Esta es la historia de Ingeras el hijo de Vlad, esto es según yo lo que paso con Ingeras después de la muerte de sus padres, bueno, madre.
EL PRÍNCIPE DE TRANSILVANIA.
CAPITULO 1.
Había una vez, dos reinos muy lejanos.
Uno, estaba gobernado por un príncipe, llamado Vlad Tepes.
Y en el otro reino, era gobernado por una reina malvada, llamada Ravenna.
Que tienen que ver estos dos reinos?, o estos dos gobernantes?, pues nada... por ahora.
Si el corazón es lo bastante fuerte. Pensaba Ingeras.
El alma renacerá, con cada nuevo dia, vida tras vida, época tras época, para siempre. Pensaba Ingeras.
Mientras Ingeras estaba siendo coronado príncipe de Tranzilvania, su padre, el príncipe Vlad, fue despertado de la muerte por Skelgim, su sirviente.
Apareció una imagen en las nubes con la imagen de Vlad, y después, la imagen del castillo de Ravenna.
Ravenna entra en una habitación, y se acerca a un espejo de oro.
Espejo, espejo, dime una cosa, que mujer en este mundo, es la mas hermosa?. Decía Ravenna.
El hombre en el espejo se despego de el, y se acerco a Ravenna.
Tu mi reina, eres la mas hermosa, pero no por mucho...en Targoviste, Tranzilvania, hay un niño príncipe, y cuando ese niño crezca, contraerá matrimonio, y tendrá una hija, esa niña, no sera mas hermosa, pero si mas poderosa que tu. Afirmo el espejo.
Ravenna miro a otro lado con frialdad.
Se lo que piensa, y por eso, debo decirle, que tenga mucho cuidado, el padre del niño, sigue vivo, vigilando a su hijo desde la distancia, el es mas fuerte y poderoso que usted, si usted le hace daño, a ese pequeño, su padre el príncipe, la cazara, y la destruirá. Continuo el espejo.
Y la futura esposa del niño... ¿quien es?. Pregunta Ravenna disimulando temor.
Su hija, mi señora. Dijo el espejo, y se volvió a unir a la pared.
Ravenna salio del castillo, y se dirigió al pueblo a buscar a su hija.
En el mercado de la ciudad, estaba una niña, de espaldas, comprando manzanas sin molestar a nadie.
Miren a quien tenemos aquí. Dijo un niño a los demás que andaban con el.
Una niña que esta perdida. Dijo otro. Y todos ríen.
Déjenme en paz, y no saldrán lastimados. Dijo la niña volteando hacia ellos.
Pero todos ellos solo se burlaron de ella.
1, 2, 3, 4, ¡ja ya!. Gritaba la niña mientras hacia movimientos de kárate.
El niño que estaba en medio de los demás se acerco a ella y la tomo por el amarre de la capa.
Ni siquiera lo pienses.
La niña le quito la mano y se la doblo, le dio una patada en el estomago, dio una vuelta de estrella por encima de el, se quito su capa, el niño trato de golpearla por detrás pero ella tomo su mano y le amarro ambas manos a la espalda con su capa, y se sentó sobre el. Todos los demás niños se quedaron con la boca abierta.
¿¡QUE ESTAN MIRANDO?!. Les grito la niña molesta.
¡LARGO DE AQUÍ SI NO QUIEREN TERMINAR IGUAL!. Dijo y los ahuyento ladrando como perro.
Cuando todos se fueron, apareció una mujer encapuchada.
Usted no es su madre cierto?. La niña se paro y señalo al niño.
No, soy la tuya. Dijo Ravenna quitándose la capucha.
Mama?, que haces aquí?. Pregunto la niña extrañada.
Mejor dicho que haces tu aquí?. Pregunto Ravenna evitando su pregunta.
Que no es obvio. Dijo la niña apuntando al niño.
Si creo que lo es. Dijo Ravenna mirándolo de reojo.
Y que haces aquí?. Vuelve y pregunta la niña.
Quiero que me acompañes, al prado, a buscar flores. Dijo Ravenna sonriendo.
Tu buscando flores?. Dijo la niña extrañada.
No puedo divertirme con mi hija?. Dijo Ravenna dando un paso al frente.
Bien, pero antes, que hacemos con el?. Dijo apuntando al niño.
Tu fuiste quien lo puso así, tu di que hacer. Le dijo Ravenna a su hija.
La niña se acerco a el y le dijo.
Te voy a liberar, pero prométeme que no molestaras a nadie nunca. El niño afirmo con la cabeza, y la niña lo libero, al hacerlo el salio corriendo en dirección contraria.
Nos vamos?. Pregunta Ravenna.
Si. dijo ella insegura.
La hija de Ravenna estaba tirada en el suelo del campo de flores sangrando por la nariz, pero una sombra se para frente a ella.
Esto no terminara así descuida. Se pone a su nivel y le acaricia la cabeza.
Sin importar lo que haga tu madre...tu te casaras con mi hijo, en un futuro. El hombre toco su pecho con su dedo indice y el segundario, cerro sus ojos, y a los minutos la niña respiraba de nuevo, abrió los ojos por un segundo y vio todo borroso, luego los volvió a cerrar.
Ven. Cargo a la niña hasta un lugar donde Ravenna jamas pudiera encontrarla, con una vieja amiga suya llamada, Baba Yaga.
