Advertencia: el siguiente fic posee contenido sexual explícito…
Lunes, en la noche
Ginny Weasley yacía en su cama, con la mirada perdida en el cielorraso. Sus pensamientos estaban un poco inquietos mientras se preguntaba como iba a sobrevivir el verano.
Apenas había empezado su mes de entrenamiento en la Academia de Aurores. El año pasado había sido increíblemente difícil, obligada a pasar lejos largos periódos de tiempo, en su entrenamiento de campo. Había recibido bastantes lechuzas, pero aún así extrañaba a sus amigos terriblemente.
Cuando se aproximaban las vacaciones de verano, Ginny consideró quedarse en la madriguera, ya que los extrañaba, pero por otro lado anhelaba su independencia y privacidad. El problema más grande con su plan era que estaba completamente en banca rota. Y cuando se resignó a vivir con sus padres, Harry le ofreció quedarse en su apartamento, en cuartos separados, claro está.
Ginny dio media vuelta, mientras Harry se incorporaba en sus pensamientos. Ella había salido con algunos hombres en la Academia, pero esas relaciones no duraban mucho. Sus cartas hacia Harry y las respuestas lo hacían inevitablemente el punto de comparación ante cualquiera con quien saliera. Y siempre perdían.
No tenía la menor idea de lo que estaba haciendo. Ginny lo consideraba un buen amigo; se habían vuelto cercanos en el Colegio. Pero la guerra cambia mucho a las personas, incluso en ellos y en su futura relación. Habían discutido por eso, y quedaron de acuerdo en que algún día lo intentarían, en ese momento pensar en una relación seria era muy difícil. Tenían que concentrarse en vivir.
Después de que Harry derrotó a Volvemort, y la guerra terminó con pérdidas trágicas, él la alejó, y se aisló de sus amigos. Los Weasley sufrieron una gran pérdida. Percy había muerto, pero la manera heroica como lo había hecho ayudó en gran manera a superar el dolor. Aunque todos habían sufrido, Ginny, Ron y Hermione hicieron lo posible para ayudar a Harry con su recuperación, más que de las heridas, de su alma.
El humor distante de Harry, hacía que las relaciones fueran lo último que llegara a su mente. Luego de un periodo de recuperación, Harry entró a la Academia de Aurores, eliminando aún más las oportunidades para ellos.
El verano después del sétimo año de Ginny, ellos pasaron algún tiempo considerable juntos. Aunque ella sospechó que Harry podía tener sentimientos por ella, nunca hablaron al respecto. Además, él empezaría el segundo año de entrenamiento, y ella el primero. Iba a ser difícil decirle a Harry como ella se sentía en realidad, sabiendo que debía guardar la distancia.
Al menos, traté de mantener la distancia, pensó Ginny. Con Harry y su postura (predeterminada a no cambiar) de solo amigos, ella se vio forzada a guardar sus sentimientos. Pero en sus cartas había sido un poco… diferente. Ella sabía que Harry había salido con unas cuantas mujeres, pero nada a largo plazo. Sus cartas tenían un aire sutil de descontento, siempre preguntando por sus pesares. Él nunca se refería a algo específico, pero la hacían sentir de maravilla.
Y ahora estaban viviendo en la misma casa, lo cual la hizo pensar seriamente que se iba a volver loca. Ella no dejaba de notar como su entrenamiento como Auror habían ayudado a su físico. Aunque él seguía siendo delgado, habían músculos marcados que definitivamente no estaban ahí en Hogwarts.
La respiración de Ginny se aceleró un poquito al recordar a Harry ejercitándose…
Ella escuchó el golpe del acero en la otra habitación, distrayendo su atención del libro que leía. Aparentemente Harry estaba utilizando el Gimnasio estilo muggle que tenía. Ginny sintió un poco de curiosidad acerca de cómo trabajaba, pero decidió dejar a Harry concentrarse en su trabajo.
Alejando esos pensamientos de sus mente, se esforzó por continuar su lectura. Los sonidos metálicos continuaron emanando del otro cuarto, junto con suspiros ocasionados por el esfuerzo.
Algún tiempo después, el libro bajó a su regazo, mientras su mente divagaba hacia el cuarto al final del pasadizo. Su curiosidad finalmente le ganó. Ginny caminó con cautela a lo largo del pasadizo, solo esperando que un pequeño vistazo satisficiera su interés –académico, claro está- se dijo a sí misma. La puerta se acercaba cada vez más, dejando escuchar mejor la respiración de Harry. Ella colocó su mano en la manija de la puerta, mientras vigilaba con atención el pasillo.
Harry se encontraba sin camisa, sentado en un banco, de espaldas a la puerta; levantando una barra con pesas redondas sobre su cabeza. Ginny lo observaba traspirando mientras una gota de sudor se deslizaba por su negro cabello rebelde, hasta los músculos tensos de su espalda, que ondulaban con cada movimiento. Arriba,…abajo,… arriba, su peso se movía al ritmo de su respiración profunda. Su mano inconscientemente agarró el borde de la manija un poco más fuerte mientras las manos de Harry apretaban más la barra.
Ohhh , pensó ella en respuesta a ese recuerdo.
Su mente había estado trabajando horas extra, mientras su imaginación se volvía salvaje. Y tener a Harry tan cerca de ella así, la estaba matando. Se sentía algo tolerante, pero el solo verlo ahí, la hacía ansiar con desesperación que la tocara. Muchas veces…
"Oh, Harry," -gimió- mientras sentía que su cuerpo se calentaba al frotar ligeramente su muslo. Tengo algo de tiempo, pensó, un poco de fantasías no me lastimará.
Ginny se lo imaginaba entrando a su cuarto de noche; luego de pié al lado de su cama, con sus ojos verdes visibles gracias a la luna. Y ella podía ver el deseo en sus ojos…
"si" susurró, trayendo su mano sobre su pecho, sintiendo como su pezón endurecía. Ella lo pellizcó a través de la blusa y el sujetador, haciendo que un suspiro escapara de sus labios.
Harry se inclinaría sobre ella, besándola furiosamente… él presionaría su lengua con la de ella, haciéndola sentir su necesidad. La mano de Ginny se deslizó bajo su blusa, deshaciéndose del sujetador acariciando su pecho mientras imaginaba a Harry besándola en el cuello y luego sus senos, succionando su pezón…
"Ohh" volvió a gemir, sintiendo sus pechos endurecer ante su imaginación. Se quitó la blusa, una mano seguía jugando con sus pezones mientras la otra frotaba ligeramente el interior de su muslo.
La mano de Harry bajaría lentamente por su cuerpo, deslizando las cobijas. Ella abriría sus piernas, dándole el acceso necesario para sentirlo aún más…
Lentamente ella retiró los pantaloncillos que estaba usando, tirándolos fuera de la cama. Frotaba sus manos sobre su cuerpo, disfrutando las sensaciones que producía. Una mano se dirigió hacia su intimidad, acariciado los pliegues.
"Estoy muy húmeda, Harry," susurró, increíblemente excitada. Ella frotaría su pecho, explorando con sus manos los fuertes brazos de Harry, capturada en ellos…
Ginny frotó lentamente su dedo formando círculos en su centro, enviando escalofríos a través de su cuerpo, y abriendo aún más sus piernas, cerró los ojos... los dedos de Harry explorarían su cuerpo, él querría tocarla con desesperación…
"Oh, sí," Ginny susurró. Uno de sus dedos se deslizó en sus pliegues, estaba tan suave y húmeda. Ella tocaría el pecho de Harry, sus abdominales… él respiraría con dificultad cuando ella tocara su miembro; que ya mostraba dureza. Y sería solo para ella. Ella lo frotaría ligeramente, dándole tanto placer como pudiera.
"te necesito tanto" apenas susurró Ginny, y deslizó un dedo dentro de ella fuertemente… y empezó a empujar hacia adentro y hacia fuera, de manera rítmica. Ginny sabía que los dedos de Harry serían aún mejor; ella amaba sus manos, se sentiría tan bien tenerlos dentro de ella.
El cuerpo de Ginny reaccionó ante el pensamiento de los dedos de Harry dentro de ella, su mano se movía más. Ella podría sentir clímax muy cerca... Ginny se imaginaba tocando a Harry más rápidamente, ella haría que él se viniera, sería genial, sería tan fuerte…
"Oh, Harry, se siente tan bien…, oh, oh, oh," Ginny decía desesperada, moviéndose en la cama, deseándolo… se estaba acercando… los dedos de Harry se moverían dentro de ella… Oh Harry… estoy muy cerca…
Ella imaginaba a Harry susurrar en su oído… Por favor, vente por mi. Ginny… Amo verte venir… "Oh, Dios," Ginny gritó, sus dedos entran, salen, entran … lo estoy haciendo llegar también… El cuerpo de Ginny recibió una fuerte descarga cuando el orgasmo llenó su cuerpo, se estremecía y estiraba su cabeza hacia atrás y gritaba deliciosamente.
"Oh, mi… oh," pronunciaba sin aliento. Oh wow, eso fue… fuerte. Dios, muy fuerte.
Mientras yacía en su cama, tratando de recobrar el ritmo de sus latidos, se preguntaba acerca de cómo sería con Harry. Manteniendo sus fantasias una o dos veces al día era de hecho agradable, pero anhelaba ser tocada por Harry. Ginny lo amaba muchísimo, quería su presencia real.
