-Lo he decidido.
-¿Hum? –pregunto despreocupadamente sin dejar de comer.
-Voy a revivir el clan Uchiha.
Me atraganto, recibiendo unos golpes en la espalda por parte del hombre que tengo al lado, que parece seguir estando ausente, con la cabeza en sus raros y únicos pensamientos. Él es así, te suelta algo y se quedan tan pancho, porque dentro de su retorcida mente todo tiene sentido y cree que para el resto por lo tanto también lo tendrá.
-¿Cómo?
-Revivir clan Uchiha –repite.
-No estoy sordo, teme.
-Pero eres corto –suelta.
-Y tú un gilipollas y no te lo digo todo el rato –le miro con odio, aunque él no parece notarlo.
El dueño del local, el Ichiraku por supuesto, se coloca al lado mía y me observa, debo de tener una expresión de sorpresa bastante curiosa, y después a él, que sigue con la cabeza perdida y esa expresión de "he descubierto el sentido de la vida y vosotros no, y no os lo voy a decir para que sigáis siendo unos desgraciados".
-¿Es siempre así?
-Por desgracia –contesto con una sonrisa.
-¿Te pongo otro? –señala el tazón.
-Mejor, creo que esto va para largo –suspiro y le una colleja -. Tierra llamando a Sasuke, ¿hooooooooooooooola?
-¿Por qué eres tan molesto?
-Alguien tenía que decirte que el contacto con la nave nodriza ha fallado –me río de mi propio chiste de buena gana.
-Eso está muy usado.
-Tú culo sí que está usado –gruño.
-Más bien el tuyo en cuyo caso.
-¡Yo tengo alma de seme! –exclamo alzando mucho la voz.
Ah, sí, qué gracioso es Sasuke desde que le dije que soy bisexual, se quedó con una mueca de sorpresa y pánico por la que mucha gente pagaría por ver. En serio, yo me moría de risa, casi me caigo de la silla, de hecho lo hice, Ichiraku también se asustó, era la primera vez que veía a mi amigo con alguna clase de expresión que no fuera odio o instintos asesinos.
Fue épico.
Aún me pregunto por qué se lo dije… Espera, también es que era un poco insostenible, ya que un día me dejé la puerta del piso abierta y me encontró dentro besándome con un tío. Él salió huyendo, sí, sí, un jodido Uchiha huyendo despavorido. Y por eso tuve que contárselo, aunque no sé por qué se sorprendió, ¿qué pensaba que estaba haciendo ese día? ¿Un boca-boca? ¿Clases prácticas de sexualidad? No hay quien entienda a este maldito teme.
Tampoco es que sea un mujeriego, la verdad, a mi me gustan las personas porque me enamoran. Quizás sí que sea un poco enamoradizo, pero de poco sirve, ya que me han roto el corazón mil veces y con Sakurita desistí hace mucho, además, se volvió demasiado agresiva y, pese a que no lo entiendo, está con Sai…
Y luego está el tema complicado…
-¿Qué necesitas que te explique? –pregunta con superioridad -. Una abejita va a una flor y… Quizás esto es demasiado complicado para ti – se queda pensativo -. Una cigüeña…
-¡Sé cómo se hacen los niños! –exclamo con un tic en la ceja -. Quizás hasta mejor que tú.
-Eres demasiado idiota.
-Todavía te ganas una hostia –le advierto.
Ese maldito y escabroso tema del que no me gusta hablar, y que jamás entenderé.
-¿Cómo que quieres revivir tu clan?
-Una mujer y un hombre…¿en serio tengo qué explicártelo?
-Imbécil, me refiero al ¿Por qué? –él me levanta una ceja -.¿Por qué ahora? Jamás te ha preocupado
-Ya tengo edad.
-Hace años que la tienes.
Tanto el soberbio como yo tenemos más de veinte, sin embargo él nunca ha mostrado interés en el sexo opuesto, ni en el contrario, que todos sabemos que uno detecta a los que son como él, y el Uchiha nada, como el que oye llover. Se le pondría plantar una tía en bolas y capaz sería de preguntarle si no tiene frío. A veces pienso si no le faltará un hervor, o si de pequeñito se calló de la cuna… de cabeza.
