Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí, sino a Isayama Hajime. La historia, en cambio, me pertenece, y es un regalo para mi queridísima amiga Poli :D ¡Feliz cumpleaños!

Advertencia: este fic contiene lemon y relaciones yaoi (chico x chico). Si no eres fan de este género, por favor retírate o mantén la discreción... Y si eres alguien nuevo en esto, ¡sal corriendo antes de que sea tarde! XD

Sin más preámbulos, comencemos.


Heichou wa maid-sama!

Un día cualquiera transcurría con normalidad en el trabajo de Eren, y deducía que ya estaban cerca de la hora del almuerzo; no precisamente por la luz del astro rey en su punto máximo, sino porque su estómago ya rugía como automóvil de fórmula uno. Y lo tenía bien merecido, ya que había vuelto tan tarde de la fiesta de Connie, que cayó como tronco en su lecho, despertando así tan tarde que no se dio tiempo para desayuno alguno. Aprovechando que Hanji, su superior, estaba lo bastante entretenida en una charla unidireccional con el dueño del hotel, y no controlando que estuviera haciendo, se dirigió a toda prisa a la cocina, con el fin de encontrar algo que engullir. A lo mejor, Sasha, la cocinera, le convidaría algo de su famoso lomo a la pimienta, la especialidad del hotel, y de tan sólo pensarlo se relamió. Pero todas sus ilusiones se vinieron abajo en cuanto llegó a la cocina.

No, no había nadie. ¿En dónde se había metido todo el personal? La cocina se encontraba completamente vacía, a excepción de una canasta colocada en el centro de una mesa. Se acercó aún más para ver el contenido de la misma, y se encontró con unas rojas y jugosas manzanas. Sin perder nada de tiempo, lavó una y le hincó el diente, disfrutando el exquisito sabor de la fruta.

―¡Que no lo haré, Blouse! ¡Deja de in… sistir…

Eren, que vio al recién llegado, escupió lo que aún estaba masticando de la fruta. El recepcionista, Levi Ackerman, se encontraba frente a él… Vestido de maid. No podía caber de su estupefacción, el hombre era tan serio que jamás habría imaginado que llegaría a jugar una broma como aquella.

―¿Qué miras, cerdo vestido de botones?

Eren soltó la manzana, aún sin comprender por qué Levi le parecía tan tierno y angelical. ¿Acaso estaba enamorado?

―¡Oye! ¡No ensucies! Y quita esa cara de estúpido.

Ese tocado se le antojaba dulce e inocente, el recepcionista ahora le resultaba lindo y tierno, y un sonrojo no tardó en apoderarse de su cara.

―¡Que me escuches!

Un puñetazo certero dio de lleno en su cara, sacándolo de su ensueño y tirándolo al suelo.

―L-lo siento, es que…

Levi chasqueó la lengua y se agachó para recoger la manzana, cuando sintió unas manos rodear su cadera a la vez que era apretujado contra un bulto.

―Oye, cerebro de hamburguesa, ¿qué crees que ha…

Eren hizo caso omiso a sus palabras y le lamió el cuello, sin poder creer lo que estaba haciendo. ¿Cómo era posible? Hasta el día anterior era un chico cualquiera que leía mangas ecchi, ¿y ahora estaba cayendo ante la tentación de un hombre? Algo le estaba sucediendo, pero sus pensamientos se nublaban por la excitación que le provocaba el menudo cuerpo de Levi. Tan pequeño, tan frágil entre sus brazos, que pensaba que podría quebrarlo como a una muñeca de porcelana si no tenía el cuidado requerido.

―¡Idiota! ¿Acaso no ves que todo esto está planeado por esas maniáticas? ―gritó el recepcionista, con un fuerte sonrojo en la cara.

―Quizás deberíamos complacerlas, ¿no crees?

Eren, aprovechando el desconcierto del vestido de maid, lo cargó y lo recostó boca abajo en una de las frías mesadas, para comenzar a acariciarlo con descaro. Apenas hizo un amago de querer incorporarse, lo volvió a recostar con fiereza y sujetó sus pequeñas manos con una de las grandes suyas por encima de su cabeza, siguiendo a continuación sus mimos desenfrenados. Lo escuchaba gritarle, insultarle, forcejear, pero sus sentidos se encontraban nublados por la excitación. ¿Cómo es que no lo había notado antes? Estaba loco por él, se ponía nervioso cada vez que le ordenaba ir a alguna habitación para llevar las maletas, cosa que no ocurría con ningún otro superior. Ni siquiera Erwin, con sus intimidantes ojos como zafiros bajo esas pobladas cejas le causaba aquella sensación que hasta ahora había confundido con temor y respeto. Iba ascendiendo sus manos por debajo de la falda, hasta llegar a una zona bastante íntima que hizo respingar a Levi.

