Hetalia no me pertence, lastimosamente.
Chun-Yan estaba en su cama, dormida y con fiebre, a su lado estaba Yao, preocupado ya que no era común que ella se enfermase, y menos aún a que tuviera fiebre. La china a veces se revolvía y soltaba quejidos, mientras Yao trataba de bajarle la fiebre colocando un paño húmedo en su cabeza, y si despertaba él ya tenía un té hirviendo, así como alguna que otra medicina. Chun-yan comenzó a abrir los ojos, al notar esto Yao se acerca más a ella.
-¿Y-yao?
-Despertaste, aru - Yao le acaricia la cabeza suavemente - ¿Te sientes mejor, aru?Tu fiebre ha bajado un poco...
-S-si - Le sonríe a su amado.
-Me alegro~ - Yao se inclina y le da un pequeño beso en los labios, haciendo sonrojar a su hermana mayor.
-¡¿P-pero qué haces, aru?!Te enfermaras.
-No me importa~ - Chun-yan hace un puchero.
-Pero yo no quiero que te enfermes, aru... - Yao le sonríe.
-No me importa, así tú tendrás que cuidarme, aru - Recibe un golpe de parte de su hermana.
-¡Idiota, aru! - Ambos se miran, y luego comienzan a reír.
-Yo siempre estaré para cuidarte y amarte, aru
-Lo mismo digo, hermano. Oye...¿Cómo crees que reaccionen los otros al saber lo nuestro, aru?Más que nada porque somos hermanos y los mayores...
-Creo...que quizás Kiku lo acepte, aunque algo molesto,aru...¡No quiero pensar en la reacción de Corea del Norte! - Ambos suspiran, ese tema aún les preocupa.
-Aiyaa, no pensemos en eso, que sólo me hace sentir peor.
-Si, tienes razón, aru
-¡Ah!Yao~¿Que tal si me compras un nuevo peluche, aru~?
-¡Aiyaa!¡Ya tienes muchos, aru!
-Pero quiero más~ - Yao suspira, no tiene otra opción a menos que quiera dormir en el sofá, de nuevo.
-Está bien, está bien, luego te compraré otro, caprichosa, aru.
-No soy caprichosa, jum.
-Claro claro, cómo digas, aru.
-Dormirás en el sofá, aru
-¡Aiyaa!
-Jejeje~
Al día siguiente, Chun-yan tenía un nuevo peluche y Yao estaba enfermo y con la espalda adolorida.
Lamento que sea ridículamente corto ;-; pero estoy muy corta de inspiración...