-Si no lo hago yo no lo hará nadie.
-Eso es evidente, pero ¿sabes lo que significa?
-¿Gloria eterna? –contesta con su tono de "¿no-era-evidente-la-respuesta-dobe?
-No. Acostarte con una mujer.
-Oh –se queda pensativo.
Y ese intocable tema es que, bueno, he tenido algunas parejas estables, pero aparte de que me partieron el corazón, siempre ha habido un hueco que no le ha dado a nadie, el que le pertenece al bastardo de Sasuke. No es que me haya unido a su club de fan, ni de coña, porque él tampoco lo sabe, pero desde siempre me ha gustado de una forma rara e incomprensible. Tampoco bebo los vientos por él ni muero por amor, he aprendido a vivir con ello, pero está ahí, chinchándome a veces, y lo más divertido es que no sé por qué demonios me gusta si es un sieso, corazón de hielo, bastardo engreído y un capullo integral.
-A ver, Sasuke, primero tenemos a los sexualmente precoces, que incluyen embarazos adolescentes, y salen en la MTV.
-La hija del frutero.
-Los que esperaron un poco más a encontrar a alguien que les gustara de verdad.
-Tú.
-Luego los que eran tímidos y esperaron un poco más a sentirte a gusto.
-Hinata.
-Y por último los que tienen la misma sexualidad que un canto rodado, o Rolling Stone(1), del camino –me mira confundido -. Esos que no es que no hayan tenido la oportunidad, es que aunque se les hubiese presentado ni se hubieran dado cuenta.
-No te entiendo.
-Esos que son tan gilipollas que piensan que nadie está a su altura –sigue con la misma expresión -. Los tíos como tú, Sasuke.
-No soy así.
Levanto una ceja.
-Y luego se supone que eres el genio –me mofo mientras vuelvo a comer el recién llegado tazón.
-Y lo soy.
-Y un cojón.
-Tengo dos.
-En fin. Así no acabamos –suspiro -. Lo que me refiero es que nunca te han interesado las tías, ¿cómo esperas acostarte con una?
-Lo llevan haciendo desde tiempos inmemoriales. No es tan difícil.
-¡Ah, cierto! Que hablo con el gran genio, Uchiha Sasuke –suelto sarcásticamente.
-Exacto.
-Para ser tan listo a veces te daría una manta de palos… ¡Era un maldito sarcasmo! –le grito y él me mira con incredibilidad.
-Toda la aldea se muere por acostarse contigo.
Eso sí es cierto, para elegir va a tener, morenas, rubias, altas, bajas… Oh, Dios, va a tener demasiado para elegir, seguro que se bloqueará en plan robot, por sobrecarga de información y de contacto con la gente y acabará estallando. Me río yo solo un par de minutos.
-¿Y quién es la afortunada?
-Ahí entras tú.
-¿Eh? –pongo cara de pánico -. El M-Preg no existe, ¿sabes? Y me niego a ponerme en forma de tía y ser tu puta esposita.
-¿Qué dices? –ladea la cabeza -. Tú me vas a ayudar a escoger.
-¿Por qué debería molestarme? Con la de tías que se mueren por tus huesos que hay…-suspiro con fastidio y un poco de celos.
-Por…
-¿La gloria eterna? –completo por él levantando una ceja.
-Quizás aún quede esperanza para ti –dice complacido.
-Puede, pero para tu clan, de mi parte, no.
Dejo el dinero sobre la mesa y me levanto dispuesto a irme, tanto, que me voy. Aunque me gustaría que me dejara unos segundos solo, contando desde cinco hacia atrás aparece a los tres segundos, a mi lado, sin hablar, solamente compartiendo el aire y el espacio conmigo, tan silencioso y molesto como solo puede ser él.
-¿Por qué? –me adelanto a lo que va a contestar -. Lo de la gloria no me sirve –le amenazo.
