Aclaraciones:
1ª: Los personajes de Saint Seiya pertenecen a Masami Kurumada, y otros que aparecerán en mis fics son de otros autores de fics, como el caso de Panthea, personaje perteneciente al fic "El Destino del Amor" del preludio del fic "Amor Inmortal" de Mouxe.
2ª: En mis fics conectaré a Tenma con Seiya, es decir, padre e hijo, esta idea me vino de cuando leí el manga The Lost Canvas de Masami Kurumada y Shiori Tesirogi, cuando se descubre que Mefistófeles era realmente Kairos hermano menor de Chronos, por lo que en vez de hacer a Tenma hijo de Kairos lo convertí en hijo de Chronos. Por otra parte veréis muchas sorpresas en mis fics.
3ª: Este fic en principio es una traducción de "Letter" del autor "oneslip".
Y ahora al tajo…
Capítulo I: La Navidad.
¿Qué Bonita es la Época de Navidad? Época asombrosamente bonita, donde todos se reúnen para celebrar el "Nacimiento del Niño Jesús". No podría ser diferente con Saori y sus Caballeros. Todo el año conversaban en un local. La última reunión había sido en la Mansión Kido, Shiryu comentó que podrían Celebrar el Año Nuevo en el Pico de los 5 Antiguos Ancianos(1).
No tardó en llegar el día. Distribuyeran entre sí los platos. Shiryu y Shunrey, anfitriones, prepararían el pavo; Seiya lavaría el arroz, Shun prepararía las legumbres, Ikki se encargaría de llevar el vino portugués más caro, Saori preparaba la maonesa e Hyoga concluyó el Blinchiki(2). Cada uno accedió al comedor con los platos y regalo, ya que los 6 habían acordado hacer algo así como "amigo secreto". Antes de comenzar la cena empezaron a charlar.
– ¿Hubo algún progreso con eses dos? – preguntó Ikki, quién había estado ausente durante algún tiempo, por eso no estaba enterado de como andaba "la Operación Cupido".
– Nada. – contestó Hyoga, suspirando, cruzando las brazos y los ojos cerrados.
– Son tímidos, en cuanto al asunto de declarase el uno al otro.
– Pues vaya... – respondió Ikki, suspirando también.
– Parece que nunca lo harán. Ya tenemos 19 y 20 años y ese problema persiste… hace ya 7 años.
– No podemos hacer nada… – comenta Shiryu, completando a Ikki.
– Mas tengo una sorpresa. – sonrió.
– ¡A comer! – avisó Shunrey, ya que todo estaba listo.
– Estoy hambriento. – comentó Seiya mientras se acercaba, y los demás podían escuchar el ronquido de su estómago.
– ¿Y cuándo no? – rió Shun.
Estaban comiendo a manos llenas. Hasta la misma Saori, quien estaba a dieta, no pudo resistirse al delicioso pavo preparado por Shunrey. En medio de alguna que otra broma pesada, aunque no hubo pelea; comentaban sobre las aventuras. Un "flashback" pasó por sus cabezas. Y fue así como llegaron a la Guerra Santa contra Hades.
– Shion nos ayudó mucho. No esperaba aquello cuando lo vi. Parecía ser tan frío y rencoroso… – comentó mientras se llevaba la comida a la boca.
– Pensaba que iba nos mataría cuándo estábamos en el Templo de Atenea.
– Antiguo Maestro y él habían sido dos de los Caballeros más poderosos. – sonrió Shiryu, mientras le daba una palmada en la espalda a Seiya.
– Y tú, mi amigo, debes de ser el más osado.
– ¡Shiryu! – el mencionado se llevó la mano a la nariz, rascándosela mientras se reía.
– Sólo he conseguido superarme en algunas ocasiones.
– ¿Algunas? ¡Yo diría muchas! Más bien parecía que luchabas por algo mayor que por Atenea, por algo mayor que La Justicia… Parece que hasta luchabas por el Amor. – Ikki tenía la intención de dejar en evidencia a Seiya y lo consiguió.
– Claro que fue por amor, Ikki. – contestó completamente enrojecido, se había descubierto.
– ¿Es? ¿Y quién es la afortunada?
– No es afortunada… – aclaró, tragando con dificultad, tenía que inventar algo para salir de esa.
