¡Hola de nuevo!

Este es mi segundo fic, va a ser un poco largo tengo muchas ideas...Anteriormente había hecho un one-shot Makorra...

Aquí va el primer capítulo!

Espero que les guste

Amor fugitivo

Hace ya tiempo que todo había terminado, la guerra solo era un recuerdo, quedando presente solo en libros y pergaminos…Era una batalla que parecía no tener fin, aunque había dejado cicatrices ha cada pueblo, a cada nación, el mundo se había perdido en sí, tomando caminos equivocados por muchos, siguiendo rumbos erróneos cuyo propósito era el poder y se justificaba las consecuencias con "grandeza"…A pesar de cada daño, quiebre y rompimiento que había provocado, jamás se olvidaría las hazañas de aquellos jóvenes, luchadores de paz y asesinos de guerras, siempre seria recordada en leyendas y anécdotas que pasarían de padre a hijo generación tras otra, teniéndolo en su presente aunque ya toda era parte del pasado… El mundo daba comienzo a levantarse desde los escombros, apagando los incendios y volviendo a construir una era de paz y amor, como siempre debió haber sido y jamás debió ser cambiado.

Todos habían tomado caminos separados y juntos a la vez, años habían pasado y volverían a encontrarse, los compañeros de equipo, los leales amigos...En esos pocos aunque largos años sin verse, se mantuvieron en contacto mediante cartas. La maestra agua se encontraba en su tribu natal, su hermano en la isla kyoshi junto a su novia, el joven maestro aire cumpliendo sus responsabilidades como avatar, el aun príncipe como tal se situaba en su nación, todos solían enviarse cartas frecuentemente, excepto la maestra tierra que solo enviaba alguna que otra cuando era alguna fecha en especial, jamás revelo siquiera como se encontrase su vida…

Capitulo 1

"Confusiones"

Ese día…

Caía el atardecer en la nación del fuego, el sol de ese color tan peculiar que solo se podría apreciar allí, daba el adiós a ese día, mientras la luna comenzaba anotarse a lo lejos, siempre presente cuando todo se tornaba oscuro. En el claro aunque oscuro cielo, se podía distinguir una silueta formidable, la cual lanzaba rugidos que harían temer a cualquiera, pero no a él, sabía lo que significaba ¡ellos ya habían llegado!…Una pequeña aunque casi inexistente mueca se torno en el rostro del príncipe que los esperaba allí en su nación. La gran bestia aterrizo sobre uno de los jardines del palacio, ya a esa distancia se podía distinguir a los ocupantes y sus rostros…

-¡Zuko!.-Saludaron al ver a su amigo, con entusiasmo. Mientras se unían en un cálido abraso.

-Me alegro mucho de verlos.-Dijo el príncipe con serenidad al apartarse, dificultándole dejar sus formalidades que siempre le exigían, al someterse plenamente a la vida de la realeza.

-A nosotros nos alegra verte, ha pasado tanto tiempo.-Agrego Katara, de forma que ella sola podía llegar a hablar.

-Y que hace nuestro gran amigo Zuko… ¿persiguiendo por todo al mundo a alguien?-Bromeando Sokka recordando según el "buenos tiempos".

-Es claro que no has cambiado nada, Mr. Boomerang.-Todos allí presentes quedaron desconcertados, de ser tan formal había pasado a bromear Zuko.

-Veo que los años te han asentado bien amigo.-Dijo Aang, apoyando su mano en el hombro del maestro fuego.

-Así parece, lo mismo digo.-Aunque pensó el príncipe que había estado casi en solitario, solo con la compañía del señor del fuego, su tío. Además de que aun no había podido encontrar a su madre.

Zuko esta vez sonrió de tal forma que todos lo notaron, le asemejaba alegría que estuviesen allí con el…La maestra agua que en un principio lo odiaba con desdén, el chico astuto aunque molesto de piel morena, el chico ya hombre que había perseguido por cada rincón del cielo y tierra, pero alguien faltaba, cuya ausencia traslucía a pesar de que el fingía ignorarlo...

-Muy bien, ¿iremos a cenar o qué?, tengo tanta hambre que me comería a Appa –El bisonte gruño -No te preocupes amigo solo bromeaba.-No faltaría el humor de Sokka esa noche.

-Tú no tienes remedio –dirigió su mirada al joven moreno- ¿No sabrán algo de Toph? Sé que me dijeron que no vendría pero…-El príncipe se vio interrumpido al notar la reacción de sus huéspedes.

