I WAS MADE FOR LOVING YOU

DISCLAIMER: La saga Crepúsculo y todos sus personajes son propiedad de Stephenie Meyer. Yo solo las manipulo a mi antojo para divertirme un ratito. Por lo cual la trama es mía.

SUMMARY: Edward Cullen; Hijo, Hermano, Amigo, Hombre & Comprometido Perfecto. Tiene una vida que muchos matarían, un trabajo exitoso, una familia amorosa, amigos que lo aman como un hermano, es millonario por su propia cuenta a sus 25 años, ¿Qué más podría pedir este magnate hombre de negocios?...Pero él oculta algo, cosas que ni su misma familia sabe, algo por lo que daría su vida misma, ¿Qué pasaría si su secreto sale a la luz? ¿Lo que él guardaba y protegía con su alma podría destrozarlo todo en su vida? ¿Lo perdonaría su familia? Y la pregunta del millón, ¿Su casi esposa le perdonaría?

Bella Pov'

-Edward, ¿Cuándo vamos a visitar a tus padres?-le pregunte acostada en su pecho desnudo.

Este era uno de los pocos momentos en los que compartía con mi futuro esposo. Habíamos hecho el amor como locos desde que recién despertábamos y ahora nos encontrábamos aquí rendidos uno en brazos del otro.

Yo hacía pequeños caminos por todos sus abdominales bien moldeados mientras que el hacia pequeños círculos por mi espalda descubierta.

Casi siempre le decía que quería conocer a mi futura familia pues desde que estábamos juntos nunca les había visto ni por equivocación y eso me tenía estresada; ¿Qué tal si cuando los conozco en nuestra boda ellos me detestan? ¿Y si no soy lo suficiente para su hermosos hijo? Siempre tenía dudas y preguntas sin resolver.

Me moví entre sus brazos y espere que me respondiera, puse ojos de corderito y un pequeño puchero y le volví a preguntar;

-Mi amor, faltan 2 meces para casarnos y no eh conocido ni a tus hermanos!-le dije impaciente-Vamos, cariño, tomemos unas cortas vacaciones y vamos a Inglaterra a ver a mi futura familia! Tu ya conociste a la mía, ¿Dónde quedo yo?-esta situación de no conocer a sus padres era una de las muchas cosas por las que siempre discutíamos.

Edward me miro con el ceño fruncido.

-Bella, ¿Sabes que te amo, verdad?-pregunto suave. Asentí confundida, ¿Eso que tiene que ver?

-Edward, te desvías del tema!-gruñí exasperada. Le escuche suspirar pesadamente y mirarme con ojos neutros.

Aquí vamos de nuevo, pensé irónica. Nos esperaba otra discusión más…

-Bella, sabes que mis padres trabajan mucho al igual que yo. Ambas partes tenemos que cuidar a la compañía y tenemos que hacer que esta salga del bache donde nos estancamos…-me dijo con voz neutra. Suspire por encima vez de frustración, me quite de su regazo y salte fuera de la cama con una sabana alrededor mío.

Edward me miro confundido.

-¿Qué haces?-pregunto mientras buscaba en el suelo su bóxer y pantalón. Me di la vuelta del armario donde buscaba ropa que ponerme y le mire.

-Edward, sabes que te amo pero esto ya me tiene harta!-dije gritando lo ultimo-Quiero y necesito conocer a tus padres, a tus hermanos y los demás, ¿Qué te avergüenzo tanto como para no merecer conocerlos!-le grite todo de sopetón, estaba harta, ni una llamada les daba!

Seguí en busca de mis ropas antes de que Edward tuviera hasta tiempo de reaccionar, entre a nuestro baño personal con lagrimas en los ojos y me metí a la regadera. Afuera de la puerta de madera obscura se escuchaban los gritos de perdón de Edward y sus golpes.

-VETE EDWARD! TU TRABAJO TE ESPERA!-Le grite desde la regadera.

Odiaba tanto estar enojada con el hombre que más me ah hecho feliz en este mundo pero él me daba razones para hacerlo. Siempre estaba en su maldito trabajo, casi nunca teníamos tiempo en pareja, la boda se acercaba y él bien gracias en su estúpido escritorio y viajes que ni siquiera sabía la duración y ni si iba a estar para la boda.

