Al principio pensó que sería sencillo, que podría poner el amuleto en la mochila de Adrien y que él nunca se entraría de que ella lo había escondido ahí.
Pero no contó con que las situaciones siempre se salen de control.
—¿Marinette?
Lo entendió al escuchar la voz del joven modelo en la entrada del salón, mientras que ella estaba husmeando en su mochila.
—¡Adrien!
—¿Qué estás..? —Marinette se giró para darle la cara mientras escondía detrás de ella sus manos, dejando caer la mochila que no le pertenecía.
—No es lo que parece —Le hizo saber antes de morderse la lengua.
Y es que la azabache no quería que pensará que intentaba robarle o algo parecido, pero sin duda no tenía modo de explicar nada.
—Entonces ¿qué es lo que pasa? —Preguntó poniendo una de sus manos sobre el hombro de la chica. ¿En qué momento se había acercado tanto?
Marinette tragó duro antes de suspirar.
—Esto es tuyo —Dijo mostrándole la pulsera que le había regalado el día que jugaron videojuegos.
Adrien abrió ligeramente los ojos, sonriendo de lado.
—¡La encontraste! ¿Cómo lo..?
—L-ladybug me la dio.
Fue por un segundo, pero Marinette pudo ver cómo el gesto de Adrien cambiaba ligeramente. No se esperaba esa respuesta.
—Pero... ¿Cómo? —La chica se encogió de hombros.
—Es algo que no puedo explicar Adrien. Sólo sé que no tuvo tiempo de dársela a tu guardaespaldas y prometí que te la regresaría.
—¿Y por qué no me la diste directamente?
—Porque no sabía cómo explicarte por qué la tengo yo.
La mirada esmeralda se mantuvo clavada en ella, examinándola. ¿Se había equivocado? ¿Y si ahora sospechaba de ella?
Pero los pensamientos de Adrien no iban por ahí, imaginaba que Ladybug había visto las fotografías donde salía con Marinette y cómo todas las redes afirmaban que ella era su novia. Encontrándose de manera casual -tan casual cómo ese encuentro podía ser-.
Y que la chica frente a él, tan linda como era, se encontraba incómoda por todo el lió provocado por los fanáticos y que ahora deseaba ignorar el tema.
Tomó la pulsera que la chica le ofrecía, la apretó contra su pecho y sonrió.
—Te prometo que tendré más cuidado Marinette —Juró el chico pensando en el amuleto y en aquella situación.
—No te preocupes Adrien, esta bien.
Me uno al mes adrinette.
Cada día una se da una palabra, la idea es realizar un dibujo, drabble lo que sea con la paalabra del día.
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