Sueños de Princesas
Habían pasado varias horas desde aquel beso, que posteriormente, se
transformo en un hermoso abrazo. Himemiya dormía plácidamente entre mis
brazos, ahora que me fijaba; nunca la había visto así, ella era tan triste
y tímida, pero entre sueños, una sonrisa cubría su rostro, a lo mejor es
que en ellos era feliz, ¿y quien no lo seria si fuera ella?... siempre
pasando de mano en mano, como si fuera un premio. En realidad no me
extrañaría que en sus sueños fuera más feliz que en la vida real.
Pero yo cambiare eso, yo te salvare Himemiya... - Te lo prometo- Le digo
con voz dulce. A la vez que observo su rostro, si pudiera estar así por
siempre, no dudaría, y me quedaría con ella, lejos de los duelos, de los
odios y sobretodo; del temor a perderla.
- Anthy - Susurro mientras zarandeo su cuerpo con suavidad, en un intento
de despertarla- Anthyyyy... - Repito a la vez que se me escapa un suspiro
lleno de frustración al ver que no e logrado ningún resultado... bueno, al
menos e conseguido despertar a Chuchu, el cual, lo único que a hecho, a
sido entrecerrar los ojos; dejándome fulminada con aquella mirada, y
después; se ha vuelto a dormir... ¡como si nada!
Dándome por vencida ante la idea de la sutileza, aprovecho el contacto de
Anthy para recargarla entre mis brazos y así llevarla hasta la cama; para
que al menos, duerma en buenas condiciones. Su cuerpo es frágil y ligero,
por lo que no tardo mucho en llegar hasta a la habitación. De forma
delicada, poso su figura sobre el mullido colchón, aunque al hacerlo; logre
despertarla. Me enfade conmigo misma por ese hecho, por haberla robado
aquellos instantes de dicha que le otorgaban sus sueños, sin embargo, este
enfado se transformo en sorpresa, cuando me percate de que nada más verme,
me había sonreído de aquella misma manera que lo hizo cuando estaba entre
los brazos de Morfeo... a lo mejor, parte de su felicidad se debe a estar
conmigo... tal vez.
- Anthy- Le dije mientras acariciaba su cabello- debes dormir- pero más que
orden, mi voz sonó como una suplica
- ¿Por que lo haces Utena?- Me pregunto en un suave susurro, que se adentro
por todo mi cuerpo, llenándolo de un extraño escalofrío
- ¿El que?- Le digo al no entender su pregunta, ella solo sonríe; con la
misma voz de antes prosigue - Luchar por mí...
- Ahh- Sonrío para mí; entendiendo la pregunta- Pues para demostrar que soy
la mejor, ¿tu que crees?- Le digo con son de broma, mientras le guiño un
ojo, pero al notar la preocupación en su rostro le comento de forma seria-
porque... porque me importas, y creo en ti, y...
- No deberías- Me interrumpe, su voz nunca dejo de ser suave, pero cada vez
era más triste, como si se tratara de una vela que poco a poco se
consumiera; como si se le fuera la vida en cada palabra que pronunciaba. No
lo soportaba, sinceramente, este hecho me estaba matando, ver a Anthy así
me partía el corazón, ¿Y por que? ¿Por qué me pasaba esto?... Porque la
quería.
- Lo hago porque te quiero, porque me importas, y aunque me digas que no,
yo creeré en ti, hasta el final... - Intento sonreír, como si mi
declaración fuera un chiste, o algo para hacerle sentir mejor, para evitar
caer en ridículo si ella no sintiera lo mismo; sin sospecharlo si quiera,
sus manos se han adueñado de mi espalda, acercando mi cuerpo más al suyo,
mis labios; más a los de ella; uniéndolos en un dulce beso, que habla de
unos sentimientos; que poco tienen que ver con la amistad.
- Hasta el final- Me susurra ella, quebrantando aquel beso, para luego unir
nuestros cuerpos con más pasión, con más deseo. Fue entonces cuando me
abandone ante aquellas emociones que tanto me embriagaban, mi cuerpo se
dio por completo, y en mi mente; las tres mismas palabras se repetían
consecutivamente: ... Hasta el final.