Edward viajaba constantemente a varias ciudades donde estaban las compañías de su familia, él era dueño de todas estas literalmente pues solo las supervisaba y daba la última palabra en lo que se hacía en ellas.

El agua tibia pasaba por todo mi cuerpo haciendo que mis músculos tensos se relajaran. Mi mente y corazón sabían que estaba portándome como una chiquilla mimada pero, ¿Qué más da? Había veces que ya ni nos despedíamos cuando él se iba a un lugar a supervisar y a su regreso ambos habíamos olvidado lo ocurrido semanas antes.

Poco a poco mi mente hacia a un lado esos problemas llegando a relajarme. Despues de no sé cuánto tiempo salí de la regadera y me seque con una toalla que estaba en un mueble cerca de esta. Terminado de secarme todo el cuerpo me puse mi ropa interior negra, un pantalón rosa chicle entubado con una blusa de tirantes blanca con unas letras negras y unas sandalias de jeans blancas con letras rosa pastel. Después me tome todo el tiempo del mundo secándome mi pelo rizado y para maquillarme suavemente.

Cuando me dispuse a salir abrí lentamente la puerta del baño y saque un poco mi cabeza para poder observar alguna seña de Edward en la habitación, la cual, para mi suerte ni el polvo se movía hay. Dando un gran suspiro de suerte y suma tristeza salí más rápido del baño aventando la sabana y la toalla mojada al cesto de tela que se encontraba cerca de la puerta de salida al living.

Estuve echada en la enorme cama de sábanas blancas revueltas por ahí, como por unos 10 o 15 minutos, meditaba lo ocurrido antes y los muchos otros incidentes que hemos tenido durante nuestro noviazgo y desde que me propuso matrimonio medio año antes de estas fechas que ya era hoy 15 de marzo. Con las dudas todavía en mi cabeza me levante a regañadientes por petición de mi estómago que demandaba comida.

Entrando al living de nuevo con precaución, me invadió un delicioso olor a café y tostadas recién calentadas provenientes de la cocina. Como niña pequeña entre a la cocina atravesando a mi paso la sala en tonos beige, el comedor de cristal para 4-lo que se me hacía cosa innecesaria-y unas cuantas puertas que eran del baño y otras 2 habitaciones más sin ser ocupadas.

-Emily, llegaste!-dije mientras era recibida por los cálidos brazos de la que se había convertido en mi confidente, una buena amiga y concejera.

Emily trabajaba en la limpieza del apartamento que Edward insistió en comprar después de casi un año de nuestro esplendido noviazgo, yo no quería que nadie ayudara con la limpieza y deberes de esta pero estando en el último año de la universidad y Edward haciéndose cargo de las empresas de su familia después de salir de la universidad 2 años antes que yo, no podía decir que no al faltarme tiempo suficiente para el mantenimiento del ahora mi hogar.

Aunque en el apartamento nos sobraran habitaciones Emily no vivía con nosotros a petición de ella pues tenía 2 hermoso hijos a quienes tuve el enorme placer de conocerlos un día que no tuvo con quien cuidarlos y acepte a que los trajera aquí, también vivía con su esposo; Sam. Quien trabajaba en un pequeño local de comida rápida.

-Claro que sí, Bella, a la misma hora de siempre-contesto en el abrazo. Luego de segundos nos separamos, ella me miro con ojos interrogantes antes de añadir-El sr. Cullen se fue como alma que se la lleva el diablo, ¿Volvieron a discutir verdad?-decía mientras me servía un poco de café en una tasa de porcelana blanca y me la pasaba.

Mis ojos se humedecieron al instante, las constantes peleas iban de mal en peor, cada vez más continuas y más dolorosas, sus llegadas se demoraban cada vez más y sus partidas no tardaban menos que antes en ser.

Baje la mirada esperando que las lágrimas se regresaran de donde vinieron, parpadee varias veces hasta calmarme y me senté en la silla alargada de la barra de la cocina, acune mi rostro entre mis manos y saque todo mi aire con suma pesadez. La mano de Emily hizo círculos en mi espalda para tranquilizarme lo que resulto minutos después.

