estaba casi al completo, aunque el vestido ya presentaba algunas rasgaduras y su maquillaje, aunque recargado ya parecía estarse desvaneciendo tal vez por el día tan agitado, también tenía ciertas manchas rojizas, al parecer de sangre, llevaba las orejas prostéticas que simulaban orejas élficas… pareciera que la emergencia la había agarrado en plena función.
-¡Es Genevieve O'Sullivan! –exclamó Kouta Hirano emocionado, y entonces corrió hacia ella y estrechó su mano efusivamente.
Todos, incluyendo a la actriz lo miraron sorprendidos, mientras él la miraba maravillado.
-No pensé que se fanatizara de esa forma por una actriz de teatro –Pensó Takashi divertido- Aunque es bastante bonita…
En ese momento, Taiga puso su espada de manera amenazante en el cuello del chico.
-¡Suelta! –Dijo la joven de cabello verde en tono frío- O'Sullivan-Sama está cansada, y a mí me molesta la gente que no entiende cuando debe guardar su distancia.
Hirano pudo sentir una gota de sudor helada recorría su sien… esa chica estaba dispuesta a matarlo si se acercaba.
-¡Vamos, Taiga! –Intervino Genevieve en tono condescendiente- El sólo trata de ser amable… no me molesta en lo más mínimo…
La chica quitó su espada a regañadientes. Kouta miró a Genevieve… su cabello negro le enmarcaba el rostro a la perfección haciendo un contraste tremendo con su piel pálida y caía un poco mas debajo de la cintura. La observo con detenimiento, sus ojos eran color gris con un tenue tinte color lavanda apenas perceptible.
-Mi nombre es Hirano Kouta –decía el joven regordete mientras no dejaba de estrechar la mano de la chica- tengo 16 años voy en 2° grado de preparatoria…
-¡Que coincidencia! –Dijo la joven actriz con una sonrisa cálida- ¡Tienes la misma edad que yo!
-¡Soy tu fan desde que te ví en "Sonidos de la guerra"! –dijo el sin dejar de estrechar su mano de manera hiperactiva- Hiciste una maravillosa interpretación… y desde entonces me gustaba mucho verte actuar, desgraciadamente no sales tanto en la tele o en películas ya que te dedicas mas al teatro, pero eres maravillosa.
-¡Te lo agradezco! –sonrió Genevieve.
-De hecho cuando leí por primera vez "The lord of the rings" siempre pensé que si hicieran una película, tu serías perfecta para el papel de Arwen… fue un poco triste que hicieran la película cuando aún eras muy joven para interpretarla… pero ahora te veo aquí y eres justo como imaginé a Arwen al leer el libro… ¡Es más! ¡Tú eres Arwen!
Taiga miró Saeko preocupada.
-¿Así es normalmente? –preguntó Taiga- ¿O se le olvidó el medicamento?
-No te preocupes –dijo sonriendo dulcemente-, el solo está un poco emocionado.
-¿Un poco? Podría jurar que ya tiene una erección…
Takashi alcanzó a escuchar el comentario y disimuladamente, miró la entrepierna de su compañero… con esa reacción, hasta el mismo lo creía.
Saeko miró a quien fuera su compañera en la infancia.
-Realmente has cambiado –dijo sorprendida provocando un sonrojo en la chica.
-En verdad que me da mucho gusto verte en este personaje –continuó Kouta con un poco más de mesura sin darse cuenta de lo que sus compañeros pensaban- Hace tiempo ví esta obra en Londres, pero la otra actriz que hacía a Arwen no me convencía… aunque cantaba muy bien… y tú ahora estás aquí, en una obra musical lo cual significa que… ¿También cantas? ¡Qué bien! Me encantaría escucharte algún…
-Muy bien, culo gordo –explotó Takagi exasperada-. Ya sabemos que te gusta ella, ella ya notó también que eres su fan, la de cabello verde quiere asesinarte y a mí ya me colmaste la paciencia, así que deja de hacer ridiculeces y vayamos al grano… -entonces se dirigió a la actriz- Señorita O'Sullivan ¿Hay más sobrevivientes?
-Solo quedamos ella y yo –respondió Taiga.