– Sino afortunados. Todos los que estáis aquí. Lucho por el amor que les tengo a mis amigos.
– Sei... – dijo el Fénix sorprendido. Entonces acabaran de comer sobre medianoche y salieron a la sala para el "amigo secreto". Hyoga le dio un regalo a Shiryu, Shiryu a Shun, Shun a Ikki, Ikki a Seiya, Seiya a Saori y Saori a Hyoga.
– Bien... – dice el rubio, haciendo que todos se callaran y se giraran hacía él, con una sonrisa espontánea.
– Mi amigo secreto es alguien muy especial, que me acompañó y me dio fuerzas en estas batallas. – entregó el regalo a Shiryu, sonriendo. Este abrió el presente y vio que era un paquete con ropa de bebé. Todas eran blancas, para que no hubiese problemas con el sexo del bebé.
– Mas… Shunrey no está embarazada. – rió.
– Bien… Me has dicho que ya planeabais tener un hijo lo más rápido posible y este es í regalo.
– Gracias Hyoga. – sonrió Shunrey, abrazando al hombre que ama.
– No hay de qué.
– Bien, creo que soy yo quien debo regalar algo a alguien, ¿no? – el Dragón había cogido el paquete que se hallaba cerca de su silla y se lo entregó a Shun.
– ¡Enhorabuena amigo! Espero que continúes con ese mismo Corazón Puro y la misma Bondad siempre. – sonrió.
– Gracias Shiryu. – agradeció mientras desenvolvía el presente.
– ¡Guau! E… es toda la discografía de David Bowie.
– Nosotros podemos ser los héroes por un día. – sonrió Ikki.
– Buen regalo, Shiryu.
– Ikki, Este te va a gustar aún más. – dijo mientras le entregaba el regalo con una mano, entretanto con la otra le palmeaba la espalda.
– Espero que te guste.
– Así será, Shun. – sonrió.
– Me conoces como ninguno. Un billete para la Isla Reina de la Muerte. Gracias. – lo abrazó en un momento tierno.
– No fue nada, Ikki. Me había dicho que tenías pensado volver allí, al menos unos días. Era mi obligación darte este regalo.
– Ahora me toca a mí. ¿No? – cruzó los brazos, ya con el presente sobre la piernas.
– Es para ti, Seiya. –
– Gracias Ikki. – agradeció mientras abría viendo solo una Postal.
– ¡¿Me está tomando el pelo?! – agregó frunciendo el ceño mientras los demás se reían.
– Mas tú habías dicho que no querías nada por Navidad. Aun así te regalé algo.
– ¡Qué gran regalo, eh!
– La ingratitud es el peor de los pecados, Seiya, ¿viste?
– Está bien, está bien. – dice aún con una expresión visiblemente enfadada. Había sido humillado por Ikki en plena Navidad.
– Mi regalo, tan diferente al de Ikki, es algo bueno para una magnifica persona. – sonrió.
– Para ti, Saori. – Saori se sonrojó al recibir el regalo de Seiya, quien sonreía con dulzura… Lo abrió, un paquete algo mal hecho, tan diferente a lo que encerraba.
– Guau, Seiya… – miraba para la pieza un bonito Colgante con un Pegaso.
– Es el regalo más bonito que me dieron… Gracias. – sonreía embobada, entonces le besó en la mejilla.
– D… de nada Saori. – dijo, mientras se rascaba la nuca.
– ¿Quieres que te lo ponga?
– S… sí, gracias Seiya. – le entregó el colgante a Seiya, que la veía con cariño, mientras todos los miraban sorprendidos, al fin una muestra de cariño entre los dos.
– Bien... – dice sonriendo, era visible que estaba en las nubes.
– Ahora le toca a Hyoga. – como todos habían hecho agarró el regalo y se lo entregó al mencionado.
– Feliz Navidad. – dice mientras él lo desenvuelve, este se sorprendió al ver que era un cuadro con adornos de Plata en el que estaban retratados Natascha, madre de Hyoga, y el mencionado cuando era mucho más joven.
– Guau, Saori... – dijo mientras se limpiaba las lágrimas.
– No me acordaba de esta foto, está muy bien en este marco. Muchísimas gracias Saori. – sonrió.
1: Nombre real con el cual se refiera a Los Cinco Picos, en el Manga Original.
2: Nombre de un postre ruso.
Continuará...