-¡TOPH! -Gritaron en unisonó -Con todo lo sucedido olvidamos despertarla.-Agrego Katara finalmente.

-Acaso no dijeron que no ven…-De nuevo Zuko se vio interrumpido, no le era de su agrado que lo hicieran, pero por esa vez, por esa única vez, quedo embalsamado con el hecho por alguna razón incomprendida.

-Aquí estoy princesita.-Se oyó una vez en el aire, el maestro fuego no se percato que la bandida ciega se encontrase en el lomo del animal que alguna vez el había salvado.

La maestra tierra, que ya había dejado de ser una niña, para convertirse en una mujer, salto del animal, se acerco a ellos lentamente, pareciese que no se moviera, como si el tiempo se opusiera a seguir transcurriendo, pero no era así, lo era para los ojos ámbar del príncipe de la nación, en la realidad que él se había excluido ,ella se acerco energéticamente a paso aligerado…Pero a cada paso que la acercaba hacia él, sentía como si una daga se infiltraba en su corazón, sutil y cruelmente aunque indolora. A penas ya se distinguía su rostro, cubierto por mechones tan oscuros como la noche que no lo dejaba verla plenamente…

-¿Te sucede algo chispitas? -Bromeo y soltó una risa la maestra del avatar al estar frente a él, introduciéndolo a Zuko a la realidad, no hubiera imaginado que la pequeña maestra tierra fuese tan hermosa, era la suma de cada una de las perfecciones reunida en un solo lugar, en un solo cuerpo y en un solo ser. Había crecido notablemente, ya no era una niña. Era la misma tentación en persona... -¿Acaso te has vuelto mudo?.- Replico Toph frunciendo el seño, al notar que el callaba.

-Bueno yo -tartamudeo barias veces ante tal belleza frente a sus ojos- me alegra que estés aquí, pensé que no vendrías.-dijo finalmente el futuro señor del fuego, empleando sus fuerzas para que nadie notase lo que le había provocado aquella chica.

-¿Seguro? Pareciese que los latidos de tu corazón, dijeran lo contrario -Bromeo nuevamente, la joven que había deslumbrado los ojos del príncipe- ¡Recuerda que no puedes mentirme!.- Aun luego de tanto tiempo algo que disfrutaba era molestarlo.

-Es que yo.-De nuevo se encontraba en la misma situación de hace unos momentos, esta vez sentía que su corazón saltaría y se escaparía de él…-

-Sera mejor que entremos, no quiero que Sokka se prepare un banquete con Appa.-Dijo Katara con indiscreción, salvando a su amigo…Pareciera que solo ella hubiera percibido la manera que se comportaba Zuko, aunque él creyó que nadie lo noto -¿Por cierto y tu tío?.-Agrego para terminar el hecho…

-Escucho a alguien nombrarme - Había salido de las sombras el señor del fuego, aunque todos creyeron que hasta solo un momento había llegado -Me complace que estén aquí de nuevo, pero esta vez como huéspedes y no invasores…-Agrego sonriente.

-Me honra estar aquí y frente a usted.-Haciendo una reverencia Aang fue el primero en emitir algún sonido. El ex general y señor del fuego correspondió haciendo la misma acción…

Los demás saludaron debida y cordialmente a Iroh…Pero una persona fue la ladrona de toda la atención de los maestros fuego esa noche…

¡Toph, que bueno verte luego de tanto tiempo!, mírate te has convertido en la flor más bella que mis ojos jamás hayan visto -la maestra tierra solo sonrió ante tal halago.-¿no es cierto querido sobrino?.- Cuyas últimas palabras dichas por el señor del fuego, provocaron que el príncipe se sonrojara y se estremeciera.

-Creo que no existe una flor más bella.- Zuko se reprocho diciéndose imbécil a sí mismo, por haber dicho tal cosa, las palabras simplemente escaparon de sus labios tal vez despedidas por su corazón y no su conciencia…Todos quedaron sorprendidos ante las palabras de su amigo, acaso era real Zuko diciendo aquellas palabras y era más real que hubieran sido dirigidas hacia la maestra tierra. Aun así luego de unos segundos no le tomaron demasiada importancia. Solo Katara percato como las mejillas de Toph se ruborizaron levemente; aunque en si quedo un ambiente incomodo, alguien por fortuna dispuso a romper…

-La cena aguarda en la sala principal, será mejor que entremos.-Los guio con su mano hacia la puerta. Antes de que su sobrino pudiera irse lo tomo por el hombro, miro hacia la maestra tierra y luego hacia él con una sonrisa que expresaba algo más.