-Desgraciadamente sí –dijo Genevieve y miró hacia abajo con tristeza-. Lamentablemente no pudimos ayudar a todos los sobrevivientes…
Todos notaron que habían tocado un tema sensible para ella… La pregunta era ¿cómo arreglarlo? Y el único que se atrevía a decir algo fue el Fanboy recién descubierto.
-¡No se preocupe, Arwen-sama! –dijo el tratando de consolar a la chica- Ya es sorprendente que ustedes dos lograran sobrevivir.
-¿Sorprendente? –Murmuró Taiga para sí misma- Es más sorprendente que una cosa como tú sobreviviera, niño…
-¿Dónde han estado refugiándose, Taiga-chan? –inquirió Saeko tratando de que el comentario de Hirano fuera olvidado.
-En el camerino de O'Sullivan-sama –respondió la joven-. Tenemos provisiones ahí.
-Vengan –dijo Genevieve sonriendo- Sería bueno que descansaran un poco.
La joven actriz fue hacia el área de camerinos.
-¡Aaaahh! –Exclamó el joven de anteojos mirando a Genevieve- ¡Es muy amable!
-Sera mejor que muevas tu gordo trasero y te apresures –dijo Saya empujándolo.
-¡Siiiiiii! –dijo alegremente el muchacho adelantándose hacia donde se encontraba su actriz preferida.
El muchacho trataba de hacerle plática emocionado mientras caminaban juntos, le hacía preguntas de todo tipo a los que la bella actriz respondía amablemente siempre sonriendo… Por otro lado, Taiga hablaba con Saeko.
-¿Y de dónde conoces a O´Sullivan-san? –preguntó la joven de cabello morado.
Al mismo tiempo, las dos chicas respondieron:
-Soy su Guardaespaldas –dijo Taiga.
-¡Es mi hermanita! –Contestó Genevieve.
-¿Y bien? –Dijo Takagi cruzándose de brazos- ¿Eres su hermana o eres su guardaespaldas?
-Las dos cosas –respondieron ambas al unísono.
-¿Eso quiere decir que la familia de O'Sullivan-san fue la que te adoptó?
-Increíble que sean hermanas –Pensó Hirano- Arwen-San tan linda y su hermana tan gruñona…
-Sí –contestó Taiga-, desde entonces vivo en la bella, bella Irlanda.
-La Isla Esmeralda –dijo Genevieve.
-Arwen-sama, ¿Po… podría tomarme una foto con usted? –Dijo Kouta sin bajar su grado de enajenación- En cuanto consiga una cámara, claro…
-Claro, claro –respondió Genevieve sonriendo.
Al llegar al camerino, lo encontraron lleno de artículos de maquillaje y hermosos vestuarios dignos de la princesa de alguna novela de fantasía heroica… Rei observaba todos los vestidos sorprendida, le pasaba las manos a otros, observando los accesorios de joyería como un niño en una dulcería. Takagi miraba todo aquello sin mostrar demasiado interés, aunque por dentro deseaba usarlo, Shizuka, por el contrario, tomaba cuantos podía y decía sin tapujos cuánto le gustaban y cuanto deseaba usarlos y su frustración por no poder hacerlo debido al tamaño de sus senos… el vestuario era hermosísimo. Taiga miró a su hermana alarmada… esos vestidos eran una joya para la joven actriz, quien torció un poco el rostro, pero con un leve movimiento de cabeza, volvió la sonrisa que tuvo desde el principio…
-¡Todo tu vestuario es hermoso! –exclamó Rei a punto de descolgar un vestido.
-¡Siéntate! Siéntense todos –indicó la actriz amablemente-. Además creo que sería apropiado que se presenten, el único que lo ha hecho es su amigo…
-Es verdad –dijo Takashi-. Mi nombre es Takashi Komuro, voy en segundo de preparatoria de la academia Fujimi, soy compañero de clase de Hirano…
-Me imagino que son todos de la misma escuela –comentó Taiga-. Ya que llevan el mismo uniforme.
-Mi nombre es Rei Miyamoto –comentó la chica de cabello castaño claro-. Tengo dieciséis años y voy en segundo también.
-Soy Saya Takagi –dijo la muchacha de cabello rosado en tono de suficiencia-. También tengo dieciséis años.