-Ya no sé qué hacer, Emily. Esto me destruye cada vez más. Tarda cada vez más días en regresar y cuando por fin lo tengo a mi lado lo único que hacemos es discutir por cualquier cosa…-Mi corazón pesaba cada vez más cuando sentía el fin de esta relación llegar…

Escuche a Emily también suspirar, sentí su mano despegarse de mi espalda pero poco tiempo después se colocó frente de mi tendiéndome un vaso de agua y una de las pastillas que tenía que estar tomando desde hace ya varios meces por un tratamiento según mi doctor.

Luego de un enorme silencio Emily me sirvió el desayuno el cual comí sumida en mis pensamientos…¿Qué pasaba ahora entre Edward y yo? Y si, ¿es verdad que Edward no quería que conociera a su familia? ¿Las discusiones marcaran nuestro fin? O ¿Es una prueba del destino?...

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Habían pasado ya más de 4 horas después de la última discusión que tuve con Edward antes de que se fuera y en todo ese tiempo me la pase sola en nuestra habitación reviviendo cosas hermosas, momentos estúpidos, peleas sin sentido, risas inolvidables y discusiones desastrosas…

El sonido de mi celular hizo eco en la habitación sacándome de mis ensoñaciones, me levante veloz para atenderlo con una emoción enorme en mi pecho amenazando con estallar. Toque el botón verde sin mirar el ID y me lo puse en el oído…

-Hola, Bells!-mis emociones cayeron al piso estruendosamente dentro de mi…no era Edward si no una leal y gran amiga desde la universidad: Ángela Weber.

-Ah eres tu…-suspire pesado y me arrastre de nuevo a donde estaba segundos antes-Hola, Angie.-agregue al instante.

-¿Alguien no está de humor hoy, cierto?-pregunto con voz preocupada Ángela.

-No, hoy discutí con Edward antes de que se fuera.-conteste en un susurro ahogado por el sollozo que impaciente quería desgarrar mi garganta dolorosamente.-como siempre-agregué para mí.

-Hay Bella, ya te eh dicho que hables seriamente con él…su trabajo o tú.-bufo, se le escuchaba enojada.-No puede ser que pasen por esto! Ni siquiera me imagino cuando estén casados!-En cierto modo mi amiga tenía razón pero pensar si es o no cierto que nuestro amor ya no tenía futuro por su maldito trabajo hacia más difícil el asimilar las cosas y concentrarme.

Hubo un silencio aterrador entre la línea, haciendo que nuestras respiraciones acompasadas fueran lo único que sonara. Di un exagerado suspiro en el teléfono antes de volver a hablar.

-Para que llamabas, Angie?-pregunte con cansancio.

-Te iba a invitar a tomar un café pero con el humor que tienes ahora es mejor que descanses y...-le interrumpí apresurada antes de que siguiera con su monologo.

-Está bien! Esa idea me parece estupenda…¿Dónde nos vemos?-dije con una efusividad exagerada al igual que las tantas emociones que se involucraban en esta.

-Está bien,-contesto suspicaz en medio de refunfuño de palabrotas casi incomprensibles.-te espero en 20 minutos en 'Le Caprice'-dijo acentuando su perfecto acento francés al pronunciar el restaurant francés donde casi siempre coincidimos a no menos de una manzana del Central Park.

-Está bien, Angie, allá nos vemos.-Nos despedimos rápido y me levante de nuevo de mi cómoda cama que seguía sin ser acomodada.

Después de retocarme un poco el maquillaje y lavarme los dientes salí al living que se encontraba ya vacío pero a lo lejos se escuchaba lo que me parecía ser el radio, no le di importancia y camine un poco rápido por toda la casa en busca de Emily, la encontré en estudio donde no era más que otra habitación con un escritorio largo de madera obscura, unos libreros que ocupaban una pared completa y un piano de cola negro que era de Edward.