-Vamos tío, solo fue una cortesía.-El joven maestro se excuso por sus palabras y se marcho, dejando a su tío en solitario.

-Quien dirá lo que el cielo nos prepara sobrino, lo que nos prepara.-Entre suspiros el ex general dijo palabras al aire, mirando hacia el cielo, cuyo él estaba con completa seguridad que aun preparaba muchas sorpresas…

Se dirigieron hasta la sala principal, donde los esperaba los más exquisitos manjares aunque tradicionales del reino, todos aguardaron asiento, pero ocurrió un hecho que le suministró cierta rabia al joven príncipe…

-Le acerco su silla bella señorita.-Dijo Sokka, mientras corría la silla para que la maestra tierra se situé en su lugar.

Ella solio rio, y correspondió a la actitud de su amigo…Todos asegurarían que en el pasado si eso hubiera corrido, una roca se hubiera incrustado en el cuerpo del guerrero de la tribu agua; Era claro que el tiempo había cambiado a la niña que solía hacerse llamar la bandida ciega. En realidad se podría decir que ya estaba acostumbrada a los halagos, aunque en esta ocasión correspondió solo porque le suministro gracia.

Acompañados por el señor del fuego, se transcurría una gran velada, entre anécdotas e historias, recordando viejos tiempos; Aunque en si la atención del príncipe se centraba en alguien en especial… allí se encontraba ella tan pálida como la nieve, cuyos ojos que parecían no ver nada lo decían todo, cuya sonrisa provocaba más de una emoción, su fortaleza admirable y su espíritu de lucha que no se rendía ante nadie. No podía dejar de seguirla con sus ojos dorados, el mundo entero podría estar gritándole, pero para el solo se escucharía su voz, firme, segura, aunque delicada que lo alejaba de la propia realidad y lo transportaba hacia un mundo desconocido…

-¿Y Toph como sobrellevas con el amor de tu vida?, mencionabas en tus cartas que tenias ciertos problemas…además ¿tus padres siguen insistentes con esa idea?.-Menciono Iroh que pretendía con sus palabras más de una intención.

Una tensión se centro en la bella joven, todas las miradas se dirigieron hacia ella, sobre todo la del maestro fuego quien no pudo contenerse al oír tan desvarió…Antes de que pudiese pronunciar siquiera una palabra, la joven contesto.

-Así es, me había causado muchos problemas, pero he podido resolverlos. Por otro parte mis padres no han podido dejar aquella idea.-Acento la bandida ciega, entre suspiros. Sin detenerse, parecía que era un tema delicado para ella.

Todos excepto Zuko, al oírla comprendieron a lo que se estaba refiriendo la maestra tierra. Al príncipe le provoco ideas fugaces una suposición tras otra, ninguna tan certera para suponer claramente a lo que realmente se refería…

-¡Asi que solo a Iroh le enviabas cartas, y a nosotros casi nada! -con un tono amenazador declaro-...igual me sorprende, ¡pensé en que debería comprarme ropa negra para algún funeral!.-bromeo Sokka, con una encarecida sonrisa, como si nada hubiera pasado.

-Tal vez si las cosas hubieran seguido igual, te hubiera dado la oportunidad.-Comento Toph tan sarcástica como solía ser, dirigiéndose hacia el guerrero de la tribu agua.

El príncipe no se atrevió a decir una sola palabra, por algún motivo aquella charla le induzco ira, angustia y un sentimiento que no podía reconocer…Pensó que le estaba sucediendo, ¡por que debería acaso importarle!, pero aun así le llenaba de coraje que estuviese con alguien… Además de amigos no eran nada absolutamente, al oír esas palabras en su conciencia se afligió, pues eso solo eran amigos ¿no es a si?; De pronto dejo todo a un lado, que clase de desvaríos cruzaban por su mente, era solo lo Toph ¿cómo podía hacerlo sentir de esa manera?, ¿cómo se había introducido en el, de tal forma que no podía despegarla de sus pensamientos? Ella aun seguía siendo una niña ¿no? Era cierto que le parecía completamente hermosa, pero sentía que había algo más, algo mas allá...sus pensamientos fueron detenidos por la causante de ellos.

-Oye Chispitas, dime ¿que ha sido de tu vida en estos años?.-Pregunto la bandida, que a un conservaba peculiarmente su tono de voz.