―No te… Atrevas ―se quejó entre suspiros―. ¡Ambos somos hombres, cerdo!

―¿Acaso eso importa? ―cuestionó, agarrando la virilidad entre sus manos y apretujándola levemente― Hasta ayer yo pensaba así, Levi, pero…

Con su mano rodeándolo, comenzó a hacer movimientos de arriba abajo, arrancando ligeros gemidos del recepcionista Rivaille. Este no tuvo más opción que agarrarse de sus hombros para contener su estremecimiento, ya que el accionar de Eren lograba sacudir cada músculo de su cuerpo. Los movimientos de la mano se tornaron más rápidos y placenteros, y la erección de Eren ya comenzaba a atormentarle dentro de sus pantalones. Necesitaba poseerlo, y aún no se había tomado el tiempo de prepararlo; si es que tenía que hacerlo. Nunca en su vida se había aventurado a pensar en cómo hacerlo con un hombre, pero ahora lo llevaría a cabo con el sujeto que estaba bajo el poder de sus manos, aquella que detestaba por ser tan grandes, ahora le hacían una jugada a su favor. Su mano se detuvo al momento en que sintió la esencia de su superior escurrirse entre sus dedos, y lo acercó al borde de la mesada para dar su siguiente paso. Aprovechando que estaba aturdido, y a sabiendas de que no opondría resistencia, con rapidez fue a la mesa y volvió para cuando Levi comenzaba a reaccionar, y reafirmó el agarre de sus muñecas.

―¿Qué… Haces?

―Es tu primera vez, ¿o me equivoco? ―sonrió de costado a la vez que colocaba la manzana en su boca― Es para que no se escuchen tus gritos... ―Se acercó más a su oído, casi subiéndose por completo a la mesada, para poder susurrarle unas palabras―. ¿Ahora quién parece un cerdo?

Levi gruñó y al instante pudo sentir cómo Eren se adentraba en él con fiereza, arrasando con todo su interior. Dolía como los mil demonios, eso era lo que Eren entendía de esa mirada que Rivaille le dedicaba mientras sus dientes se apretaban, pero ya no había marcha atrás. ¿Quién mandaba al recepcionista a andarse paseando por la cocina vestido de maid? Él había provocado que sus hormonas se alterasen a tal punto de tomarlo en ese lugar, a sabiendas de que tenía una, o quizás dos espectadoras, que habían planeado aquello. Sin más preámbulos, comenzó a embestir suavemente el pequeño cuerpo de Levi, gruñendo a causa de la lentitud que debía llevar. Las expresiones del recepcionista Ackerman demostraban cuán profundo era su dolor, y frenaban cualquier impulso de acelerar el ritmo, dejándose llevar por sus más bajos instintos. De no haber puesto aquella manzana en su boca, los gritos inundarían el ambiente, Levi era jodidamente estrecho y Eren ya no podía seguir con aquella tortura. Con suma lentitud, fue acelerando el ritmo de sus embestidas, buscando saciarse a él mismo, cuando una puerta rechinó y se abrió, sin dar paso a persona alguna.

―¿Qué fue eso?

Y, a modo de respuesta, Levi comenzó a balbucear con la manzana en la boca. Le provocó algo de gracia, pero no era tan cruel como para no dejarlo hablar.

―Hanji y Blouse… Ellas planearon todo… Nnnghh… ―se quejó y se retorció, pero se detuvo en cuanto el miembro de Eren se movió al hacerlo, provocándole dolor― Dijeron que si veían que alguien venía nos abrirían esa puerta para ir a una habitación…

Eren observó a un agitado Levi darle aquella breve explicación, hasta que cayó en cuenta de lo que sucedería. Los descubrirían, y no tenían más opción que ir a dicha habitación. Sin despegar sus cuerpos, deduciendo que esto supondría un mayor dolor en Rivaille, hizo que pusiera sus piernas a ambos lados de sus caderas y lo cargó para salir por la puerta. Esta dirigía a un pasillo con algunas habitaciones, de las cuales sólo una tenía la puerta abierta. Sin dudarlo ni un segundo, el joven de ojos verdes entró, cerrando la puerta tras suyo. Colocó a Levi en la cama y, con cuidado, salió de su interior.

―Aquí no nos verán, Rivaille, no hay forma de que…

Una cachetada fue propinada a su rostro, sin permitirle continuar.

―Cerdo estúpido, allá nos estaban viendo de todas formas.

Eren asintió, apretando sus labios, para luego ver a Levi a los ojos.

―L-lo sé, pero es que no pude contenerme… ¡Porque yo te deseo!