-Hey, Emily-dije entrando apurada a la habitación haciéndola sobresaltar con mi repentina llegada.-Lo siento, solo venía a avisarte que voy a salir con Ángela, no me esperes para comer que llegare tarde y si ya acabaste puedes quedarte un rato más o puedes ir por tus hijos.-mientras le hablaba contaba los dólares que tenía en la cartera para darle a Emily como su paga diaria. Le tendí 250 dólares para después despedirme.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Ángela y yo traspasamos por las puertas de cristal del restaurant francés que ya se había convertido en un hábito hacer nuestras reuniones en este moderno lugar.

El local no estaba tan lleno como de costumbre así que ambas nos ubicamos en una mesa al fondo del lugar apartadas de los demás, un mesero que frecuentábamos hay nos sonrió y se presentó con la misma monotonía de su trabajo, nos dio las cartas y se marchó.

Puse mi mirada fija en la carta sin leerla realmente, sin apetito realmente y en su lugar una picazón junto con la sensación de vacío junto con esta, ¿Qué me pasaba? Estas sensaciones eran nuevas por lo tanto desconocidas, ¿Era buena señal? ¿Algo me iba a ocurrir? ¿Qué era ese dolor? Porque estaba más que segura que no era por falta de alimento…

-Bella!-sentí un empujón en mi hombro, sobresaltada y con el corazón a mil por hora, levante mi cara hacia la voz que me llamaba encontrándome con Ángela y su rostro con interrogantes reflejados en él.

-¿Si?-conteste suavemente hacia mi mejor amiga con fingida inocencia, sabía que me había hecho una conversación recién el mesero se había alejado de la mesa, pero realmente no tenía cabeza para otra cosa que el futuro con Edward y las estúpidas razones por las que siempre discutíamos.

Ella se dejó caer pesadamente sobre el respaldo de la silla de madera con rostro de frustración y desesperación, Ángela suspirando de nuevo abrió sus obscuros ojos y regreso a su postura original pero ahora con los codos sobre la mesa. Me veía demandante y con deje de tristeza que llegue a notar.

-Te dije que, ¿Si la familia de Edward estarán en la boda?-repitió suavemente y con una tenue sonrisa.

-Ese es el problema, Angie-murmure mientras bajaba la cabeza esperando controlar las lágrimas que jugaban con la débil barrera entre salir o no de mis ojos.

Ángela se quedó callada pues al parecer noto el por que de mi bipolaridad del día. El mesero llego unos minutos después de nuestra solida tención que se formó después de aquella devastadora pregunta por así decirlo.

Había pasado por lo menos 45 minutos desde que nuestra comida había llegado, Ángela ya no toco más aquel tema lo cual agradeció mi paz mental.

Poco a poco nuestra comida se fue vaciando de nuestros platos y los licuados de los vasos hasta nosotras quedar satisfechas, el mismo hombre que nos atendió desde el principio nos trajo la cuenta que era lo que normalmente pagábamos cada que íbamos. Entre mi amiga y yo pusimos lo suficiente para cubrir la cuenta más la propina para el mesero.

Ambas caminamos hasta cruzar nuevamente la puerta corrediza de cristal del local y colocarnos sobre los mosaicos en blanco y negro del mismo local.

-¿Quieres caminar?-pregunto Angie mientras deba unos pasos más adelante que yo. Asentí casi al instante pues no quería estar otra vez sumida en mis pensamientos.

No muy lejos del restaurant estaba el Central Park donde se observaba a personas haciendo ejercicio con sus mascotas o acompañadas de otras, gente caminando observando el hermoso verde del césped y la laguna de un brillante azul que se ubicaba por varios lados, otras personas estaban abrazadas…enamoradas y felices-como solíamos ser Edward y yo-también padres con sus…hijos. Mujeres embarazadas paseando mientras acariciaban su enorme vientre y con una linda sonrisa plasmada lo que parecía permanentemente…

-Bella, tengo que decirte algo importante, vamos a sentarnos.-la voz de mi amiga hizo eco en mi cabeza asiéndome regresar a la cruel realidad. Su expresión era seria lo cual era raro en ella por lo que me limite a asentir.

Por suerte nuestra estaba una de las típicas bancas del lugar recién desocupada así que nos sentamos rápido en ella antes de que algo o alguien la ocuparan. Me senté casi con mi cuerpo volteado hacia mi amiga que ahora tenía la cabeza abajo y jugaba nerviosa con sus cuidados dedos.