-He estado ocupado, intentando restaurar el daño que mi padre provoco…Y dime ¿qué cuentas de ti?.-Replico el joven con ojos ámbar con firmeza, cuya pregunta se le resbalo de sus labios. Sintió que su corazón dio otro salto, cuando ella se dirigió hacia él. Realmente ella lo ponía nervioso.

-No mucho, sigo siendo la campeona del estruendo tierra, casi invicta –algún día me las pagaras pies ligeros se dijo a sí misma- ¡ninguno de esas gallinas estuvieron siquiera a punto de vencerme! Además de contar con algo muy especial…pero eso es algo que tú ya sabes.-dijo Toph, con una sonrisa ganadora.

El maestro fuego quedo enredado en una tejido de desconciertos, claro si pudiera ser posible estar más confundido. No sabía exactamente a lo que se refería la mujer…Y se negaba a tan solo a preguntar al menos por ese momento, la duda lo carcomía, pero al mismo tiempo era como si no quisiera conocer tal respuesta, temiendo que sus pensamientos dejasen de ser suposiciones para convertirse en verdades. Pero se detuvo ¿Qué estaba pensando? ¡A él no le debería importarle! Como era posible que aquella niña lo tuviera de esa manera. Era real que en solo unos minutos solo podía pensar en ella, solo podía observarla admirando su belleza, riéndose en sus adentros por sus comentarios, que su corazón le diera un salto por cada palabra que ella dirigía hacia el... ¡DETENTE ELLA ES TOPH! Se dijo a si mismo nuevamente, para apartar todos esos pensamientos.

Habían terminado de cenar, luego de despedirse se dirigieron a descansar... al tocar las finas sabanas de seda durmieron en un sueño profundo, excepto dos personas cuyos pensamientos se oponían a dejarlos descansar…

La joven maestra tierra yacía en su habitación al final del corredor del exorbitante palacio…Se había hundido en sus pensamientos; pensaba en lo que sucedía, se recriminaba así misma por sus acciones, les había dicho una verdad a medias, ocultándoles lo que realmente estaba sucediendo, por alguna razón lo que más le dolía era él, desde el momento en que llego su corazón latía tan estrepitosamente que hasta cierto punto su audición no era clara, ¿que era realmente lo que él le provocaba? Era un sentimiento nuevo y al mismo tiempo antiguo como si siempre lo hubiera llevado en ella, había algo en él, no era como lo recordaba o tal vez si solo que ella ya no era una niña. Jamás se había sentido de esa manera y eso la asustaba, le atemorizaba no saber, no tener todo bajo su control, surgió en ella tan repentinamente…Pero tenía que aceptar que tendría que olvidarlo todo, incluso esos labios que hasta solo un momento acariciaron sus mejillas.

Se levanto de entre las suaves sabanas y se propuso a darle una despedida a una de las cosas que amaba y extrañaría…

Se había prometido a sí mismo no volver a tener esa clase de pensamientos, pensar en ella como solía serlo. Pero no pudo cumplirlo... Su cuerpo rogaba descanso, pero su mente revoloteaba de un lado a otro…el príncipe caminaba de un lugar a otro se perdía en sus pensamientos, luego reaccionaba preguntándose "¿que debería importarle?" y cuando menos lo esperaba volvía a caer en la misma telaraña de confusiones, no podía apartarla de su cabeza, se preguntaba "¿que era sentimiento que yacía en el, en qué momento surgió en él? ¿A qué se refería con el amor de su vida? ¿Habría alguien en su vida?... "Pues claro o sino que otra cosa seria" fue su conclusión final aunque dudosa…pero de algo estaba seguro, ella escondía algo, algo había detrás de sus palabras, pero la mayor preguntaba era ¿por qué le interesaba tanto ella?

Su mirada se dirigió hasta el ventanal de su habitación, observando como el viento agitaba los arboles, como las hojas se revolvían de tal manera que pareciese que estaban haciendo alguna especie de danza. Pero algo desentonaba, una joven que corría por el jardín dirigiéndose hacia el oscuro bosque sin mirar atrás y pisando fuerte hacia adelante, cuya joven era la hermosa maestra tierra que escapaba furtiva en la noche...

Hasta el próximo capítulo, que será muy pronto! Tengo varios ya, pero les falta algunos arreglos...

Nos veremos muy pronto!

No olviden sus comentarios significan mucho para mi ;)

By: La bandida ciega