―¿Tan poca fuerza de voluntad tienes? ―preguntó, dejando estupefacto al menor― La semana pasada todavía encontraba tus revistas con mujeres desnudas entre tus cosas, eres muy volátil en cuanto a tu orientación sexual ―chasqueó la lengua con desprecio.

―¡¿Has revisado mi bolso?! ―interrogó Eren, desorbitado, agarrando al otro hombre de los tirantes del delantal.

―Pensé que tenías drogas o algo ―apartó sus manos de una palmada―, desde hace más de un mes te veo con una actitud sospechosa, ¿por qué estás tan nervioso siempre cuando te veo?

―¡Ah! ¡N-no seas tan directo! ―reclamó con sus mejillas rojas.

―¿Qué estás ocultando? ―gateó en la cama hasta quedar a escasos centímetros del rostro de Eren.

―N-nada importante ―infló las mejillas, en un puchero infantil, mientras miraba hacia un punto incierto en la pared―. Sólo me comporto así porque yo… Yo…

Aquellas simples palabras no lograban ser dichas, y, sin más remedio que decirlas de una vez, levantó la vista.

―¡Yo te amo, Rivaille!

Y si el silencio no lo desesperaba, la expresión carente de emociones de Levi sí que lo hacía.

―Hum… Como sea.

Desconcertando a Eren, Levi lo besó con deseo, irrumpiendo su boca con su lengua, incitando a la suya a seguirle el juego. Se besaban con desenfreno, dejándose llevar por sus cuerpos, los que ya comenzaban a sudar. Las ropas terminaron esparcidas por el suelo, y Eren retomó posiciones sobre la cama, colocándose entre las piernas de Levi.

―Espera...

―¿Ahora qué? ―preguntó Levi, malhumorado.

―Creo que... Me sentiría más a gusto si nuestra primera vez fuera con tu consentimiento. Ya que te quiero, no me gustaría que…

―Hablas demasiado.

Levi, ya habiendo perdido su paciencia, levantó sus caderas y atrajo a Eren para que se adentrara en él de una buena vez. Sí, le había dolido bastante hacerlo, pero ya lo habían estado haciendo momentos atrás antes de que la puerta de la cocina se abriera. Eren, viendo con satisfacción de su compañero, se adentró aún más, demostrándole su gran longitud y el placer que podría darle con ella. Los gemidos de Levi, que este trataba de reprimir, se le antojaron como una dulce melodía, y junto al calor, el sudor, el sonido de las carnes chocándose, eran todo lo que ocupaba las mentes de ambos. Se entregaban a cada embestida, en una primera vez para ambos, la cual estaban seguros que siempre recordarían, ya que sabían bien que no había sólo deseo sexual entre ellos; existía un cariño bidireccional, que el mayor no demostraba, y esto, sumado al hecho de que estaban en una oscura habitación, por un momento los engañó, haciéndolos sentir como una pareja. Luego de incesantes embestidas y besos húmedos, llegaron casi simultáneos al clímax, cayendo totalmente agotados sobre las blancas sábanas.

―Levi…

―Eren…

Ambos se observaron unos momentos, contemplando los rostros exhaustos, antes de besarse, y no tardaron mucho en caer dormidos; o más bien, Eren no tardó. Levi se quedó observándolo por un tiempo, preguntándose si realmente podía darle oportunidad al amor. Bostezó, cayendo en cuenta de que él también necesitaba dormitar un poco, y sintió una ligera molestia en la cabeza. Se palpó la zona y luego se sacó el tocado de maid que llevaba el ridículo disfraz que Sasha y Hanji le habían puesto.

Al parecer, los fetichismos eran una debilidad de Eren.


*o*

Bueno... Esto es algo nuevo para mí, nunca he escrito de relaciones yaoi xD Este one-shot surgió de un juego en un grupo de chat, Isa y Poli me impusieron el escenario "cocina" y el objeto "manzana", así que empecé con esta cortita historia a partir de eso. Sin embargo, el documento nunca se guardó, y el one-shot quedó en la nada... hasta ahora xD

¡Feliz cumpleaños Poli! Espero que te haya gustado, y si no, ni modo, ya lo publiqué :v Esto es parte de un regalo, que consiste en este OS junto a un dibujo (que hace referencia al One-Shot xD) y ya lo estoy subiendo a DeviantArt. Espero que al menos uno de dos sea de tu agrado, no quedé muy conforme con el fic que digamos xD Bueno, me despido atentamente de todos los que se han tomado su tiempo para leer, y en especial de mi bella cumpleañera :3

A favor de la campaña "con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar review es como manosearme una teta y salir corriendo u.u

¡Besukisus!