-Eres el único en quien confío –y sonríe de medio lado.
Quizás por estos momentos él me gusta.
-No sé por qué cuando te digo siempre accedes –pone una pose de superioridad.
-Eres un completo gilipollas.
Y aquí estoy, con un montón de papeleo, en la impoluta y brillante casa del bastardo, seleccionando chicas por sus perfiles genéticos. No sé cómo el teme ha conseguido que todas las mujeres de la aldea le den su historial médico y demás en una sola mañana. Estas cosas nunca dejarán de asombrarme, sobre todo porque hasta se han filtrado algunos hombres que afirman ser mujeres.
-Mi hijo…
-O hija –le corrijo.
-Lo que sea… No tendrá ninguna deficiencia genética.
-Solamente tener un padre imbécil –río cruzando los brazos por detrás del cuello -. Pero eso no lo puedes evitar.
Primera fase realizada. En la segunda vamos clasificando a las mujeres según su rango de ninja y su edad, quedando solamente las que son ahora más poderosas, o que aunque no son ANBU pero van a ascender pronto a Jounin o son Jounin prometedoras. A mí esto de clasificar a las mujeres me parece degradante, porque a lo mejor alguien que sea menos fuerte tiene más madera de madre y es más decente, pero él erre que erre. Es un jodido cínico.
-Y pensar que todavía la montaña es enorme –me desespero dejándome caer sobre la montaña.
-Tranquilo. Lo tengo todo pensado.
-¿Ahora qué? ¿Las vas a clasificar según la brillantez de sus ojos?
-No. Según el coeficiente de inteligencia.
-Ah, claro. Qué lógico todo –bufo -. ¿Y después?
-Por belleza –cara de creo-que-eres-más-estúpido-de-lo-que-pensaba -. Y por último las entrevistaremos
-¿Entrevistas? –se me desencaja la mandíbula -. Has perdido la cabeza.
-No esperarás que escoja a una cualquiera –pone cara de espanto.
-Más que una entrevista y clasificarlas deberías tratar de conocerlas –le propongo bostezando-. O tal vez podría probarlas primero…
-Eso llevaría demasiado tiempo.-Interrumpió cortante, no parecía ir en broma en ningún momento.
Y continuamos con nuestra labor que parece durar toda la maldita semana. A veces me planteo que no me salga a cuentas ser amigo del bastardo este, dice que yo soy escandaloso y molesto, pero él es más impredecible que yo y sus ideas tienen menos sentido que las mías, que ya es decir.
-Oye, ¿y te piensas casar con ella?
-Si me hace un buen hijo…
-O hija.
-Entonces sí.
-Ni que las mujeres fueran fábricas…-exclamo molesto.
-No lo son, pero para que me acueste –le da un escalofrío – con ella debe ser lo mejor de lo mejor y de lo mejor lo superior, si el niño sale mal será que me ha mentido y eso será algo imperdonable.
-Eres un gilipollas, ¿y si la culpa es tuya? Los niños cogen genes de ambos, ¿por qué no te haces tú un estudio genético?
-Eso no tendría sentido. Mis genes son los que tienen que perdurar.
-Sean buenos o malos –le miro con desaprobación.
-Serás el padrino –deja caer como nada.
-¿En serio? –se me iluminan los ojos -. ¡Qué ilusión! –me pongo a bailar por la habitación y me parece ver una sonrisa de medio lado en la cara de mi amigo.
A veces, y solo a veces, parece que tiene corazón. Aunque parezca mentira, ha habido veces en las que he estado triste o un poco menos hiperactivo y el cabrón se ha puesto a animarme, a su forma, pero viniendo de él es un gran sacrificio, y yo agradezco mucho cuando intenta entenderme, aunque normalmente solo consiga que se le quede cada de estúpido concentrando todas sus neuronas en entender las interacciones humanadas.
-¿Y el amor?
-¿Qué amor?
-¿Piensas tener un niño con alguien a quien no amas?
-¿Qué problema hay?
