PROLOGO
Desde hacia algún tiempo, ella necesitaba sentirse libre. Su sello se había debilitado con el paso de los años y aunque aproximadamente el 70% de su magia seguía bloqueada, podía volver a su forma de maga. Y lo necesitaba. Necesitaba recuperar su verdadera identidad.
Miro a un charco del suelo. Su larga melena rojo escarlata brillaba como nunca. Ningún tinte del mundo humano podía igualar ese tono. Erza Scarlet sonrió tímidamente. Estaba cometiendo un verdadero suicidio si algún mago oculto la reconocía. Al fin y al cabo ella solo era una fugitiva.
Miles de marcas en su cuerpo estaban tapadas con vendas, incluida la marca de su gremio. No quería que nadie identificase quien podía ser por sus marcas.
Erza paseaba habitualmente en un monte alejado del núcleo urbano, pero aquel día todo fue diferente. Había un chico. Y ella conocía a aquel chico.
Era Isaac, uno de sus amigos en su forma humana.
Erza se escondió detrás de un arbusto y se limito a observar.
Isaac levantaba los brazos y saltaba. Una y otra vez sin conseguir nada más que acabar cayéndose. En uno de sus saltos consiguió elevarse un poco y mantenerse en el aire durante unos segundos.
Erza abrió los ojos.
"Un mago de aire"-pensó Erza sin terminar de creerse que su amigo fuera un mago.
-¿¡Por que!? ¿Por qué no puedo volar? ¿Por qué no puedo tener la misma magia de mis padres? ¿Es que nunca voy a poder usar mi magia?-Isaac se tiro al suelo, resignado por ser incapaz de usar su magia.
Erza salio de su escondite y fue donde Isaac volando a no mas de veinte centímetros del suelo.
-¿Necesitas ayuda?-dijo Erza mientras volaba delante de un Isaac que no salía de su asombro.
Y así es como Erza empezó a dar clase a Isaac sin pararse a pensar que al exponerse de esa manera podía poner en peligro su propia vida si alguien descubría quien era…
