Mediodía.
Capítulo Uno
Encuentro Fugaz
Edward se despidió de mi con un beso fugaz antes de que Charlie lograra apresarme en la casa, durante el lapso en que pasó regañándome acerca de lo mucho que me había tardado en regresar, y las reglas que había roto, yo no podía pensar en otra cosa que no fuera Jacob, su cara llena de angustia y dolor se plantaba frente a mí, como la sombra de un fantasma, nisiquiera prestaba la más mínima atención a Charlie, sólo lo oía parlotear y algunas palabras como "responsabilidad" y "no te conviene..." se colaban en mi cabeza, causando un caos, sumado a Victoria, mi transformación y Edward. Asentí cuando debía hacerlo y puse una cara de culpabilidad, que apaciguó a Charlie, que me dejó desfilar a mi habitación después de media hora de reprimenda.
Tan pronto entré en mi habitación, busqué debajo de la tabla suelta del piso y en efecto, encontré todo lo que pensé perdido alguna vez, repasé con los dedos el rostro de Edward, después puse el CD de música que me había regalado en mi cumpleaños, y mientras sonaba la canción que me había compuesto, me eché a la cama, aun aferrando la foto de mi príncipe y me puse a pensar... y mis pensamientos divagaron hacia Jacob, una vez más, pues él era mi mejor amigo y lo que le había hecho no tenía perdón... sus últimas palabras se me habían quedado grabadas en la cabeza tanto que parecía que las había pronunciado en aquél mismo instante "No creo poder cumplir mi promesa..." ¡Demonios! gemí, no quería perderlo, no a él no... mi propio sol.
¿Pero qué más podía hacer? Edward no iba a ceder, y yo iba a ser un vampiro muy pronto, y según las reglas de los quileutes, o al menos, la forma en que trataban a las "sanguijuelas" yo no iba a ser muy bien recibida por ahí tan pronto mi belleza deslumbrara con el sol. Temí por eso, y me di una vuelta en la cama, tratando así de esconderme de un miedo mayor que se extendía por mi cuerpo, yo estaba decidida a formar parte de los Cullen, pero cuando volteaba hacia atrás y miraba todo lo que dejaba, Charlie, Renée, mis amigos, mi vida normal... y Jacob, mi decisión flaqueaba, yo amaba a Edward, de eso estaba segura, y también iba a darlo todo por él... entonces ¿por qué me mortificaba tanto no poder ver a Jacob?
La melodía favorita de Esme resonó por mi habitación, pero pronto fue interrumpida por un golpeteo en la ventana, me levanté automáticamente esperando ver a Edward detrás del cristal, pero una vez más, Jacob estaba ahí, me desconcerté momentáneamente pero después abrí la ventana, con una enorme sonrisa en el rostro, entonces no iba a dejar de ser mi amigo ¿verdad? Tan pronto se encontró dentro, asomé la cabeza para cerciorarme de que Edward no estaba cerca, a lo que Jake, una vez más estando en sincronía conmigo, atinó a negar con la cabeza.
- La sanguijuela se ha ido, lo vi marcharse apresuradamente -me explicó, al tiempo que su máscara de tranquilidad, parecida a la de Sam, ocultaba el dolor que sus ojos aun reflejaban.
- Jake... -susurré, acercándome a él, sin importarme el cerrar la ventana- Perdóname -gimotée, y para mi sorpresa, descubrí que había empezado a llorar.
- No me debes ninguna disculpa, Bella -me tranquilizó él, y sus manos calientes y grandes recorrieron mis mejillas, atrapando las lágrimas- Si tú... amas a ése... yo no puedo hacer nada.
Quise decir algo, pero nada salió de mi boca, había mil cosas y una a la vez, él necesitaba saber por qué yo había elegido a Edward, pero por alguna razón no podía decirle nada, lo miré directamente a los ojos, nos quedamos así un buen rato, ninguno de los dos sabía qué decir, pero no queríamos despedirnos, aún no.
- Pero es mi culpa -gemí- Si yo no... tú has hecho tanto por mí.
- A veces, eso no es suficiente -susurró Jacob y su mano temblorosa apartó un mechón de cabello de mi cara.
Era cierto, él había hecho demasiado por mí y no había forma de que yo se lo pagara, me sentía terriblemente mal, porque había sido egoísta los primeros días en que habíamos estado separados y después, cuando mi príncipe volvía a su castillo lo desechaba como un vil juguete que ya me había entretenido suficiente. Y él había estado ahí, me curaba la herida, la hacía sanar lentamente tanto que una vez hasta me había planteado el darle una oportunidad... porque me sentía bien a su lado, él me hacía reír, me hacía sentirme tranquila... mi sol estaba ahí siempre, pero yo lo había desechado, para preferir la eterna luna que era Edward.
Proferí un suspiro, y después jalé la mano de Jacob hasta que ambos quedamos sentados sobre la cama, le expliqué lo que había sucedido en Volterra y en lo que estaba a punto de convertirme, con lo cual, una mueca de horror se dibujó en su rostro. De inmediato empezó a susurrar apremiantemente un sinfín de dudas y amenazas hacia los Cullen si yo lograba mi cometido, le sonreí a manera de transmitirle que sabía lo que hacia, pero un escalofrío me recorrió la espalda, y la semilla de la duda que había dejado Jacob se plantó en mi alma.
- No lo hagas, Bella, podrás ganar inmortalidad y belleza, pero ¿te será suficiente? ¿dejarás detrás a todos los que amas? -sus palabras dieron en el clavo una vez más, él siempre parecía saber lo que yo pensaba, incluso sin el don de Edward.- ¿Verás morir a Charlie, a tus amigos... a mí? -sus palabras me atravesaron como un cuchillo, eso era lo que temía, verlos a todos desparecer, uno tras otro, mientras Edward y yo, inmortales, paseábamos y nos dábamos la gran vida ¿era justo para ellos?
- Yo... -mi voz se quebró, y el me abrazó fuertemente, dejando que empapara su espalda de mis lágrimas, una vez más.
- Está bien, Bella, yo siempre seré tu amigo, aun con las reglas de los quileutes y aun cuando... te hagas una de... ellos. -la voz se le volvió amarga y sarcástica al mencionar a los Cullen, y eso me irritó, pero en lugar de mostrarme igual de apática, me limité a seguir llorando, nisiquiera me di cuenta cuando me quedé dormida, pero para cuando desperté él ya no estaba y por la ventana se podía ver el Crepúsculo suceder.
Notas de la Autora: Hola :3, espero que estén bien, éste es el primer fanfic de la serie Twilight que publico, esto se podría llamar que es el Prólogo, el capítulo siguiente al Epílogo de Luna Nueva, desgraciadamente no he leído Eclipse aún, así que seguiré la saga de Meyer desde donde yo me quedé, en este capítulo se refuerzan las dudas de Bella sobre convertirse en vampiro, sobretodo con ayuda de Jacob, lo que traerá consecuencias en el siguiente capítulo.
Capítulo 2 - Alice, de nuevo.
¿Qué visión tendrá Alice y cómo afectará el destino de Bella? ¿Qué tendrá que ver Jacob en todo esto?
Si leen el siguiente capítulo, lo sabrán, gracias por leer este, si le dan click en "Go" y me dejan un bonito review, yo sería muy feliz.
PD. Este fanfic es un Jacob/Bella