-Así que…¿Qué es lo importante, Ang?-dije tratando de no parecer ansiosa por el motivo del que Ángela estuviera tan repentinamente seria.

Ella con un ritmo anormal y rápido siguió jugando con sus piernas mientras trataba de controlar por alguna razón su respiración y el abochornamiento que al parecer le había atacado.

-Bella, amiga, sabes que te quiero como una gran hermana y que nunca nos guardamos secretos,-comento suave mientras yo asentía con lo que decía. Hice una seña con mi mano para que prosiguiera.-Bella, prométeme, no, júrame que a pesar de lo que te diga no me odiaras.-comento con voz seria y con su mirada fija en mis ojos, ¿Qué pasaba?

-Ángela, sabes que eres la hermana que nunca tuve y que pase lo que pase jamás podre enojarme contigo, ya no sigas con rodeos y dime de una buena vez que me traes loca, mujer!-le calme. Suspiro varias veces antes de volver a hablar.

-Bella,-me tomo de los hombros-estoy embarazada…-susurro.

Me quede en shock, ¿Escuche bien! Ella, mi mejor amiga, hermana, compañera y familia aquí en New York, ¿está embarazada! Sabiendo ella que mi mayor anhelo es procrear a un hermoso bebé con Edward y el cual todos los intentos habían fallado por alguna razón sin siquiera usar condón o algún preservativo.

Pues desde hace mucho esta conversación salió a flote con Edward, el formar una familia. Ambos llegando al acuerdo de que si antes de casarnos todavía no lograba quedar embarazada iríamos de nuevo con mi ginecóloga a quien ya habíamos visitado y me había recetado las vitaminas que me tomaba diario a la misma hora.

-¿QUÉ TU ESTAS QUE!-le grite mientras me levantaba de la banca de sopetón ganándome público que me observaba 'discretamente' después de mi inesperado grito.

-¿Me odia verdad?-le escuche susurrar con voz temblorosa.

-Claro que no, Angie, estoy feliz es solo que no me lo esperaba, bueno si, tú y Ben llevan 2 años de casados, es solo…-hice una pausa al sentir un espasmo en mi estómago.-..pensé que se llevarían su tiempo.-le abrace fuerte dándole a entender que todo estaba bien.

Mi mejor amiga estaba embarazada…ella lo estaba…en 9 meces tendría en sus brazos a un hermoso bebé creado gracias al mutuo amor entre ella y su esposo…Ángela si puede tener hijos y yo no, ¿Qué pasa conmigo?

…Estaba hueca. Edward no me amara lo suficiente si no puedo tener familia con el…me dejara y se ira con alguien que cubra las expectativas.

…Me dejara…

Hola Gentee!

OMG! No tengo perdón de nadie! D: que me eh tardado casi un mes sin actualizar 'Todo Cambio'! D': lo siento! Pero la secundaria me tiene ocupadísima y no puedo subir cap's aparte de que mi inspiración para ese fic cayó al suelo ._.' Ya los estoy haciendo de flojera! D:

Aparte de que no me resistir, vi una película de un esposo y su 'vida secreta' me encanto ya esta vieja pero esta genial (:' me inspiro tanto en hacer este fic que no me pude resistir. *-*'

Espero y les allá gustado este mi nuevo fic :D

Y También espero me perdonen por mi mega tardanza con el otro fic u_u' pero bueno denme ideas :D y para que se ubiquen un poquitín ahorita en el otro fic será el cumple de April Clayton, los regalos de todos ya están y así! :D Tengo algo en mente para poner en el día de su cumple pero aún no lo pongo en marcha e_e' Diganme que quieren qe pase! Cuando llegen a Forks, en el baile (donde ya tengo mis ideas pero igualmente aun no las pongo en marcha!)

.-.-.-.-.

Bueno chicas espero y reciban este fic con los brazos abiertos y asim, ¿Ya saben la vida secreta de Eddie! *O* Pónganse listas! :D

PD: Tal vez actualice entre viernes, sábado y domingo, asi que no se desesperen y no me abandonen T_T

En Fin…

Bye!

-Chocomosnteer'(: