Diferencias

Notas de Lunita: bueno... he aquí mi primer intento de hacer un drabble. Sé que debería continuar con mi otro fic, Destiny, pero aprobechando un ratito libre, no he podido resistirme. Agradezco enormemente la ayuda de mi nueva amiga Tsuki-dei. Espero que os guste.

Los personajes de Naruto no me pertenece, son propiedad de Masashi Kishimoto.

Sasuke odiaba a Naruto. No era capaz de explicarse cómo demonios podía vivir alguien siendo tan súmamente hiperactivo y ruidoso. El ojiazul se pasaba el día gritando y correteando de un lado para otro, de forma que era imparable. A veces sus compañeros tenían que gritarle "¡Naruto, estate quieto!"; pero lo único que conseguían era que el menor replicase y gritase por intentar reprimirle.

Naruto se las ingeniaba para molestar a Sasuke todo el tiempo. Ya fuese con o sin palabras, siempre había algo en él que provocaba la pérdida de los cabales del moreno. Todo él era llamativo. El cabello rubio era una molestia, casi tanto como su dueño. Siempre que pasaba, deslumbraba con la luz del sol y los brillos dorados que provocaba; sus ojos azules claros y cristalinos eran como el cielo; su piel era tersa y bronceada y, esas tres marquitas a cada lado de la cara le daban un aspecto dulce e infantil y eso era innegable hasta para Sasuke. No es que se hubiese fijado en él; simplemente era demasiado llamativo como para no darse cuenta.

-xXx-

Naruto odiaba a Sasuke. No entendía cómo alguien podía vivir siendo tan serio y perfecto. El Uchiha se pasaba el día como si nada le importase, como si el mundo a su alrededor no fuese lo suficientemente importante para que se fijase en él y, sin embargo, de una forma increíble, él siempre era el centro de atenció en él era símbolo de disciplina y rectitud. Siempre tenía razón, todo le salía bien, todo lo que él decía se tenía que cumplir. Era como si el mundo girase a su alrededor.

Hasta la propia naturaleza parecía cómplice de tal perfección, otorgandole su pose llena de elegancia y distinción; sus cabellos de hebras morenas, oscuras como la noche, azuladas, brillantes; su piel, extremadamente pálida y nívea; sus ojos; totalmente negros, de tal forma que no se distinguía la pupila del iris, creando la apariencia de un vacío, como un pozo sin fondo y para el toque final de la perfecta creación, sus rasgos finos, pero varoniles y su voz grave y penetrante. No es que Naruto se hubiese fijado en todos estos detalles, es que el moreno siempre destacaba por su perfección.

-xXx-

Ambos sabían que eran diferentes. Había veces, como cuando entrenaban junto con Kakashi y Sakura, en las cuales Naruto (como de costumbre) discutía, y hacía demasiado ruido. Sakura siempre intentaba hacerle callar, sin obtener buenos resultados.

Sasuke le miraba seriamente.

-Dobe, cállate de una vez -decía, molesto por el ruido.

-¡Me callaré si quiero, teme!

Ambos se miraban a los ojos y ambas orbes conectaban. Formaban una pequeña sonrisa casi imperceptible, mientras decían para sus adentros "¿Cómo puedes ser así?"