-Joooooder, el bebé nacerá sin amor qué horror –me preparo para echarle la bronca -. Seguro que también acabará matando a su familia, pero esta vez con razón –río abiertamente.
-Por eso quiero que seas el padrino –dice sin darle importancia.
-¿Eh?
-Quiero que me ayudes a criarlo.
-¿Y la madre qué? –pregunto confundido.
-Cuando él venga, el amor me ayudará también.
-¿Y si no viene?
-Vendrá, al nacer él, seremos capaces de aguantarnos y sacrificarnos por él.
-Eso no es amor – golpeo la mesa cabreado.
-¿Ah, no?
-¡Esto no tiene sentido! Deberías tener hijos porque quisieras a la persona con la que los tienes –le grito –, no para esa mierda de revivir el clan ¡Eres un desalmado!
-El amor vendrá después –insiste muy convencido -. No sé por qué tanto revuelo.
-Vas a ser un padre horrible ¡No sabes lo que es el amor! Y aunque lo supieras como tienes metido un palo en el culo ¡no sabrás inculcárselo!
-Tú se lo enseñarás –medio sonríe -. En eso no hay nadie mejor que tú.
-¿Y cuándo pensabas preguntarme si quiero cargar con esa responsabilidad? –levanto una ceja.
-Ahora.
-¡Eres increíble!
Me levanto, esquivando la pila de papeles y me marcho del salón de mi amigo, que no se mueve ni un centímetro, solo me observa unos segundos y después sigue en su tarea, como si no se hubiese enterado de nada.
¡No tiene sentido, maldita sea! Cree que por tener un hijo con alguien ambos se enamorarán perdidamente y entonces todo vendrá rodado, pero las cosas no son así, no son tan fáciles, quizás ni se aguanten y criarán a un hijo que, además de tener el peso de ser el que continúe la estirpe, será criado sin amor porque sus padres no se querrán, y lo que es peor, porque Sasuke es su padre. Va a crear a un maldito monstruo, y la pobre criatura no tendrá la culpa.
El siguiente par de días ignoro las llamadas de Sasuke, necesito pensar, pese a lo que mucha gente crea yo reflexiono, incluso a veces demasiado, y quizás sea ese el problema, pero es que no sé realmente qué hacer, porque no quiero ayudar a crear a un bebé sin amor, pero conociendo al moreno lo hará le ayude o no, y si no lo hago entonces sí que sea un niño totalmente infeliz y sieso como su padre.
Me resigno. Ha ganado la batalla, ¡pero no la guerra! Me ocuparé de que el pequeño, o pequeña, vaya a las mejores escuelas, que juegue al fútbol, o a lo que le apetezca, y que el bastardo de su padre vaya a verlo, aunque tenga que arrastrarlo, y aunque tenga que graparle la sonrisa ¡Como que me llamo Uzumaki Naruto!
Salgo de casa muy decidido, dirigiéndome a la suya, y entro dando un portazo y me planto delante de él.
-¡Te ayudaré! –le chillo -, ¡pero tengo condiciones!
-Las acepto todas.
Eso me pilla por sorpresa, y él da unos golpecitos al sitio que hay al lado de él en el sofá, entonces me doy cuenta de que está entrevistando a una mujer.
-Sabía que podía contar contigo –medio sonríe.
-Manda narices…- susurro hacia mis adentros.
-o-
¡Buenas! La verdad es que siempre he querido a ver estos dos con descendencia, pero como nunca me gustó el M-Preg, ni preñar a Naruto en versión tía, se me ocurrió esta idea, espero que les guste tanto como a mí. Muchas gracias a los que me han apoyado en esta idea =)
¿Próximo capítulo? El 21 de octubre
(1)Hoy me di cuenta de que Rolling Stone significaba canto rodado, y morí, y me salió del alma ponerlo aquí, lo siento XD
¿Sugerencias? ¿Quejas? ¿Peticiones? ¿Piedras que caen por colinas cantando "una piedra del caminoooo me enseñó que mi destina iba a seeeeeer rooooodar y rodaaaaaar"?