-Y yo soy Shizuka Marikawa –dijo la rubia de enormes pechos-. Soy la enfermera de la preparatoria Fujimi.
-Y Yo me llamo Saeko Busujima…
-¿Tu eres Saeko? –Dijo emocionada la actriz- ¿Tu eres la famosa Saeko? Taiga siempre hablaba mucho de ti, ¡Mucho gusto en conocerte! Mucho gusto en conocerlos a todos… mi nombre como ya lo dijo su amigo antes, es Genevieve O'Sullivan, tengo dieciséis años de edad, estudié en la Royal Academy of Dramatic Arts en Londres, y soy actriz de teatro profesional. Mucho Gusto en conocerlos.
-Igualmente –dijo Takashi.
-¡Es un Honor! –exclamó Hirano.
-Un placer conocerte –dijo Rei.
-Es obvio que lo sea –replicó Hirano- ¡Se trata de la hermosa princesa Arwen Undomiel, interpretada por la iguálmente hermosa Genevieve O'Sullivan!
La actriz sonrió.
-¡Qué dulce eres, Kouji!
-Kouta –corrigió el muchacho-. Pero no te preocupes, sé que es algo confuso para ti… si quieres te puedo ayudar con la pronunciación japonesa…
-¡Gracias! –Dijo y luego se volvió hacia su hermana, dándole la espalda al joven de lentes-. Ya no lo aguanto –dijo en una voz casi imperceptible- ¡Haz algo, hermanita!
-Muy bien, será mejor que ustedes descansen –dijo Taiga en tono golpeado-, Genevieve y yo iremos a cortar pedazos del telón, nos servirán como frazadas. Tenemos que apresurarnos antes de que otra cosa pase… no vaya a ser que a otro imbécil se le ocurra disparar.
-Ah… Toratsuki-san… yo… -dijo Hirano en tono titubeante- Yo fui quien disparó hace rato.
Taiga volteó mirándolo por encima del hombro y sonrió maliciosamente, entonces se giró por completo hacia el y comenzó a aplaudir con un rostro inexpresivo.
-Bravo, gordo… ¡Bravo! –Dijo la chica con frialdad- Aplauso a la bola de manteca… ¡Que la caga!
El joven bajó su mirada con tristeza, sin embargo, Takashi salió en su defensa.
-No seas tan dura con el –dijo-, el sólo quería ayudar.
-En una situación como esta, si vas a ayudar, asegúrate que sea efectivo… si no… abstente de hacer estupideces –replicó la joven de cabellera verde-. Ahora si nos premiten…
-Voy con ustedes –dijo Kouta levantándose tratando así de reparar su imagen frente a las chicas-. Yo puedo cuidarlas…
-¡Gracias a dios! –Exclamó la chica de cabello verde en tono sarcástico- Justo lo que necesitábamos: un gordo friki con pistolas… ¡Estamos salvadas!
El joven regordete se sentó de nuevo con una expresión triste, Genevieve, sintiendo algo de pena por el chico, se acercó hacia el.
-Te lo agradezco, Kouta –dijo la actriz poniendo su mano en el hombro del chico-. Pero será mejor que descanses un poco, supongo que ya has pasado por mucho. Nosotras no tardamos, después de todo, tenemos todo el día refugiadas aquí… seguro tenemos más energía que ustedes.
Kouta asintió con una sonrisa y la chica salió del camerino acompañada por la joven de cabellera verde. Hirano se volvió hacia sus amigos entusiasmado.
-¿Vieron? –Exclamó con singular alegría- ¡Recordó mi nombre!
-No te emociones, cachalote con lentes –dijo Takagi-, tal vez te recuerda por fastidioso.
-Iré con ellas –dijo Saeko llevando consigo su espada de madera.
Genevieve y Taiga caminaban por el corredor rumbo al escenario. La actriz lucía más relajada.
-Ya no te parece tan lindo, ¿Verdad? –dijo Taiga mirándola en tono burlón.
-No es que me caiga mal –mencionó Genevieve-, pero no paraba de hacer preguntas… y ya sabes muy bien que me desespera cuando me hacen demasiadas preguntas seguidas…
-¿Pues qué esperabas de ese supuesto friki gordo? –cuestionó la chica de cabello verde.
