Nagareboshi He

Autora: Namida no YukaKyo

Serie: Inuyasha. Y pertenece a su respectiva autora.

Pareja: Sesshoumaru x Kagome

Categoría: AU. Romance, tal vez tenga algo de Drama, Angst... Oh vamos, ya lo saben, lo clásico que escribo ¬¬

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Apertura

Bajo las estrellas

El viento era frío, pero dócil al tacto, o al menos eso le parecía a sus mejillas. Aunque también se podía deber a que había perdido sensibilidad en las mismas ya que ahora se encontraban completamente congeladas. Bien, tal vez exageraba. Solo un poco frías. Se arropo un poco mas con las frazadas cubriéndose hasta la nariz, juntando sus rodillas contra su barbilla. Desvío sus ojos castaños hacia los demás.

Tan tranquilos y completamente dormidos...

Ah, si tan solo pudiese ella también conciliar el sueño, no se encontraría como ahora despierta a la mitad de la noche en compañía de no mas que su mente y los cuerpos dormidos de sus compañeros. Incluso Inuyasha a ronquido abierto dormía.

Era extraño...

Al caer la noche y alzarse en el cielo las iniciales estrellas. Ella era la primera en caer rendida. Olvidándose de la cena, simplemente se enredaba en las frazadas de su colchoneta y deseándoles una buena noche a todos, se dormía. Por no esta noche. Algo le decía que por mas que lo intentara, se la pasaría en vela.

Sus ojos se posaron una vez mas por los cuerpos de sus amigos, la gran gata de dos colas, protegiendo entre las mismas al pequeño Shippo, manteniéndolo tibio entre su pelaje. El monje recostado contra un tronco, abrazando a la exterminadora cariñosamente entre sus brazos. Una dulce sonrisa dibujada en los labios de su amiga Sango.

No pudo evitarlo...

El sentir aquellos celos y envidia...

Giro la cabeza fijando su mirada en el hanyou que aun con la boca abierta roncaba. Sabia que aun no había nada concreto entre ella e Inuyasha. Así que no podía reclamarle por su falta de sensibilidad y delicadeza. Desvió su mirada del de orejas de perro, mirando las brillantes estrellas.

Realmente si así lo deseaba podía reclamarle.

Gritárselo y exigirle.

Pero, ella...

Abrió un poco mas los ojos, fascinada y eufórica al ver como una de las estrellas brillaba con fuerza, para luego atravesar el cielo a velocidad vertiginosa. Esta a acostumbrada y no tardo en juntar sus manos cerrando los ojos y pidiendo un deseo en silencio. Con mucha fuerza, llenando de esperanza su corazón.

Sintió que sus mejillas se calentaban, en parte por la adrenalina que el solo pensamiento de su mente le hacia soltar, así como también por el intenso sonrojo que adornaba sus pálidos pómulos, llenos de tibia sangre que le coloreaba.

Era la primera vez que pedía algo como aquello. Bueno al menos a una estrella fugaz. Mucho tiempo antes se lo había pedido a la vida, a dios en ocasiones y otras al destino. Pero nunca como ahora a las estrellas.

Abrió los ojos al fin, notando la translucida pero notoria estela que había dejado la estrella por el oscuro firmamento. Sonrío complacida y a la vez apenada. Mas una sonora carcajada escapo de sus labios. Tapándose de inmediato la boca con una de sus manos al ver como sus amigos, entre sueños, por el ruido se revolvían.

—¡Solo fue una un deseo a una estrella fugaz! —susurro entre las risas que trataba en vanos intentos de evitar.

Vio que Inuyasha se despertaba y se envolvió entre las frazadas entrecerrando los ojos para dar la impresión de estar dormida. Mas el hanyou no reparo en ella, simplemente estiro los brazos, antes de volverlos a doblar sobre su pecho, agazapándose en si mismo, tratando de volver a conciliar el sueño.

Volvió a reír contra su piernas, abriendo los ojos y volviendo a mirar hacia las estrellas.

—¡Solo eso¡Un deseo! — volvió a exclamar bajito con diversión notoria en la voz.

Por alguna razón su risa se desvaneció y en silencio y fascinada volvió a observar las hermosas estrellas. El brillo de las mismas en ocasiones oscilaba, para después ser mas intenso y duradero. Su mirada castaña se notaba soñadora y complacida.

Tal vez y un milagro se lograría.

Le había pedido, encontrar a alguien que le brindara un cariño sincero y verdadero. Donde no hubiese dudas o respuestas a un plazo no especificado. Alguien tierno, sensible y delicado. Alguien que sabia, no seria Inuyasha.

No...

Pues solamente así su corazón solamente le pertenecida a ella y no tendría que compartirlo y esperar como con el hanyou.

Deseaba a alguien que fuese solo para ella...

—¡Solo eso! — susurro quedo, echando una ultima mirada nostálgica a las estrellas.

Se acomodo entre las frazadas de su bolsa de dormir, arropándose bien entre las mismas. Algo le decía que ahora podría dormir lo que sobraba de noche y que lo haría tranquila.

Solo había sido un inocente deseo.

Y se lo había pedido a una estrella fugaz.

No había nada de malo en ello.

Después de todo era algo que desde niña hacia. Además dudaba mucho que para el día siguiente un príncipe de ensueño llegara a su vida. Vamos había pedido cosas parecidas con Inuyasha y nunca se le cumplían.

¿Quién le aseguraba el que esta vez seria diferente?

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Continua...

Notas de la Apertura: Humm... Ya tenia mucho que no escribía de esta serie y pareja. Si, si ya se lo que me dirán, termina tus otros fics XD, Yare yare, lo estoy haciendo. Esto fue el inicio, hee... o parte del mismo, fue algo corto, pero así lo ameritaba, veremos que pasa en el siguiente capitulo )