-¡Ay Taiga! ¿De dónde sacas que es un supuesto friki? –Dijo la actriz con una sonrisa burlona- Si lo tiene escrito en toda la cara… sin mencionar su gorda y redonda humanidad…
Ambas chicas se rieron al unísono cuando oyeron pasos tras ellas, Taiga se puso en guardia mientras Genevieve se colocaba tras ella, sintiéndose instantáneamente aliviadas al ver que se trataba de Saeko.
-Vine a ayudarlas –dijo la joven de largo cabello morado.
-Ah… gracias, Saeko-san –dijo Taiga sonrojada.
Mientras, Takashi y los otros discutían qué hacer, tenían qué buscar un lugar mas seguro, ya que el teatro no los convencía del todo, era riesgoso teniendo en cuenta la acústica del lugar.
-¿Saben? Yo conozco un lugar que podríamos usar –dijo Shizuka- Además, podemos ir caminando.
-¿Es la casa de tu novio? –inquirió Takagi sonriendo.
-¡N-no, nada que ver! –Exclamo la rubia sonrojada- Es la casa de una amiga. Ella siempre está ocupada con su trabajo en el aeropuerto, así que me dio las llaves para que cuidara su casa…
-¿Es un departamento? –Preguntó Hirano- ¿Tiene buena vista?
-Ah sí, es un departamento "mezonet" –explicó la enfermera-,está al lado del río y también tiene un mini mercado cerca. Además –agregó Shizuka entusiasmada- Tiene un auto que podemos usar, tiene cuatro puertas y parece un tanque, ¡Es enorme!
-La verdad es que estoy agotada –mencionó Saya Takagi-. Me gustaría ir a un lugar cómodo y darme un buen baño.
-N… no es mala idea… -murmuró Hirano acariciándose el mentón.
Takagi le dio una fuerte patada al joven tumbándolo.
-¡Gordo degenerado! –exclamó.
-Es que no entiendes, Takagi-san –dijo Rei con una mirada burlona- ¿Qué no ves que quiere ver a su actriz favorita?
Hirano se sonrojó violentamente.
-¡N… no! ¿Cómo pueden pensar eso? –dijo el muchacho tartamudeando.
-Hablando de eso –dijo Takashi-, ¿Creen que sea buena idea que la señorita O'Sullivan y su hermana vengan con nosotros?
-Pues, Toratsuki-san sería de mucha ayuda –comentó Shizuka.
-Yo quiero que venga –dijo Hirano y miró a Takashi- ¿Verdad que pueden venir con nosotros?
-Pues yo no tengo problema –respondió Komuro-. Solo es cuestión de que ellas quieran venir… a decir verdad, Shizuka-sensei tiene razón… Toratsuki-san sería una gran ayuda…
-Tienes razón, sin embargo existe un problema –dijo Takagi-; su hermana sería una carga… después de todo, tan solo es una actriz… y ya vieron cómo es… dudo mucho que sepa hacer algo útil.
-Pues, Takagi… no es que tú también seas de demasiada ayuda, ¿sabes? –comento Rei con un dejo de sorna en su voz.
-Discúlpame, pero yo soy una genio –dijo la joven de cabello rosado airada-. Y la verdad, esa actricita no parece ser muy útil que digamos.
La voz de Taiga irrumpió sorpresivamente en el camerino.
-Pues puede que no lo parezca –dijo-, pero O'Sullivan-Sama es muy inteligente… mucho más de lo que te imaginas. Y en lugar de hablar a espaldas nuestras, deberías hablar de frente, al menos nosotras lo hacemos. Yo no tengo problemas en decir que el gordo es un completo inútil.
-Tranquila, Toratsuki-san –dijo Takashi en plan conciliatorio-, Marikawa-sensei comentaba que cerca de aquí está el departamento de una amiga suya, y pues… nos parece buena idea, y de hecho nos preguntábamos si ustedes querrían venir.
Taiga los recorrió a todos con la mirada y entonces miró a su hermana.
-Realmente, no sé si sea buena idea –dijo-. Después de todo, los grupos pequeños tienen más posibilidades de sobrevivir y…
-¡Me encantaría! –dijo de súbito Genevieve, la idea de ir entre varios la entusiasmaba- Entre más, más diversión…
Taiga la miró de reojo sin articular palabra entonces miró al grupo y notó a Hirano bastante feliz por la decisión de su hermana.
-Está bien, está bien –dijo la joven guardaespaldas al fín-. Siendo ese el caso, lo mejor será que vayamos empacando provisiones, O'Sullivan-sama.
-¡Taiga, ya no me llames así! –Replicó la actriz- Ya todos saben que eres mi hermana, además, ya no estás en horas de trabajo desde hace como 15 minutos…
-Está bien, Onee-chan –replicó la chica-. Pero ya, apresúrate para irnos antes de que esté completamente oscuro. ¡Komuro-San, Busujima-sempai! También empaquen comida, posiblemente necesitemos provisiones.
Todo el grupo se puso en movimiento empacando comida y botellas de agua. Taiga vació su mochila y la llenó de provisiones mientras Genevieve trataba de empacar sus otros cambios de vestuario de la obra y los complementos de joyería de estos.
-¡Onee-chan! –Exclamó la chica de cabello verde- No empaques todo eso, pesa demasiado y no podremos ir cargando todo eso.
-Pero… tú sabes que yo aprecio mucho todo este hermoso vestuario –respondió la actriz con sus ojos tristes.
-¡Genevieve! –Insistió Taiga queriendo hacerla entrar en razón- Lo entiendo, pero la situación no lo permite… es demasiado peso…
-Pero…
-Hagamos esto, Onee-chan –dijo Taiga al fin-, solo llévate ese vestido que traes puesto, y de joyas sólo te puedes llevar una cosa.
Genevieve acarició el dije que llevaba puesto. Era parte del personaje, sin embargo, ese dije en especial, había sido un obsequio que el productor de la puesta en escena había mandado a hacer especialmente para ella a base de oro blanco y diamantes, como bienvenida a la producción. Era una de sus posesiones más preciadas.
-Perfecto –dijo la chica de cabello verde mientras se ponía a guardar dos frazadas-. No llevaremos los pedazos de telón, serían demasiado pesados…
En un momento en el cual su hermana no veía, Genevieve guardó una tiara en la bolsa.
Una vez que terminaron todos de empacar, se reunieron en la puerta para salir. Takashi Komuro comenzó a hablar
-Bien, haremos esto: Yo tomo la moto que dejé afuera, Shizuka-sensei vendrá conmigo atrás –explicó el chico-. Ella y yo nos adelantaremos al departamento de su amiga, los esperaremos afuera. De cualquier manera ya les dimos la dirección…
Taiga sacó un croquis muy mal dibujado por la misma Shizuka.
-Si es que puedo entender esto –comentó la joven de cabello verde.
-Déjame verlo –dijo Saeko mientras la otra chica le entregaba el papel, el cual revisó con atención, los dibujos tenían un aire infantil, como si hubieran sido hechos por una niña de ocho años-. Yo si le entiendo… vamos.
-Muy bien… ¿Están todos listos? –dijo Komuro empuñando su bat de baseball.
-Listos –dijeron todos.
-Saeko-sempai, tu cubre la derecha –indicó el muchacho- Toratsuki-san, tú la izquierda.
-De acuerdo –dijeron ambas chicas al mismo tiempo, cada una empuñando su katana.
-Hirano, no saques el arma hasta que no estemos afuera –repitió Komuro.
-Entendido –afirmó Kouta.
El joven abrió la puerta que daba acceso al atrio del teatro, todo parecía estar limpio… unos pocos de "ellos" deambulaban en un área un poco distante de ellos.
-No hagan ruido –murmuró Takagi.
Sigilosamente, el grupo salió hacia la calle. Takashi tomó la moto junto con la profesora Shizuka y arrancaron a toda velocidad. Takashi sentía como los pechos gigantescos de la enfermera se aplastaban contra su espalda…
Mientras, los demás decidieron tomar la ruta por otro lado, ya que, si seguían la moto, podrían encontrarse con muchos de ellos que habrían sido atraídos por el ruido de la moto. Taiga respiró profundo.
-Muy bien… Aquí vamos…
